¿Es un bulo o es verdad? Cómo prevenirlos ante las fake news

Vivimos en la era de la infoxicación (exceso de información) y nuestros hijos no siempre tienen las herramientas para distinguir cuándo una noticia es falsa y cuándo verdadera.

 

Por Terry Gragera

Ocho de cada diez españoles afirma encontrarse a diario con noticias falsas o que distorsionan la realidad, según Eurostat (Oficina Europea de Estadística). Los bulos, la desinformación, las también llamadas fake news, llegan a todos los rincones y también a los menores, dejándolos desprotegidos con respecto a lo que es verdad o no. A un 42% de los adultos, según esta misma fuente, no le resulta fácil identificar estos bulos. ¿Saben hacerlo nuestros hijos? ¿Qué peligro corren?

A un 42% de los adultos no le resulta fácil identificar los bulos que circulan por internet.

El entorno digital en el que han nacido las generaciones actuales puede ser un obstáculo para distinguir entre noticias falsas y verdaderas. “La principal razón que impide desarrollar esa distinción es la falta de tiempo, el tomarse una pausa para ello, para reflexionar, para contrastar”, explica Jorge Flores Fernández, fundador y director de Pantallas Amigas. “Cierto es también que la sobreabundancia de datos hace que pararse sea más difícil. Los avances tecnológicos posibilitan construir virtualidades casi reales, desde las fake news a los deep fakes (vídeos en los que la identidad de su protagonista es suplantada). Es preciso sensibilizar, informar y formar en la necesidad de ejercer el pensamiento crítico”, precisa.

 

Pensamiento crítico

Precisamente para desarrollar el pensamiento crítico se ha puesto en marcha el proyecto (In)fórmate, auspiciado por Fad y Google. (In)fórmate pretende llegar en dos años a 30.000 adolescentes de entre 14 y 16 años para capacitarlos en alfabetización mediática (claves para detectar bulos, verificación de fuentes…) y pensamiento crítico, a la vez que los instruye para crear contenidos rigurosos y respetuosos con la propiedad intelectual. “La primera barrera para absorber la gran cantidad de información dañina, errónea o malintencionada es el pensamiento crítico, que nos permite tomar decisiones vitales acertadas. El exceso de información hace que la contaminación informacional dificulte discernir entre lo importante y lo que es falso y dañino. Por eso es nuestra obligación fomentar el pensamiento crítico entre los jóvenes, cuando en la adolescencia comienzan a tener móviles y, con ellos, más acceso a la información”, señala Beatriz Martín Padura, directora general de Fad.

El programa (In)fórmate tiene tres fases: vídeos experienciales (sobre cómo funcionan los medios de comunicación), formación gamificada mediante el juego Eraser (que desarrolla habilidades para desenmascarar la información falsa y generar buenos contenidos) y, por último, el concurso Info_Influencers (que con el apoyo de mentores permitirá a los adolescentes competir en expresión escrita, contenidos audiovisuales y redes sociales).

 

Prohibir o enseñar

Los adolescentes se exponen diariamente a gran cantidad de contenido inadecuado, muchas veces sin control ni conocimiento parental. ¿Se les debe prohibir el acceso a determinadas páginas? “Si las fuentes son normalmente inadecuadas, inexactas, nocivas o falsas, lo mejor es evitarlas. En todo caso, siempre es necesario saber reconocer la verdad, especialmente cuando no hacerlo puede generar consecuencias negativas para alguien”, recomienda Jorge Flores. Es de la misma opinión la directora general de Fad quien aboga por “poner límites a contenidos muy dañinos o inapropiados según edad, pero, a la vez, enseñándoles a usar distintas fuentes, descubrir la intencionalidad y la línea editorial de lo que leen…”.

 

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Pautas antibulos

Tal como repasa Beatriz Martín Padura, directora general de Fad, hay que distinguir entre contenido erróneo (falso o erróneo, pero no creado con la intención de causar daño), desinformación (contenido falso y creado deliberadamente para dañar a una persona, organización, grupo o país), e información dañina (aquella que se basa en la realidad y es utilizada para infligir un daño a una persona, organización, grupo o país). Estas son algunas de las recomendaciones que se pueden ofrecer a los menores para detectar bulos y noticias falsas:

  • Comprobar la fuente. ¿Se trata de un medio de comunicación serio o de uno creado para dar difusión a este tipo de noticias falsas? En algunos casos, los perfiles en redes sociales de personajes públicos pueden ser alterados para intentar difundir contenido de este tipo.
  • Fijarse en la calidad de la redacción. Cuando en un artículo hay muchos errores ortográficos, un diseño poco cuidado, las declaraciones de los personajes no se atribuyen a fuentes oficiales y no hay fecha clara de publicación, hay que dudar de la veracidad.
  • Humor y realidad. Hay ciertos medios satíricos que emplean el humor a propósito de la actualidad informativa. No confundir humor con realidad.
  • Alertas por teléfono. Muchos de los bulos llegan a través de alertas telefónicas o por las redes sociales. Cuando hay situaciones reales de riesgo o de alarma son las propias fuentes, como la Policía, las que las difunden en sus perfiles oficiales.
  • Buscan el click. Hay un tipo de periodismo actual que busca el click en la página. Para ello, llaman la atención del lector con titulares muy llamativos y exagerados que, en ocasiones, no responden a la realidad, pero que han generado curiosidad. Por tanto, no hay que quedarse solo en el titular para conocer bien la noticia.

 

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Fin de curso: Suspenso en evaluación

Las notas no lo cuentan todo. Pese a las sucesivas reformas y propuestas, los padres no han notado ningún cambio en la forma de calificar el rendimiento escolar de sus hijos.

Por Javier Peris

Es época de exámenes y a los padres no les sorprende la tensión en el hogar, en algunos casos la ansiedad y siempre la preocupación por las notas de los hijos. Nada parece haber cambiado desde que los mayores de la casa hicieron sus estudios de Primaria, Secundaria y Bachillerato y, sin embargo, en el ámbito pedagógico llevamos décadas cuestionando esta forma tan primitiva de evaluar el rendimiento escolar.

El único ejemplo de verdadero interés de las autoridades por romper esta dependencia de los exámenes fue también el más polémico. Los famosos ‘necesita mejorar’ y ‘progresa adecuadamente’ estuvieron vigentes en Primaria y Secundaria hasta 2006, cuando se volvió a la calificación numérica. Pero este debate no termina ni empieza aquí. Cruz Pérez, profesor de la Universitat de València y formador de docentes, advierte que “una evaluación diferente supone enseñar de manera diferente. Ahora se pide a los profesores educar en competencias, enseñar a aprender, usar métodos de coeducación…”. Se trata de un cambio de mentalidad muy compartido por los docentes pero que cuando se consigue trasladar a las aulas, algo que no siempre ocurre, no se refleja después en las calificaciones que llegan a los padres: “Al final- reconoce Cruz Pérez- el trabajo en grupo, por ejemplo, puede ser muy didáctico, pero hay que calificar personalmente y las notas sólo se refieren a medias”.

Otro aspecto que destaca este profesor es el reconocimiento de la diversidad por parte de los educadores y que, sin embargo, tampoco puede trasladarse a las calificaciones: “Enseñamos a niños con niveles de comprensión muy desiguales, algunos con síndrome de Down y otras limitaciones objetivas. Para un alumno de estas características obtener un 4 no significa nada, porque la media aritmética no nos sirve. Lo importante es que progrese, que alcance objetivos proporcionados a sus capacidades”. En el fondo, este argumento podría ampliarse a todos y cada uno de los miembros de un aula, y por eso las notas que califican sólo los conocimientos adquiridos se quedan tan cortas. Para ser más objetivos y justos en la evaluación del rendimiento académico Cruz Pérez propone la evaluación continua, calificar -de verdad- las competencias y, en definitiva, juzgar si el alumno “aprende a aprender”.

 

Padres sin información

Salvador Martínez Ruiz es profesor de ESO y Bachillerato de Griego y Cultura Clásica. Lleva 25 años dedicado a la docencia y… “en todo este tiempo no he notado ningún cambio en los criterios de evaluación”. Y no es por falta de voluntad política ni de los propios docentes: “Constantemente se nos dice que debemos evaluar no sólo los conocimientos sino también los procedimientos, las competencias…, pero nadie se ha parado a concretar estos objetivos ni, mucho menos, a trasladarlos al profesorado. No hay protocolos claros que podamos compartir y cumplir. Nadie se encarga de trabajar una didáctica de todo esto para el docente”.

Salvador Martínez reconoce que los padres son los que menos información tienen: “Incluso los alumnos son conscientes de que su actitud y su comportamiento influyen de una manera u otra en las calificaciones; los menores perciben que es justo que se premie el interés o la puntualidad, y que es injusto que lo contrario no tenga consecuencias”. A los padres, en cambio, sólo les llegan unas calificaciones numéricas y, con suerte, unos pocos comentarios.

 

Propuestas sin futuro

Si se quiere, se puede. No faltan propuestas de pedagogos para enriquecer la evaluación académica. Se propone, por ejemplo, castigar las faltas de comportamiento hasta con decimales: -0,2 las leves y -0,4 las graves; que las tareas de casa constituyan un porcentaje exacto sobre la calificación final (un 15%, por ejemplo); hacer lo propio con las actividades en el aula; reservar otro porcentaje para la actitud… Y por supuesto, mantener las pruebas de conocimientos adquiridos cuya valoración rondaría sólo 50% de la calificación final.

Otros expertos educativos añaden ‘escalas de metacognición’ (se gradúa el progreso en ‘aprender a aprender’) o los ‘diarios de aprendizaje’. Propuestas e ideas, buenas ideas no faltan, pero aún estamos lejos de lograr un consenso en el sector y, además se trata de un proceso complejo: ¿Deben ser los mismos métodos de evaluación para Primaria, Secundaria y Bachillerato? ¿Debe reservarse cada centro unos criterios propios que se ajusten a su proyecto educativo? ¿Pueden los docentes adaptarse a estos nuevos sistemas sin sufrir más carga de trabajo?

 

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Aprovechar las tutorías

  • Sí, se pueden enriquecer las evaluaciones académicas, pero siempre que sean comprensibles y útiles para los padres. Si en el boletín de calificaciones se puntúan competencias como la lingüística o la inteligencia emocional, los padres seguramente le van a sacar muy poco partido a esta información. Por eso son tan necesarias las tutorías.
  • En primer lugar, porque es la única manera de dotar de significado, por ejemplo, a la nota de Matemáticas: “Para un alumno con grandes capacidades -explica Salvador Martínez- un 8 puede ser una nota muy baja, mientras para un compañero suyo lograr un 4,5 puede suponer un gran avance que revela esfuerzo y capacidad de aprender”.
  • Y en segundo lugar, porque sólo en la tutoría se pueden entender esas competencias y conocimientos globales que influyen o deberían influir en las calificaciones de nuestros hijos. Amén de que un boletín que se consulta por Internet no puede extenderse mucho sobre cuestiones de comportamiento o de actitud, que también condicionan, aunque sea de manera subjetiva, las notas finales.

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Mar Romera: “Los niños no pueden ser la respuesta a nuestros miedos, no tiene sentido sobreprotegerlos”

La maestra y pedagoga reflexiona acerca de la escuela que necesita la infancia de hoy en ‘La escuela que quiero’, su último libro.

 

Por Diana Oliver

 

Mar Romera es maestra y pedagoga, especialista en inteligencia emocional y autora de varios libros relacionados con la Educación. El último, ‘La escuela que quiero’ (Ediciones Destino, 2019), una guía para que familias y maestros reflexionen acerca de la escuela que quieren construir para sus hijos y para sus alumnos. Una escuela que, según Romera, debe ser ante todo coherente y respetuosa con la infancia, evitando caer en la sobreprotección y en la destrucción de la diversidad.

 

Adviertes al inicio del libro que “es un libro para hacerte preguntas, y no para encontrar respuestas. ¿Estamos muy acostumbrados a necesitar que nos den todo muy masticado? No sé si precisamente en eso falla la escuela.

Creo que el mensaje es doble. Por una parte, estamos acostumbrados a buscar respuestas –como buenos consumidores que somos– que respondan a nuestras necesidades. Por otra, la escuela también entrena para aprender a responder. Sin embargo, la escuela del siglo XXI, en un mundo en el que todo cambia tan deprisa, debería entrenar para aprender a preguntar y no a responder. Cuando yo reflexiono, hago que sea mi propia toma de decisiones la que me lleve a obtener la respuesta que necesito.

 

¿Debemos asumir el riesgo de que la escuela “se equivoque”?

Necesitamos riesgo porque sin riesgo, no hay juego. Y sin juego, no hay aprendizaje. Son inseparables. La escuela se puede equivocar, y debemos dejar que se equivoque para avanzar. Pero, ¡ojo!, no se puede equivocar en lo que supone la dignidad de un niño. Ocurre que la escuela quiere asegurar con estándares y resultados lo que es imposible asegurar cuando hablamos de algo tan complejo como es el ser humano. El niño necesita arriesgar, tocar, experimentar, para poder evolucionar.

 

¿Hasta qué punto es importante el juego en la infancia?

El juego es la forma de aprender de un niño. En las primeras edades supone un proceso de simbolización, su manera de acercarse a la vida, de acceder al lenguaje, de entrenar los procesos de emoción y de imaginación que le llevan a diferenciarse de los mamíferos superiores. Pero debemos saber que el juego es lento, calmado, que no podemos jugar de forma programada, cerrando los espacios y los tiempos de juego. Necesitamos darle permiso, desde una pedagogía de la confianza y desde el respeto, para acceder al mundo.

 

la escuela que quieroCrees que para hacer del mundo un lugar mejor se debe cambiar el currículum, “abandonando el modelo de estándares y la búsqueda homogénea de resultados en personas que son diferentes”. ¿Las escuelas matan la diversidad?

Creo que no sólo acaban con la diversidad sino que también lapidan las necesidades de la infancia. La escuela no atiende a la diversidad, no nos deja llegar hasta donde podemos llegar, no permite el pensamiento creativo, crítico. Y al mismo tiempo no atiende las necesidades de cada niño escudándose en etiquetas como “necesidades especiales”.

 

“El mundo actual necesita una escuela del ser, mucho más que una escuela del saber o del tener”. Qué complicado es cambiar esto en una sociedad neoliberal como la occidental…

No es fácil porque todo depende del crecimiento personal y de la evolución del ser humano. En el siglo XXI no seríamos capaces de aprender toda la información que hay en la actualidad porque es conocimiento es tanto, que es imposible. La escuela debe ocuparse muchísimo más del “ser”, de enseñar desde la cabeza del que aprende, desde la diversidad que cada persona encuentre la mejor versión de sí mismos. La escuela debe ayudarnos a encontrar la mejor versión de cada uno, que será muy distinta en función de cada cual.

 

En el libro cuentas una anécdota en una escuela de Finlandia en la que los niños se tenían total autonomía y lo mucho que te sorprendió que en un momento dado un grupo se levantara a comer. ¿Les decimos cuando tienen que hacer todo? ¿Cómo se conquista la autonomía en un espacio y entorno tan planificado como el nuestro?

Hay que tener mucho sentido común. No podemos pensar que dejar que hagan lo que quieran cuando quieran, de forma caprichosa y sin límites, es una conquista de la autonomía. Pero permitir tomar decisiones no está reñido con una situación de respeto a los ritmos y de ir enseñando el camino hacia una la responsabilidad.

Por ejemplo, si yo te estoy contando un cuento y de repente tú te levantas y te vas, no hay nada de responsabilidad o de autonomía detrás de esa acción. Hay que combinar el sentido común, la coherencia y la moralidad por nuestra parte con el desarrollo autónomo de los niños. Los niños no pueden ser la respuesta a nuestros miedos, no tiene sentido sobreprotegerlos. Hay que permitirles que vayan construyendo su propia vida.

 

¿Cómo encaja la tecnología en la pedagogía que necesita el siglo XXI?

Hay que utilizarlas desde el respeto y desde la autonomía moral. Es muy complicado, y creo que es una de las grandes dificultades con las que nos encontramos en la actualidad; sobre todo con adolescentes.

Cuando encontramos a un niño pegado a una pantalla es porque previamente somos nosotros quienes le hemos situado ahí. Los niños y las niñas no deberían tener este tipo de dispositivos de consumo individual (móviles, tabletas, ordenador) por lo menos hasta mínimo los 8 o 9 años. Y después, debería ser un recurso muy controlado en el tiempo porque estamos construyendo hábitos de consumo que activan circuitos de recompensa inmediata que produce situaciones muy complicadas de adicción.

Los adultos tampoco sabemos muy bien aún cómo integrar la tecnología en la educación y en la vida. Hoy la tecnología es para un adolescente su memoria externa, por lo que a partir de este planteamiento necesitamos aprender a integrar una Educación autónoma, responsable y limitada en torno a las tecnologías.

 

Por último, ¿crees que podemos construir la nueva escuela que necesitamos?

Yo creo que la buena escuela se construye cada día con buenas personas. Son mucho más importantes las personas que los recursos o que las innovaciones pedagógicas –que a veces son muy demagógicas–. Hay que invertir en el profesorado, en la formación inicial y permanente, en la política de los recursos humanos, en la dignidad económica y laboral del propio profesorado.

Tenemos que trabajar muchísimo porque para los niños y las niñas somos sus referentes adultos, y por eso deben estar muy bien protegidos por personas que realmente estén preparadas para acompañarles.

Telepediatría: Ir al médico sin salir del colegio

El servicio de telepediatría en los colegios se está implantando a buen ritmo. Aporta tranquilidad y ahorra desplazamientos al hospital o al centro de salud.

 

Por Olga Fernández´

La tecnología ha conseguido que haya médico en la escuela durante toda la jornada lectiva, evitando que los padres se desplacen hasta el colegio para llevar al niño al médico. A través de videoconsulta ya es posible diagnosticar problemas de salud con las herramientas adecuadas, un método que en países como Canadá ha reducido en un 40% el número de desplazamientos a los hospitales. Actualmente existen empresas que ofrecen este servicio en las escuelas: “Llevamos cuatro años trabajando con telepediatría en colegios. Atendemos mediante videoconferencia las consultas que nos hacen los profesores y vemos a los niños”, dice la doctora María José Torres Ralero, médico de familia y puricultora de la empresa Ever Healt que ofrece este servicio a más de 200 centros educativos. Según apunta, las consultas más frecuentes están relacionadas con la fiebre, los mocos, la tos, la conjuntivitis, los problemas de la piel y las caídas.

Ahorra visitas

La atención urgente pediátrica se caracteriza por la creciente saturación de consultas en su mayoría banales, por ello, el Servicio Regional de Salud de Castilla y León realizó un estudio piloto de telepediatría en el centro de salud Pilarica–Circular (Valladolid). Los datos mostraron que el 85% de las consultas se resolvieron mediante instrucciones de manejo domiciliario y que podía ser una alternativa a la visita urgente. Cifra que coincide con la facilitada por la doctora Torres Ralero: “En los colegios que atendemos con telepediatría, el 80% de los casos consultados se queda en la escuela y un 20% se envía a casa; de estos, un 5–10% aproximadamente tendrá que ir a urgencias”. Según afirma esta especialista, la época del año que más consultas atienden es la comprendida entre noviembre y febrero.

La principal ventaja de que haya un médico disponible durante toda la jornada escolar es la tranquilidad que aporta tanto a padres como a profesores. “A los profesores no da más seguridad porque dispones de un profesional al que hacerle una consulta médica en cualquier momento y es muy útil para saber, por ejemplo, si lo que tiene el niño es contagioso y puede permanecer o no en el clase”, dice Dolores Martín, jefa de estudios del colegio San Martín, en Moratalaz (Madrid).

El servicio funciona gracias a un monitor a través del que se conectan por videoconferencia el médico, el profesor y el niño. “A los niños les encanta este tipo de consulta digital. Les preguntamos sobre los síntomas, vemos su estado general (coloración, irritabilidad, respiración, atención, etc. Y contamos con herramientas que nos ayudan en el diagnóstico”, explica la doctora. Las herramientas a las que se refiere son un pulxiósímetro, que sirve para medir la saturación de oxígeno en sangre y la frecuencia cardiaca; el fonendoscopio digital, que permite auscultar al niño en remoto en tiempo real: “Se acopla al ordenador y a través de un programa se conecta con el fonendo del médico, de forma que podemos escuchar la respiración del niño en directo”, dice la doctora; y la cámara de exploración, los “ojos del médico”, que posibilita ver cualquier zona del paciente muy ampliada, “es una especie de linterna con una cámara incorporada que maneja el profesor bajo las indicaciones del médico y gracias a ella descartamos signos de alarma”, explica la doctora María José Torres.

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La experiencia de los colegios

-Según los colegios consultados, lo que más valoran del servicio es la tranquilidad y confianza que les ofrece tener un médico disponible de lunes a viernes, además de la información médica que les aporta. “La principal ventaja es la tranquilidad que nos da tener a un médico disponible toda la jornada laboral”, afirma Susana Benguría Velasco, directora del colegio Nuestra Señora de la Merced (Madrid).

-El funcionamiento del servicio es sencillo: “Cuando necesitamos hacer una consulta, introducimos el nombre del niño en la plataforma, a través de un ordenador, y el programa nos dice en qué momento le puede ver el médico por videoconferencia. No suele tardar más de cinco o diez minutos. Evita que los padres vengan al colegio a por el niño y además les llega un informe del médico por correo electrónico en el mismo día”, explica.

-Dolores Martín, del colegio San Martín (Madrid), opina algo similar sobre el servicio de telepediatría: “Al principio tenía mis reservas sobre si sería complicado utilizarlo, pero es muy sencillo y muy útil para determinados casos que no son urgentes”, dice. Cuando un niño presenta algo urgente, según esta profesora, lo que hacen es llamar a emergencias, “porque no podemos sacar al niño del centro sin el permiso de los padres”.

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“Soto del Henares” es un Espacio de Naturaleza

El Complejo Agroambiental “Soto del Henares” es un Espacio de Naturaleza, Educación Ambiental y Ocio situado en la Finca de El Encín, en Alcalá de Henares.

 

Redacción

Ofrecemos una alternativa educativa, de ocio y de tiempo libre entendida como una oportunidad de socialización y de disfrute en contacto directo con el medio natural, favoreciendo su conservación como factor esencial. Sin duda, nuestra ubicación y nuestras instalaciones, junto con nuestro equipo de profesionales y nuestro programa de actividades, hacen de este lugar un espacio único en la Comunidad y referencia desde hace más de 10 años en el ámbito de la Educación Ambiental y el Ocio.

El Complejo Agroambiental Soto del Henares ofrece a los docentes la oportunidad de pasar un día con sus alumnos en un entorno privilegiado, a solo 40 minutos de Madrid y en un espacio natural protegido catalogado por la Unión Europea como “Lugar de Importancia Comunitaria (L.I.C)”. Con un ecosistema representativo de bosque de ribera, cuenta con lagunas, zonas de campiña y una formación geológica muy especial de cerros y cortados. Dentro del Espacio Natural existen varias rutas de senderismo señalizadas y aptas para todos los públicos. Además existen dos observatorios de aves y un aula abierta. Durante el curso lectivo disponemos de programación educativa en materia de naturaleza para visitas, estancias y viajes de fin de curso adaptadas a todos los ciclos (de infantil a secundaria) y a otros colectivos como personas mayores y personas con discapacidad.

Nuestro programa de Visitas de Día está orientado a complementar los contenidos educativos de infantil y primaria a través de actividades tan dispares como: rutas de senderismo, talleres de cosmética natural y de reciclaje, carreras de orientación, labores de huerto, gymkhanas etc. En un horario de 10:00 a 16:00 y acompañados de un equipo de educadores ambientales y monitores de ocio y tiempo libre altamente cualificados, el alumnado podrá disfrutar de una jornada en la que la diversión y el aprendizaje irán siempre de la mano.

 

Servicio de estancias

Durante el curso lectivo, ofrecemos un servicio de estancias con alojamiento y manutención incluidos, en el que las todas las actividades infantiles estarán adaptadas a las características del grupo de alumnos y serán llevadas a cabo por un gran equipo profesional educativo. El centro cuenta con una hospedería con capacidad de alojar a 120 alumnos, disponemos también de habitaciones individuales y dobles con baño propio para comodidad de los profesores. Además, el centro dispone de polideportivo, comedor con servicio de cocina, ludoteca, campo de fútbol con césped artificial, aulas, teatro, parque agro-temático con huerto escolar, piscina y zona de multiaventura.

Durante las vacaciones estivales escolares, el Complejo Agroambiental Soto del Henares abre sus puertas para realizar un Campamento Urbano de verano dirigido a niños de 4 a 16 años, en un horario de 09:00 a 16:00, con almuerzo y comida incluidos y posibilidad de contratar horario ampliado (desayuno y merienda).

A los Campamentos se unen otras propuestas de ocio y medio ambiente como son las noches en la naturaleza para AMPAS y otras actividades especiales en días sin cole.

También contamos con una amplia extensión de terreno agrícola en la que ofrecemos un servicio de alquiler de huertos de ocio, junto con dos invernaderos en los que realizar talleres de horticultura, un pequeño yacimiento arqueológico de época romana, un huerto escolar, dos huertos de aromáticas y medicinales, una zona de frutales y una representación de los principales cultivos mediterráneos (olivos, vides, frutales, cereales).

A su vez, contamos con unas instalaciones completamente equipadas con amplias aulas, un laboratorio, un teatro, una sala de audiovisuales, una ludoteca y una sala de curas, además de un comedor de gran capacidad.

Los grandes espacios al aire libre se complementan con interesantes instalaciones deportivas: un polideportivo cubierto, un campo de fútbol de hierba artificial, un parque infantil y una piscina en verano, así como una zona de multiaventura con rocodrómo, tirolina y tiro con arco. Por su singularidad, destaca también una sala multiusos con 180m2 diáfanos, pantalla gigante, equipo de sonido, micrófono y proyector. Un espacio apto para convenciones, eventos de empresa, cursos de formación (centro registrado en la Comunidad de Madrid para la impartición de especialidades formativas para el empleo)…

Finalmente, el Complejo Agroambiental Soto del Henares también ofrece un servicio de uso de las instalaciones con alojamiento y manutención: convivencias, hospedaje en la naturaleza, inmersión lingüística, ferias educativas, viajes de fin de curso, etcétera.

 

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Más información

Podéis contactar con nosotros en el Tél: 918350900, al correo info@sotodlehenares.es, y en nuestra web www.sotodelhenares.es

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Siempre la misma película: ¿La vemos otra vez?

Los niños tienen la tendencia a ver la misma película una y otra vez. Algunos psicólogos afirma que el motivo es que su cerebro utiliza la repetición como una herramienta de aprendizaje y recompensa.

 

Por Ana Veiga

Lo admito. He perdido la cuenta de las veces que he visto Regreso al futuro siendo pequeña y lo mismo puedo decir de Aladdin o El Rey León. Puede que, para los niños de hoy en día, el objeto de deseo haya cambiado pero el ritual sigue siendo el mismo. ¿Recuerdas cuántas veces has visto Frozen o Cars con tus hijos?

Según afirma un estudio de Netflix publicado en 2018, un usuario de Reino Unido había visto la misma película (Bee Movie)durante 357 veces en el mismo año. Y ante tal récord, la usuaria en cuestión ha decidido identificarse: su nombre es Gemma Chalmers, es de Reino Unido y aclara que el motivo de tal nivel de visionado no es culpa suya sino de su hijo de 10 meses. Como explica, es la única forma que ha encontrado para que deje de llorar.

Y no debe ser la única madre que acude a plataformas de streaming en busca de una herramienta para calmar a sus hijos. De hecho, Netflix está lanzando cada vez más contenido infantil y no sería de extrañar que fueran uno de los contenidos más vistos. «No somos grandes aficionados a dar números», ha admitido en más de una ocasión Melissa Cobb, vicepresidenta de Netflix y responsable de la programación infantil y familiar; pero sí aseguraban en un comunicado de prensa enviado a finales de 2018 que «casi un 60% de los usuarios de la plataforma a nivel mundial disfruta de contenido infantil y familiar cada mes».

 

Repitición y seguridad

Dice Leire Iriarte, vicesecretaria de SEPYPNA (Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente), doctora en Psicología y Profesora en la facultad de Psicología y Educación de la Universidad de Deusto, que “es habitual que los niños tiendan a repetir no solo las películas que ven, sino los cuentos que quieren oír, los dibujos que realizan o los juegos que despliegan”. Aunque las causas son variadas.

Por un lado, la repetición de una película o de un cuento “proporciona al niño seguridad, ya que es capaz de predecir lo que va a ocurrir y esto le da una sensación de dominio y control que constituye una necesidad para el psiquismo humano”. Siendo así, podríamos repetir el visionado de la misma película un par de veces a lo sumo. ¿O es que la recompensa que nos aporta aumenta proporcionalmente con el número de veces que la vemos? “El placer que proporciona experiencia no se agota con un solo visionado o lectura, sino que se mantiene más tiempo en el niño. A lo que se suma la satisfacción por entender cada vez mejor la película”.

Y esta última mención, el entendimiento, es la tercera de las causas de la repetición. “El argumento de una película o un cuento, por muy sencillo que sea, supone un reto para la mente del niño, que en ocasiones necesita más de una oportunidad para poder entender lo que ocurre. Además, cada vez que oye o lee un cuento, ve una película o realiza un dibujo, va captando o realizando pequeñas variaciones, pero para eso es necesario que hayan superado y comprendido todo lo previo”.

La repetición tiene importancia en diversos momentos evolutivos del infante. Y por eso, Iriarte cree que el objeto de repetición va variando “en función de las cuestiones que en ese momento son relevantes para el desarrollo de su psiquismo”. Así, sostiene que “durante el tiempo en que un tema o conflicto es de especial relevancia para el niño, tiende a elegir actividades que estén relacionadas con ello, lo que le permite explorar, conocer y profundizar, porque puede identificarse e identificar a otras personas significativas con los personajes de las películas, juegos, cuentos o dibujos y elaborar los conflictos y dificultades en las relaciones a través de estos medios”.

Esta conducta tiende a disminuir con el tiempo, aunque Iriarte aclara que mantenerse hasta la adolescencia. No tiene por qué ser un problema, a no ser que detectemos “algunos signos de alarma como una resistencia muy rígida y los mismos cuentos, canciones y actividades se mantienen durante mucho tiempo sin variar”, más asociados a conductas compulsivas como los Trastornos Obsesivo Compulsivos. No, no es que los niños sufran de TOC por ver Frozen una vez al día pero, como todo, es cuestión del momento, de la evolución que vayan viviendo y del equilibrio de esto con otras actividades.

Como padres y madres, no tenemos por qué prohibir la repetición pero sí podemos “presentar distintas opciones y ofrecer otras alternativas que los niños puedan ir tomando en la medida en que superan las distintas etapas, y poder también evaluar esa capacidad de adaptación y flexibilidad que hemos mencionado”, explica Iriarte. Sin embargo, la psicóloga matiza un punto: no obligar. “No debemos forzarles sino observar y estar atentos a lo que en cada momento les interesa y les ocupa de manera que les podamos ofrecer alternativas”.

 

Canta conmigo

¿Te has fijado que muchas de las películas y series infantiles apelan al joven espectador o tienen canciones? Pocoyo no para de hacer preguntas a los niños durante todas sus acciones y, en otros contenidos para menores de más edad, la música con estrillo pegadizo se cuelan entre aventuras. Joan Wenter, doctora en Psicología del desarrollo, mantiene que “una vez que un niño ha dominado el diálogo de una película o la letra y baile de una canción, quiere celebrar su éxito participando de lo que ha visto». Es decir, el niño quiere disfrutar -y demostrar- lo que acaba de aprender cantándolo en voz (bien) alta, lo que le hace querer (aún más) repetir el visionado.

Además de regodearse en su logro, repetir estas cantinelas hace que sean capaces de anticipar el futuro. “Para los niños pequeños, hacer predicciones correctas es la muestra definitiva de habilidad. Dado que la vida es bastante impredecible para ellos, se sienten especialmente competentes al poder anticipar lo que sucede”.

Esta predicción no solo les da seguridad sino que, gracias a los estímulos, atrae su atención y les ayuda a entender qué está pasando. El lenguaje audiovisual se forma a base de convenciones, como elipsis temporales, saltos de la historia de unos personajes a otros o causas y efectos que se muestran al cabo de unos minutos. Las canciones les ayudan a enlazar ideas y estructurar las historias mientras disfrutan de la proeza de saberse la letra.

A los seis meses de vida de los bebés solo el 30% de las madres sigue amamantando

Casi el 90% de mujeres embarazadas en España quiere dar el pecho. Sin embargo, a los seis meses de vida de los bebés solo el 30% de las madres sigue amamantando.

 

Expertas en lactancia materna han alzado la voz por la falta de formación –en la materia– de muchos profesionales sanitarios que, en su opinión, provocan el “fracaso” de un gran número de lactancias. “Se estima que casi el 90% de mujeres embarazadas en España quiere dar el pecho. Sin embargo, la realidad es que a los seis meses solo el 30% de las madres sigue amamantando”, afirma Pilar Martínez, farmacéutica, IBCLC y cofundadora de Edulacta, que este próximo 8 de junio reúne en Madrid a un centenar de personas en la primera jornada ‘#Familiaedulacta: Visibilizando la lactancia materna’.

Según Martínez, los profesionales sanitarios no tienen formación en lactancia materna por el mero hecho de serlo (“No es algo que se estudie en la Universidad”), algo que considera negativo “porque la lactancia es una cuestión de salud pública y porque los profesionales sanitarios contamos con la confianza de las madres y por eso debemos ser conscientes de nuestras deficiencias”. En ese sentido, la farmacéutica remite a varias encuestas realizadas en los últimos años a pediatras y médicos de familia que demuestran cómo entre el colectivo médico siguen vigentes muchos mitos y un gran desconocimiento alrededor de la lactancia materna.

Pese a ello, la farmacéutica reconoce que cada vez son más los profesionales sanitarios que, siendo conscientes de sus necesidades formativas, “deciden formarse por su cuenta” para ofrecer un mejor servicio a sus pacientes: “No hace falta que lo sepamos todo, pero sí que estamos bien formados e informados para ofrecer a la madre información actualizada y basada en la evidencia, siempre buscando alternativas para ayudarla en función de sus necesidades y preferencias; y, en el caso de no poder ayudar, saber derivar a una Consultora Internacional de Lactancia Materna o pedir ayuda a otro profesional, ya que somos mejores profesionales cuando lo hacemos”.

Por último, Pilar Martínez señala como “fundamental” el respeto a la autonomía del paciente y el apoyo a cualquier decisión que la madre quiera tomar. “Los sanitarios no estamos acostumbrados a preguntar “¿Qué quieres hacer?”, pero ya va siendo hora de que esto cambie”, señala.

 

PRESENTACIÓN DEL DOCUMENTAL ‘AMAMANTAR’

El evento ‘#Familiaedulacta: Visibilizando la lactancia materna’, servirá también para la presentación del documental ‘Amamantar, el verdadero valor y significado de la lactancia materna en nuestra sociedad’, producido por Edulacta con el fin de “visibilizar la lactancia materna y conseguir que la información y el conocimiento de lactancia llegue a más personas”.

El documental, que realiza una revisión de la historia de la lactancia “para entender de dónde venimos y cuál es la situación actual que tenemos en la sociedad occidental y, más en concreto, en España”, trata temas como el parto, las nodrizas, los primeros grupos de apoyo, el código de sucedáneos, el apoyo a las madres por parte de la sociedad, los sanitarios y su papel en la lactancia, la figura de las asesoras y de las IBCLC, la información sobre lactancia en la red o la influencia de los blogs.

“Hemos intentado abarcar todo lo posible y creemos que nos ha quedado un documental muy interesante e informativo”, sostiene Martínez. En el mismo participan referentes en lactancia materna como los pediatras Carlos González, autor del best seller ‘Un regalo para toda la vida’, y José María Paricio, creador de la página de consulta e-lactancia.org; la doctora Carmela Baeza, Alba Padró, IBCLC y autora de ‘Somos la leche’, o Lorena Moncholí, abogada especializada en derecho sanitario, parto, nacimiento, maternidad e infancia.

 

UN EVENTO PARA VISIBILIZAR LA LACTANCIA MATERNA 

‘#Familiaedulacta: Visibilizando la lactancia materna’ tiene como objetivo principal, según sus organizadoras, “la visibilización y normalización” de la lactancia materna como forma fisiológica y natural de alimentación. “Todavía sigue siendo «lo normal» ver a un bebé tomando biberón. Es una escena que vemos en cualquier parte, hasta en los cuentos infantiles protagonizados por mamíferos. Es importante hacer fuerza en el otro sentido, visibilizar la lactancia como lo normal (que lo es) y apoyar a las madres que dan el pecho a pesar de todas las trabas que tanto la sociedad como los sanitarios les ponemos”, reflexiona Martínez.

La farmacéutica destaca en ese sentido los “numerosos beneficios” que la lactancia materna tiene para el bebé, para la madre y para la sociedad en general. “Los bebés, por ejemplo y entre otras muchas cosas, tienen menos ingresos hospitalarios y, en el caso de producirse, de menor duración. También menor morbilidad por diarrea, infecciones respiratorias agudas, otitis media e infecciones del oído y otras enfermedades infecciosas. Las madres reciben más protección frente al cáncer de mama y de ovario y tienen un menor riesgo de osteoporosis; y todo eso revierte en la sociedad en general con un menor gasto sanitario, un menor absentismo laboral de la madre y menos problemas de salud a lo largo de la vida”, concluye.

 

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Sobre Edulacta

EDULACTA es un portal de educación en lactancia en el que cualquier persona con cualquier nivel de conocimientos puede recibir la información y la formación que necesita. Para ello cuenta con una plataforma online de alcance global a través de cual los alumnos reciben una formación certificada. El objetivo principal de la startup es mejorar la sociedad ayudando a mejorar las tasas de lactancia materna y ofreciendo información para conseguirlo.

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Claves para fomentar la convivencia

Vivimos momentos de enfrentamientos ideológicos, de intolerancia racial y de marginación hacia al diferente, por eso es más necesario que nunca fomentar la convivencia.

 

Por Olga Fernández

Tolerar al otro aunque sea distinto. Esta sería la esencia de la convivencia, un término que incluye interactuar y sentirse a gusto con personas de distinta ideología política, de diferente raza, con discapacidad, o con costumbres opuestas. Lo contrario parece triunfar en el mundo de los adultos y por extensión llega a los niños, que reproducen comportamientos. Carmen tiene 12 años y ha visto cómo sus compañeros de clase discuten y se enfrentan por cuestiones de política. Ella prefiere no decir qué ideología tienen sus padres, no vaya a ser que se enfade alguna de sus amigas.

“La convivencia es el aprendizaje de las relaciones interpersonales que nos permiten estar a gusto, tranquilos y seguros compartiendo actividades con personas que se parecen a nosotros y también con quienes tienen costumbres, capacidades, raza u orientación sexual diferentes”, define José Antonio Luengo, psicólogo educativo y orientador de la Comunidad de Madrid, además de profesor en la Universidad Camilo José Cela.

La teoría parece sencilla, pero en la práctica, el nivel de crispación ha aumentado en el entorno escolar, tal y como confirma este experto: “La conflictividad en la convivencia ha ido a más en los últimos años”. Y expone dos conflictos que preocupan en el ámbito escolar: la normalización del insulto y del desprecio, y el rol del “niño popular”. “Son niños que tienen poder de convocatoria y marcan las directrices del grupo”, aclara.

La conflictividad en la convivencia ha ido a más en los últimos años.

La raíz del problema

El psicólogo José Antonio Luengo expone una serie de causas por las que, en su opinión, ha aumentado la conflictividad en la escuela: “Hay menos miembros en los núcleos familiares y esto limita los flujos de convivencia; ya no se juega tanto en la calle con otros y los niños tienen menos interacciones, por lo que aprenden menos a convivir; y se han incrementado las relaciones interpersonales en redes sociales, que están basadas en el texto y los emoticonos, pero no en el lenguaje corporal, y la empatía, que es uno de los factores principales en el aprendizaje de la convivencia, se desarrolla de forma más completa en entornos físicos”.

Además, añade otro factor, que es el modelo de comportamiento adulto, ese que les enseña cómo estar en la vida. “Me refiero al modelo que ven en las series de televisión o en determinados programas a los que acceden a través de sus aparatos digitales sin que lo sepan sus padres. Estos modelos de aprendizaje generan una influencia de cómo ver la vida absolutamente diferente a lo que veíamos hace 15 años”, puntualiza.

Punto en el que coincide Immaculada Abad, psicóloga infantojuvenil de ISEP Clínic Barcelona: “Una de las causas de la agresividad infantil son los modelos agresivos (tanto sociales como paternales), la mejor prevención es un buen modelo”. Unos modelos que repercuten en la convivencia en la escuela, ya que, según Abad, “el bullying es cada vez más visible en las aulas españolas, sumado a que con las nuevas tecnologías ya no se limita a un entorno determinado, sino que los acosadores utilizan las nuevas plataformas para mantener el acoso hacia la víctima”.

 

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Fomentar la convivencia en el aula

Para fomentar las relaciones positivas, Immaculada Abad, psicóloga infantojuvenil de ISEP Clínic Barcelona, propone utilizar las siguientes dinámicas en clase:

  • El protagonista de la semana: se elige a un niño que será el protagonista de la semana, él mismo y el resto aportarán información positiva que permitan conocerle mejor.
  • Termómetro de sentimientos positivos: los niños escriben cumplidos a sus compañeros, cuando la suma de los cumplidos llega a una temperatura en el termómetro, todos obtienen un premio
  • El rascacielos: los niños por grupos van levantando un rascacielos, cada piso es una cosa que hacen bien.
  • Mensajes de reconocimiento: se cuelga un cartel en clase que lleve por título: “Mándale un mensaje positivo a un compañero”. Los alumnos escriben notas y las cuelgan en el cartel.
  • El mejor: se reparte una ficha donde tienen que rellenar en qué es mejor cada uno de sus compañeros (leyendo, dibujando, siendo generoso…).
  • Yo soy: los alumnos verbalizan ante los demás como son y une experiencia vital que lo demuestra.

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La labor del docente

En España se han puesto en marcha un buen número de iniciativas para fomentar la convivencia en los colegios, por ejemplo el Proyecto Atlántida; e incluso existe el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar, un foro de encuentro interdisciplinar entre organismos públicos y privados y órgano de asesoramiento y difusión de buenas prácticas favorecedoras de la convivencia escolar.

Muchos colegios han implantado nuevos modelos de enseñanza que contemplan planes de convivencia. El profesorado tiene un papel fundamental como modelo de comportamiento. “Las metodologías activas, como el aprendizaje basado en proyectos y el aprendizaje cooperativo mejorar la convivencia”, señala José Antonio Luengo. Quien además insiste en la importancia del control de las nuevas tecnologías: “Los centros que invierten en el buen uso de las tecnologías están obteniendo buenos resultados en convivencia”.

Entre los métodos que están mostrando eficacia actualmente hay que señalar a la tutoría entre iguales, una forma de aprendizaje cooperativo basado en la creación de parejas de alumnos, con una relación asimétrica (derivada de la adopción del rol de tutor y del rol de tutorado); es recomendada por expertos en educación, por ejemplo la Unesco, como una de las prácticas más efectivas para la Educación de calidad (Topping, 2000). “Se trata una estrategia de instrucción en la que dos alumnos trabajan conjuntamente en una actividad en la que ambos se ayudan, se enseñan y/o se proporcionan retroalimentación mutuamente”, aclara la psicóloga Immaculada Abad.

La responsabilidad de enseñar convivencia no es exclusiva del colegio, los padres son una pieza fundamental, ya que actúan como modelo de referencia para los hijos. “La mejor forma de enseñar es, sin duda, ser un buen ejemplo; que en casa se respire un clima de respeto, de comunicación y de resolución positiva de conflictos. Además, los padres deben fomentar que los hijos participen en actividades deportivas de equipo o los juegos de mesa de cooperación, ya que pueden ayudar a desarrollar habilidades sociales necesarias para una buena convivencia”, recomienda la psicóloga. José Antonio Luengo añade otro factor importante: “Los padres deben enseñar al niño a ayudar al más débil, al que lo pasa mal. El comportamiento más habitual es el de no implicarse”.

 Los padres son una pieza fundamental, ya que actúan como modelo de referencia para los hijos. “La mejor forma de enseñar es, sin duda, ser un buen ejemplo.

El último libro de José Antonio Luengo, El acoso escolar y la convivencia en los centros educativos, ofrece variedad de recursos para que los padres enseñen a sus hijos a resolver conflictos de forma pacífica. Una de las principales premisas que cita es potenciar en nuestros hijos e hijas la habilidad de expresar las ideas propias y vivencias de manera firme y con respeto, es decir, su habilidad para expresarse asertivamente.

 

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Convive, unos premios para evitar el acoso y fomentar la convivencia

La convivencia es uno de los ejes principales de nuestra sociedad. Saber interactuar unos con otros, respetarse y generar un buen clima son elementos fundamentales para poder desarrollar cualquier tarea en cualquier ámbito. Estos son los objetivos de los premios Convive que entregan tanto la Comunidad de Madrid como La Rioja en colaboración con el periódico MAGISTERIO. Como señaló el director de MAGISTERIO y de PADRES, José María de Moya, durante la entrega de los premios de la Comunidad de Madrid, el clima escolar “es clave para que los estudiantes obtengan buenos resultados académicos”. Moya también hizo hincapié en construir un ambiente positivo en los centros educativos, puesto que además de los protocolos “hay que pescar río arriba y construir valores desde el primer momento”. Asimismo, Moya afirmó que hay que “fomentar la convivencia en las redes sociales y en el claustro de profesores”.

A la segunda edición de los premios #Convive de Madrid se presentaron 52 centros educativos de la región enviando sus propuestas contra el acoso escolar, la inteligencia emocional o la igualdad de género, entre otras muchas. Aunque de los 52 centros educativos que se presentaron solo fueron premiados diez, todos ellos son ganadores porque han conseguido a través de sus proyectos mejorar la convivencia y el clima escolar en sus centros. Entre los premiados, en la categoría Atención y cuidado de las tecnologías de la información en la modalidad centro, estuvo el CEIP “La Gaviota” ; en la modalidad tutor al colegio “Nazaret Oporto”; en la categoría de Socialización preventiva contra la violencia de género en la modalidad centro el IES “Las Lagunas” y en la modalidad tutor al colegio “Mirasur”; en la categoría Educación en valores e inteligencia emocional en la modalidad centro se premió al CEIP “Gustavo Adolfo Bécquer” y en la modalidad tutor al CEIP “Carlos Ruiz”; en la categoría Prevención de la violencia desde la infancia y respeto a la diferencia en la modalidad centro se premió al colegio “Edith Stein” y una mención especial para el centro “Alfredo López”; por último, en la categoría Educación en sentimientos y en la amistad en la modalidad centro se reconoció al colegio “Alameda de Osuna” y en la modalidad tutor al colegio “Lourdes Fühem”.

También la Consejería de Educación de La Rioja convocó este curso escolar estos galardones para reconocer el trabajo que realizan los centros educativos de la región en cuatro áreas de actuación: Educación en los sentimientos e inteligencia emocional; Socialización preventiva de la violencia de género e igualdad; Prevención de la violencia entre iguales y respeto a la diferencia; y Atención y cuidado en el uso de las tecnologías de la información. El objetivo es avanzar en la lucha contra el acoso escolar y el ciberacoso que sufren muchos niños y jóvenes de la comunidad«. Un objetivo que le ha llevado a impulsar distintas iniciativas para la mejora de la convivencia, programas de formación sobre esta materia para padres y docentes o la aprobación del Protocolo de Actuación en Casos de Acoso Escolar, que presentó el Gobierno de La Rioja el pasado mes de enero.

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Claves para disfrutar las comidas en familia

Las cifras crecientes de obesidad infantil alertan sobre la necesidad de una mayor educación alimentaria desde la infancia. El ejemplo, la paciencia y pasar tiempo en familia son claves en este aprendizaje.

 

Por Diana Oliver

 

No es posible vivir sin alimentarnos –comer es un acto irrenunciable para lograr nuestra supervivencia– pero también se trata de un acto social, cultural y emocional. Nos reunimos alrededor de la mesa para celebrar, para relacionarnos o para disfrutar de nuestras tradiciones más antiguas. Sin embargo, la mayoría de nosotros no tenemos unos buenos hábitos alimentarios. Tampoco nuestros hijos. Lo dicen las encuestas de salud y los estudios que arrojan cifras preocupantes de obesidad. Según una investigación publicada en la revista «The Lancet», en 2016 había 124 millones de niños en el mundo entre 5 y 19 años con obesidad o sobrepeso. La Organización Mundial de la Salud advierte también que si se mantienen las tendencias actuales, en 2025 habrá 70 millones de niños menores de 5 años con este problema. La educación alimentaria desde la infancia, incluyendo a las familias, es clave para erradicar un problema de compleja solución.

La Organización Mundial de la Salud advierte que si se mantienen las tendencias actuales, en 2025 habrá 70 millones de niños menores de 5 años con obesidad.

 

En la mesa, mejor en familia

Un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Minnesota, publicado en la revista Pediatrics en 2014, concluía que comer en familia durante la adolescencia se asocia a una menor probabilidad de sobrepeso u obesidad en edad adulta. Para Griselda Herrero, dietista-nutricionista y fundadora del centro Norte Salud, y Cristina Andrades, psicóloga especializada en nutrición, ambas autoras del libro ‘Psiconutrición. Aprende a tener una relación saludable con la comida’ (Editorial Arcopress, 2019), es muy importante comer en familia, sobre todo desde la infancia, porque es cuando se aprenden y adoptan patrones de conducta. “Cuando comemos en familia estamos compartiendo un tiempo con nuestros hijos y padres, vivimos una experiencia gastronómica, mostramos una dedicación, se respira educación y cariño”, explican las expertas, e insisten en que los niños no sólo aprenden en la mesa cosas como la utilización de los cubiertos, a servirse o recoger sino que aprenden a relacionarse emocionalmente con otras personas en un ambiente en el que hay comida.

Además, Herrero y Andrades consideran que comer en familia ayuda a establecer unas raciones más adecuadas, a respetar la sensación de hambre y saciedad y a fomentar el vínculo con la familia, beneficios que son más difíciles de obtener cuando el niño o la niña acude a un comedor escolar. También apuntan que tener patrones ordenados favorece el orden mental, de manera que los niños que tienen una mayor organización en casa, tienden a ser más responsables y a hacer elecciones alimentarias más saludables. “Todo ello, siempre que el ambiente alrededor de la comida sea propicio, saludable y adecuado, claro, con alimentos saludables, sin castigos y sin peleas”, añaden.

 

El valor del ejemplo y los buenos hábitos

El ejemplo de los padres es importante en la educación de nuestros hijos, también cuando hablamos de hábitos alimentarios. Lo explicaba Julio Basulto en ‘Se me hace bola. Cuando no comen como queremos que coman’ (Random House Mondadori, 2013): cuando en un hogar los padres tienen unos hábitos saludables, es mucho más probable que haya alimentos sanos al alcance del menor. Esto se traduce en que cuantas más frutas y hortalizas, los niños consumen mayor cantidad de ellas. Y al revés: si en casa hay más alimentos insanos, la ingesta de los hijos será menos saludable.

En cuanto a hábitos como el uso de la tablet o el móvil los expertos en nutrición consideran que no son recomendables. ¿Afecta la tecnología a la relación con la comida en este sentido? Responden Griselda Herrero y Cristina Andrades que cuando comemos viendo la tablet, la televisión o el móvil, además de los efectos sobre la atención que pueden crear en los niños, estamos dando de lado la parte social. “Dejamos de conectar con los demás componentes de la mesa, se pierde la comunicación, no se comparte y, sobre todo, no prestamos atención a lo que estamos comiendo: ni a los sabores, ni a las texturas, ni a nuestras sensaciones de hambre y saciedad. Nos convertimos en autómatas y puede que no seamos ni conscientes de lo que hemos comido”, explican.

El tipo de alimentos que se asocian al momento de “ver la televisión” suelen ser también de peor calidad. Según Herrero, se asocia a alimentos superfluos, snacks, refrescos o comida rápida por lo que insiste en que para adquirir unos buenos hábitos alimentarios es fundamental comer en la mesa, lejos de estímulos que nos distraigan del objetivo principal que debe ser pasar un buen rato en familia.

 

5 recomendaciones básicas para disfrutar de las comidas en familia

Ocurre que muchas veces la hora de la comida se convierte en un caos y puede que nos preguntemos si se puede disfrutar de las comidas en familia cuando los niños son pequeños. Se puede y se debe. Griselda Herrero y Cristina Andrades nos dan cinco recomendaciones básicas que debemos tener en cuenta:

  • Los adultos debemos crear un ambiente agradable con la premisa de que debe ser un momento de compartir, de hablar con nuestros hijos y de pasar un rato divertido.
  • La comida debe pasar a ser un elemento secundario y no convertirse en el foco principal. En la mesa no se habla de comida sino de cómo hemos pasado el día, de planes para el fin de semana o de anécdotas divertidas.
  • Es importante respetar el hambre y la saciedad de los demás. Los padres tendemos a decidir qué, cuánto, cómo y cuándo (incluso a qué velocidad) deben comer nuestros hijos. Sin embargo esto es un error. Dejemos que ellos decidan (siempre con opciones saludables), confiemos más en ellos y respetemos su decisión. Debemos pensar si nos gustaría que nuestra pareja o amigos nos dijeran cada vez que comemos juntos cuánto servirnos, qué comer o cuándo tenemos que terminar.
  • Demos libertad de probar alimentos nuevos, y respetar que no les gusten. Si no ha gustado algo, volveremos a ofrecerlo en otra ocasión, incluso preparado de otra forma, pero no entremos en pánico. Todos necesitamos tiempo para aceptar nuevos sabores y texturas.
  • A veces damos tanta importancia a la comida que se convierte en un campo de batalla y dejamos de lado lo más importante: el aspecto social que rodea al momento de comer. Si cuidamos esto, las comidas familiares serán mucho más divertidas y amenas.

 

No hay vacaciones para el ahorro

Claro que es posible ahorrar en vacaciones. Incluso es necesario para subir más ligeros la temida cuesta de septiembre. Para lograrlo hay que conocer todas las posibilidades de ahorro al contratar viajes, alquileres, actividades… Pero hasta quedarse en casa puede resultar muy caro si no tomamos algunas precauciones.

 

Los meses de verano empiezan con una buena noticia: los recibos de las empresas de energía se desploman porque hace tiempo que no necesitamos calefacción. Desgraciadamente no hay muchos más motivos para reducir los gastos domésticos… a no ser que nos lo propongamos. Además, el cambio de rutinas, o la ausencia de ellas, convierten esta época en la más peligrosa para el bolsillo.

Comencemos por los gastos generales. A pesar de que la luz natural nos permite prescindir de muchas horas de iluminación artificial, también son días en que se está más en casa, se usan más electrodomésticos, trasnochamos… Y está, por supuesto, el aire acondicionado. Se aconseja poner el termóstato entre 22 y 24 grados; casi siempre resultará suficiente y, en todo caso, hay que saber que cada grado menos que seleccionemos el consumo eléctrico del aparato crecerá entre el 7 y el 8%. Limpiar los filtros también contribuye a gastar menos.

Hay otros métodos tradicionales que han demostrado su eficacia para enfriar el ambiente y reducir las horas de funcionamiento del aire acondicionado. Desde los toldos, persianas y cortinas hasta el ventilador de techo: éste puede reducir hasta 5 grados la temperatura ambiental. Y si dejamos vacía la vivienda habitual hay que desenchufar todos los aparatos, por seguridad pero también porque los ‘pilotos rojos’ nos cuestan unos euros al cabo del año.

El agua es el otro suministro habitual y básico al que debemos prestar atención, y no sólo en verano: un simple grifo que gotea puede llegar a sumar una pérdida de más de 30 litros diarios. Con el calor, las duchas se hacen más frecuentes pero apenas notaremos la diferencia si bajamos la temperatura del agua en el calentador. El mayor riesgo de que el consumo se dispare se encuentra, sin embargo, fuera de la casa, en el jardín. Regar el césped o las plantas puede constituir una actividad muy relajante, pero hay que hacerlo de forma responsable. En realidad las plantas necesitan muy poca agua para sobrevivir al estío; requieren, eso sí, continuidad en el riego, que debe ser casi diario. El césped, por su parte, supone aproximadamente el 70% de consumo de agua en un jardín medio. Y quien disfrute de una piscina ya sabrá que no hace falta renovar el agua en todo el verano si se dispone de un sistema de depuración.

 

Viajes con antelación

El grueso del gasto veraniego se suele asociar a los viajes y estancias en hoteles o apartamentos. No siempre es así, pero sí es el capítulo donde más se puede ahorrar con una buena planificación. Una vez elegido el destino adecuado para los gustos y las necesidades familiares, hay que reservar con antelación. Es verdad que existe la posibilidad de encontrar una buena oferta de última hora en pleno mes de agosto, pero mejor no arriesgarse. También es recomendable pagar un extra por el seguro de cancelación, sobre todo si viajan con nosotros niños y personas mayores.

Como decíamos, ni el trasporte ni la estancia supone tanto dinero como parece si nos fijamos en los gastos diarios: comer tres veces al día, trasladarse de un lugar a otro, entradas a museos o centros de ocio… Hay que estudiar, por tanto, las ofertas de media pensión y pensión completa; reservar con tiempo el alquiler de un vehículo; comprobar si existen descuentos en las visitas recomendadas… En hoteles y agencias de coches de alquiler existen, por cierto, un gran número de descuentos que debemos averiguar por nuestra cuenta, porque benefician a ex alumnos de universidades, empleados de determinadas empresas, miembros de colegios profesionales… Los hijos mayores, por su parte, no deberían improvisar a la hora de elegir un festival o un concierto de música: los precios de las entradas pueden encarecerse hasta un 300% en apenas dos meses.

 

Inevitables gastos extra

Hemos planificado con cariño los precios de viajes y estancias, las entradas a los museos o centros de ocio… ¿Cómo es que hemos gastado tanto dinero? Simplemente porque hemos tenido más tiempo para hacerlo y las ocasiones, en estas fechas, nunca faltan. Los ‘extras’ son generalmente los que nos amargan la vuelta de las vacaciones. Esas cenas improvisadas; las copas con los amigos; las compras de ropa y recuerdos; la gasolina; los taxis; los caprichos de los pequeños; la última excursión…

Y de nada sirve para descansar ignorar la cuenta corriente. Desatender los pagos o quedar en descubierto puede salir muy caro.

 

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“Para que las vacaciones no causen un agujero en la economía familiar -explica Elena Bárcena Garnica, de Banca Privada de Banco Santander- lo más importante es presupuestar; es decir, ver cuánto dinero tengo para gastar en esta época y, al mismo tiempo hacer una lista de aquello que quiero hacer”. Para Bárcena, hay que pedir todos los precios posibles, comparar y ver si las ofertas se ajustan al presupuesto. Por otra parte, “es posible que algún gasto importante se pueda financiar, pero hay que saber que ello conlleva un gasto adicional y debemos saber si podemos asumirlo”. Bárcena concluye que “las decisiones deben ser pausadas, no dejarse llevar por impulsos.

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