Aulas de celuloide: la educación en la gran pantalla

No hay aspecto de nuestra sociedad
que no haya sido trasladada
al espejo deformante del celuloide,
y desde luego la educación
no podía ser una excepción. En
los más de cien años que cuenta el
séptimo arte, maestros y alumnos
han deambulado con mayor o menor
fortuna por la gran pantalla,
dejándonos

Autor: padresycolegios.com

CINE “DE INSTITUTO”.
Si de recaudación y número de títulos se trata, sin duda la comedia estudiantil norteamericana es el subgénero de cine de escuela por excelencia. Ya sea un musical para todos los públicos como High School Musical o un desparrame al estilo American pie, las películas “de instituto” han popularizado un universo de estereotipos sobre la educación americana fácilmente reconocible para los espectadores de todo el mundo: animadoras, bailes de fin de curso, segregación por nivel de popularidad, estudiantes europeas de intercambio… Aunque el colegio es el escenario del argumento, la educación en sí suele carecer de importancia. Se está en clase porque se tiene que estar, mientras se persigue el verdadero objetivo: el sexo opuesto, encontrarse a sí mismo y divertise lo más posible.

AULAS REPRESORAS.
La contrafigura de las animadoras y quarterbacks de Desmadre a la americana son los adolescentes desorientados de El club de los cinco y Movida del 76, que parecen culpar a la escuela de intentar dirigirlos ha replicar la vida de sus padres. Probablemente sea ésta la principal acusación que el cine ha dirigido en ocasiones contra la escuela, la de no dotar a los alumnos de los mecanismos necesarios para superar los problemas a los que deben enfrentarse, personales o sociales –la escuela pública francesa en Hoy empieza todo– o de actuar por acción, omisión o incapacidad como correa de transmisión de un conservadurismo que impide progresar al alumno y a la sociedad, como la moral cuasivictoriana de los internados de Cero en conducta y Picnic en Hanging Rock, o el elitismo de las escuelas privadas de la chilena Machuca y la británica If.
Si el protagonista no acierta a enfrentarse a su suerte o el sistema educativo fracasa, el resultado es la frustración de las espectativas (St. Elmo), el abandono escolar (Padre, patrón), la marginación (Los 400 golpes, Diario de un rebelde) o la violencia (If, Semilla de maldad, Elephant).

EL MAESTRO COMO HÉROE.
En el cine normalmente la solución a los problemas de la enseñanza no viene de un cambio del sistema educativo, sino de la acción individual del maestro. Armado de idealismo y de una noción de la enseñanza como misión social, el profesor-héroe se enfrentará a los defectos del sistema, la desidia de las autoridades, la realidad social de sus alumnos, el status quo de las bandas de pandilleros y la pérdida de vocación de sus compañeros para salvar un colegio (Las campanas de St. María), intentar sacar del agujero a sus estudiantes (Mentes peligrosas) o facilitarles la única posibilidad de redirigir su vida en la vía correcta (La ciudad de los muchachos). Quizás sea el Robin Williams de El club de los poetas muertos el más célebre de los maestros- héroe, contraponiéndose su visión basada en la estimulación del autocrecimiento del estudiante al rutinario sistema del colegio privado donde trabaja. Más próximos, y por realistas más heroicos, son los profesores franceses Daniel de Hoy empieza todo y López de Ser y tener, dos las mejores películas nunca realizadas sobre el mundo de la educación. Para otra ocasión, largometrajes patrios

LA LISTA DE PADRES
Desde luego, no están todas los que son ni son todas los que están, pero no podíamos ponerlas todas. Aquí tenéis la lista de PADRES sobre cine, escuelas y educación. Seguro que cada lector tiene la suya propia…

1. Cero en Conducta. Jean Vigó (1933).
2. Las campanas de Sta. Maria. Leo McCarey (1945).
3. Semilla de maldad. Richard Brooks (1955).
4. Los cuatrocientos golpes. Francois Truffaut (1959).
5. Los chicos del coro. Christophe Barratier (2004).
6. Ser y tener. Nicholas Phillibert (2002).
7. El club de los poetas muertos. Peter Weir (1989).
8. Movida del 76. Richard Linklater (1993).
9. El pequeño salvaje. Francois Truffaut (1970).
10. ¡Esto es ritmo! Sánchez y Grube (2007).
11. La ciudad de los muchachos. Norman Taurog (1938).
12. If… Lindsay Anderson (1968).

Cumpleaños a golpe de papel y tijera

Cuando se acerque tu cumpleaños o el de algún familiar, resulta muy entretenido dedicar algunos ratos a preparar la decoración y los objetos necesarios para la fiesta.

Autor: padresycolegios.com

De este modo convertirás esa celebración en algo muy personal y de una manera muy económica, con materiales que seguramente tendrás por casa: vasos de plástico, servilletas de papel, palillos, pajitas, papel y cartulina de colores, revistas viejas, rollos de papel higiénico, gomets o pegatinas, rotuladores, tijeras, pegamento, etc. Puedes preparar una decoración muy variada, o bien elegir un tema o un color concreto sobre el que fabricar todos los adornos. A continuación te damos algunas ideas, aunque tú puedes inventar muchas más.

Fabrica coronas de cartón para todos tus invitados.

Puedes enrollar cada servilleta con una tira de cartón decorada.

Doblando en muchas veces un folio de color, puedes recortarlo de modo que al abrirlo tengas un mantelito para poner bajo cada plato o cada vaso, o para la tarta.

Decora los globos con rotuladores.

Utiliza rollos de papel higiénico para llenarlos con golosinas y luego envolverlos con papel cebolla como si fueran caramelos gigantes.

Decora los vasos por fuera, con pegatinas o gomets, y escribe el nombre de cada invitado. Haz figuras de papel (barcos, pajaritas…) para pegar en las pajitas.

Los pasteles o sándwiches pueden personalizarse del mismo modo, clavándoles un palillo decorado a modo de banderita, por ejemplo.

También puedes hacer carteles de cartulina con el nombre de cada invitado, y decorarlos con esas mismas figuras de papel, o con un caramelo, con recortes de revistas…

Y, por qué no, si no es tu propia fiesta sería un bonito detalle que tú mismo le hicieras una tarjeta de felicitación.

La marea bilingüe

Su simple mención ilumina los ojos de cualquier progenitor. Tradicionalmente ha sido el lujo
educativo por antonomasia, acervo exclusivo de los privados más elitistas, tan sólo un sueño
para la familia española media. Los tiempos cambian, y cada vez más colegios públicos
y concertados conceden la posibilidad de recibir asignaturas en otros idiomas. También se
estira la oferta de un tipo de centro en el que caben fórmulas pedagógicas de lo más diverso.

Autor: RODRIGO SANTODOMINGO

Muchos dudan de que el bilingüismo perfecto exista. Ni siquiera entre los hijos de inmigrantes que manejan un idioma en casa pero recurren a otro al tratar con el resto de su entorno. Tampoco en comunidades plenamente bilingües, donde la fluidez y el dominio de los registros coloquiales nunca son idénticos en ambas lenguas. ¿Quién no se ha topado con personas que se consideran tales pero tienen deslices, expresiones o giros que chirrían en la audiencia que fue criada y educada en esa (y sólo en esa) lengua?
El término gana en complejidad cuando se aplica a un tipo de enseñanza. Nadie sabe a ciencia cierta qué es una educación bilingüe. El espectro oscila entre el currículum monolingüe (en idioma foráneo) con algún retazo en castellano propio de los colegios extranjeros en España, hasta los centros que enseñan en nuestro idioma pero refuerzan el aprendizaje lingüístico con actividades, viajes y, en ocasiones, licencias puntuales en determinadas asignaturas.
Entre medias, todo un surtido de centros que reparten su programación en dos (o tres) idiomas. Más inglés y menos castellano, o viceversa. Mitad y mitad más clases de alemán o francés.
Otros criterios disparan la diversidad en la oferta. ¿Profesores nativos o nacionales con nivel excelente? ¿Y qué es “nivel excelente”? En el patio y el comedor, ¿libertad o imposición expresiva?

BILINGÜISMO AMBIENTAL

Una muestra de la confusión que envuelve al término. Si uno mete en Google “colegio bilingüe”, como cuarta referencia aparece el “Caxton College”, en Valencia. “Nosotros no somos bilingües, somos un centro británico”, corrige su directora, Marta Gil.
El colegio tiene profesorado del Reino Unido e imparte en inglés todas las asignaturas salvo Lengua Española y Conocimiento del Medio. Aunque Gil matiza: “Lo que sí es bilingüe es el ambiente del centro, en los pasillos, a la hora de la comida. También algunas actividades extraescolares o deportivas se desarrollan en español. Lo que tampoco somos es un gueto británico”.
La apuesta del “Everest El Bosque”, en Villaviciosa de Odón (Madrid), confirma la heterogeneidad de fórmulas para abordar el bilingüismo. En Infantil, 50% en inglés y 50% en español. Y en Primaria (la Secundaria no es aún bilingüe), un tercio del currículum en inglés –Science, Plástica y propiamente Inglés–, y el resto en español. Mayoría de profesores nativos, pero no todos.
Quizá el modelo que más interrogantes suscita lo encontramos en los programas bilingües que han implantado regiones como Madrid o Andalucía en la escuela pública. Salvo excepciones, los docentes son españoles. Muchos se quejan de que abundan aquellos sin soltura para enfrentarse a una sesión lectiva de casi una hora en un idioma distinto a su lengua materna.
“Es un camino ambicioso y un proceso a medio-largo plazo, claro que hay problemas”, reconocen desde la consejería de Educación andaluza. Su portavoz enumera no obstante una batería de medidas emprendidas para sortear los escollos que aparecen en la transición al bilingüismo.
Si tomamos la acogida de los padres como termómetro para medir las bondades de la Pública bilingüe, no hay duda de que el éxito ha sido rotundo. Las solicitudes de matrículas suben como la espuma, entre un 30 y un 50% cuando un centro adquiere la etiqueta bilingüe.
Puede que la clave pase, como dice la subdirectora del “Everest El Bosque”, Mar González, porque los centros den “información rigurosa para que los padres sepan a qué atenerse”.

TERESA REILLY DIRECTORA DE PROYECTOS BILINGÜES EN EL BRITISH COUNCIL ESPAÑA

P. ¿Cambia el significado de bilingüe cuando hablamos de un tipo de educación y cuando decimos que una persona lo es?
R. Hay una necesidad de clarificar el significado de la palabra. Educación bilingüe es la enseñanza de asignaturas no lingüísticas en un idioma distinto del materno. El objetivo es llegar a tener competencia comunicativa en el segundo idioma, lo que llamamos bilingüismo funcional. Es decir, la habilidad suficiente para que cuando los alumnos lleguen a los 14-16 años, se sientan muy cómodos aprendiendo en ese segundo idioma.
P. ¿Y ese bilingüismo funcional es diferente del, por así decirlo, real, cuando una persona se maneja con igual soltura en dos idiomas?
R. No existe el bilingüismo real. Hay muchísimas definiciones de bilingüismo y todas valen.
P. Esta multiplicidad de definiciones, ¿crea confusión a los padres que piensan matricular a sus hijos en colegios que se autodenominan bilingües?
R. Yo puedo hablar de los colegios públicos con los que trabajamos nosotros, y le diré que los padres están encantados, no tienen ninguna duda de que sus hijos tienen una serie de ventajas muy por encima de lo normal.
P. ¿Es preferible que los profesores de los colegios bilingües sean nativos?
R. Hay muchas opiniones, la mía es que no necesariamente. Lo que tienen que tener los profesores es unos conocimientos muy especializados en el área que imparten y un nivel de idioma muy alto para sentirse cómodos dando la clase en ese idioma. También tienen que tener la disposición de entender y apoyar a los niños que están haciendo el esfuerzo de ser bilingüe.
P. Respeto a la fiebre de los colegios públicos bilingües, ¿se están haciendo bien las cosas? Los casos de Andalucía y Madrid presentan diferencias notables.
R. No hay una única forma correcta de llegar al mismo fin. Yo creo que ambas lo están haciendo muy bien.
P. ¿Piensa que en España hemos tomado finalmente consciencia de nuestro retraso en el aprendizaje de idiomas respecto a otros países de Europa?
R. Yo no entiendo por qué se habla de retraso. Si hablamos de los países nórdicos, hay que recordar que ellos tardaron 50 años en conseguir lo que ahora todos admiramos. Y si hablamos por ejemplo de Francia, no estoy de acuerdo en que haya retraso. El problema es que las encuestas de conocimiento de idiomas se hacen sobre personas mayores de 18 años. Pero hay muchos chavales de 14-15 años que tienen un nivel excelente. Espere algunos años.

A LA HORA DE ELEGIR COLEGIO

Si piensas matricular a tu hijo en un colegio que se autodenomina bilingüe, lo ideal es que atiendas a una serie de cuestiones para evitar posteriores desengaños.

Ante todo, la variedad de oferta. Bilingüe puede ser un colegio que sigue el currículum de un país extranjero y en el que la inmensa mayoría de asignaturas son en el idioma de ese país (aquí el bilingüismo toma sentido en horario no lectivo, en el patio, el comedor…). Luego están los que reparten las clases en dos idiomas según diferentes fórmulas (fifty-fifty, 30% en uno-70% en el otro, etc.). Por último, aquellos que refuerzan el aprendizaje de idiomas pero no en asignaturas no lingüísticas, sino mediante actividades, intercambios, etc.
 Bueno es que el centro cuente con un gabinete que coordine el enfoque bilingüe que oferta.
Pregunta sobre el profesorado. ¿Es nativo? Y si no lo es, ¿qué acredita su dominio en la lengua en la que va impartir sus clases?
 No olvides que aprender en otro idioma supone un sobreesfuerzo para tu hijo.

PÚBLICOS BILINGÜES

ANDALUCÍA

El objetivo de la Consejería de Educación destila una ambición desbocada: nada menos que uno de cada dos centros públicos (colegios e institutos) bilingües en 2012. Por el momento ya son 389 (190 colegios y 199 institutos, normalmente cercanos unos de otros para que el alumno pueda continuar con la enseñanza bilingüe cuando pasa a Secundaria). La mayoría apuesta por el inglés, pero también existen algunos que han preferido optar por el francés o el alemán. Se imparte al menos un tercio de asignaturas en la lengua extranjera, nunca Lengua o Matemáticas. Tras una selección, los profesores reciben refuerzos en las escuelas oficiales de idiomas y mediante estancias en el extranjero.

MADRID

En principio estaban previstos 110 colegios de Primaria, pero la declarada anglofilia de la presidenta Esperanza Aguirre ha hecho que su proyecto educativo estrella se extendiera finalmente a 147 centros. Todos son hispano-ingleses, sin cabida para otros idiomas. Al igual que en el caso andaluz, se da en inglés un tercio del currículum (excluidas Lengua y Matemáticas), siendo las preferidas Conocimiento del Medio, las enseñanzas artísticas y Educación Física. Para los docentes (con buen nivel previo), clases de refresco intensivo en el Colegio Británico de Madrid y un mes en una universidad del Reino Unido.

OTRAS COMUNIDADES

Navarra, País Vasco, Castilla y León, Galicia, Asturias… La buena nueva es que no tener un proyecto bilingüe para la escuela pública se ha convertido en una deshonrosa excepción entre las comunidades españolas. La diversidad de fórmulas y ritmos de implantación resulta casi inabarcable. Como curiosidad, las regiones con dos lenguas oficiales han rizado el rizo con los colegios “trilingües”.

¿Es mi hijo una persona insegura?

La seguridad en uno mismo no es una cualidad innata
que poseen algunas personas. Más bien es una consecuencia
del nivel de autoestima conseguido. ¿De qué
factores depende la autoestima en un niño? ¿Cómo podemos
los padres incrementar el nivel de autoestima
de nuestros hijos?

Autor: JOSÉ MARÍA LAHOZ GARCÍA

La imagen de sí mismo, que empieza a construirse durante la infancia, y el grado de complacencia que le produce esta imagen son dos realidades que se irán modificando a lo largo de toda la vida en función de las nuevas experiencias, de la propia conciencia y de las nuevas reacciones que tengan los demás.
Las reacciones de las personas que son más importantes para el niño desde un punto de vista afectivo (padres, familiares, profesores o amigos), son las que producen más impacto en su autoestima. Estas personas actúan como espejos en los cuales el niño ve reflejada la imagen de sí mismo y, a través de ellas, se va conociendo y va percibiendo el grado de aceptación y aprecio que producen sus actuaciones y su propia persona. Es como si la imagen que ve reflejada apareciera distorsionada por los sentimientos y expectativas de la persona-espejo

PERSONAS-ESPEJO

Si los sentimientos son positivos, el niño recibirá un reflejo que le gustará, con el que se sentirá bien y que ayudará a aumentar su autoestima. En cambio, si los sentimientos son negativos, el reflejo que verá será feo, sin valor y no merecedor de cariño. Ese reflejo le causará dolor, rabia y provocará el rechazo a su propia persona y el descenso de su autoestima.
Es muy importante tener en cuenta que la percepción que tienen los niños de las reacciones de sus padres no se alimenta exclusivamente de las palabras que dicen. Ni mucho menos. Los niños se dan cuenta de todo y valoran las actitudes que acompañan a las palabras, la atención sincera, la honestidad de los sentimientos y la verdad que esconden.
La exageración, por ejemplo, le hace sospechar que las personas le están engañando, que más que un espejo es una película, y ello le hace desconfiar de los sentimientos.

Cómo ayudar a tus hijos a hacer memoria

Un 6% de los alumnos sufre alteraciones de memoria
que afectan negativamente a su desarrollo y aprendizaje.
Potenciar la memoria de los estudiantes más jóvenes
es conveniente desde la misma etapa prenatal.

Autor: MARTA SILVERA ROIG

Los trastornos de aprendizaje y los trastornos emocionales son, según los pedagogos, las principales causas del fracaso escolar. La estimulación temprana y un correcto seguimiento para identificar dificultades específicas son esenciales a la hora de hacer frente a las dificultades cognitivas ante el estudio, pero ¿tienen en cuenta padres y docentes todas las posibilidades poniendo cuidado en no confundirlas? La experta en neuropsicología infantil Ana María Soprano afirma que, en ocasiones, las dificultades en el estudio se atribuyen erróneamente a un déficit de atención o falta de interés; sin embargo, estas dificultades pueden ser ocasionadas por un problema de memoria.

EDUCAR Y ESTIMULAR

La neuróloga, doctora del Hospital Nacional de Pediatría Garrahan (Argentina), asegura que un 6% de los alumnos sufre alteraciones de memoria que dificultan sus estudios. Tal y como explicó en su conferencia impartida este año en los seminarios prácticos de formación para profesionales de la Universidad de Navarra los niños deben desarrollar y estimular la memoria desde pequeños como uno de los pilares de su desarrollo mental.
Según la especialista, las causas de los trastornos de memoria son diversos “e incluyen los traumatismos craneoencefálicos, el síndrome alcohólico-fetal, el bajo peso al nacer y el retraso mental, entre otros”, aunque en niños con enfermedades neurológicas el déficit de memoria es aún más frecuente –es el caso de las epilepsias. No obstante, y a pesar de que la memoria se describe como innata, esta puede mejorarse.

DESPERTANDO SU INTERÉS

¿Cómo mejorar la memoria de los jóvenes estudiantes? La doctora explica que padres y profesores pueden y deben ayudar al desarrollo de habilidades útiles y eficaces induciendo a los niños desde pequeños a prestar atención a lo que ven u oyen y a establecer asociaciones con lo ya conocido, “es muy importante entusiasmarlos y motivarlos para que se interesen por un tema y profundicen en él, buscando información en internet, libros y revistas de la biblioteca familiar o escolar”.
Los especialistas coinciden en destacar la importancia de enriquecer y potenciar el desarrollo mental del niño desde la más temprana edad –e incluso desde un estado prenatal mediante la información que reciban de los profesionales de la salud. Es importante que los padres conozcan las diferentes formas de estimular el desarrollo cognitivo del niño; partiendo de una base de afecto y serenidad existen multitud de técnicas para este fin. La recapitulación de anécdotas, los cuentos, las descripciones y los juegos permiten a padres y docentes ser muy creativos a la hora de nutrir la capacidad de memoria de los niños. Siendo creativos y curiosos, los padres encontrarán juegos y trucos efectivos que despierten el interés de los pequeños y conseguirán así que las actividades creadas para estimular su memoria sean eficaces.

BERNHARD BUEB, el pedagogo más polémico de Alemania. "El objetivo de toda educación es enseñar autodisciplina "

Elogio de la disciplina, del ex-director del prestigioso internado alemán «Salem»
(allí estudió cinco años la Reina Sofía), es un alegato contra el laissez faire
educativo en un país que aún se escandaliza frente a cualquier propuesta que
remita, siquiera lejanamente, a la barbarie del nazismo. Su edición germana ha
sido un rotundo éxito de ventas. Entre viaje y viaje, Bernhard Bueb nos recibió sin
prisa en los pasillos del Aeropuerto de Frankfurt.

Autor: RODRIGO SANTODOMINGO

P. De la noche a la mañana usted se ha convertido en un personaje popular. ¿Cómo lleva la fama?
R.
Es algo a lo que no estaba acostumbrado en absoluto. Ahora me invitan a la televisión, la radio, me ofrecen colaboraciones en el Bild Zeitung [el periódico más vendido en Europa]… En Alemania se han vendido 160.000 ejemplares de mi libro, muchísimo para una obra de estas características. También se ha traducido a siete idiomas, con gran éxito en el mercado italiano, en Corea… Cuando escribí el libro pensé que el problema que planteo, el desprestigio de la disciplina en la educación, era propio de Alemania, pero parece que se reproduce en todos los países con buen nivel de vida.
P. También la reacción a esa pedagogía derivada de mayo del 68 empieza a adquirir visos de movimiento internacional. En Francia quieren que se vuelva a llamar al profesor de usted, y en España mucha gente habla en términos parecidos.
R.
Sí, eso parece. Me han comentado que algo similar ocurre en Italia. Y en Suiza, un país donde nunca pensé que hubiera problemas de disciplina. He dado muchas conferencias allí, están muy interesados en mis tesis.
P. En el caso concreto de Alemania, usted culpa al nazismo de haber provocado un rechazo social absoluto a cualquier noción de respeto, orden o autoridad.
R.
Y lo curioso es que ahora mis críticos me acusan de nazi. Dicen “mírale, propone obediencia y autoridad, igual que los nazis”. Aquí sigue habiendo reacciones muy emocionales, se hacen asociaciones automáticas. También están los que afirman lo contrario, ¿sabe?, “gracias a Dios que alguien tiene la valentía de levantarse contra toda esta locura”.
P. Su libro contiene por otra parte grandes dosis de relativismo. Insiste en que en educación no hay recetas universales, incluso aboga por que, llegado el caso, los educadores admitan ante sus hijos o alumnos que se han equivocado.
R.
Mucha gente ha opinado sin haber leído el libro. Los que me critican han leído algunos fragmentos. Y los que me alaban, otros. Parece que haya escrito dos libros en uno. Repito que en Alemania sigue habiendo reacciones muy poco racionales. Hace poco una presentadora de televisión sugirió que las mujeres debían ocuparse más de sus hogares y le ocurrió algo parecido: al día siguiente todos los periódicos la tildaban de nazi. ¡Y no es alguien importante en absoluto! 62 años después, la guerra sigue estando muy presente.
P. Es algo que sorprende. Desde fuera muchos percibimos que los alemanes ya tuvieron su momento de reflexión, culpa y arrepentimiento, que el nazismo está superado.
R.
Le diré algo. La mayoría de los que se oponen a mis tesis son gente mayor, por encima de los 50 años. Los jóvenes no hacen este tipo de asociaciones, no tienen problema en admitir que hace falta más disciplina. Quizá en 10 ó 20 años se podrá hablar de estas cosas sin ser acusado de nazi.
P. ¿Se ha sentido políticamente utilizado? ¿Le han convertido los conservadores en su portavoz educativo?
R.
 Yo soy conservador, pero no tanto como parezco. Por ejemplo estoy a favor de que la escuela esté abierta por las tardes, con actividades obligatorias, para favorecer la integración de los alumnos inmigrantes, que en Alemania, sobre todo los turcos, siguen teniendo problemas de idioma incluso en las segundas generaciones. Es una idea que defienden los socialdemócratas. Cuando publiqué el libro, los conservadores pensaban: “éste es nuestro hombre”, y ahora no están tan seguros… Esta es mi ventaja: ser un espíritu libre es muy útil cuando uno habla de educación.
P. Recomienda a los padres que no discutan o argumenten con sus hijos sobre cosas cotidianas, tipo la hora de irse a la cama o las golosinas que pueden comer. Que reserven sus energías para temas más importantes que sí requieren un diálogo.
R. Los padres y profesores actuales pierden muchísimo tiempo discutiendo sobre asuntos nimios. Ves a niños que no saben comportarse en lugares públicos, que hacen ruido, arman escándalo, y los padres argumentan y argumentan. Es agotador. Los adultos no nos comportamos así en nuestras relaciones: si viene la policía, uno obedece a la primera. Pero si le dices a un niño “¡estate quieto!” , los demás piensan “¡oh!, ¡le vas a partir el alma!, ¡le vas a crear un trauma!”.
P. Paradójicamente, hay quien apuesta por importar la democracia a la escuela o la familia, pero nunca plantearían darle a un niño de 12 años el derecho al voto u otros derechos civiles o políticos, hacerle partícipe del ejercicio democrático en la esfera pública.
R.
A las viejas democracias como Gran Bretaña o Estados Unidos nunca se les ocurriría democratizar la escuela. Y sus ciudadanos son plenamente democráticos cuando llegan a la edad adulta. Cuando tú pides a un chico de 15 años que elija a alguien, no puedes pretender que tenga la capacidad de ver con suficiente distancia sus problemas. Es algo que observé infinidad de veces en mi experiencia en el colegio interno, sobre todo con las normas sobre consumo de alcohol.
P.Uno tiene la impresión de que defiende la disciplina más como un concepto a asimilar en el proceso formativo que como un estilo de educar. Que no cree en el profesor o el padre ultra-severo que infunde miedo. Más contenido que forma.
R.
El objetivo de toda educación es enseñar autodisciplina. Empieza con la disciplina –hay que decir al niño lo que tiene o no tiene que hacer–, pero el éxito llega si el joven comprende que hay que ser autodisciplinado para tener éxito. Muchas veces hay que forzar a los hijos o alumnos a hacer cosas, algo inconcebible para mucha gente que piensa que, en caso de imponer, luego tendrán que pagar un psicólogo para curar los traumas que le han creado al niño.
P. En su obra, disciplina y amor aparecen como la pareja perfecta de una buena educación.
R.
Tienes que amar a los niños. Un padre o un profesor estricto que no ama a los niños es peligroso. La gente me dice que animo a este tipo de educadores, en fin, no creo que vayan a cambiar por haber leído un libro… Lo que sí puedo hacer es ayudar a aquellos que dudan sobre cuál es la forma correcta de educar. Ayudarles a reflexionar, no darles una receta que no poseo.
P.Usted es un ferviente defensor de los internados como lugar idóneo para recibir una educación integral, para hacer más fácil y natural el tránsito entre la disciplina y la autodisciplina. En España muchos lo siguen viendo como un lugar de castigo.
R.
Sí, sé que en España el panorama de colegios internos es muy pobre. ¿Sabía que su reina, Sofía, estuvo en “Salem” cinco años? Del 1950 a 1955, yo aún no estaba allí. Luego ha vuelto unas cinco o seis veces a visitarnos, la última hace aproximadamente un año. Ella cree profundamente en los internados.
P. ¿Le han contado qué impresión dejó?
R.
La de una persona muy educada y humana que se hacía querer. Muy simple en su estilo de vida, nada arrogante.