Método Suzuki – Música en pañales

Violines tocados con babero, ensayos a ritmo de
nana, versos compuestos con chupete. El método
Suzuki de aprendizaje musical acerca la melodía a
la misma cuna y de un modo natural.

Autor: SERGIO SÁNCHEZ

Desde Mozart hasta Lope de Vega, la historia está plagada de niños prodigio. Niños que asombran a sus mayores por su gran capacidad a la hora de desarrollar una determinada labor. En los años 60, en España, las madres soñaban con tener una pequeña Marisol cuyo talento musical entusiasmase a grandes y pequeños, idealizando su concepción como una suerte de tómbola de la vida.
Pero el talento no tiene porque ser sólo cuestión de nacimiento, también puede trabajarse desde pequeño a través de la estimulación. Del país del sol naciente llegó a Europa, hace 40 años, un método revolucionario de estimulación musical capaz de convertir en un pequeño virtuoso al más inquieto de los niños: es el método Suzuki, cuyo nombre le viene dado por su descubridor, el doctor Suzuki.

¿EN QUÉ CONSISTE?

El método combina dos ideas fundamentales: el aprendizaje de la lengua materna y la estimulación temprana. Nos explicamos: desde el día de su nacimiento, los niños se encuentran rodeados por los sonidos maternos. Su madre le habla y el pequeño va interiorizando poco a poco este lenguaje hasta que es capaz de reproducirlo con fidelidad. Este hecho llevó a pensar al profesor que si el pequeño desarrollaba sus capacidades en un entorno lleno de música, en el futuro sería capaz de reproducir naturalmente este lenguaje. Es decir, que la habilidad no sólo se hereda sino que puede ser aprendida. Suzuki llamó a su método “la Educación del Talento”.

Pero, como decíamos al inicio, el método Suzuki se sostiene en dos pilares, y el segundo, la estimulación temprana, es tan importante como el primero. Este método se aplica en niños con edades comprendidas entre los tres y los cuatro años, por entenderse que a esta edad la capacidad de aprendizaje es mayor. Los estímulos son recibidos de manera natural y el pequeño aprende marcando su propio ritmo, y no según los dictados de un aula. Bien es cierto que, cuanto más pequeños, más lento es el proceso,pero también es verdad que el resultado a largo plazo es muy positivo.

VENTAJAS DEL SUZUKI

El método Suzuki ofrece diferentes ventajas, no sólo para el aprendizaje musical, sino para la mejora del rendimiento y la autoestima del pequeño. Al ser un método basado en el aprendizaje del lenguaje materno, la repetición se convierte en un elemento fundamental, desarrollando la capacidad de escucha, relación y por supuesto la memoria. Además, el método afianza los lazos paternofiliales, ya que el papel de los padres es fundamental. El profesor necesita de esta presencia para poder proseguir el trabajo de la clase en casa.

El método Suzuki tiene más de 40 años de experiencia, con resultados muy positivos en el campo de la enseñanza.

PROFESORES ALTAMENTE CUALIFICADOS

– El método Suzuki parece un método de enseñanza dirigido de manera unívoca a los niños, de hecho a los más pequeños, pero la realidad y su puesta en común nos advierte de la necesidad de la formación de los profesores que impartirán las clases a través de este procedimiento. ¿Qué tiene que hacer un profe que piensa enseñar con el método Suzuki?

– Los profesores adquieren el conocimiento necesario para aplicar el método Suzuki a la enseñanza del instrumento mediante cursos de formación, ya que el método no consiste únicamente en utilizar sus partituras. A partir de los volúmenes 3 ó 4, es habitual que el profesor añada a discreción otras obras o estudios complementarios, procedentes del repertorio tradicional del instrumento, así como piezas para conjunto orquestal o de cámara.

– La correcta aplicación del método Suzuki requiere una formación específica por parte del profesor, además de la estrictamente musical. En todo el mundo existen multitud de docentes que utilizan los materiales propios del método por constituir en sí mismos un valioso instrumento pedagógico para la enseñanza musical a los niños.

–  Sin embargo, la metodología Suzuki va más allá del simple estudio riguroso de un cierto repertorio o, incluso, de la audición complementaria de los discos o cassettes a él asociados. De hecho, como plasmación en lo musical del paradigma de aprendizaje de la lengua materna, lo fundamental no es tanto la materia como el procedimiento.

JUGAR CON FUEGO. Sin control, el regalo preferido se puede convertir en una amenaza

La retirada de las tiendas de varias partidas de juguetes por la compañía Mattel ha prendido la luz de alarma en muchos padres. ¿Corren peligro tus hijos? Sí, hay un riesgo, pero se puede controlar – nunca extinguir completamente – siguiendo unas pautas determinadas de vigilancia tanto en el momento de la compra del juguete como en el disfrute de éste por el niño

Autor: ÁNGEL PEÑA

Hay algo muy serio, trascendental incluso, en un niño que juega. Y en las herramientas que utiliza para ello. Víctor Hugo decía que “cuando el niño destroza su juguete, parece que anda buscándole el alma”. El niño puede pasar horas concentrado en un mundo a su medida.
Es más, debe hacerlo. Sonia Rivas, profesora del Departamento de Educación de la Universidad de Navarra, recuerda que la “infancia está para jugar; el juego es la fuente de aprendizaje, ya que permite investigar y conocer el mundo, el niño se enfrenta con las situaciones, dominándolas y adaptándose a ellas”.
Sin embargo, ni siquiera en ese espacio privilegiado su frágil constitución está a salvo de peligro. Sin la adecuada atención de los adultos, ese juguete que parece iluminarle el rostro puede convertirse en su enemigo.
El Public Interest Research Group de EEUU dividió recientemente en un informe estos peligros en cuatro categorías: asfixia, imanes, plomo y químicos tóxicos. Desgraciadamente, todos conocemos, aunque sea indirectamente, algún caso de un niño ahogado por tragarse una pequeña pieza o intoxicado por la pintura de un juguete mal acabado.
Por supuesto, la atención de los padres es la última –y más importante– barrera. Pero antes de que el juguete llegue a casa, ya debe haber pasado por más de un filtro. La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) explica que la fabricación de juguetes seguros y conformes a las normas de seguridad exige un estricto control de todo el proceso productivo, tanto en la fase de diseño del juguete como en la de fabricación.

ERRORES DE FÁBRICA

En la fase de diseño del juguete, asegura la AEFJ, un defecto o una previsión inadecuada sobre la concepción del juguete determina que todos los ejemplares de la misma serie sean defectuosos o inseguros. En ese caso, el juguete moriría antes de nacer.
Pasado el primer trámite, en la etapa de fabricación se vigilan posibles fallos mecánicos o errores del personal. Cualquier anomalía en el proceso que aparte al juguete del diseño ideado para él lo invalida automáticamente para su distribución.
Si en la fábrica todo va según lo previsto, aún queda una última barrera: todos los juguetes deben someterse a una serie de pruebas de laboratorio para determinar que cumplen con los requisitos mínimos de seguridad establecidos por la norma, y especialmente, a aquellos controles que garanticen que los juguetes no presentan riesgo alguno con respecto a sus propiedades físicas y mecánicas, inflamabilidad, propiedades químicas, propiedades eléctricas, higiene y radiactividad.
Y, finalmente, el último paso para que los juguetes puedan comercializarse en la UE, es el marcado “CE”. Ahí está la clave para el consumidor: esta etiqueta certifica que el juguete cumple una serie de requisitos concretos adecuados al nivel de exigencia europeo. Cada empresa puede añadir otras certificaciones, pero esas dos letras son la llave de la tranquilidad… relativamente. La responsabilidad de los padres siempre irá más allá. El niño necesita su espacio para jugar, pero siempre tendremos un ojo pendiente.

LA POLÉMICA
Mattel y el miedo made in china

El caso Mattel viene proyectando una sombra de duda sobre miles de hogares. El mayor fabricante de juguetes tuvo que retirar del mercado más de 20 millones de sus productos fabricados en China con imanes peligrosos o exceso de plomo. 500.000 de ellos en España.
Todos tenían en común el made in China. Aunque Mattel reconoció un error en el diseño, el problema del plomo tiene que ver con la gestión de fábrica, extremo que confirma el suicidio del director de la contratista china y la detención de las cuatro personas que suministraron la pintura.
En realidad, el de Mattel es sólo el caso más espectacular. Según el Instituto Nacional de Consumo, el 80% de los juguetes defectuosos que se detectan en España proceden de China.
Pero han sido los titulares sobre Mattel los que han despertado a las autoridades. La UE lo ha hecho con un doble rapapolvo.
Por un lado, a los estados miembros: según la comisaria de Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva, la UE cuenta con un marco regulador “adecuado para gestionar los productos fabricados en China”; el “desafío” está en la aplicación correcta de la normativa, responsabilidad de cada gobierno.
Además, Kuneva asegura que en su último viaje a China dejó claro a las autoridades del país que la UE “no acepta ni aceptará compromisos en cuestiones relacionadas con la seguridad de los consumidores”.

LA ETIQUETA “CE”

La marca “CE” certifica que:
– El material del juguete no presenta riesgos para la salud en caso de ingestión, inhalación, y contacto con la piel, mucosas u ojos.
– El juguete no alcanza temperaturas que puedan producir quemaduras.
– Los materiales no son fácilmente inflamables.
– El diseño del juguete no conlleva un riesgo de provocar lesiones corporales por su uso, y tiene la estabilidad suficiente para soportar tensiones sin roturas ni deformaciones.
– Los juguetes eléctricos no exceden en ningún caso de 24 voltios, y los cables o conductores están aislados y protegidos mecánicamente
– Los juguetes pensados para niños de edad inferior a los tres años, así como sus componentes y las partes que se puedan separar, han de ser lo suficientemente grandes para evitar que sean ingeridos o inhalados.

CONSEJOS PARA EVITAR SUSTOS

1 – Dimensiones adecuadas. Los juguetes destinados a niños menores de tres años deben tener dimensiones suficientes para evitar que puedan ser tragados o inhalados. Además, los juguetes, sus piezas y sus envases no deben presentar ningún riesgo de estrangulamiento.
2 – Las piezas. Los movimentos de las piezas, así como sus aristas, salientes y fijaciones deben estar diseñados de tal manera que reduzcan, o mejor incluso supriman, los riesgos de lesión por contacto.
3 – En aguas turbulentas. Los juguetes destinados a llevar o mantener al niño en aguas poco profundas deben estar diseñados de forma que garanticen su estabilidad y seguridad.
4 – Leer atentamente las instrucciones que acompañan al juguete. Esta primera medida, tan obvia como a menudo obviada, incluye el etiquetado, las advertencias de riesgos, para qué tipo de niño está destinatado, características del juguete…
5 – Salida de socorro. Los juguetes que impliquen la entrada de niños tienen que disponer de una salida de fácil apertura desde dentro.
6 – Ojo al pequeño pirómano. En general, los juguetes han de estar fabricados con materiales que no se quemen al quedar expuestos accidentalmente a una llama o una chispa.
7 – Enseñarles a jugar seguros. Tenemos que supervisar el juego si así viene indicado, e informar y formar a los niños sobre las medidas o precauciones que deban tomar durante su uso.
8 – Siempre pendientes. Hay que adoptar una actitud en la medida diligente y vigilante durante el desarrollo del juego. Y, después, cuidar de que el juguete se guarde de forma adecuada para que esté disponible posteriormente en las mismas condiciones de seguridad.
9 – Cuidar el juguete. Durante toda su vida útil, es importante vigilar su estado y cuidarlo para controlar posibles riesgos derivados del deterioro por el uso, retirándolo del alcance de los niños cuando se compruebe que ya no es seguro
10 – Prestar seguridad a los amigos. Si los los niños comparten entre sí juguetes y éstos salen del entorno familiar, es extremadamente importante prestarlos en las condiciones adecuadas de seguridad, asegurándonos de que no van a representar ningún riesgo para los niños que en principio los van a utilizar. Y si en el momento de su compra nos advirtieron de algún riesgo o peligro, deberemos comunicarlo a los adultos de quienes dependa.

La bella literatura (enseñando a amar)

Hay, sólo en España, miles de premios literarios: de novela,
cuentos, poesía, teatro, ensayos… Se presentan
decenas de miles de autores. Una clara muestra de que
la literatura está muy viva.

Autor: RAFAEL GÓMEZ PÉREZ

Este otoño, como todos, se ha concedido el Premio Planeta, el mejor dotado, con un importe de 601.000 euros. Así que la literatura también da dinero. Un volumen anual de negocios de unos 16.000 millones de euros. Y da trabajo: más de 100.000 empleos, entre los directos y los indirectos. Así que, bien mirado, la literatura es uno de los tesoros artísticos y económicos de una nación.
¿Qué es la literatura? Un arte que consiste en utilizar la lengua de todos los días, pero de una forma bella y dando con realidades que atraen.

¡PERO ES MUY ANTIGUA!

Un profesor de Valencia me comentaba que, hablando con uno de sus alumnos, éste le dijo, con la fresca insolencia de los catorce años, que no entendía como a ellos, de pleno siglo XXI, se le quisiera enseñar cosas tan antiguas.
El profesor le contestó que si tiene un amigo antiguo, es decir, con más de siete u ocho años de amistad, no deja de ser buen amigo por ser antiguo.
Sucede que los estudiantes, al ser jóvenes, no suelen valorar lo antiguo. Aristóteles decía que los jóvenes no aman la historia, porque no tienen historia. Apenas se tiene detrás un tiempo pasado existe un deseo de recuperarlo, de no perderlo. Al fin y al cabo una de las grandes novelas del siglo XX se llama así, En busca del tiempo perdido, y la escribió Marcel Proust.

TAMBIÉN EL RAP

Cuando yo enseñaba literatura, solía empezar, más que por el Romancero o Garcilaso de la Vega, por una buena letra de alguna canción de algún grupo de moda. No es que abunden, pero siempre hay algo verdaderamente bueno, es decir, literatura.
Hoy buscaría en el repertorio del hip-hop y del rap. Para que un rap sea bueno tiene que ser literario, es decir, no basta soltar lo primero que viene a la cabeza, eso lo hace cualquiera. El rap bueno, como cualquier literatura, utiliza la que se llama función poética del lenguaje, y se llena de metáforas, comparaciones, antítesis, sinestesias, sinécdoques, anáforas… (Son nombres cultos para figuras del lenguaje como “tus ojos son dos soles”, “el humo sabe a negro”, “soy la calle que canta”, cosas así).
Se puede imaginar con facilidad algunos textos clásicos de la literatura cantados en forma de rap: “Érase un hombre/ a una nariz pegado/ érase una nariz superlativa…” Quevedo hubiera rapeado como pocos…
Cuando un arte –literatura, música, pintura, cine, lo que sea– es bueno se debe a que ha dado con algún quilate de poesía. Poesía, en ese sentido, es una visión distinta, más atractiva, compleja y sencilla a la vez, de la realidad. Por eso los detalles en la vida de personas que se quieren pueden ser también poesía.
Es algo muy limitado entender la poesía como encerrada en la literatura y los versos. Lo que pasa es que la lengua es un lugar privilegiado para la poesía. Cuando se lee eso de Gutiérrez de Cetina “Ojos claros, serenos/ si de un dulce mirar sois alabados,/ ¿por qué, si me miráis, miráis airados?” se ve que ahí hay algo. O en aquello de Juan de la Cruz “y déjame muriendo/ un no sé qué que quedan balbuciendo”, donde ese queque- que imita admirablemente el balbuceo.

LITERATURA VERNÁCULA

La literatura en la propia lengua vernácula es una colección de resultados bellos de esa lengua. Y como se tiende siempre a amar la belleza, cuanto mejor se conozca la literatura propia, más se amará la lengua y mejor se hablará y se escribirá. ¿O esto no se sabía? Porque hay mucha gente que no sabe hablar o no digamos escribir a la vez con corrección y con gracia. Porque no leen lo suficiente o, al leer, no saben fijarse en dónde está la belleza.
Es emocionante leer lo que, por ejemplo, escribió en castellano hace casi ochocientos años el anónimo autor del Cantar del Mío Cid y anotar esa observación de que cuando se separan Rodrigo y Ximena es como la separación de la uña de la carne.
Esos aciertos de la literatura, esas adivinaciones hacen mejor al que los aprecia y recuerda. Le da un sentido inmediato de lo que es, a la vez, bueno, bello y verdaderas. “Unas pocas palabras verdaderas”, así definía Antonio Machado la poesía.
La buena literatura no pasa de moda: seguimos leyendo a Homero, a Dante, a Cervantes, a Shakespeare, a Goethe… Unamuno, que era un gran poeta, escribió estos versos: “Volverán las oscuras golondrinas,/¡vaya si volverán!/ (…) Pero aquellos refritos ultraístas/ hechos a puro afán,/ los que nunca arrancaron una lágrima/, ¡ésos no volverán!”.

EDUCAR Y AMAR

Si alguien se preguntara a qué viene hablar de bella literatura en una revista sobre padres y colegios, se podría responder que educar no es otra cosa, en definitiva, que enseñar a amar. Porque cuando se ama hay interés, memoria, deseo de ampliar, valoración de los detalles…
Amar lo bueno, lo exacto, lo bello. ¿Cómo no enseñar a amar la bella literatura?
Pero hacen falta profesores y profesores que amen tanto lo que enseñan que se vuelvan hasta un poco pirados. No cualquiera puede enseñar lengua y literatura. No basta transmitir contenidos, porque lo que hay que transmitir es pasión.
La educación es una tarea de contagio. En unos tiempos en los que la educación no estaba ni tan centralizada ni tan burocratizada como hoy, la gente iba a buscar maestros que con su entusiasmo enseñaban a muchos. De ésos hacen falta muchos hoy.
Un reciente anuncio oficial implicaba también a los padres, con la idea de que ellos leen si tú lees, si te ven leer. ¿Algo menos de televisión y algo más de libros? No estaría mal.

Mi hija no sabe comer de todo

Autor: padresycolegios.com

Me gustaría pedirles orientación para intentar ayudar a mi hija. Esther ha ido este año a Madrid a estudiar ADE. No logré un colegio mayor y conseguí dejarla en una familia encantadora que además tienen una hija universitaria con la que se lleva bastante bien.
Parece que todo es positivo pero me plantea todos los días por teléfono que le exigen comer de todo y en bastante cantidad, con lo cual ella sospecha que va a engordar y dice que de ninguna manera.
Debo reconocer que yo no lo he hecho bien ya que en casa siempre ha comido lo que le apetecía y no la obligué a comer de todo.
ANTONIA. GIJÓN

Antonia, se dice que en el pecado va la penitencia. Reconoces no haber educado bien a tu hija en el aspecto alimenticio y, ahora, una patrona con las ideas claras tiene que rectificar los hábitos que Esther ha venido adquiriendo durante estos años pasados.
Nuestro consejo es sencillo, debes apoyar las exigencias de su patrona y colaborar con ella para que tu hija vaya rectificando los malos hábitos de alimentación adquiridos.
En cuanto a la razón que le da, que no puede engordar “de ninguna manera”, me parece que puede conseguirlo comiendo con normalidad y haciendo el ejercicio necesario, propio de su edad. Es importante recordarle que engordar o no, siempre que no existan otros factores médicos, depende de mantener una alimentación variada y equilibrada, y que es posible mantener un peso adecuado y preservar lo más fundamental: la salud.

DIVORCIO. El coste educativo y emocional de la ruptura

En el peor momento, la peor noticia. El universo de seguridad que la familia proporciona
a los hijos se resquebraja con el divorcio. Aunque el niño rehace esa relación
conforme a nuevos parámetros, el trauma puede ser peligroso: desde el habitual
bajón en el rendimiento escolar, a los casos más graves de patología psíquica.
Los padres deben aportar claridad y tranquilidad para amortiguar el golpe.

Autor: ÁNGEL PEÑA

“Me costó salir adelante”, recuerda Santiago. Han pasado diez años. Ahora tiene 24, terminó brillantemente la carrera hace uno y trabaja desde antes de licenciarse. Ha salido adelante. No fue fácil. Cuando tenía 14, sus padres se divorciaron.
“Me pasé dos años sin salir de casa, no tenía amigos, los chavales de mi edad tenían preocupaciones muy distintas de las mías”. Además, en el colegio las cosas se fueron torciendo: “Era el delegado del colegio y no iba mal de notas. El curso en que estalló lo de mis padres cateé seis de 10. Dejé de ser delegado”. Cuando llegaba a casa, lo último que le apetecía era estudiar, y en clase no prestaba atención: tenía otras cosas en la cabeza.
Una situación más que desagradable, casi podría decirse que dramática, para un carácter en formación. Pero, con todo, Santiago tuvo cierta suerte: “No me utilizaban como arma arrojadiza; he conocido casos…”
Todos conocemos casos. Porque, como explica el mediador familiar Ignacio Tornel, aunque hay quienes se empeñan en lo contrario, “lo cierto es que un divorcio siempre conlleva efectos negativos para los hijos; más o menos, según el caso, pero siempre los hay”. La clave es conocer estos efectos para amortiguar en lo posible el sufrimiento del niño.
Uno de los síntomas más evidentes se deja ver en el colegio. “El parón del rendimiento en los estudios suele ser bastante notable e ir unido a conductas antisociales, de aislamiento; por eso el profesor muchas veces se adelanta, ve que algo pasa y pregunta a los padres”, explica Tornel.

RENDIMIENTO ESCOLAR

Cuando la situación se estabiliza, el niño suele remontar. Pero muchas veces los efectos se prolongan. Un estudio del Instituto Nacional de Estudios Demográficos de Francia señala que el divorcio reduce de seis meses a más de un año la vida escolar de los hijos.
Pero más allá de las puertas que se les pueden cerrar en el futuro, los niños sufren el divorcio en el presente con toda la intensidad que permite su naturaleza vulnerable. Para Paulino Castells, psiquiatra especializado en temas de familia y autor del libro Separarse bien (Espasa Calpé), “el sentimiento más omnipresente en el hijo de divorciados es el de que ‘todo se ha roto’”. La tranquilidad y seguridad de la infancia o de la adolescencia, siempre que se tratara de una familia tranquila, desaparece bruscamente.
Además, recuerda Castells, “la continuidad en las funciones rutinarias que realizaba la familia cesa también repentinamente”. El hijo no sabe muchas veces qué hará mañana, ni quién vendrá a buscarle al colegio ni a casa de cuál de los dos progenitores tendrá que ir, ni a dónde irá por vacaciones… Angustia.
Más tarde llega otro sentimiento negativo: el enojo, consigo mismo y con sus padres. Y, con el tiempo, van aflorando otros sentimientos: tristeza, conflicto de lealtades…
Además, dada la indefensión a la que le pueden haber conducido los acontecimientos –especialmente cuando han sido muy traumáticos– pueden hacer del hijo, continúa Castells, “un ser más vulnerable a situaciones como, por ejemplo a la drogadicción o la promiscuidad sexual”.
En el peor de los casos, puede incluso aparecer la enfermedad: “El cuadro depresivo es la patología psiquiátrica más habitual; no obstante, dependerá en gran manera de la relación que tenían previamente los hijos con sus padres y del impacto psicológico que les haya producido la situación”, explica el doctor Castells.
En cualquier caso, un panorama desolador. “La mayoría se adapta, sí… porque no les queda otro remedio”, reconoce Castells, “habitualmente establecen unas nuevas formas de relación con sus progenitores; por ejemplo, ya no los ven tanto como padres autoritarios, sino como personas más amigables, con los que pueden reformular la relación”.
Para ello, es necesario llevar el proceso con una actitud adecuada: “Lo primero es que los niños no presencien los conflictos”, dice Ignacio Tornel. Si es completamente imprescindible gritar, mejor en una cafetería. En un contexto civilizado se puede afrontar el paso decisivo: comunicar la decisión. “Hay que serenarse y preparar bien lo que se va a decir, cuatro mensajes muy claros y positivos dentro de lo que cabe: ‘no tiene que ver contigo, te queremos muchos y estaremos siempre a tu lado cuando nos necesites’”, explica Tornel, que resalta la importancia de que sean los dos padres juntos los que anuncien la mala noticia.
A partir de ahí, la clave es evitar el conflicto: no enfrentarse en temas básico como los días que le toca al hijo con cada progenitor, quién se queda con la casa de veraneo, no utilizar al niño como arma arrojadiza… “Lo ideal es buscar siempre la vía del consenso y evitar la confrontación”, dice Tornel, “que piensen en el chaval, que es una víctima más”.

EFECTOS DEL ‘DIVORCIO EXPRESS’

– AUMENTO EXPONENCIAL. 126.952 personas se divorciaron en 2006, frente a las 32.627 que lo hicieron en el año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística.
– PELIGRO: NAVIDADES. Las fiestas navideñas son más peligrosas de lo que podría parecer para los matrimonios. El mayor número de demandas de separación y divorcio se acumulan en el primer trimestre del año y no después del verano, según datos del Consejo General del Poder Judicial.
– NI LA MEDALLA DE PLATA. Las bodas de plata se hacen ya muy cuesta arriba. La duración media de los matrimonios que se disuelven es de 15,1 años.
– PEQUEÑAS VÍCTIMAS COLATERALES. El 51,3% de los matrimonios disueltos tienen hijos menores de edad.
– POR REGIONES. Canarias es la comunidad autónoma con mayor tasa de divorcio, un 4,31%, seguida de Baleares (3,94%) y Cataluña (3,85%).
– LA POLÉMICA. Los datos del INE, publicados el pasado mes de noviembre, provocaron una auténtica tormenta política. Las instituciones que apoyan a la familia han señalado a la ley del divorcio express como la gran culpable de semejante sangría de matrimonios.
– FORO DE LA FAMILIA. El presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, apunta que, con la anterior legislación, un 30% de las separaciones terminaban arreglándose. Con la nueva, los cónyuges ni lo intentan. Blanco dijo incluso que se trata de la ley más imprudente en materia de familia en toda Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
– ACCIÓN FAMILIAR. La vicepresidenta de Acción Familiar, Teresa López, asegura que la ley desestructura y desestabiliza a la familia, porque induce a no madurar una decisión, convirtiendo al matrimonio en el tipo de contrato con mayor inseguridad jurídica.
– INSTITUTO DE POLÍTICA FAMILIAR. El IPF exige la retirada de la ley y pide volver a un modelo que proteja los derechos del matrimonio a superar las crisis con plazos de reflexión. Entre sus propuestas destacan: – Campañas de sensibilización y promoción de la familia y su estabilidad, en cumplimiento de las recomendaciones del Consejo de Europa.
             – Incrementar las ayudas que reciben las familias.
             – Elaboración de un Plan Integral de Apoyo a la Familia 2007-10, que contemple medidas preventivas, encaminadas a disminuir la ruptura
             – Una subcomisión no permanente en el Congreso.

EL VENENOSO AGUIJÓN DE LA CULPA

En algunos casos de divorcio, sobre todo cuando el hijo tiene en torno a los seis o siete años, se produce un terrible y paradójico trauma: el niño se cree culpable de la separación. El mecanismo es simple. En esa edad, la conciencia se encuentra en formación. La frase clave, que va situando en su lugar la relación moral causa- efecto, es: “Si te portas mal…” Cuando llega la separación, el niño busca en su interior la causa de ese efecto terrible. Por eso, en cualquier proceso de separación, la medida más urgente es dejarle bien claro que la culpa no ha sido suya.
Más tarde, cuando el dolor se va aposentando, el dardo de la culpa suele girar. A menudo, el hijo empieza a buscar un responsable. Y lo normal es descargar la rabia acumulada con uno de los progenitores. La relación con éste se torna muy complicada. Sólo el paso de los años, la madurez del hijo y la paciencia del padre o la madre pueden arreglar las cosas.

INFORME PISA. La Biblia de la Educación en el mundo

Cuando leáis estas líneas ya será de dominio público el Informe PISA 2006, principal estudio comparativo internacional sobre educación. Al cierre de esta edición –y gracias a la exclusiva adelantada por la revista Magisterio– se conocían los resultados en ciencias, campo en el que España ocupa un discreto puesto 31. Os explicamos los aspectos más relevantes de un informe imprescindible para juzgar la marcha de los sistemas educativos en los países más ricos del planeta .

Autor: padresycolegios.com

¿QUÉ ES?
“Foto fija” de la Educación en 57 países

¿QUIÉN LO ELABORA?
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –algo así como un exclusivo club de países ricos– para sus miembros y cualquier otro estado que lo solicite. La coordinación del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA) en cada país corresponde a los respectivos institutos de evaluación.

¿CÓMO?
Mismo examen a alumnos de 15 años en 57 países y sobre tres campos: comprensión lectora, ciencia y matemáticas. Cada tres años desde el 2000. A partir de una muestra aleatoria y representativa de centros públicos, privados y concertados. Una vez recopilados los resultados, se establece un promedio internacional (que siempre es 500) y la puntuación de cada país o región.

¿QUÉ MIDE?
Para nuestra ministra de Educación, el PISA no es más que una “foto fija” de la situación educativa de un país, una imagen estática y descontextualizada que puede conducir a valoraciones parciales. En parte es cierto, pero el informe resulta impagable para ponderar el nivel de exigencia en las aulas de cada estado y destapar posibles fraudes educativos. Por ejemplo, Grecia nos da mil vueltas en porcentaje de titulados en Secundaria, pero en PISA puntúa muy por debajo de España. Conclusión: el aprobado heleno está por los suelos. Además, el informe tiene en cuenta multitud de variables sobre la procedencia del alumnado, sus niveles de motivación, etc, por lo que es una fuente inagotable de información para investigadores de todo el mundo.

OTRAS COMPARACIONES
Fracaso escolar y la pareja Pirls-Timss

Además del PISA, existen otras posibilidades de calibrar el estado de salud de los sistemas educativos nacionales.
> Dos estudios internacionales con prestigio y relevancia son el Pirls –mide las competencias en capacidad lectora–, y el Timss –que analiza el rendimiento en matemáticas y ciencias–. Ambos son elaborados por la IEA, una empresa privada de evaluación educativa. Realizados en 40 países sobre alumnos de Primaria, España ocupa los puestos medio-bajos de la tabla.
>  Las cifras de fracaso escolar (jóvenes no titulados en Secundaria obligatoria)son un baremo recurrente a la hora de juzgar la bonanza o crisis de la educación en un país. Pocos padres lo saben, pero las cifras españolas son para echarse a llorar: uno de cada cuatro alumnos abandona las aulas sin un título bajo el brazo. En la UE sólo nos gana Portugal.

¿QUÉ TAL PUNTÚA ESPAÑA?
Cenicienta de la UE; reina del sur

Dependiendo de con quien nos comparemos, los resultados obtenidos por nuestro país admiten lecturas bien distintas. Lo cierto es que uno puede interpretar el PISA español jugando a la botella medio llena/medio vacía, consolándonos porque podría ser peor o lamentándonos de nuestra objetiva mediocridad.
La lejanía respecto al top educativo mundial (Finlandia, los países asiáticos, Canadá, Oceanía) resulta estremecedora. De cuarenta puntos para arriba, una auténtica barbaridad.
Las cosas mejoran algo si la referencia son sólo los países de la Unión Europea de los 15, pero aún nos separa un abismo de la mayoría. Negar que somos una de las cenicientas de la UE (descontando a los países del Este) supone una insensatez difícil de sostener.
Y si nos ponemos optimistas, pues somos los mejores del sur de Europa. Unos diez puntos sacamos a Italia, Portugal y Grecia, que consiguen resultados casi idénticos.
Empatamos con EEUU, lo que ha servido al Ministerio de Educación para sugerir que tan mal no debemos andar. Una reflexión que ignora las profundas desigualdades educativas de la superpotencia mundial.

DIFERENCIAS REGIONALES
Rioja (Corea) vs. Andalucía (Portugal)

No es obligatorio, pero muchas regiones solicitan a la OCDE su PISA particular con el fin de conocer qué posición exacta ocupan en la clasificación nacional y global. El procedemiento es bien simple: se amplía la muestra que le corresponde en la prueba estatal hasta 50 centros educativos. En España, diez comunidades autónomas disponen de informes propios. Las diferencias son espectaculares, propias de un país educativamente asimétrico.
> Castilla y León y La Rioja pueden presumir de moverse entre países con excelentes modelos de enseñanza, caso de Corea u Holanda, y superar ampliamente a Reino Unido o Alemania. El despegue de los castellanoleoneses ha sido espectacular: casi 20 puntos ganados respecto a 2003.
> Aunque ya en otro nivel, también tienen motivos de orgullo Aragón, Navarra, Cantabria, Asturias y Galicia, todas con puntuaciones similares a Bélgica, Irlanda, Austria o Suiza.
> Cataluña y País Vasco se sitúan levemente por encima del conjunto de España (por tres puntos la primera y por siete la segunda).
> La única comunidad con muestra ampliada por debajo de la media española es Andalucía, hermana educativa de Portugal, Grecia o Italia.

¿Protegemos en exceso a nuestros hijos?

¿Educamos o sobreprotegemos? La excesiva protección con la que a menudo tratamos
a nuestros hijos es, según los especialistas, una práctica perjudicial para el
desarrollo emocional de niños y jóvenes. De ahí la necesidad de marcar unas normas
desde pequeños para conseguir una buena conducta.

Autor: ZAIDA PÉREZ DE ARANDA

La dificultad de muchos padres a la hora de marcar ciertas normas a sus hijos está a la orden del día. Por eso, el portal Entre Padres de EducaRed (www.educared.net/entrepadres) ofrece este mes consejos para huir del permisivismo y la sobreprotección, además de aportar datos sobre los perjuicios de no poner límites.
Los padres sabemos que sobreproteger no es educar, pero ¿dónde está el límite? La dificultad de establecer este límite entre la educación y la sobreprotección puede presentarse, por un lado, a la hora de darles todo lo que nos piden en compensación por el poco tiempo que pasamos con ellos; por el otro, cuando evitamos que sufran cualquier daño físico o emocional por mínimo que sea.
En los últimos años se ha pasado de la rigidez tremenda al exceso de condescendencia, y esto sucede porque no se ha encontrado el equilibrio entre ser firmes y a la vez afectuosos. Según Amelia López, presidenta de la Asociación para la Promoción de los Derechos del Niño y la Prevención del Maltrato Infantil (Apremi), algunas de las causas que explican la sobreprotección son el aumento del materialismo, el descenso de la natalidad, o la inestabilidad familiar que provoca en familias separadas el intercambio de regalos por afecto. Los expertos indican que todas estas formas de actuar convierten a nuestros hijos en sujetos pasivos, indefensos e inútiles para valerse por sí mismos.

LAS CAUSAS

La cuestión no está en educar bien o mal a un hijo. Los padres queremos a nuestros hijos y deseamos su felicidad, pero hay que saber diferenciar si lo que intentamos conseguir es la felicidad del hijo o la nuestra. En este sentido, la sobreprotección hacia nuestros hijos es muchas veces debida a alguna de las siguientes causas:
1. Apoyar nuestra baja autoestima demostrándonos que podemos ser un buen padre o una buena madre.
2. Compensar las limitaciones que sufrimos en nuestra niñez
3. Aliviar nuestras propias frustraciones evitándoles cualquier dolor.
4. Compensar la ausencia del otro padre.
5. Compensar nuestra propia ausencia debido al poco tiempo que estamos en casa por motivos laborales.
6. Evitar las rabietas del niño.

CONSEJOS

En la sección Consejos de Entre Padres podemos encontrar recomendaciones para huir del permisivismo y la sobreprotección y para aprender a poner unos límites y mantenerlos:
1. Dedicar más tiempo a los hijos. Hay que combinar el ejercicio de la disciplina con el cariño.
2. Enseñar a los niños que rebasar los límites establecidos puede traer consecuencias proporcionadas y, a poder ser, inmediatas. Pactar los límites a establecer y las consecuencias con ellos.
3. No ceder cuando el niño intente comprobar hasta dónde puede llegar la “debilidad” de los padres.
4. Ayudar al niño a valerse por sí mismo, valorar sus logros e instarle a que se independice (por ejemplo, motivándolo a que se suba al tobogán solo).
5. Evitar dárselo todo hecho, hay que darle espacio para que resuelva sus propios conflictos y tenga iniciativa.
6. Establecer una rutina y unas normas a seguir razonables.
7. Confiar en que el niño hará lo correcto dentro de los límites marcados según su edad y nivel de desarrollo.
8. Los padres somos un ejemplo para los hijos. Por ello, nuestra forma de ser tiene que estar siempre en consonancia con lo que que les inculcamos.
9. Dejar que el niño experimente las consecuencias de su conducta.
10. Aprender a decir “no”.

Desde una familia normal

Autor: padresycolegios.com

Acudo a ustedes a ver si nos pueden orientar. Leo sus consejos y en muchos casos nos están sirviendo, pues en algunas cosas parece que es una respuesta a nosotros. Les cuento: mi hija Adriana es buena estudiante, se ha ido a Madrid para estudiar Telecomunicaciones. Es la mayor de los tres hijos que tenemos. Para sus hermanos pequeños ha sido siempre como una segunda madre. Se quieren muchísimo y siempre han formado una piña. Estudiaban en el mismo colegio, al que siguen yendo sus hermanos pequeños, y en casa, yo creo, tenemos muy buena relación familiar. Dejo de contarle tantos detalles y les pido orientación. Nuestro problema es el siguiente: sus hermanos la echan mucho de menos y todos los días la tienen que llamar por teléfono, y el último puente, que ha venido a vernos, nos plantea no volver porque no sabe estar sin nosotros. Díganos algo a mi marido y a mí. Estamos bloqueados y no sabemos qué hacer.
ÁNGELA. ASTURIAS

Estimada Ángela: cuando en una familia se cumplen con normalidad y naturalidad sus funciones, la salida de un hijo de casa siempre crea desajustes lógicos pero necesarios. Los lazos familiares deben ser fuertes pero flexibles para desarrollar en nuestros hijos su autonomía. Esos lazos de amor paternos son tan necesarios que a todas las personas que gozan de ellos les cuesta desatarlos porque son causa de felicidad. La salida de casa de Adriana deja un hueco a sus hermanos y una aparente soledad en ellos, y no digamos en vosotros. A pesar de todo, como la razón debe imponerse a los sentimientos, Adriana seguro que ha vuelto a la universidad y sus hermanos se van acostumbrando a su compañía no presencial. Poco a poco se irá conformando esta realidad necesaria e iréis entrando en un nuevo estilo de relación que es una exigencia natural del desarrollo de los hijos.
Es lógico también que a unos padres como vosotros estas situaciones os generen nuevas inquietudes, pues nadie vive la salida de un hijo o la separación física de los hermanos hasta que se da, pero todo está dentro de la realidad más natural. La distancia física no tiene por qué dañar a ningún miembro de la familia. Hay que aprender una cosa más aunque no sea grata: amar en la distancia, seguir prestando las ayudas necesarias a distancia y así lograr que cada hijo desarrolle plenamente sus facultades dentro de la mayor armonía posible, que es lo que aprendió a vivir en su casa. Ánimo, desbloquearos y seguid ofreciendo la seguridad que habéis mantenido con vuestros hijos.