Las divisiones de una cifra son una de las primeras operaciones que los niños aprenden en su camino hacia la comprensión de la división en general. Este proceso consiste en repartir un número (dividendo) en partes iguales, utilizando un solo dígito como divisor. Para resolverlas, los estudiantes deben dominar la multiplicación y la resta, lo que convierte a esta operación en un excelente recurso para reforzar aprendizajes previos.







