“La crisis ha servido para valorar las cosas más pequeñas”

MARÍA DUEÑAS (Puertollano, Ciudad Real, 1964) es doctora en Filología Inglesa y profesora titular en la Universidad de Murcia, actualmente en excedencia. En 2009 irrumpe en el mundo de la literatura con la novela El tiempo entre costuras, el libro que se ha convertido en el gran éxito editorial de los últimos años y que ha cautivado por igual a lectores y crítica.

Las cifras de venta superan ampliamente el millón de ejemplares en múltiples países. Sus derechos han sido cedidos para traducciones a más de veinticinco lenguas y para una ambiciosa serie de televisión a cargo de Antena 3, que verá la luz en marzo. Ella, simplemente, sonríe.

Ah, el tiempo. Decía Henri-Frédéric Amiel, un periodista hijo de hugonotes que sirvió de inspiración al mismísimo Tolstoi, que es el espacio que existe entre dos recuerdos. Lo decía, claro, intentando dar a entender que sólo lo que es digno de ser recordado es digno de ser vivido, insuflando una dosis de optimismo al quehacer y la rutina. Por su parte, José Manuel Caballero Bonald, el poeta que silba sus versos con acento cubano, nos dejó dicho que ‘somos el tiempo que nos queda’, la gran elipsis de la poesía española y toda una declaración de intenciones. Lo pasado no sirve. Afrontemos lo que viene mañana. Si aplicamos estas máximas, María Dueñas (Puertollano, Ciudad Real, 1964) está viviendo justo el tiempo entre su primera novela, la archiconocida y vendida El tiempo entre costuras y su segundo trabajo, en el que trabaja, mientras dedica las horas restantes a atender a plomos que siguen preguntándole qué es la literatura. Intentemos no caer en tópicos, aunque a veces sea complicado.

R. Hay tópicos que son ciertos, que se nos han hecho aburrido de tanto escucharlos…
P. Si, pero hay que intentar huir de ellos… Primer tópico que intentaré derribar: no preguntarte en primer lugar por el libro que te dio la fama, sino por el que estás preparando. ¿Cómo va?
R. Lo estoy escribiendo y preparando con mucha ilusión, sin duda. No hay que olvidar que llevo casi tres años de promoción constante e impenitente de El tiempo entre costuras, algo que agradezco infinito, pero también es verdad que tenía, y sigo teniendo, la necesidad de contar otras cosas, de que entrara algo de aire fresco por la ventana, de un viento de cambio. No tengo fecha, no me agobio al respecto, pero no paro de trabajar sobre ello.
P. ¿Hasta qué punto te ha afectado el éxito para escribir ésta?
R. Pues creo que he conseguido escribir sin presión. Tal vez la única influencia sea que he huido de la temática anterior, de cómo estaba propuesto El tiempo entre costuras para hacer algo absolutamente diferente, pero veremos si lo he conseguido.
P. Es una obligación del autor huir hacia nuevos caminos…
R. Sin duda. Plantearse retos significa avanzar. No en cuanto al número de ejemplares que vendas o a la gente que te conozca, sino en medir tu obra a través de lo que te habías propuesto lograr con ella.
P. Tu anterior libro anteponía las decisiones personales en la vida y las convertía en decisivas: el amor, la amistad… ¿Corren peligro ese tipo de decisiones por la dichosa y aburridísima crisis?
R. La crisis ha sido un palo tan grande, tan desproporcionado, en nuestra línea de flotación que ha puesto las cosas en su sitio. Nos ha convertido en personas conscientes y creo que todo el mundo sabe dónde están sus prioridades. Ahora sabemos quienes están a nuestro lado, porque es sencillo acercarse a alguien cuando las cosas van bien. Se mide a las personas cuando se acercan porque las cosas van mal.
P. No será tu caso, que llevas tres años con un libro colocado entre los más leídos y vendidos en lengua castellana…
R. En mi caso ha significado ver cómo me apoyaban cuando tenía que decidir si pedía una excedencia en la Universidad, cuando tenía que irme a interminables viajes de promoción por todo el mundo…
P. Y en cuanto a esas pequeñas cosas a las que hacíamos mención, ¿cuáles son las que han conseguido despertarte una sonrisa inesperada?
R. Pues sonará a tópico, pero me encanta levantarme y, en una mañana con sol, poder desayunar en la terraza de mi casa. Valoro cada vez más poder terminarme un par de botellas de vino con mis amigos en torno a una conversación que no tiene por qué ser absolutamente trascendental, o sobre temas complejos. Supongo que son cosas que dejas aparcadas y que son las que realmente llenan tu vida.
P. Es una época difícil… Parece que esas cosas se quedan de lado, esperando a ser recuperadas en un futuro, cuando alguien anuncie que los malos tiempos ya pasaron…
R. Escondidas en un cajón, sí… En realidad creo que es importante poner en valor esos detalles ahora precisamente porque las cosas no van todo lo bien que debían. Si no atendemos esos instantes no tenemos nada, aunque creo que la gente se ha dado cuenta y cada vez los hace más caso.
P. Uno de esos detalles puede haber sido descubrir tu libro una tarde como estas, de frío polar, bajo una manta y un té…
R. Mi libro o cualquier libro. Sí, es un placer innegociable.
P. Tu primer libro está realmente bien documentado, con bastante meticulosidad y tiene la capacidad de trasladarte a rincones inesperados…
R. Estuve tres o cuatro meses documentándome, tejiendo la hoja de ruta de la novela. Después, a medida que escribía, seguía investigando. He logrado recoger mucha información histórica, pero he intentado exponerla de manera asequible. Por fascinante que fuese el material que logré recopilar, no quería llevarlo todo a la obra, he intentado incluirla en la novela en pequeñas dosis y de manera literaria, para que al lector no se le haga cargante, y he recuperado personajes históricos que estaban caídos en el olvido y que a mí me parecieron fascinantes, los he hecho revivir en cierto modo, les he dado vida en mi novela.
P. Balzac decía que uno escribe para leerse a sí mismo… ¿Hasta qué punto escribes pensando en los lectores?
R. Yo he sido costurera antes que fraile; he sido lectora antes que escritora. Sé lo que me gusta y lo que no me gusta leer, lo que me lastra la lectura, lo que me fascina cuando estoy ante una novela y lo que me molesta, he intentado no ser cargante con lo histórico, que el discurso sea ágil…, intento aplicar las cosas que, como lectora, me gusta ver en los libros.
P. Profesora…
R. Ahora en excedencia, sí.
P ¿Estamos perdiendo la batalla con los chavales para que amen la literatura?
R. Todo se puede educar, aunque es cierto que hay quien nace con gusto para algunas cosas y quien no, que hay un componente innato.
P. ¿Qué leen tus hijos para que ese componente salga a la luz?
R. Pues mira, mi hijo Jaime, que tiene 14 años, se ha enganchado a Harry Potter, que son unos tomos importantes. Era seguidor de las pelis y ya he conseguido que reconozca que son mejores los libros. Es un comienzo…
P. Desde luego. No podemos acabar la entrevista sin recurrir a otro tópico: sé que El tiempo entre costuras ya tiene su momento en el prime time de la tele…
R. Sí. La serie se estrena en marzo o abril en Antena 3.
P. ¿Y cómo lo has visto? ¿Has sentido ese vértigo que los au
tores sufren cuando ven que su obra ha sido manoseada por la tele?

R. Al principio iba con pies de plomo, pero poco a poco he ido entendiendo que no es el libro, que es un lenguaje diferente. Y lo he disfrutado muchísimo. Creo que está realmente bien, con unas ambientaciones estupendas, con una música mágica y con Adriana Ugarte, que está genial.

Suerte lejos de los libros. Nos vemos en la tele.

El 80% de los niños con problemas de ojo vago o refracción no lleva corrección óptica

El Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) ha llegado a esta conclusión tras examinar a 750 niños y encuestar a 500 padres, y ha descubierto que el 41% de los niños de 2 a 10 años no han visitado nunca al oftalmólogo.

El problema se acentúa cuando el equipo de optometristas descubre que el 80% de los niños con problemas de refracción o ambliopía nunca se había hecho una revisión ocular, pese a que a partir de los 7 años es difícil solucionar algunos de estos defectos. Según el Departamento de Oftalmología Pediátrica del IMO “la exploración realizada ha sido muy básica y ha servido sólo para orientar a los padres sobre posibles problemas visuales de sus hijos, a los que se aconseja una revisión más completa”.

Para este estudio se ha utilizado el retinoscopio, un sistema de lentes que proyecta una luz sobre la retina, y que permite descubrir posibles ambliopías (ojo vago), que se desarrollan por una diferencia importante entre la agudeza de uno y otro ojo, o defectos refractivos, como son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Aún así, algunas hipermetropías pueden pasar desapercibidas, ya que los niños suplen este defecto forzando la acomodación, es decir, la capacidad de enfoque del cristalino. Un buen diagnóstico requiere un control más a fondo y con gotas dilatadoras, según recomiendan desde el IMO.

Si el primer escalón es la consulta del pediatra, el 53% de los padres admite que en algún momento el pediatra les ha recomendado la visita al oftalmólogo. Pero sin embargo, en las revisiones pediátricas, el 38% de los padres encuestados afirma que la visión no se ha revisado en los controles generales, por lo que piensan que se le da menos importancia al control visual que al resto de la salud de los niños.

Conceptos claros

Los problemas más comunes en los niños son la ambliopía u ojo vago, del que ya hemos hablado, que se produce cuando el cerebro anula la visión de uno de los dos ojos, por ser inferior o peor a la del otro ojo, ya sea por estrabismo, defecto refractivo u otro problema ocular. “Cuando un defecto visual afecta exclusivamente o de forma más aguda a uno de los dos ojos, el cerebro selecciona la mejor imagen, anulando la otra e impidiendo que la visión de ese ojo se desarrolle.

Para recuperarla, es imprescindible tratar el problema en la infancia, edad en la que aprendemos a ver”, explica la doctora Ana Wert, especialista en oftalmología pediátrica.

Según la doctora, para detectar la asimetría visual, que se produce cuando un ojo ve peor que el otro, se pueden realizar sencillos controles en casa por parte de los padres, haciendo que los niños miren una imagen con un ojo tapado y después con el otro. El estrabismo, problema en el que uno o ambos ojos están desviados de su eje central, es el que más diagnosticado está, ya que al ser sintomático se detecta antes por los padres.

Factor hereditario.

Según la doctora Wert, “muchos padres desconocen que los problemas oculares, incluyendo los defectos de refracción, tienen un componente hereditario o de predisposición genética importante”. Pese a que el 79% admite tener problemas o defectos visuales en la familia, sólo el 36% lo ha considerado un factor a tener en cuenta a la hora de cuidar la salud visual de sus hijos, aunque a la hora de la verdad sólo el 3% admite haber llevado a su hijo al oftalmólogo por tener antecedentes en la familia.

Llegó la hora de elegir colegio

Elegir centro escolar (y acertar) es una decisión de mucho alcance que influye decisivamente en el futuro del niño. Repasamos todos los datos a tener en cuenta.

Dentro de unos días se abrirá oficialmente el plazo de matriculación para nuevos alumnos en los colegios. Si bien la mayoría de los padres ya tienen una idea bastante aproximada del tipo de centro que desean para su hijo, es entre marzo y abril cuando deben tomar la decisión definitiva. Los expertos están de acuerdo en que, al margen de condiciones objetivas, no existe el colegio perfecto por sí mismo sino un centro ideal para cada niño.

Pautas

Las motivaciones para decantarse por uno u otro colegio varían mucho: algunos padres desean que sus hijos asistan a su mismo colegio, otros valoran sobre todo la fama académica, otros la cercanía al domicilio… En todo caso, conviene repasar algunos elementos importantes:

• Nivel académico. Hay datos objetivos que pueden informar del nivel académico. Por ejemplo, los resultados en las pruebas de acceso a la Universidad o las pruebas de conocimiento en determinados niveles, como la que realiza la Comunidad de Madrid en 6º de Primaria.
• Ideario del centro. Debe estar en consonancia con los valores familiares. Los psicólogos advierten de que el niño no debe percibir que la educación y las pautas morales que se dan en la familia y en el colegio van en distinta dirección.
• Método pedagógico. La forma en que se abordan los conocimientos puede variar bastante con un método tradicional, con libros y fichas, u otro alternativo (siempre aprobado por el Ministerio de Educación), en el que los niños aprendan experimentando, jugando…
• Idiomas. Si deseas que en la formación académica de tu hijo estén muy presentes los idiomas, lo más adecuado es que optes por un colegio bilingüe o con una carga lectiva importante en una segunda (o tercera) lengua.
• Instalaciones. Aprovecha las jornadas de puertas abiertas para comprobar el estado de las clases y de los patios de recreo, la existencia de aulas especializadas, la disposición del comedor…
• Actividades extraescolares. Debes tener en cuenta las necesidades familiares y si el tipo de centro se adapta a ellas, ofreciendo horario ampliado, actividades formativas extra, servicio de biblioteca…
• Cercanía, economía y continuidad. Los aspectos logísticos también son importantes. Debes valorar la distancia del centro a vuestro domicilio y qué implicará: ¿será necesario trasladarse en coche?, ¿hay ruta escolar? Y por otra parte, la cuestión monetaria. Si optas por un centro público, la enseñanza es totalmente gratuita; en caso de uno concertado, hay determinadas contribuciones mensuales, y si hablamos de los privados, aunque por la crisis muchos han bajado sus cuotas, pueden estar entre los 200 y los 1.000 € mensuales. Además, si te planteas la escolarización de tu hijo a medio plazo, deberás tener en cuenta hasta qué nivel podrá seguir formándose en el mismo centro.

Tipos de colegios

Una de las primeras decisiones es: ¿público, privado o concertado? Cada uno ofrece un modelo educativo distinto y se gestiona de forma diferente.

• Públicos: Dependen del Estado, que los financia totalmente con fondos públicos. Son laicos, aunque se puede optar por la asignatura de religión.
• Concertados: Se trata de centros privados, pero que están parcialmente sostenidos por dinero público. Esto implica que deben ceñirse a determinados criterios de admisión y normas de funcionamiento, aunque su ideario es libre.
• Privados: Funcionan como una empresa privada y, siempre dentro de lo que marca la Ley, pueden establecer su propio método de enseñanza.

¿Se puede elegir siempre?

Cada Comunidad Autónoma fija los criterios de admisión en los colegios públicos y concertados (en los privados queda a criterio del centro aceptar cada solicitud). Así, hay una baremación oficial por la que se otorgan puntos según algunas circunstancias: proximidad al domicilio familiar o al trabajo de los padres, presencia de hermanos en el centro, renta anual, familia numerosa, minusvalía, enfermedad crónica, haber pertenecido a una guardería asociada al colegio…

Así, cada solicitud recibe una puntuación que fijará el orden en la admisión, aunque la gran mayoría consigue entrar en el colegio que ha señalado en primera opción, como en Madrid, donde, según datos de la Consejería de Educación, lo consigue más del 90% de los alumnos, o en Castilla y León, donde los datos oficiales lo cifran también en un 90%.

No obstante, cada año estos criterios pueden cambiar según la decisión de los gobiernos regionales. Así, lo ha hecho este año la Comunidad de Madrid para iniciar la implantación de distrito único, que ya se realiza en otras ciudades como Burgos (también en Castilla y León, Valladolid reducirá a tres sus zonas educativas para el próximo curso). Asimismo, Aragón vivirá novedades en el proceso selectivo, pues los padres deberán elegir el criterio de proximidad, optando o bien por el domicilio familiar o bien por su lugar de trabajo.

Nueva baremación para criterios de admisión de la CAM

Las principales novedades en los criterios de admisión para el curso 2012/13 en la Comunidad de Madrid son:

  • Se refuerza la puntuación (8 puntos) por hermanos matriculados en el colegio para evitar que ninguno se quede fuera.
  • Se elimina el punto de los celíacos tras la entrada en vigor en 2011 de la ley estatal que obliga a tener menús adaptados en los colegios.
  • Se introducen puntos por antiguos alumnos para aumentar la vinculación de las familias con los colegios.
  • Los puntos por renta se otorgarán únicamente a las familias madrileñas beneficiarias de la renta mínima de inserción para potenciar la igualdad de oportunidades y combatir el fraude.
  • Todas las familas tendrán puntos por domicilio o lugar de trabajo para aumentar su libertad de elección.

Hacer un Doble Grado con ADE

Soy Iván, tengo 20 años y estoy estudiando el Grado en Administración y Dirección de empresas, estoy en 2º curso. Me gusta mucho la carrera, pero estoy pensando en estudiar un doble grado, con alguna titulación del área empresarial, para ampliar mi formación, pero dudo de las titulaciones que hay ahora con Bolonia. ¿Qué opciones hay para un doble grado y qué duración tendría?

Iván (20 años)

Hola Iván: Las titulaciones de grado del área empresarial ofrecen un abanico muy amplio de combinaciones para doble grados, con titulaciones nuevas muy demandas en el mercado laboral. Puedes combinar tus estudios de ADE con el Grado en Derecho, enfocado al Derecho del Trabajo o al Derecho Laboral; con el Grado en Dirección Comercial y Marketing, ampliando conocimientos en la atención al cliente y las herramientas de venta; y con el Grado en Turismo, desarrollando una formación más completa en la gestión y planificación de empresas turísticas y de ocio.

Los dobles grados ofrecen la posibilidad de completar tu formación universitaria en distintos ámbitos empresariales, ampliándose el plan de estudios en un curso académico. Aquellos conocimientos de carácter general y comunes a ambas titulaciones se estudiarán en la primera titulación, y así obtendrás tu grado en ADE superados los créditos de los cuatros cursos. En el quinto curso estudiarás los créditos correspondientes a la segunda titulación.

Aunque ya lleves dos años cursados del Grado en ADE te puedes cambiar sin problemas a una doble titulación. Aquellos créditos que ya tengas aprobados se mantienen, y amplías la matrícula con las asignaturas correspondientes al segundo grado que elijas. Es muy buena elección realizar un doble grado para convertirte en un candidato mejor preparado dentro del mercado laboral.

Intercambios universitarios: el alumno Erasmus

En la sociedad actual las relaciones internacionales desempeñan un papel fundamental. Empresas, instituciones, organizaciones y organismos públicos y privados mantienen, cada vez con mayor asiduidad, relaciones con otros países.

Conocer idiomas es una herramienta indispensable en el desarrollo de estas relaciones; de ahí que la Universidad Alfonso X el Sabio articule diversos programas de movilidad e intercambios que privilegian la formación de sus estudiantes en el ámbito internacional. El programa Erasmus tiene como objetivo atender las necesidades de enseñanza y aprendizaje de todos los participantes en educación superior, incluidos los estudios de doctorado.

DERECHOS DEL ESTUDIANTE ERASMUS

• La universidad de origen y de acogida deben tener firmado un acuerdo inter-institucional.

• La universidad de origen y de acogida deben suscribir con el estudiante, antes de su partida, un acuerdo de estudios/formación, que establezca el programa de estudios/trabajo previsto, incluyendo los créditos que se obtendrán.

• La universidad de acogida no percibirá retribución alguna en concepto de tasas de matrícula, exámenes, acceso a laboratorios y bibliotecas durante el periodo de estudios/prácticas Erasmus.

• La universidad de origen deberá otorgar pleno reconocimiento académico a las actividades realizadas satisfactoriamente durante el periodo de movilidad Erasmus, de conformidad con el acuerdo de estudios/formación.
• Al final de los estudios/prácticas en el país europeo, la universidad/empresa de acogida emitirá y firmará un certificado –certificado académico o certificado de trabajo– en el que figurarán los créditos y las calificaciones obtenidas. Si el periodo de prácticas en empresas no forma parte del plan de estudios, el periodo al menos quedará reflejado en el Suplemento Europeo al Título.

•El estudiante Erasmus recibirá en la universidad de acogida el mismo trato y los mismos servicios que los estudiantes de esta universidad.

• El estudiante tendrá acceso a la Carta Universitaria Erasmus y a la Declaración de Política Europea de sus universidades de origen y de acogida.

• Las becas o préstamos del país de origen se mantendrán durante el periodo de estudios en el país europeo.

Estrés en los recién nacidos

Una vez que ha nacido un bebé, a menudo éste es separado de la madre para colocarlo en una cuna cercana o para asearlo. Un nuevo estudio, cuyos resultados han aparecido publicados en Biological Psychiatry, revela que esta separación resulta muy estresante para el recién nacido.

Los autores de la investigación descubrieron que la actividad autónoma neonatal era un 176% más alta y el sueño un 86% menos calmado cuando los niños estaban solos, en comparación con el rato que éstos estaban pegados a sus madres.

Más información: www.tendencias21.net

Adelantar la triple vírica

De enero a octubre del pasado año, se detectaron 1.876 casos de sarampión, unas cifras excepcionalmente altas, teniendo en cuenta que el año anterior tan solo se declararon 173 casos.

Unas cifras excepcionalmente altas, teniendo en cuenta que el año anterior tan solo se declararon 173 casos, y que han llevado al Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) a incluir entre sus recomendaciones para 2012 adelantar a los 12 meses de edad la administración de la primera dosis de la vacuna triple vírica, que actualmente se aplica a los 15 meses en la mayoría de las comunidades autónomas.

Más información: www.vacunasaep.org/familias/

Libros de Narval

Dos títulos con los que la Editorial Narval estrena 2012: Piccolo y Nuvola, escrito e ilustrado por el Premio Nacional de Ilustración 2011 Emilio Urberuaga, –entrevista pag. 8– y Un día de pasos alegres, de la autora e ilustradora Raquel Díez Reguera.

Piccolo y Nuvola trata con delicadeza el tema de la contaminación ambiental y narra al tiempo una bonita historia de la amistad entre un pájaro y una nube.

Un día de pasos alegres es la historia de un día cualquier en la vida de Martina y nos adentra en un mundo que no por fantástico deja de sernos extrañamente cercano.

Más información: www.nalvaleditores.com

Emilio Urberuaga, Premio Nacional de Ilustración 2011

El ilustrador infantil nos recibe en su estudio plagado de luz y pinceles donde deja fuera al hombre y al padre y sólo deja entrar al niño que nunca ha dejado de ser. Allí juega con sus colores y sus pinturas y así ha logrado esa conexión especial con varias generaciones de niños que ha llevado al ministerio de Cultura a concederle el Premio Nacional de Ilustración por su trayectoria.

¿Qué supone un premio a toda una carrera?
Da cierto vértigo porque piensas ¡Que pasa, ya he terminado! y no es así, yo estoy empezando. Es un empujoncito más. Alguien se ha fijado en lo que haces y eso para el saco de la vanidad siempre viene bien. Hace treinta años, desde el año 82, y yo me dedique tarde a ilustrar libros para niños, porque llegué a esto por puro azar.

¿Cómo han variado en estos años los gustos de los niños, o de los padres, que al final son los que compran los libros?
Evidentemente el niño es un cautivo. Es el destinatario, pero el que paga los libros es el adulto, y rara vez hay padres que dejan elegir a sus hijos. A veces tengo la sensación de que los padres formados ven un libro y registran cosas en su cerebro que el niño no ve pero que a él le parecen estupendas. Todo se reduce a una sola cosa que es claridad. Yo creo que en el lenguaje y en la imagen si hay claridad es aprehensible por todo el mundo.

Han cambiado detalles, lo fundamental no ha cambiado. Es igual que al fondo aparezca un ordenador o una máquina de escribir, las historias siguen interesando las mismas, solo cambia el decorado.

¿Cómo realizas tus ilustraciones?
Me gusta trabajar sobre papel. Yo me pongo a trabajar y lo que surge. Comienzo a mezclar y, como decía Picasso “yo no busco, yo encuentro”. De pronto ves algo que interesa y sigues por ese camino. Es un juego, para mí es un divertimento por el que además me pagan.

Te atreves además a hacer ilustraciones en blanco y negro para niños.
Sí, por qué no. El más reciente, Piccolo y Nuvola, apenas tiene color, tan solo en el pico del pájaro. Fundamentalmente son grises y no tiene texto. Todo vale. Es una historia donde la imagen de Piccolo centra la historia.

Destacan de tus personajes su humor mezclado con un toque de ternura.
Uno es como es y cuando crea algo deja su huella. A pesar de mi aspecto osco y de mi voz y de que mucha gente piensa que soy un gruñón, que lo soy, dentro de mí hay todavía un niño. Yo no he matado nunca al niño que fui. Las edades no importan ni en la infancia, ni en la juventud, ni en el estado adulto, ni en la vejez. Somos siempre el mismo. Tú te miras al espejo por las mañanas y eres la misma niña que cuando tenías cuatro años. Algo has aprendido durante estos años pero eres la misma. Hay personas que se olvidan y se ciñen solo a lo que están viviendo en el momento y a preocuparse sólo de aspectos esencialmente materiales.

Además de ilustraciones también has escrito textos. ¿Qué personajes son obras completamente tuyas?
El que te he comentado antes de Piccolo y nuvola, es el más reciente. Pero también Coco que es un cocodrilo, en Coco y la Luna. Una niña que se llama Sara en la selva de Sara y otros como Una cosa negra o ¿Quién anda ahí?

Los adultos a veces utilizamos los cuentos para inculcar valores pero ¿los niños que ven?
Yo a la hora de crear no me planteo a priori inculcar valores, lo que sí sucede es que si tú tienes una norma vital honesta claro que lo vas a transmitir en tu obra. Creo que he conseguido un lenguaje lo suficientemente sencillo como para que un niño lo entienda y un adulto también.

He descubierto que me gusta hacer cosas para niños porque pienso que es la época más pura, con todos los defectos que puedan tener los niños, que los tienen. Es la etapa más pura porque tienen los ojos muy abiertos para ver todo y tienen una generosidad que el adulto va perdiendo por el camino.

¿Qué importancia le das a que los niños lean?
A mí me parece fundamental, pero por otras razones a las que nos cuentan en los medios. Descifrar el código de la lectura es complicado, pero es tan divertido… Yo quiero que el niño llegue a tener la dependencia del libro, que tenga ganas de terminar de hacer algo para seguir leyendo el libro que tenga entre manos y descubrir la historia que oculta. Es puro disfrute. Todas las artes en general son disfrute y nos hace mejores seres humanos. Son para disfrutar, ver el mundo de otra manera y entender cosas que de una forma seria no seríamos capaces de entender.

¿Crees que en España se le da a la ilustración infantil la importancia que se debería?
Cada vez más. Lo que sucede es que en general al ámbito infantil no se le da la importancia que realmente tiene porque no se le da ni a la infancia ni a la educación. Tenemos uno de los presupuestos en educación más bajos de toda Europa. Los adultos cometen el grave error, primero de creerse que son adultos, cosa que no es verdad, porque seguimos siendo niños. Y lo más importante, el adulto no se da cuenta de que un niño que tiene ahora cinco años, dentro de treinta, que en la vida de un país es un segundo, puede ser el presidente del Gobierno. Cuanto más y mejor les des, mejores seres humanos estarás formando. Si formas un buen ser humano es probable que sea un buen gobernante, un buen político, un buen escritor, un buen pintor, un buen mecánico, un buen fresador. Esto es tan simple como eso.

Gemelos: ¿hay que educarlos igual?

La misma edad, el mismo físico, las mismas etapas evolutivas a un tiempo… ¿Plantea alguna peculiaridad la educación de gemelos? ¿Hay que marcar las mismas pautas para ambos o individualizar el trato lo más posible? Te lo contamos. Al margen del aspecto puramente logístico (tomas, baños, cambios, estimulación…) que supone la llegada de dos bebés a la vez a un hogar, tener gemelos implica un gran esfuerzo educativo por parte de los padres.

Desde los primeros meses es importante seguir una serie de normas para facilitar el desarrollo personal de cada niño y, por otro lado, proteger la privilegiada unión que tienen entre los dos.

¿Idénticos en todo?

Los gemelos provienen de un solo óvulo que se divide tras el proceso de fecundación (a diferencia de los mellizos, que proceden de dos óvulos fecundados por sendos espermatozoides), por eso su unión comienza a forjarse ya en el útero materno. “Su vínculo ya empieza antes de nacer: se tocan, se acarician, se empujan y se duermen juntos, acurrucados el uno contra el otro.

Además, los gemelos pasan por todas las etapas juntos. Y los idénticos comparten los mismos genes, lo cual hacen que se entiendan a la perfección”, subraya Coks Feenstra, psicóloga infantil y autora de El gran libro de los Gemelos (Ed. Medici). Pero esto no significa que tengan que ser tratados de igual manera siempre, pues es muy importante reafirmar la individualidad de cada uno. ¿Y cómo se consigue? Según palabras de la experta, se logra “educándoles como dos individuos y dando a cada uno lo que necesita. Es imposible educarles de modo igual; además, no es positivo. Siempre hay diferencias entre los dos, incluso entre los idénticos.

La clave está en respetar este vínculo único y destacar al mismo tiempo la individualidad de cada uno”, recalca. Es posible que los dos niños se interesen por actividades similares, ¡perfecto! Sin embargo, sí conviene seguir algunas normas para que se sientan ellos mismos, tales como:

• No vestirlos iguales: Es una muy comprensible tentación, pero es mejor que cada niño tenga su ropa y no vayan, por lo general, vestidos igual. Sí se puede hacer mientras son bebés, pero cuando van creciendo es más aconsejable que se vistan de forma diferente. Esta norma puede servir también para ayudar en el colegio, en caso de gemelos muy exactos físicamente, para que los cuidadores sepan reconocerlos (hay padres que aplican códigos de color a la ropa para ayudar a diferenciar quién es quién).
• Dirigirse a ellos por su nombre: Es más breve decir “los gemelos”, pero mucho más acertado llamar a cada uno por su nombre, que, además, se aconseja que no sea demasiado parecido. Tal como comenta la psicóloga, es totalmente normal que tarden más en conocer su nombre y que, durante una etapa, los niños “se llamen con un solo nombre para los dos (JuanMar para Juan y Marcos) o utilicen solo uno de los dos para ambos (Juan)”.
• Darles su espacio y su tiempo: Puede resultar muy complicado, y más si se tienen otros hijos, pero hay que intentar proporcionarle a cada uno de los gemelos un tiempo en solitario con los padres y también un espacio, que puede ser una estantería en la habitación, sus propios juguetes… Los niños deben reconocer que cuentan con un mundo personal al margen de su hermano. Y cuando llega el cumpleaños, lo mejor es que haya dos tartas, dos velas, dos regalos…
• No compararlos: “Hay que intentar compararlos lo menos posible -recomienda Coks Feenstra-. Su desarrollo no tiene por qué ser igual”. Del mismo modo tampoco hay que caer en la tentación de “comparar la educación que se le brinda a un hijo con la que se da a los gemelos, ya que en muchas situaciones las pautas son distintas. Los padres de gemelos se enfrentan a una serie de dificultades que otros padres no viven”.

¿Qué hacemos si…?

En general, la unión entre los gemelos es envidiable, pero no todo es un camino de rosas, pues también se pelean “¡y con vehemencia!”, como apunta la psicóloga. “Son las dos caras de una misma moneda: se quieren muchísimo y a veces se odian mucho. Los padres van entendiendo esa relación poco a poco”. Así pues, se trata de una forma de estar juntos que tiene unas peculiaridades que conviene conocer para actuar de la forma correcta.
• ¿Hay uno dominante? “No siempre se da una dominancia. Hay que matizar: en los idénticos suele haber más bien un ‘reparto de roles’. Uno es el hablador, el otro es el organizador, el que inventa los planes. O uno es el que entabla los contactos y el otro los mantiene. Según los puntos fuertes de cada uno llegan a tal reparto, que cambia según las fases de su vida”, aclara Coks Feenstra.
• ¿Se imitan siempre? “La imitación es una forma de aprender. Todo niño imita a sus padres y así va aprendiendo habilidades. El gemelo también imita a su otro gemelo. No es problema, salvo en el caso de que repitan las malas conductas del otro. Esto ocurre, a menudo, sobre todo entre el primer y el cuarto año. Los padres en estos casos deben ser flexibles y diplomáticos. Un ejemplo: uno salta en el sofá y la madre lo corrige. Al rato el otro también se pone a saltar. Lo hace en parte porque le gusta que la mamá también se fije en él, pero la madre no tendrá otro remedio que corregirle también”, detalla la experta. Así pues, la imitación es tanto de las cosas positivas como de las que lo son menos.
• ¿Se aíslan del resto de hermanos? “En general, en la familia es algo más difícil conseguir una armonía. Los gemelos tienden a formar una unión muy fuerte en la que incluso a veces no dejan participar al otro hermano. Tiene su explicación: los idénticos se entienden a la perfección y juegan realmente muy a gusto el uno con el otro. La participación de un tercero lo viven como una interrupción”, destaca la psicóloga. ¿Qué se puede hacer entonces? Favorecer el trato entre los distintos hermanos, por ejemplo, colocándolos a los tres juntos en la habitación, o haciendo pequeñas salidas en las que uno de los gemelos vaya acompañado del otro hermano.
• ¿Hacen fuerza frente a los padres? Según Coks Feenstra, “los gemelos pueden formar un bloque y rebelarse juntos contra los papás. Entre los dos se sienten siempre apoyados. Por tanto, para los padres de gemelos es más complicado enseñarles la disciplina y establecer límites. Pero no es imposible. El mejor remedio es ser estricto, claro y conciso. También es importante que los padres se dirijan a ellos individualmente; si se comportan mal, deben hablarles a cada uno por separado. Así las palabras surten más efecto. Si les hablan a la vez, se sienten mucho menos aludidos y se escudan el uno en el otro”, puntualiza.

En clase: ¿juntos o separados?
Es el eterno dilema. ¿Debe separarse en la etapa escolar a los gemelos? Para Coks Feenstra, hasta los tres años deben permanecer juntos en la guardería, lo que les facilita su adaptación y evita “una doble separación: la de los padres y la del hermano gemelo”. Una vez transcurrido este periodo, aconseja tener en cuenta tres factores: su relación, su madurez emocional y su origen biológico (gemelos o mellizos), ya que los gemelo
s pueden acusar más el alejamiento.

“En cuanto a la relación –explica- puede haber factores que hacen recomendable una separación, como una rivalidad muy acusada, una dominancia… Con respecto a la madurez emocional hay que valorar si ya pueden estar el uno sin el otro y si esto les beneficia de algún modo (separarles debe tener algún motivo). En general, a los tres años aún es algo pronto y es mejor esperar hasta los seis años en que se valore de nuevo la situación”. En todo caso, la experta recomienda que cada caso sea tratado de forma individual, “no es bueno que el colegio adopte una medida para todos los casos”.

Un ritmo diferente

Aunque en la mayor parte de las áreas de desarrollo no hay distinciones entre el ritmo de aprendizaje de los bebés gemelos con respecto a los que no lo son, sí que se constata una diferencia en cuanto a la adquisición del lenguaje. Así lo explica la psicóloga: “Los gemelos tardan unos seis meses más en soltarse a hablar. Se debe a que ellos gozan menos del contacto individual con los padres. Estos suelen hablarles a los dos a la vez”. No obstante, este retraso es temporal, ya que a los cuatro años se equiparan a los no gemelos.

En cuanto al sueño, los gemelos presentan menos problemas para conciliar el sueño y menos despertares nocturnos. ¿La razón? Al compartir la habitación tienen “menos sensación de soledad”. Otra particularidad interesante es que en los gemelos se da antes una sensación de “nosotros”, que de “yo”. Así, mientras que los no gemelos entre los 18 y 24 meses ya entienden que son personas individuales, en los gemelos esta percepción se retrasa hasta los 24-36 meses.

Para saber más
Si te surgen dudas sobre la educación de tus gemelos, entra en www.coksfeenstra.info. Podrás plantear tus preguntas, que serán respondidas por la experta.

Vídeos
http://www.youtube.com/watch?v=QWsrsKnGulA&feature=relmfu