Hogares con magiaConvivir entre personas con discapacidad

La llegada al hogar de un nuevo hijo siempre genera tensiones y ocasiona cambios en la
organización de la familia. Estas tensiones se incrementan si el hijo necesita que se le dedique más
tiempo y atención de lo normal. Actualmente en España hay 3,5 millones de discapacitados. Es decir,
prácticamente una de cada diez personas sufre algún grado de discapacidad.

Autor: MARTA SERRANO

“Marlon tiene ahora un año. Llegó prematuro y con muy bajo peso. Además, nos comunicaron que tenía Síndrome de Down. Así que, al principio su llegada fue un gran disgusto, una gran tristeza tanto para su padre como para mí. Lo pasamos realmente mal porque no esperábamos un bebé con discapacidad. El tiempo lo cura todo….
Durante tres días a la semana va a estimulación precoz, le asiste una terapeuta de un Equipo de Atención Temprana y en septiembre comenzó curso en una escuela infantil de la Comunidad de Madrid.
Para mí Marlon es mi niño precioso. Lo quiero tanto o más que a mis dos hijas de 13 y 10 años. Él necesita más cuidados y atención, pero me da mucha alegría. Estamos contentos porque también sus hermanas están felices con él. Es una pelea diaria por tenerle en brazos. Todavía no camina, ni siquiera gatea, estamos trabajando las manos porque no tiene fuerza en ellas, es muy blandito, pero es amor roso. Todo el mundo se queda prendado de él y más porque él, que no lo sabe, no nota que sea un niño diferente, un niño especial”.
Es el relato de Conchi, la madre de Marlon, que habla emocionada sobre su hijo aunque también admite cieras dificultades. “En general mi famiia está encantada y además Marlon es muy guapo (véase imagen de portada). El que peor lo lleva es su padre, pero poco a poco va aceptando la siuación y por supuesto que le quiere y se preocupa muchísimo por él”, añade.
Conchi es sincera al explicarnos que “complicaciones hay muchas”, pero también señala que “se van superando, sobre todo cuando está malio y no tenemos con quien dejarlo porque no podemos llevarlo a la escuela y ambos trabajamos”. El abandono por parte de la administración de estas familias y la falta de ayuda económica también es un hándicap en estos hogares. Por ejemplo, “Maron sólo recibe una ayuda de 47 euros mensuales por tener su certificado de minusvalía que se hace a través de un Centro Base, y hace unos días nos han avisado de que va a recibir ayuda por enseñanza especial por ir a una escuela infantil”, señala Conchi, que reclama así más medios.
Conchi es optimisma y afirma que la llegada de Marlon no ha cambiado su estilo de vida. “Nuestra vida sigue siendo como antes aunque con más jaleo por ser un miembro más… Intentamos hacer lo mismo que hacíamos antes, salir al pueblo, viajar” , etc. Como ejemplo, Marlon conoció en verano la playa, y le encantó… Marlon aún es pequeño para darse cuenta de los retos a los que tendrá que enfrentarse hasta ser lo más autónomo posible y convertirse en adulto. Hoy las personas con Síndrome de Down no son niños camuflados en cuerpos de adultos sino niños o adultos que deben ser tratados como lo que son en cada momento según su edad y que con el apoyo de familiares, amigos e instituciones saben desenvolverse.

  LA IMPORTANCIA DE LA INSERCIÓN LABORAL 
– Las personas con discapacidad se enfrentan con numerosas dificultades a la hora de su incorporación al mercado de trabajo, , algunas de las cuales se derivan de la falta de información sobre su capacidad laboral.

– Los discapacitados quieren lo que todos deseamos: la oportunidad de recibir formación, encontrar un trabajo gratificante, llevar una vida digna y ser valorados como miembros de la comunidad y del mundo en general.

– De los 610 millones de personas con discapacidades que hay en el planeta, más de la mitad se encuentran en edad de trabajar y desean hacerlo. Sin embargo, la discriminación sigue abundando, incluso para aquéllos que cuentan con las cualificaciones y destrezas necesarias. Además, los estándares y la importancia de la formación profesional dirigida a los discapacitados siguen constituyendo un reto en numerosos países de todo el mundo.

– En España las administraciones públicas están obligadas a contratar un mínimo porcentaje de personas con discapacidad y las empresas privadas que lo hacen reciben bonificaciones en forma de desgravación fiscal y otras compensaciones. No obstante, aún hay empresarios reacios a este tipo de contrataciones por que creen que puede dañar su imagen corporativa.

– Por su parte las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han puesto al servicio de muchos discapacitados las herramientas necesarias para que hoy puedan realizar teletrabajo gracias a un ordenador adaptado a sus necesidades y una conexión a internet.

– Además, la mayor sensibilización social hacia la diversidad y las personas con discapacidad hacen que cada día se mejore la accesibilidad en edificios públicos y centros de trabajo.

– La red es también un buen instrumento para ponerse en contacto con organismos que ayudan a las personas con discapacidad a encontrar un trabajo digno y suficientemente remunerado. Algunos ejemplos son:
http://www.cermi.es
http://www.fundosa.es
http://www.discapnet.es
http://www.mtas.es

DEFICIENCIA VISUAL
Vanessa, joven en plena formación

“Soy alegre aunque tengo mucho genio” –dice Vanessa–, de 18 años.
Sufre Rinoplasia retrolental, que le impide ver desde que nació, pero es algo que confiesa que “no importa” porque desde luego no le impide hacer lo que más le gusta: “dar masajes y crujir huesos”.
De hecho, Vanessa acabó hace dos años 4º de la ESO y después de hacer quiromasajes un año, en el 2007 se ha decantado por la Osteopatia y se formará en Orthos.
Agradece a su hermana mayor Patricia su ayuda en la etapa del instituto. “Es que las Matemáticas no me gustaban nada y se me daban fatal”. Ahora es plenamente independiente a la hora de desplazarse por Madrid. Eso sí, pide más semáforos sonoros.

UNA FAMILIA DIFERENTE
María José: todo por ser madre
María José Casado y su marido Rafael, ambos deficientes visuales, tienen dos hijos, Alberto y Rocío, de 7 y 15 años respectivamente.
Para María José, “Convivir en la niñez y la juventud con unos padres con discapacidad no vuelve a sus hijos diferentes, aunque quizá sí más solidarios o sensibles ante los problemas y ante la enfermedad”.
María José explica orgullosa que sus hijos son felices y que los profesores que tienen, en la primera visita al colegio, se muestran siempre sorprendidos de encontrarse con unos padres que leen en Braille.
Sin embargo, para María José, aceptarse y haber tenido hijos le hace a día de hoy sentirse mucho mejor que nunca.

PARÁLISIS FÍSICA
Cuando nada es imposible si se lucha
Elena Abadía se quedó totalmente paralítica de cintura para abajo por una Mielitis transversa a los seis años. Sus familiares más cercanos no se derrumbaron ante la enfermedad y desde el primer momento animaron a Elena a tirar para adelante (aprendió a nadar, etc.).
“Que tus padres derriben los muros por tí cuando eres pequeña y no tienes fuerza para avanzar es algo muy importante”, nos explica. Elena. estudió medicina porque era su ilusión y, a día de hoy, está trabajando en un centro médico en Madrid. Para su familia Elena ha sido durante años todo un ejemplo de esfuerzo y superación diaria. Ella afirma que “no hay nada imposible, sólo hay que luchar quizá un poquito más”.

PARÁLISIS CEREBRAL INFANTIL
Ahora somos mejores personas
José nació a las 25 semanas se gestación. Hoy tiene 11 años y está a punto de finalizar 6º de Primaria en el colegio público “Azpilagaña” de Pamplona. Le gustan los animales, la Geografía y la Historia y es desde pequeño un chico muy alegre, divertido y sociable. Le encanta, sobre todo, jugar con la Play al baloncesto y leer. Aunque José es plenamente consciente de su dificultad motora, lo vive con una naturalidad total. Se desplaza gracias a unos trípodes y mejora día a día gracias a la rehabilitación, pero a Paloma y José, sus padres, más que si su hijo anda o no les importa “que sea feliz.” Se consideran una familia afortunada: “Convivir con la discapacidad nos ha hecho a todos personas mejores”.

AUTISMO
Begoña y gente que se hacen querer
Es un gran desconocido. Así lo afirma Ana, que sabe mucho de esta enfermedad. Su hermana Begoña, de 32 años, sufre autismo: no habla, no escribe y sabe que buena parte de quienes sufren autismo llevan asociado un cierto retraso mental.
No obstante Ana asegura que “nunca he vivido el autismo de Begoña como un trauma porque siempre la ha conocido así”. Nos explica que tienen gestos y expresiones con los que hacen entenderse y cuando convives con una persona así sabes en qué momentos es feliz y en cuáles esta más triste. “Se hace querer”, afirma Ana. Aunque Begoña no es consciente de su autismo sí es una persona con mucho carácter aunque también es alegre y muy cariñosa.

DISLEXIA
Necesitan otra forma de aprender
Quizá no sea comparable con el resto de casos que tratamos en este reportaje pero para Ana Peciña, cuyo hijo tiene dilexia, resulta muy injusto el abandono a familias como la suya. La dislexia es una dificultad lecto- escritora que impide a un alumno llevar el ritmo de sus compañeros de clase. No obstante, Ana señala que “el problema de su hijo con las letras no se ve, y en infinidad de ocasiones se le tacha de vago”, explica.
La mitad de sus exámenes quedan en blanco porque difícilmente puede mantener la atención con “herramientas” que le son ajenas. Escribe libor (libro), pero (perro), paralelelo (paralelo)… “Sus palabras están en su cabeza pero necesita otras formas de aprender”, dice.

LEY DE DEPENDENCIA
Según la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), la discapacidad se tiene, la persona no es discapacitada. Se considera discapacidad “toda restricción o ausencia, debida a una deficiencia de capacidad para realizar una actividad en la forma, dentro de lo considerado normal. Es una limitación funcional, consecuencia de una deficiencia”. Se pueden distinguir tres tipos: De movilidad o desplazamiento, de relación o de conducta y de comunicación. La minusvalía, se define a su vez como la situación de desventaja en que se encuentra una persona, como consecuencia de una deficiencia, o discapacidad que limita o impide el cumplimiento de una función.

En la actualidad, una persona con discapacidad es un individuo que se ha encontrado con una falta de capacidad debido a las barreras del entorno, económicas y sociales que dicha persona debido a su minusvalía o deficiencia no puede superar en igualdad a otros ciudadanos. Es la sociedad, la que tiene que superar dichas barreras.

El 2007 es el Año Europeo de Igualdad de Oportunidades para todas las personas. Según María José Sánchez, diputada del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, la Ley de Dependencia, en la que muchas personas con discapacidad y sus familias tienen puestas sus esperanzas, “nace con el objetivo de concienciar sobre el derecho de las personas a la igualdad y a no sufrir discriminación, así como sobre la necesidad de profundizar acerca de la problemática de la discriminación múltiple que sufren personas con discapacidad, mujeres, y otros colectivos”.
Aunque la Ley de Dependencia entró en vigor el pasado día 1, los ciudadanos tendrán que esperar al menos tres meses para empezar a solicitar las ayudas previstas sobre el papel. La ley configura el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia que garantiza a las personas dependientes el acceso a servicios sociales (ayuda a domicilio, teleasistencia, centros de día, plazas residenciales) o prestaciones económicas. Los primeros en sacar provecho del que se ha denominado cuarto pilar del estado del bienestar serán las personas en situación de gran dependencia. Más información sobre las ayudas en el teléfono del MTAS 900 40 60 80.

"Los padres tienen que preocuparse de que sus hijos sean buena gente"

Exjugador internacional de la selección española de baloncesto, este deportista tan televisivo pretende concienciar a todos
los padres de la importancia de transmitir valores a nuestros hijos diferentes a los académicos, ya sea a través del deporte o
de otras actividades o proyectos educativos. Según Romay, hay que formar personas, no sólo cerebros.

Autor: MARTA SAHELICES

El reciente oro olímpico de la selección española de baloncesto ha hecho que este deporte resurja como uno de los preferidos entre nuestros hijos. Y para conocer un poco más sobre él y sobre la importancia de los valores que inculca entre los más jóvenes, hemos preguntado a un grande de este deporte, Fernando Romay. El exjugador de la selección ha querido hacer hincapié en la importancia de convertir a nuestros hijos en personas y en cómo el baloncesto puede ser un medio muy adecuado para conseguirlo.

P. Como personaje público colaboras en varios proyectos que desarrollan valores educativos, ¿crees que son indispensables para la correcta formación de nuestros hijos?
R. Es importante hacer de ellos, en primer lugar, personas. Después, una vez que tengas una persona lo más instruida posible, lo importante es la Educación social. Antes la familia estaba estructurada de otra manera y esta función recaía en ella misma, pero ahora mismo el ritmo de vida que llevamos hace que recaiga más sobre el colegio. Hay que irse adaptando constantemente a los nuevos medios e indudablemente el colegio también tiene que hacerlo.

P. Entonces,¿los padres han perdido esa faceta de educar a sus hijos para hacerlos personas?
R. No, considero que sí la tienen, pero que ahora es distinto: antiguamente salías del colegio a las cinco –yo soy de un pueblo pequeño de La Coruña– y a las cinco y media ya estabas en casa con tu madre, que te estaba esperando. Quiero decir que la familia estaba en casa cuando tú llegabas. Ahora mismo la familia está concebida de otra manera: los dos, padre y madre, trabajan, por lo que el chaval tiene que hacer actividades extraescolares después de las horas lectivas, más que nada para hacer todo lo que los padres no han sido capaces de hacer. Si el padre era un mal jugador de baloncesto, el niño tiene que hacer baloncesto por narices, más luego inglés, piano (porque su madre siempre quiso tocar el piano y no fue capaz), etc.

P. Así que consideras que el niño está sobrecargado de actividades externas al colegio.
R. El niño está sobrecargado, sobre todo de cosas que a lo mejor no tienen tanta importancia como aquellas que realmente le convierten en persona. Es fundamental que tenga unas normas de educación y de relación, unas normas de comportamiento que le hagan buena persona en su vida, porque aquí de lo que se trata es de conseguir buena gente, no sólo buenos cerebros.

P. Me imagino que habrás seguido estas pautas con tus propios hijos…
R. Sí, porque yo, cuando hablo, hablo con conocimiento de causa. La verdad es que lo he intentado y creo que mis hijos son buena gente, por eso confío en ellos. El padre tiene que ser padre y preocuparse no tanto de que sus chavales saquen un 9,5 en un examen, sino de que sean cordiales, educados, etc.

"El niño está sobrecargado de actividades que no tienen tanta importancia como aquello que realmente le convierte en persona. Y es que es fundamental que tenga unas normas de comportamiento que le hagan buena persona”

P. ¿Crees que el oro olímpico del año pasado va a potenciar que los niños participen de los valores que los jugadores de la selección han querido inculcar con su juego limpio y en equipo?
R. Sí, porque una cosa son las asignaturas y otra los conocimientos que se tienen que inculcar sin que el chaval se dé cuenta. Del deporte nos llega lo más vistoso, pero quizás lo menos educativo, que es la competición. Sin embargo, tiene otra serie de valores que se tienen que poner de relieve, sobre todo en el colegio. Yo, por ejemplo, estoy en una fundación de promoción deportiva en Castilla-La Mancha con la que estamos desarrollando en los colegios de esta Comunidad un programa que se llama Juego limpio de educación en valores a través del deporte y que consiste en que los chavales, aparte de hacer deporte, se preocupen de sus compañeros e incluso de sus rivales, porque es imposible practicar un deporte sin rival; también les enseñamos a que acaten las normas del árbitro, del entrenador, etc. Para eso hemos hecho una serie de códigos para todo el entorno del chaval, para que haga deporte de forma saludable y en lo referido a la materia educacional, aprenda a través de un decálogo de obligado cumplimiento cómo el deportista debe comportarse socialmente.

P. Por otro lado, ¿consideras que la Educación Física está suficientemente desarrollada en la escuela?
R. Cada vez mejor, pero tendría la importancia debida si se le sacase todo el aprovechamiento que tiene, porque hubo un momento que la asignatura tenía todo de física y nada de educación. Ahora es un concepto más global. Queremos chavales que tengan un cuerpo desarrollado convenientemente, pero a la vez –y mediante ese deporte que tanto les gusta– que su educación social se desarrolle de forma adecuada.

P. Para terminar, ¿qué valores se potencian a través del baloncesto?
R. Aprender a acatar las normas, porque el baloncesto es el único deporte en el que el jugador está obligado a reconocer lo que pita el árbitro, aunque no tenga razón, levantando la mano. También fomenta el respeto a los rivales y el juego en equipo, que es fundamental y, por último, la superación personal, porque es un deporte en el que estás en continua evolución. Y es que en el baloncesto los entrenamientos se notan –es un deporte muy técnico– así que hay que trabajar de forma continua.

SOLIDARIO
– Fernando Romay pertenece a una fundación en Castilla-La Mancha para inculcar valores a través del deporte. Para ello, se les enseña a los niños un decálogo sobre el comportamiento en la cancha y en la vida.

– Además, es padrino de lujo de un programa educativo sobre los valores medioambientales en el aula, Profesor Reciclus.

– Justo antes de Navidad, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida, en el Circuito del Jarama al V Maratón Solidario de Navidad de los colegios SEK, en el que han participado más de 1.600 alumnos con el fin de recaudar la mayor cantidad posible de fondos para asociaciones y ONG como Unicef, Fundación Vicente Ferrer, Cruz Roja y Coprodeli, entre otras. En las cuatro ediciones anteriores esta marcha ha conseguido unos 150.000 euros para causas solidarias.

Supernanniespara ovejas descarriadas

Tony Blair ha apostado por imitar las premisas del programa de
televisión Supernanny para tratar de contener los comportamientos
anti-sociales de los jóvenes británicos, a la cabeza de
Europa en vandalismo y violencia. Una red de 77 expertos
educativos recorrerán los barrios más conflictivos de Inglaterra
y Gales aconsejando a los padres.

Autor: RODRIGO SANTODOMINGO

Si hablamos de drogas, alcohol, peleas o vandalismo, los adolescentes ingleses se llevan la palma. Lo dice el Instituto para la Investigación de la Política Pública, que, tras analizar los resultados de varios países europeos, concluyó que los chavales de la isla lluviosa son los reyes del mal comportamiento.
Para la mayoría de la población (según otro estudio de la consultora Mori), se trata de un problema netamente educativo germinado en el seno familiar. Cría cuervos y saldrán a la calle a escandalizar y atemorizar a la comunidad. Así piensan ocho de cada diez británicos.
Cruzando datos (y añadiendo unas gotas de inspiración televisiva), el primer ministro Tony Blair cree haber dado con la panacea que ayudará a limpiar las calles inglesas y galesas de jovenzuelos indeseables: un ejército de expertos en enseñar a educar.
Poco ha tardado la prensa en poner la etiqueta de “supernannies” o superniñeras a los casi 80 trabajadores sociales que, previa formación ad hoc, acudirán en breve a los barrios más conflictivos para tratar de enmendar a sus hijos descarriados. De hecho, el propio Blair no dudó en referirse a la “gran popularidad de los programas televisivos en los que expertos ayudan a los padres con hijos problemáticos” para justificar la iniciativa. Lo hizo, con estilo simple y directo, en una carta publicada en el diario The Sun, el favorito de la clase obrera en Gran Bretaña.

  OBLIGATORIO 
Con un presupuesto inicial de unos seis millones de euros, el proyecto está englobado en una estrategia marco que, bajo el nombre de Respeto, pretende recuperar la convivencia pacífica en los espacios públicos. Más a largo plazo, la filosofía que impregna el programa parte de una premisa básica: un ciudadano bien educado es mucho más barato para el estado que otro que no sabe comportarse en sociedad.
En un principio, la ayuda para las familias con adolescentes que perturben el orden social será voluntaria. Para los casos menos graves, la Administración tiene previsto organizar terapias de grupo en las que se enseñarán mecanismos ágiles y sencillos para encaminar una senda educativa errática. Pero si el chaval ha cometido algún delito o es absentista escolar, no habrá opción para los padres. Es entonces cuando, bajo amenaza de sanción, una supernanny se presentará en el hogar familiar dispuesta a emprender la tarea reeducadora.

  “ESTADO NIÑERA”   
Amén de acusar a los laboristas de empeñarse en buscar “titulares” con medidas fútiles, el Partido Conservador se ha echado las manos a la cabeza ante lo que considera una intromisión en la intimidad familiar más propia de regímenes soviéticos que del país menos intervencionista de Europa occidental.
Para los tories, esta nueva iniciativa no es más que otro paso adelante en la instauración del “estado niñera” que el gobierno está labrando con paso lento pero seguro. Un estado que intenta convencer a sus ciudadanos de que deben comer sano, hacer deporte, dejar de fumar… ¡Y que ahora les ilustra sobre cómo educar a sus propios hijos!
“Nadie habla de interferir en vidas familiares normales”, se defiende Blair. “El argumento del “estado niñera” aplicado en este caso es sencillamente basura”, asegura en su carta.
Por su parte, la máxima responsable del proyecto, Louise Casey, aduce que “los cursos de este tipo dirigidos a padres han funcionado increíblemente bien”.
En España ya se han levantado algunas voces señalando que mejor que una superniñera –y su intromisión en la vida familiar– son las Escuelas de Padres. El presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres y Madres de Alumnos (Concapa), Luis Carbonel, alberga dudas sobre la capacidad del estado para inmiscuirse en algo tan privado como es la Educación que tiene lugar en los hogares. Por su parte, apuesta por una llamada a la acción para que sean las propias familias quienes se organicen y busquen ayuda externa. “Lo que no es normal es que tengan que venir a nuestra casa como si fuéramos paralíticos cerebrales”, asegura el presidente de los padres católicos.
De naturaleza más profesional se antojan las críticas del psicólogo y experto en terapia familiar Bernabé Tierno. “Una cosa es ver las cosas en televisión y otra muy distinta es la realidad”, señala. “En la Educación no existen las pócimas milagrosas, pero la gente ya cree en el milagro de Supernanny”. A no ser que la Administración británica forme un auténtico “cuerpo especial”, Tierno augura un “fracaso total a la iniciativa”. En cualquier caso, Tierno y Carbonel coinciden en apuntar a las escuelas de padres organizadas como una alternativa preferible a la red de superniñeras.

CRÍTICAS
Además de la furibunda crítica lanzada desde las filas conservadoras ante lo que consideran la culminación del “estado niñera”, la iniciativa del Gobierno Blair ha suscitado dudas y reproches entre distintos sectores de la sociedad cívil británica.

Un día después de que el primer ministro diera a conocer sus intenciones, Sheila Lawlor, directora de Politeia (uno de los think tank políticos más prestigiosos del país), denunció en un artículo lo que a su juicio constituye un “claro caso de cómo la televisión dicta la agenda” de Blair. Siguiendo con el hilo argumental desplegado por los tories, Lawlor se preguntaba: “¿Qué ocurrirá si los padres se niegan a cooperar con el estado niñera? ¿Les llevarán los servicios sociales ante los tribunales? ¿Les confiscarán a sus hijos?”.

Menos duro se mostró el presidente de Nacro, una ONG de lucha contra el crimen con más de 200 proyectos en Inglaterra y Gales. Para Paul Cavadino –que en líneas generales ve la iniciativa con buenos ojos– obligar a los padres a recibir ayuda del Estado puede resultar contraproducente al “crear resentimiento” contra los poderes públicos.

Alemania saca los colores a nuestra Ley de Igualdad

Autor: LAURA DEL POZO

Que España siempre ha mirado con cierta envidia a Alemania no es nada nuevo, generaciones de españolitos emigraron al país germano en busca de una vida mejor y es en su espejo en el que nos gustaría mirarnos en cuando hablamos de política social y laboral. Pues bien, ahora las familias españolas tendrán otro motivo más para espiar con anhelo a nuestro socio de la Unión. Mientras en España tener un hijo supone un esfuerzo añadido a la economía familiar y un riesgo laboral para la madre, en Alemania el pasado 1 de enero, entró en vigor una ley por la que aquellos padres que reduzcan su jornada laboral para cuidar de los recién nacidos recibirán una ayuda equivalente al 67% de su salario durante doce meses. Además, si el otro progenitor toma otros dos meses de baja, el beneficio se amplía a los 14 meses. En total, la familia podrá percibir unos 25.200 euros al año. ¿Y todo esto para qué? Pues para animar a las parejas trabajadoras a tener más hijos.
En cambio en España, según el Instituto de Política Familiar (IPF), las ayudas a las familias siguen siendo meramente simbólicas, situándonos a la cola de Europa. Todavía quedan muchas promesas por cumplir y el nuevo permiso de paternidad parece insuficiente, sobre todo cuando se compara con las medidas tomadas en otros países. Eva Holgado, presidenta de la Federación Española de Familias Numerosas –en declaraciones a la Gaceta de los Negocios, Civilización, 3 de enero de 2007)– considera que “este permiso de maternidad puede considerarse un ejemplo de auténtica política familiar. En nuestro país tenemos que conformarnos con iniciativas tímidas, como el nuevo permiso de paternidad recogido en la Ley de Igualdad, que si bien es positivo, se queda en algo simbólico desde el punto de vista del apoyo a la familia”. La entidad, a la vista de iniciativas como la alemana, piensa que el estado debe empezar a considerar medidas que realmente permitan a las familias decidir libremente el número de hijos, sin que este quede condicionado por motivos laborales.

Enganchados a los libros

Fomentar la lectura entre la población infantil es cosa
de los padres, así que a continuación os damos cuenta
de algunas ideas para inculcar este hábito en las
familias. El portal Entre Padres (www.educared.net/entrepadres)
del programa EducaRed de Fundación Telefónica,
dedica un monográfico a este tema.

Autor: ZAIDA PÉREZ DE ARANDA

La lectura es sólo uno de los monográficos que el portal de EducaRed Entre Padres ofrece a los internautas. Y es que el año que acaba de terminar ha dado para muchos más temas: internet segura, la vuelta al cole, enseñar a comer o elegir juguetes han sido algunos de ellos. Y de cada uno los padres navegantes pueden encontrar un monográfico pinchando en la web www.educared. net/entrepadres/monograficos/ 05/temas.htm.

  LA LECTURA 
Lo cierto es que el reto paterno de estimular la curiosidad por los libros resulta cada vez más complicado en una sociedad en la que la televisión –cada vez más presente en los dormitorios de nuestros hijos– marca la pautas de conducta de unos menores que están más acostumbrados a leer sobre la pantalla que sobre el soporte tradicional del papel.
Las estadísticas corroboran el difícil momento en el que se encuentra el hábito de la lectura entre los menores: en 2005, sólo el 21´8% de los niños entre 6 y 11 años afirmaba leer todos o casi todos los días fuera de las obligaciones escolares. Si bien estas cifras son cuanto menos preocupantes, es en el sector de la población juvenil, de 12 a 17 años, donde el interés por la lectura se ve más amenazado.
Las especiales características de desarrollo y socialización de los adolescentes, así como la competencia feroz de los medios audiovisuales como forma de entretenimiento, alejan a los jóvenes de las bibliotecas y los acercan a los cibercafés.
Según el informe Barómetro 2005 sobre hábitos de lectura y compra de libros, encargado por la Federación de Gremios de Editores de España, el 43% de las personas de 14 y más años confiesa “no leer nunca o casi nunca”. ¿Qué indican estas cifras? A grandes rasgos, señalan que los adultos españoles no somos precisamente el mejor ejemplo para nuestros hijos en materia de promoción de la lectura.
Así, no debe extrañar que, según los últimos informes PISA, los alumnos españoles estén a la cola de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en materia de comprensión lectora: el 21% de los estudiantes son incapaces de alcanzar el nivel básico en lectura (igual que ocurre en matemáticas).

  PAUTAS PARA LOS PADRES 
Sin lugar a dudas, difícilmente se sentirán atraídos nuestros hijos por la lectura si no disponen en su hogar del ejemplo de su propia familia. Es fundamental que los padres se esfuercen por encontrar, al término de su jornada laboral y en un ambiente familiar, un hueco de sosiego y reflexión para dedicar a la lectura.
La competencia del amplio abanico de entretenimientos domésticos que hoy en día están al alcance de los jóvenes dificulta la labor paterna de transmitir las bonanzas de la lectura. A menudo nos preguntamos: ¿qué puedo hacer para que mis hijos lean? Apuntad estas ideas:
1.No les obliguéis a leer: que sean ellos los que decidan cuándo, cuánto y dónde hacerlo.
2. Dejad que vuestra librería sea accesible para ellos: quitadle importancia a los libros y no les prohibáis leer “cosas de mayores” (es mejor explicarles por qué según qué libros no son adecuados para ellos).
3.Hacedles socios de una biblioteca y suscribidlos a revistas: el mero hecho de que llegue a casa un paquete a su nombre ya es un incentivo.
4.Visitad con ellos librerías y salones: las ferias y exposiciones pueden convertirse en un entretenimiento que acerque la literatura a tus hijos.
5. Adaptaos a sus gustos y compartid sus lecturas: regaladles libros sobre los temas que les interesan, instadles a que destinen su paga semanal a la compra de libros e incentivadles su poder de elección.
6. Acostumbraos a leer con ellos diariamente: leedles cuentos cada noche, divertíos juntos con la compañía de los libros.

  ANTES DE LOS SEIS AÑOS 
Una de las prácticas que es preciso desterrar es que el aprendizaje de la lectura se posponga hasta los seis años, edad en la que se inicia la escuela Primaria. No se ajusta a la realidad la idea de que los pequeños hayan de alcanzar cierto grado de madurez antes de entrar en contacto con los libros. Más bien al contrario: cuanto antes tengan un libro entre las manos, más rápido desarrollarán su intelecto. De hecho, si los niños se plantan ante una pantalla de televisión prácticamente desde la cuna, ¿por qué no enseñarles a leer desde sus primeros años de vida? Eso sí, a cada edad es recomendable leer unos libros determinados (más información en un solo clic: www.educared.net/entrepadres/ monograficos/02/reportaje3. htm)

MÁS MONOGRÁFICOS EN ENTRE PADRES
Internet es un nuevo mundo que ofrece oportunidades sin precedentes: para niños y jóvenes representa un nuevo espacio para comunicarse, buscar información, estudiar y jugar; pero es también un canal de transmisión de contenidos nocivos y refugio de acosadores. Por eso, desde el portal Entre Padres de EducaRed se ofrecen algunas pistas a los padres para que aprendan a afrontar la dicotomía de la red (www.educared.net/entrepadres/ monograficos/01/reportaje. htm).

Pero desde este sitio web también se trata otro tema de interés para los padres: elegir los juguetes. Y es que los juguetes son los primeros recursos pedagógicos con los que entran en contacto los niños. La percepción del juguete como una herramienta de carácter exclusivamente lúdica es una visión que es preciso desterrar. Lo cierto es que no está de más aprovechar el componente educativo del juego para introducirles en las etapas iniciales del aprendizaje escolar y, a medio plazo, inducirles a descubrir progresivamente cómo desenvolverse en el mundo exterior (www.educared. net/entrepadres/monograficos/ 05/reportaje.htm).

TV en el cuarto=cates

En la eterna disputa sobre los beneficios y peligros de las nuevas tecnologías en nues-tros hijos, pocas veces se dispone de datos que avalen unas tesis u otras. PADRES les ofrece en exclusiva un análisis de la influencia sobre el rendimiento escolar de algunos de los cacharros más habituales en las casas de los adolescentes, utilizando para ello la información facilitada por el programa PISA, un informe que permite medir el rendimiento escolar de los adolescentes en «puntos PISA» (la media es de 500) y calibrar la influencia de los distintos factores en los resultados.

Autor: José M. Lacasa

PISA son las siglas de un programa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que pretende medir el rendimiento de los sistemas educativos de todos los países desarrollados, además de ofrecer datos para analizar las posibles causas –de todo tipo– de los altos o bajos rendimientos de los alumnos.

El programa PISA examina cada tres años a miles de alumnos de 15 años de todo el mundo, y presenta sus conclusiones en un famoso informe –el último, en 2003– donde España siempre aparece en los últimos lugares de rendimiento. Sin embargo, PISA ofrece datos para hacer análisis más profundos o sobre temas tangenciales.
Por ejemplo, permite a cada país preguntar si sus alumnos poseen toda una serie de cacharritos –sean de carácter cultural, sean de puro entretenimiento– para averiguar cómo influyen en el rendimiento escolar. PADRES ha extraído los resultados de estos aparatos en algunos de los países de nuestro entorno.
Evidentemente, las nuevas tecnologías están en el punto de mira: unas parecen mejorar los resultados, otras empeorarlos. Sin embargo, el análisis permite afirmar que, curiosamente, la peor enemiga del rendimiento es una “vieja tecnología”: la televisión en el propio cuarto.


Televisión en el cuarto: sin duda, no hay peor enemigo de la escuela

No será por falta de avisos. Todos los que alguna vez han tratado temas de infancia/adolescencia y de rendimiento escolar han recomendado los mismo: ya sean educadores, médicos o responsables políticos, todos advierten que los electrodomésticos –ordenador, consola, televisión– deben situarse en las zonas comunes de la casa, nunca en el propio cuarto del menor.
Ahora PADRES les ofrece una evidencia empírica: el electrodoméstico más peligroso para el rendimiento escolar no es una “nueva tecnología”, sino un viejo enemigo, la televisión en el propio cuarto del menor.
Ya sea por la falta de sueño, por la distracción incontrolada que proporciona, o porque su nefasta programación “seque” el cerebro, el caso es que las diferencias de rendimiento entre los alumnos que poseen TV propia y los que sólo la tienen en el salón son enormes. .
De hecho, las diferencias brutas son escalofriantes (entre 30 y 40 puntos PISA de media, un abismo), pero como los alumnos de más bajo perfil socioeconómico son los que disponen con más frecuencia de TV propia, hay que “descontar” las ventajas de los alumnos de mayor nivel socioeconómico: aún así, las diferencias siguen siendo elevadísimas.
Un alumnos con TV en el cuarto pierde de media 23 puntos en matemáticas y 29 en lectura. Por sexos, mientras que las chicas pierden 20 puntos en matemáticas y 16 en lectura, los varones pierden 36 puntos en matemáticas y 35 en lectura. Un abismo que puede suponer, en muchos casos, el salto que separa la obtención del título de que su hijo engrose las abultadas filas del fracaso escolar.
Aunque el único país que ha preguntado por la “caja tonta” es Luxemburgo, en Austria preguntan por el DVD –lo que supone tener TV propia–, y los resultados siguen la misma tendencia, aunque lógicamente más moderada.


Vídeoconsola: el segundo enemigo del rendimiento

La vídeoconsola es uno de los electródomésticos que más influencia tiene en el rendimiento escolar de los quinceañeros. PISA pregunta por este juguetito en dos países, Irlanda y España, y en ambos países se obtienen resultados similares –por otra parte, nada sorprendentes.
Aunque no es nuevo el debate sobre las ventajas e inconvenientes de las consolas, lo que muestran los datos es que el hecho de que un quinceañero posea una vídeoconsola baja enormemente el rendimiento en lectura (18 “puntos PISA” en España y 21en Irlanda como media, una caída importante).

En el caso de las matemáticas se da un fenómeno curioso: mientras que las chicas apenas ven afectado su rendimiento, en los chicos la bajada de rendimiento es significativa: 14 puntos PISA en España y hasta 26 en Irlanda. Todo ello una vez eliminado la influencia socioeconómica.


Ordenador: pues depende de cómo se use…

La polémica sobre el uso del ordenador y el rendimiento escolar sigue viva, aunque algunos datos nos permiten entender algo de lo que está pasando. De hecho, PISA, en la edición 2003, preparó un cuadernillo específico sobre nuevas tecnologías, pero desdichadamente nuestros responsables educativos declinaron pasarlo a nuestros estudiantes.
Sin embargo, existen algunos estudios en otros países occidentales, como el de la Universidad de Munich o el elaborado por la propia OCDE. Sus conclusiones fundamentales son, entre otras, que la mayor o menor presencia de ordenadores en los centros no favorece el rendimiento escolar, y si los alumnos lo usan mucho puede llegar a ser contraproducente. O que la presencia de un ordenador en casa favorece ligeramente el rendimiento escolar, pero supone, sobre todo, una oportunidad: los alumnos que además de tener ordenador tienen un ambiente socioeconómico favorable aprovechan mejor las ventajas de la computadora que los que no lo tienen; los alumnos que utilizan el ordenador habitualmente para realizar tareas escolares o buscar información obtienen claramente mejores resultados.


Instrumento musical: una señal de estatus, no de mejor rendimiento

Aunque las diferencias brutas de rendimiento entre los alumnos que poseen un instrumento musical y los que no son en principio considerables, una vez que se elimina el efecto de los factores socioeconómicos, queda claro que su influencia positiva en el rendimiento educativo, tanto en lectura como en matemáticas, no sólo desaparece, sino que se vuelve ligeramente negativa. Tres son los países que han preguntado por la influencia de la posesión de un instrumento musical: Suiza, Escocia e Italia, y los tres tienen resultados similares (aunque en Suiza son considerablemente peores). Un instrumento musical puede quitar tiempo de estudio, pero seguro que compensa.


MP3: U2 puede empeorar las notas…

Evidentemente, el problema no es U2 –o cualquier otro tipo de música–, sino el tiempo que se le dedica. El caso es que tener un reproductor MP3 en Austria baja ligeramente el rendimiento escolar, aunque más en lectura que en matemáticas, y más a los chicos que a las chicas (por cierto, el menor impacto de cualquier cacharro en las chicas que en los chicos puede explicarse por el distinto desarrollo de ambos sexos a los 15 años: a esa edad, las chicas han madurado más y son menos influenciables). En la República Checa, sin embargo, la posesión de un discman reduce más acusadamente el rendimiento escolar. Claro que los checos están algo lejanos…


Música clásica: …pero Mozart no las mejora

En la zona flamenca de Bélgica –por cierto, la región que obtuvo los mejores resultados en PISA del mundo– no se les ocurrió mejor idea que preguntar a los alumnos sobre si tenían CD de música clásica. Los resultados parecían avalar que escuchar este tipo de música mejoraba el rendimiento. Sin embargo, un análisis más profundo permite afirmar que las ventajas de oír a Mozart se deben en realidad al ambiento socioeconómico, al estatus de la familia del alumno. Vamos, que si introduce a su hijo en el gusto por algunas de las joyas artísticas de la humanidad, seguro que le está haciendo un favor. Pero no le servirá para mejorar en el colegio.


Móvil: no hay manera de saberlo

No hay evidencia –al menos proporcionada por el informe PISA– de que la posesión del móvil descienda el rendimiento escolar. No es que no influya, es que no hay manera de saberlo: como el 95% de los alumnos de 15 años poseen teléfono móvil propio, si existe influencia en el rendimiento o no, no hay manera de saberlo, sencillamente porque no hay nada con qué compararlo. En el argot judicial, diríamos que este perpetuo compañero de nuestros adolescentes queda absuelto por falta de pruebas. Está probado que este cacharro es uno de que crean más distorsiones en un aula (de hecho, la Comunidad de Madrid acaba de prohibirlos), pero… hasta ahí podemos leer.

Hijos bajo la lupa

Contratar a un detective o investigador privado se está imponiendo como una peligrosa moda entre muchos padres para ejercer una vigilancia sobre sus hijos. Los resultados están casi garantizados, pero ¿resulta ético desde un punto de vista pedagógico? Y lo más importante, ¿resulta eficaz para el aprendizaje del hijo?

Autor: María del Carmen García

El detective espera bajo un ventilador de aspas con los pies encima de la mesa y una barba de cuatro días sobre la cara. Observa las leves manchas de su gabardina cuando de repente suena el teléfono. Siguiendo esta trama, lo lógico sería esperar la llamada de una mujer desesperada o de un oscuro y anónimo interlocutor. Sin embargo, cada vez más agencias de investigación reciben peticiones de clientes con una orden concreta, la de vigilar a su propio vástago. A pesar de la discreción que siempre rodea a este tipo de ocupaciones, algunas agencias consultadas, como las madrileñas Agencia Cárdenas o Adip Detectives reconocen como habituales este tipo de servicios.
Método-3, una agencia de detectives con sede en Barcelona (aunque operan a nivel nacional) no es ajena a esta moda y también han hecho de forma habitual seguimientos a jóvenes por encargo directo de sus padres. Este tipo de actuaciones, reconoce el detective de la agencia catalana Francisco Marco, suelen venir de clientes que ya han contratado con anterioridad los servicios de alguno de los investigadores o criminólogos de Método-3 para servicios relacionados con la empresa privada, y que ahora utilizan sus servicios de forma particular para vigilar a sus hijos.

UNA FUERTE SOSPECHA

Por lo general, un padre justifica este tipo de encargos en una fuerte sospecha sobre su hijo, habitualmente relacionada con el absentismo escolar o con el consumo de drogas. Los padres –en ocasiones al contrario que los propios detectives– consideran estos motivos lo suficientemente graves como para recurrir a estos métodos de control. Dependiendo del motivo de la sospecha, el seguimiento por parte de estos profesionales se realiza durante los periodos lectivos en caso de absentismo o en el tiempo de ocio (fines de semana), donde el detective frecuenta los ambientes del chico para tratar de confirmar las sospechas de los padres. Estos seguimientos tienen una duración media de tres días, una vez pasados los cuales el detective entrega lo que en su argot se conoce como un “informe puro”, convenientemente acompañado de fotografías o vídeos.
Las consecuencias psicológicas que para el niño pueda tener esta reciente moda no pueden todavía ser teorizadas, si bien desde el gremio de pedagogos y educadores se apunta a que contratar a un detective para seguir a un joven no es sino un tremebundo ejemplo de irresponsabilidad parental que no puede sino empeorar, en algunos casos de manera definitiva, la relación entre la cabeza familiar y sus vástagos.
Paralelamente, muchas agencias de investigación comienzan a hacer su agosto al haber vislumbrado un nuevo filón en este seguimiento juvenil. Las tarifas por uno de estos seguimientos (recordemos que de tres días) oscilan entre los 400 y los 750 euros diarios, dependiendo de si se contacta con un detective por libre o con una agencia. Es un precio alto que muchos padres están dispuestos a pagar por una verdad tangible y absolutamente empírica acerca de su hijo.
Contrastando las opiniones de los profesionales de la pedagogía, que sólo recomendarían esta medida en caso de que la vida del joven corriera auténtico peligro contra la frivolidad de muchos padres que, alertados por el boca a boca, deciden emprender tan arriesgada empresa, es a todas luces el joven quien tiene todas las posibilidades de, al igual que una hormiga puesta bajo una lupa al sol, acabar ardiendo hasta carbonizar la confianza con sus progenitores. Elemental, querido padre.


MOTIVOS Y PROBLEMÁTICA DE LA VIGILANCIA

• Los padres tienen una fuerte sospecha sobre alguna conducta de sus hijos que no ven adecuada o, por motivos laborales, están habituados a utilizar los servicios de un detective privado.
• El gremio de pedagogos y educadores considera esta práctica como un tremebundo ejemplo de irresponsabilidad parental que puede terminar con la confianza y empeorar las relaciones familiares.

"La enseñanza es la fregona de las profesiones"

Su infancia transcurrió en Irlanda, como relató magistralmente en Las cenizas de Ángela, pero años después emigraría a Nueva York, donde impartió clases en institutos de enseñanza secundaria durante nada menos que treinta años. Es sincero al decir: «En lugar de enseñar me dedicaba a contar historias, cualquier cosa con tal de mantenerlos callados y sentados. Ellos pensaban que les estaba enseñando. Yo pensaba que les estaba enseñando. Pero estaba aprendiendo».

Autor: Marta Serrano

El autor de Lo es y Las cenizas de Ángela es padre y abuelo. Hijo de inmigrantes irlandeses, tras una infancia llena de penurias  trabajó en Nueva York tres décadas como profesor. Hoy vive entre Nueva York y Connecticut. En esta entrevista aporta su visión sobre cuáles son las claves para la integración de los alumnos de origen extranjero, que cada vez son más en nuestro sistema educativo.

P. ¿Qué dificultades cree que deben vencer en España  los alumnos de origen extranjero?
R. Normalmente cuando en Estados Unidos se habla de integración, se habla de blancos y negros, y no es lo mismo que en España, sobre todo si hablamos de alumnos de origen iberoamericano. En cualquier caso, siempre que uno se traslada de un país a otro hay que hablar de asimilación, de encajar… En mi caso fue encajar las vivencias de un país pobre como Irlanda, católico, etc.,  en otro como Estados Unidos, que es un país rico, y con las particularidades de vivir en Nueva York. Entonces tuve que aprender muchas cosas sobre la comida, también aprender a sobrevivir y saber moverme en el metro, los autobuses, etc. Y también aprendí una forma diferente de hablar. Todo era diferente. En España por lo menos, cuando un alumno llega desde Colombia o México conoce la lengua.

P. ¿Y si no se domina la lengua, ¿qué debe hacer un profesor para ‘encajar’ a esos alumnos?
R. Debe utilizar la música. Cualquier tipo de música, la que a él le guste y también los cuentos infantiles. Mira, yo tenía un amigo americano que quería aprender irlandés y le llevaba a las librerías con cuentos para niños en irlandés porque si los niños pequeños son capaces de aprender enseguida un idioma, ¿por qué no los mayores? Los cuentos, como la música, ayudan… en general todo tipo de enseñanza que se convierta en algo divertido sirve. También se puede utilizar la gramática, por supuesto, pero los chavales muestran más resistencia a la gramática formal, a las clases de Lengua, que les seducen menos. Es mejor tratar de disuadirles con otras cosas y que aprendan prácticamente sin darse cuenta.

P. Las revueltas francesas del año pasado y los movimientos juveniles de bandas urbanas que vivimos actualmente,  ¿podrían evitarse o cree que irán a más?
R. Los franceses han querido terminar con cualquier tipo de símbolos religiosos en las escuelas, pero en realidad no estamos hablando de símbolos… ¿O es una cuestión en contra de los musulmanes? Si fuera una cuestión de símbolos también se prohibía llevar una cruz católica colgada al cuello. Es decir, no veo cómo se puede impedir que la gente lleve puesto símbolos de su propia religión. Cuando yo daba clase en un instituto de Nueva York los chicos negros llevaban sombrero y los profesores querían que se los quitasen. Pero ellos decían que se los quitarían cuando los judíos se quitaran la quipa… La quipa es un símbolo religioso y el sombrero no. Creo que hoy ese debe ser un debate superado. Algo cultural. ¿Por qué hay que decir lo que se puede llevar y lo que no?

P. Según relata en El Profesor, su método pedagógico en las clases de creación literaria siempre ha consistido fundamentalmente en contar historias. ¿Es partidario de que el profesor sea una especie de autoridad en el aula o debe ganar a los alumnos a través de sus clases?
R. Cuando uno habla de disciplina suena a algo muy serio. Si nosotros empezamos la clase cantando, por ejemplo, una canción, es disciplina, pero no es algo desagradable.
Creo que se habla demasiado de disciplina en lugar de hablar de  lo agradable que es aprender y el proceso de aprendizaje para profesores y alumnos. No digo con esto que el aula se convierta en un teatro o en un  patio de juegos. Pero creo que sí se pueden utilizar elementos de las artes escénicas junto a otros más tradicionales.

P. ¿Hasta qué punto educa a su juicio la familia? ¿Y el colegio?
R. Es difícil separar un mundo de otro porque creo que los niños se miran mucho en el ejemplo de sus padres. Si los niños ven que sus padres leen, leerán. Y si ven a sus padres todo el día peleándose, se llevarán una idea equivocada del matrimonio. No se puede establecer ninguna ley. Todo eso va en el proceso de aprendizaje, en el proceso educativo.

P. ¿Qué es un proceso de aprendizaje? ¿Cómo lo definiría?
R .Creo que es algo que ante todo se tiene que disfrutar tanto por parte de los profesores como de los alumnos. Creo que hoy en día la mayor parte de las clases están muertas. No hay ninguna pasión, ningún sentimiento… Y a los profesores les da miedo jugar, es decir, tener una actitud más lúdica en las clases por miedo a que recaiga en ellos el peso de la burocracia. Se tienen que limitar a las normas, al programa, etc.

P.¿Qué necesita el profesorado hoy en día para recupera el estímulo y la ilusión por su profesión?
R. Hoy la enseñanza es la fregona de las profesiones pero a los profesores, fundamentalmente, les tiene que gustar lo que enseñan.


TEACHER MAN

Teacher man es el original de El profesor (Ed. Maeva, 2006), un libro con un trasfondo autobiográfico que tendrá próximamente una versión cinematográfica según ha afirmado el propio autor.

El apoyo escolar, más que un complemento

¿Cuántas veces te has entrevistado con el tutor de tu hijo? ¿Es suficiente? A veces no tenemos claro cómo y cuándo debemos dirigirnos al centro donde estudian nuestros hijos, pero es importante acudir cada cierto tiempo.

Autor: José María Lahoz García

 
En más de una ocasión he escuchado excusas como éstas de los padres de mis alumnos: “No hemos venido antes para no molestar. Como parecía que no había problemas, no queríamos hacerles perder tiempo. Ya sabemos que tienen mucho trabajo…”.
Lo cierto es que el contacto periódico con el centro educativo es algo fundamental para que tu hijo aproveche al máximo las oportunidades educativas que se le ofrecen, ya que: la educación de nuestros hijos es un trabajo conjunto que realizamos junto con sus profesores, por tanto es absurdo llevarlo a cabo sin la comunicación y coordinación necesarias; conocer el centro y hablar con los profesores nos permite disponer de más datos para valorarlo; además, es un medio de formación a nuestro alcance y, por si fuera poco, cada vez que hablamos con el tutor se produce una especie de motivación mutua que hace que, tanto nosotros como nuestros hijos y el mismo profesor, dediquemos más atención e interés a la tarea que nos ocupa. 
Es recomendable entrevistarse una vez por trimestre, preferiblemente unos días después de recibir las notas. A principio de curso, lo razonable sería acudir a mitad del trimestre. No obstante, si algún acontecimiento nos hiciera sospechar que nuestro hijo puede tener un problema, valdría la pena contactar por teléfono con el tutor y valorar con él si es conveniente vernos. De todas maneras, no abuses de este recurso. No hace falta entrevistarse con el tutor si puedes resolver el problema por teléfono. Tampoco hace falta que llames por teléfono si puedes resolver el problema con una nota, y no es necesario que escribas una nota si tu hijo puede resolver la cuestión por sí mismo.

ENTREVISTA

Vale la pena concertar la entrevista con tiempo para que el tutor tenga ocasión de prepararla convenientemente.
Además de los datos que ya tenemos, es útil, durante los días previos a la entrevista, observar en nuestro hijo detalles como el tiempo semanal que dedica a hacer sus deberes y a estudiar, la calidad de los trabajos escritos que realiza en casa, las dificultades que encuentra, el cumplimiento de sus tareas domésticas, qué hace en su tiempo libre y su estado de ánimo. El día anterior a la fecha fijada es prudente que los padres dediquéis algún tiempo a preparar la entrevista de manera conjunta y que toméis nota de los temas que queréis abordar, de las informaciones que queréis transmitir y de las preguntas que os interese hacer.
Es fundamental asistir a la entrevista, tanto si es un encuentro rutinario como si es una petición del centro, con el convencimiento de que asistimos a una reunión con un colaborador. Sólo si la entrevista tiene lugar en un ambiente de confianza podrá dar los frutos deseados.
Para contribuir al buen ambiente, es interesante comenzar hablando de los temas más satisfactorios para ambos y abordar más tarde los asuntos más desagradables o peliagudos. En cualquier caso hay que intentar que la entrevista discurra en un tono amable y respetuoso, aun cuando las informaciones que recibamos no sean tan halagüeñas como desearíamos.
Es aconsejable llevar escritos los temas que queremos tratar y no dar oportunidades al olvido.
Lo más importante es acabar la entrevista con algunos propósitos concretos y, si es posible, llevárselos anotados. Una vez en casa hemos de conseguir mantener vivos los propósitos y valorar su eficacia en la siguiente reunión.