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Dos de cada tres cree que las medidas anticrisis sólo benefician a los bancos

El 62% de los españoles creen que las medidas anticrisis anunciadas por Zapatero benefician sólo a los bancos. Mientras, sólo un exiguo 4% piensa que las medidas tomadas por el Gobierno en los últimos meses para hacer frente a la crisis beneficia a las familias. Un 5% más opinan que benefician a ambos.

José M. Lacasa
El Barómetro de la Familia de PADRES ha realizado por segunda vez algunas preguntas sobre lo que las familias opinan sobre la crisis económica: si en mayo el 54% de los españoles creía que la situación económica del país era mala, en noviembre ya lo piensan el 63%, mientras que sólo un 2% opinan que es buena.

En el resto de cuestiones sobre la percepción de la economía en la propia familia o de las previsiones de cambio, no hay cambios significativos que la encuesta permita detectar, aunque se sigue viendo la coyuntura con preocupación: el 18% piensa que la situación económica de su familia es mala, el 57% regular y el 25% que es buena, circunstancia que no ha variado sustancialmente desde mayo pasado hasta hoy, pese al aumento de percepción de la crisis general.

Además, a pesar de que ya han pasado seis meses, son pocos los que tienen esperanza en que la crisis se habrá atenuado dentro de un año: casi la mitad piensan que España estará peor dentro de ese tiempo, por sólo un 20% que creen que mejorará. La visión familiar no es tan negativa, y se queda en los grises: el 55% opina que estará igual, mientras que pesimistas y optimistas están repartidos, pues un 21% cree que en doce meses estará peor y un 18% que mejor.

Los datos pertenecen al Barómetro de la Familia, elaborado por GAD (Gabinete de Análisis Demoscópico) para PADRES, encuesta cuyo universo son todos los españoles mayores de 16 años. En esta oleada los datos se han extraído de 870 entrevistas telefónicas realizadas en noviembre de 2008, y el error es de ±3,3% para un intervalo de confianza del 95% y p=q=50.

Medidas del gobierno
A juzgar por los datos de la encuesta, los españoles no sienten que las medidas tomadas por el Gobierno para paliar los efectos de la crisis beneficien a las familias, sino sobre todo a los bancos. Así, el 62% de los españoles piensa que estas disposiciones benefician más a los bancos, por un 12% que opina que ayudan más a las empresas. Son los mismos, algo más de un 5% en cada caso, los que piensan que benefician a todos y a ninguno, y tan sólo un pequeño 4% son los que creen que favorecen sobre todo a las familias. El 11% restante no sabe o no contesta. No hay diferencias significativas por el sexo de los encuestados, ni en función de si estos tienen o no hijos.

Dislexia ¡Me bailan las letras!

Muchos padres de niños disléxicos ven cómo el colegio no atiende las necesidades de sus hijos y son éstos quienes están pagando a nivel escolar y psicológico las carencias del centro. Lo cierto es que precisan ayuda y lo mejor es buscarla en asociaciones que asesoran tanto a las familias como a los centros a través de programas como Ceiap, para normalizar la situación del alumno disléxico en Baleares, o DEA, presentado por la Consejería de Educación canaria para la detección temprana e intervención en casos de dislexia, disgrafía y discalculia.

¿Cómo darte cuenta de que tu hijo es disléxico si el profesor no lo nota? “Existen una serie de indicadores de riesgo que pueden poner en alerta a la familia durante la etapa infantil y que abarcan tanto aprendizajes como integración de hitos de desarrollo. Son dificultades de asociación entre el sonido y la letra, al escribir su nombre, en la expresión verbal o en aprendizajes básicos como los colores y las formas. Los niños disléxicos confunden los términos temporales y dicen ‘vamos a cenar’ cuando es hora de comer. También pueden presentar torpeza a la hora de abotonarse o vestirse, y tienden a despistarse. No todos tienen las mismas áreas afectadas, pero, si coinciden varias, es importante estar alerta y pedir su valoración al maestro”, explica Helena Alvarado, especialista en diagnóstico de dislexia y directora del Centro de Desarrollo Infantil Creix .

Si bien un niño disléxico lo es siempre, alrededor de los 3 años es un momento clave para observar los aprendizajes asociados a la lectoescritura y poder percatarnos posteriormente de las dificultades directas que pueda tener. “Actualmente estamos diagnosticando a gran cantidad de adultos que no fueron detectados en su momento, unos con fracaso escolar y otros con éxito, lo que quiere decir que muchos consiguen llegar a las mismas metas escolares y profesionales que los demás gracias a sus capacidades intelectuales y a un entorno que favorece su adaptación, pero ello no significa que no sufran y que no tengan que hacer un sobreesfuerzo para alcanzar estas metas”, comenta la especialista.

Padres implicados
Según su experiencia como psicóloga infanto-juvenil y logopeda, Helena Alvarado Alonso recomienda trabajar en casa las letras y los sonidos, así como los juegos de rimas, imágenes que apoyen la expresión oral y escrita, y la utilización de material manipulable como plastilina para modelar letras, caracteres magnéticos en el frigorífico o jugar a adivinar letras dibujadas en la espalda. “Lo importante es que al niño disléxico la información le llegue por diferentes rutas –visual, auditiva, táctil…– y no sólo escrita”.

Conviene también saber que la dislexia a veces va acompañada de otros trastornos. Los más comunes son los de déficit de atención –1 de cada 3 disléxicos–, de motricidad, equilibrio y coordinación, y de cálculo, así como otros de tipo emocional derivados de la frustración que genera tener dificultades de aprendizaje.

Ante un diagnóstico de dislexia, los padres deben ponerse en contacto con el equipo de orientación para delimitar las ayudas metodológicas que precisa el niño y, si decidieran apoyarle con un terapeuta externo, éste debería coordinarse con el centro. También es recomendable contactar con una asociación de dislexia para informarse de las necesidades que van a tener, de recursos como los proyectos educativos presentados el mes pasado en el IV Congreso Nacional de Dislexia, y del marco legislativo de cada provincia ( www.fedis.org).

Entrevista a Iñaki Muñoz, Vicepresidente de la Asociación Dislexia y Familia

Más información. Consejos en el cole

Más información. Lee las conclusiones del IV Congreso Nacional sobre dislexia celebrado en noviembre y la entrevista con Helena Alvarado Alonso.

“Escuela y familia deben de trabajar coordinados”

P. ¿Qué logros se han conseguido en relación a la dislexia y cuáles son los próximos objetivos?
R. En el 2006 conseguimos que en la Ley Orgánica de Educación se contemplaran a los alumnos con necesidades específicas de aprendizaje, y en Baleares se está empezando a desarrollar. Nuestro objetivo es que no se quede en el papel, que sea una realidad en los centros, ya sean públicos, concertados o privados, y que se pueda acceder a un diagnóstico público, así como obtener ayudas económicas para el tratamiento.
P. Dislexia y Familia ha conseguido adaptar los exámenes de grado medio y superior en Baleares. ¿En qué consiste la medida?
R. La mayoría del alumnado disléxico necesita una adaptación metodológica o de acceso, sin tocar los contenidos curriculares. En este caso, las adaptaciones pueden ser solicitadas por el tutor, la familia o el alumno, si es mayor de edad, al Departamento de Orientación. Además, la Universidad de Baleares es la primera donde la Oficina de Apoyo a las Personas con Necesidades Especiales tiene en cuenta a las personas con dislexia y adapta los exámenes a sus necesidades.
P. ¿Qué proyectos educativos se están aplicando en los centros?
R. Desde Disfam, hemos elaborado el proyecto Ceiap –Conocer Entender Interiorizar y Aceptar Positivamente–. Este proyecto tiene como objetivo dar a conocer la dislexia, acercar a toda la sociedad al día a día de un afectado y sensibilizar a sus compañeros en las aulas para normalizar su situación. Nosotros recomendamos solicitar por escrito al centro una adaptación ‘no significativa’, así como ponerle en contacto con asociaciones como Disfam para trabajar de manera coordinada. Cualquier duda de la familia, el afectado o el docente será resuelta en el número de teléfono: 902 88 65 65 ó info@disfam.net.

Consejos en el cole

• No conviene separarle del grupo, ya que la metodología multisensorial que ellos precisan es favorable para todos, más vivencial y enriquecedora, aunque habrá que sentarle en las primeras filas para que el profesor le preste la mejor ayuda y comprobar siempre que ha entendido el material escrito recibido.

• Sus trabajos deben ser valorados por su contenido, no por los errores de escritura.

• El profesor debe recordar que el niño disléxico requiere más tiempo que los demás para terminar las tareas.

• Nunca hay que obligarle a leer en público por el mismo motivo que hay que evitar que se sienta ridiculizado.

• Se deben valorar sus progresos por el esfuerzo, no respecto al nivel de la clase.

• Conviene enseñarle a tomar apuntes con notas breves y evitar que copie mucho de la pizarra, usando fotocopias.

• El niño y sus compañeros deben entender que necesita ayuda a nivel metodológico –no de contenido dado que es inteligente–, para ponerle en igualdad respecto al grupo y que no se le está dando un trato de favor.

• Más consejos en Quince cuestiones básicas sobre la dislexia del Dr. Josep Artigas.

Entrevista a Helena Alvarado Alonso, asesora de la Asociación Dislexia y Familia

P. ¿Cómo puede un padre o una madre darse cuenta de que su hijo es disléxico, si el profesor no se lo comunica?
R. Existen una serie de indicadores de riesgo que pueden poner en alerta a la familia durante la etapa infantil y que abarcan tanto aprendizajes como integración de hitos de desarrollo, como por ejemplo, dificultades de asociación de sonido con la letra que corresponde, tienen dificultades para escribir su nombre, dificultades en la expresión verbal, problemas para integrar aprendizajes básicos (colores, formas) dificultades para orientarse en el tiempo y en el espacio (son niños que confunden los términos temporales, por ejemplo, dicen vamos a cenar cuando es hora de comer), torpeza motriz (a la hora de abotonarse, vestirse, etc.), integran mucho mejor la información visual, pueden tender a despistarse, entre otros indicadores. Cada niño disléxico es diferente y no todos tienen las mismas áreas afectadas, pero cuando coinciden varias, es importante estar alerta y demandar al especialista en educación como integra el aprendizaje.

P. ¿A qué edad se presentan los primeros síntomas o los síntomas suficientes para que los padres se den cuenta de que algo pasa?
R. Si bien un niño disléxico lo es siempre, el acceso al aprendizaje en la primera etapa de infantil, a los 3 años de edad, es un momento clave para observar indicadores. Lógicamente en esta edad no se trabaja la lectoescritura, pero si aprendizajes asociados, y a partir de los 4 años es cuando se hace el acceso a las letras y podemos observar ya las dificultades directas.

P. ¿Existen recursos y sugerencias para que los padres se impliquen y estimulen en casa el aprendizaje del niño disléxico? ¿Cuéntame algunos ejemplos, por favor?
R. El trabajo de las letras a nivel fonológico (trabajar las letras y los sonidos) es una buena forma. También las rimas y cualquier juego de lenguaje que facilite el acceso al léxico. El trabajo con imágenes para facilitar la expresión oral y escrita, y la utilización de material más manipulativo (hacer las letras con plastelina, jugar a escribir letras en la espalda y adivinarlas, utilizar letras magnéticas…). Lo importante es que al niño disléxico la información le llegue por diferentes rutas (visual, auditiva, táctil) y no solo por el área escrita.

P. ¿Es conveniente que en clase se trate al niño de un modo especial o eso podría perjudicar sus relaciones con los demás niños?
R. Es una gran pregunta. Cuando diagnosticamos a un niño de dislexia, lo principal es que el niño entienda lo que le pasa y que la familia reduzca presiones y se adapte a sus necesidades. Una vez el niño acepta la dificultad (siempre es bien aceptada puesto que ellos lo primero que piensan cuando no aprenden como los demás es que son tontos) es importante informar al profesorado –por descontado- y a los compañeros por el simple hecho de que si le damos las ayudas que precisa a nivel metodológico –no de contenido dado que son niños inteligentes y pueden acceder bien a la información- los demás y él sientan que se le pone en igualdad de condiciones con respecto al grupo y que en ningún momento se les hace un trato de favor. Si un niño lleva gafas por tener un déficit visual, nadie va a pensar que se está beneficiando más que otro que no las necesita.

P. ¿Conviene separar a los niños disléxicos para que hagan un aprendizaje aparte?
R. No, no es conveniente. La metodología que ellos precisan (de tipo multisensorial) es favorable para todos los niños en su conjunto, es un aprendizaje mucho más vivencial y enriquecedor que el que se da solo a través de los libros. Las adaptaciones metodológicas que se proponen para el aula se deben implementar allí mismo (darles más tiempo, favorecer lo oral por encima de lo escrito, no contar las faltas de ortografñia,…). Otra cosa es que se le de un apoyo escolar a nivel de lectoescritura en reducido grupo, pero si todo se puede implementar en el aula mucho mejor.

P. ¿Es común que la dislexia esté asociada a otros trastornos? ¿Cuáles?
R.Los trastornos más comúnmente asociados es el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con/sin Hiperactividad), que se da en 1 de cada 3 niños con dislexia, los trastornos de la coordinación motriz (dispraxias) que se centran en problemas de motricidad, equilibrio y coordinación, la discalculia, que es un trastorno del cálculo también muy asociado, y los trastornos emocionales secundarios a la frustración que genera tener dificultades de aprendizaje y a su poco entendimiento.

P. ¿Qué diferencia hay entre discalculia y la dificultad que tienen con los números los disléxicos?
R.En ambos procesos se halla afectada la memoria de trabajo, por lo que los niños disléxicos pueden tener problemas a nivel de cálculo o de integración de las tablas de multiplicar. Cuando la afectación en operaciones aritméticas es altamente significativa y crea un gran desfase es cuando diagnosticamos un trastorno del cálculo (discalculia), asociado a la dislexia.

P. ¿Hay muchos niños no diagnosticados que consiguen llegar a las mismas metas escolares y profesionales que los demás?
R.Si, sobretodo aquellos que tienen unas capacidades intelectuales más altas y soportes ambientales (familia, entorno social) que favorecen su adaptación. Pero ello no significa que no sufran y que no tengan que hacer un gran sobreesfuerzo para alcanzar estas metas. Actualmente estamos diagnosticando gran cantidad de adultos que no fueron detectados en su momento, unos con fracaso escolar y otros con éxito en sus estudios.

P. ¿Cómo afecta la dislexia a las diferentes etapas del niño y el adolescente?
R. La afectación primordial aparte del retraso de aprendizaje y el riesgo de fracaso escolar se centra en la esfera emocional. Es importante compensarlos a nivel afectivo para que el cuadro no se complique y genere alteraciones a nivel psicológico en forma de somatizaciones (malestar corporal fruto de la tensión psíquica vivida), trastornos de sueño o de alimentación, ansiedad, depresión, etc, que complicarán más el cuadro.

P. Una de nuestras lectoras de 17 años se ha percatado de que cambia el orden de las letras y escribe mal las palabras, y se pregunta si es un problema de concentración o de dislexia. ¿Cómo podría averiguarlo?
R. Es importante establecer un diagnóstico preciso de sus dificultades y habilidades y analizar más profundamente los procesos asociados a la lectura y escritura (semánticos, sintácticos, léxicos, velocidad, ortografía natural y arbitraria, sintaxis, puntuación, etc.), y las capacidades asociadas. Cabe destacar que la dislexia de por sí comporta ya dificultades en el proceso atencional y en la concentración dado que no pueden mantener el sobreesfuerzo durante un gran periodo de tiempo, o bien presentar un déficit atencional asociado. Ya de por sí, ante estos síntomas es interesante consultar, siempre y cuando le costara en mayor o menor medida el aprendizaje lectoescritor y no fuera esto un síntoma que ha aparecido ahora y que no estuviera presente antes.

P. ¿Es común confundir la dislexia con la falta de atención o un retraso en la lectoescritura? ¿Cómo se diferencia para diagnosticarla?
R. El retr
aso lectoescritor no suele tener una historia vital similar a la del disléxico, con síntomas asociados presentes (los que hemos ido comentando) y suele centrarse en el propio aprendizaje lector y escritor. La intervención, sin embargo, es necesaria y el cuadro se compensa con facilidad, mientras que en la dislexia la evolución es ascendente pero mucho más lenta y precisan de ayudas de manera prolongada. En cuanto a la falta de atención, la dislexia en sí ya la conlleva, lo importante es determinar si el problema de aprendizaje afecta solo a lectoescritura o si es general (como es el caso del déficit de atención) que afecta a todas las áreas de forma equiparable y no existe una afectación mayor en lectoescritura. Otra situación podría ser que tuviera ambos dislexia TDAH donde la afectación es doble y complica más el cuadro.

P. Una vez diagnosticada, ¿qué deben hacer los padres?
R. Es importante ponerse en contacto con la escuela y los equipos de orientación del centro escolar para delimitar las ayudas metodológicas que precisa el niño (si es que el diagnóstico no se ha hecho en la escuela). Si trabaja el niño con un terapeuta externo es importante que este se coordine con la escuele en su trabajo reeducativo. También es muy recomendable ponerse en contacto con una asociación de dislexia de su comunidad donde le puedan informar de los recursos y necesidades que como familia tienen, así como del marco legislativo para esta dificultad en su provincia.

¿DÓNDE APRENDO?

-Alea Idiomas. C/ Baltasar Gracián 4, Madrid.Tlf: 91 524 08 00

-Fundación Akuna. C/ Marqués de Valdeiglesias 6, 3º B, Madrid.Tlf: 91 522 86 23

-Enseñalia. C/ Gran Vía, 29, 50006 Zaragoza. Tlf: 902 636 096. www.ensenalia.com

-Instituto Iberochino. Paseo de la Habana, 9 y 11, Madrid. Tlf: 298 62 03

-Escuela de Chino Vidal. C/ Vila i Vila 101, Barcelona. Tlf: 93 441 44 55

-Casa Asia. www.casaasia.es

-Centro de Formaciones Interculturales Espacio. Ronda Sant Pau, 75, Barcelona. Tlf: 93 424 37 12

-Internacional House Madrid. C/ Zurbano, 8, Madrid. Tlf: 902 14 15 17 www.ihmadrid.es