Un estudio del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) propone que se facilite la obtención de los permisos de trabajo o de residencia permanente a los padres de los alumnos inmigrantes que vivan en España y que tengan un buen currículum académico. La asociación, que agrupa a unas cien empresas familiares de España, plantea esta idea en un informe que también destaca la necesidad de que las familias se impliquen en la educación de sus hijos, independientemente de su nacionalidad.
El IEF esboza una fórmula inusual para incentivar a los padres de origen inmigrante para que sus hijos menores acudan a la escuela y obtengan buenas notas. Así, el informe plantea que se reduzcan los plazos para la obtención de los permisos de residencia o de trabajo a los familiares de estudiantes que finalicen la enseñanza secundaria y, de forma especial, de aquellos que lo hagan “con un expediente académico brillante”. De igual manera, propone una reducción de estos plazos en función de las calificaciones que obtengan los hijos en los cursos formativos que lleven a cabo.
Los últimos meses del 2006-07 fueron prolijos en actuaciones judiciales contra distintos
episodios de violencia escolar. Se trata de casos especialmente graves que han
conseguido traspasar las fronteras de la escuela para ser juzgados como delitos en
toda regla. Algunas sentencias destacan por haber recurrido a resquicios legales nunca
antes utilizados para abordar problemas de conflictividad en el ámbito escolar.
Un síntoma de que jueces y fiscales empiezan a tomar cartas en el asunto.
Autor: padresycolegios.com
Una orden de alejamiento para proteger a una alumna acosada sexualmente por compañeros de instituto. Dos meses en un centro de internamiento tras provocar altercados en clase y amenazar a un profesor. Más de 6.000 euros de multa a tres alumnos que agredieron con inusitada brutalidad a su profesora. Un abogado que denuncia por “atentado” a otros tres estudiantes de Secundaria que dejaron, tras propinarle un golpe en el ojo, inconsciente a una conserje.
Son todas iniciativas judiciales dictadas o emprendidas en los últimos meses contra menores que traspasaron la línea de la gamberrada para abrazar los dudosos encantos del delito. Lo hicieron en el interior de un centro educativo, agarrándose quizá a una difusa inmunidad escolar que pudiera servirles de coraza contra jueces y fiscales. Pero en esta ocasión las sanciones trascendieron el ámbito académico: la cosa no quedó en un mero expediente disciplinario ni en una expulsión temporal o definitiva.
Algo que hace unos años hubiera sido la excepción de la regla se ha convertido en un recurso cada vez más habitual para abordar casos graves de violencia dentro de la escuela. Haya o no más agresiones que antaño, lo cierto es que las víctimas denuncian más y a los tribunales les tiembla menos el pulso a la hora de decantarse por duros escarmientos.
“Es cierto que se están endureciendo las sentencias”, admite Carmen Guaita, secretaria de comunicación del sindicato de profesores ANPE, uno de los más activos en la defensa de los docentes frente a la violencia escolar impune. “No hay más que ver lo que están haciendo las fiscalías de menores de algunas comunidades como Cataluña o Andalucía. Parece que ha tocado fondo la idea de que los actos no tienen consecuencias”.
ALARMA SOCIAL
La presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), Lola Abelló, también reconoce que los jueces han pasado a la acción, aunque estima que esto ha ocurrido “a raíz de algunos casos que han generado una gran alarma social”, ya que “tampoco hay tanta violencia a nivel global”.
Otros opinan que no se trata de argumentar si ha aumentado o no la conflictividad en las aulas, sino tan sólo de dotar de mecanismos efectivos que protejan a las víctimas y consideren a la violencia como tal a efectos legales cuando ésta se produzca.
Como afirma Guaita, “empezamos a ver que la violencia es igual tenga lugar donde tenga lugar, a sensibilizarnos de que es perjudicial, se dé el contexto que sea”.
La secretaria de comunicación de ANPE traza un paralelismo entre lo que ha ocurrido respecto a la violencia de género –un cáncer heredado de épocas pretéritas que hasta hace bien poco muchos consideraban como un problema de puertas adentro– y la percepción social de que el acoso y las agresiones en la escuela no son cosas de chiquillos. Ambas transformaciones serían síntomas de una “sociedad madura y responsable”. En cuanto a la violencia escolar, en dicho cambio hay un “antes y un después del caso Jokin”, al que Guaita tilda de “mártir moderno”.
BATERÍA DE MEDIDAS Hay, entre los muchos estudios que se han propuesto analizar la conflictividad en la escuela (ver apoyo en página 3), uno llevado a cabo en 10 centros madrileños que destaca por la originalidad de sus conclusiones. Resulta, por ejemplo, que las asignaturas de mayor riesgo son, por este orden, Inglés, Educación Plástica, Lengua, Ciencias Naturales y Matemáticas. Más aún, 2º y 3º de ESO son los cursos más conflictivos. También muestran peor comportamiento los chicos que las chicas y los repetidores que quienes no lo son.
Peculiaridades de un fenómeno que las autoridades educativas (sobre todo autonómicas) han querido atajar con una batería de medidas que incluye protocolos, observatorios, planes de convivencia y mediadores escolares.
En el campo estrictamente legal, las medidas con mejor acogida entre el cuerpo docente han sido aquellas destinadas a mejorar, agilizar y profesionalizar los servicios de asesoría jurídica destinados a profesores víctimas de una agresión. En los últimos dos años, han introducido medidas en este sentido regiones como Madrid, Andalucía, Murcia o Navarra.
AUTORIDAD PÚBLICA Hay incluso una fuerte corriente de opinión a favor de considerar a los profesores como autoridad pública. Esto implicaría un enorme salto cualitativo en cuanto a la dureza de las sanciones, ya que se juzgaría a los agresores por “atentado”, una figura reservada a las autoridades públicas en el ejercicio de sus funciones.
Mal camino, en opinión de la presidenta de Ceapa. “Lo que hay que hacer es propiciar condiciones que favorezcan la convivencia, no judicializar la escuela. La autoridad no se gana por decreto, aumentando la distancia entre alumno y profesor, sino a través de la cercanía, que no es lo mismo que amistad. La autoridad es algo que se conquista día a día”, señala Abelló.
Ejemplificando la guerra no declarada que sobre esta cuestión enfrenta a sindicatos de profesores y asociaciones de padres, Abelló añade una controvertida declaración: “Un informe del Defensor del Pueblo también menciona que la violencia de profesores a alumnos no ha dejado de existir, pero de esto nadie habla”.
JAÉN
Una agresión de 6.000 euros. A los tres alumnos que agredieron brutalmente a una profesora en un centro de Jaén les sirvió de bien poco ser menores de edad. Los tribunales dictaron una novedosa sentencia que obliga a pagar más de 6.000 euros (en estos casos lo habitual son cantidades simbólicas) por una agresión que destrozó la espalda de la docente y le ha obligado a permanecer cinco meses de baja. Por el contrario, el centro sólo expulsó a uno de los alumnos.
ALICANTE
Orden de alejamiento por acoso. Una alumna de 14 años respira más tranquila desde que la Fiscalía de Menores de Alicante dictara una orden de alejamiento contra varios compañeros del IES “Miguel Hernández” que durante meses se habían dedicado a acosarla, con tocamientos de todo tipo incluidos. Al igual que en el caso de las mujeres maltratadas, los alumnos no podrán acercarse a la víctima en un radio de 300 metros. También llevará un dispositivo para avisar a la policía.
ASTURIAS
Al centro de menores por altercados. Quizás la titular del juzgado de Menores de Asturias, María Fidalgo, tuvo en cuenta que el alumno de 15 años al que recientemente condenó a dos meses de internamiento por provocar altercados en su instituto de Gijón y amenazar (y vapulear) a un profesor era reincidente. Y es que no es habitual una sentencia tan firme para castigar comportamientos disruptivos en el aula. En opinión de la juez, una sanción escolar se quedaba corta.
ZARAGOZA
Atentado contra la autoridad. Aunque por ahora es sólo una acusación, un abogado de Zaragoza ha sentado precedente al pretender que se juzgue por atentado (entendido como agresión a una autoridad pública en el ejercicio de sus funciones) a tres adolescentes que irrumpieron en un instituto donde no estaban matriculados y propinaron un golpe brutal a la conserje. Ser considerados autoridad pública es el sueño de muchos docentes.
CÓMO, CUÁNTO, QUÉ HACER: MITOS Y PERFILES DEL ALUMNO VIOLENTO
DE ALUMNO A ALUMNO
– Existen infinidad de definiciones sobre el bullying (acoso escolar o, en su versión más castiza, matonismo). Por su brevedad y por gozar su autor de gran prestigio internacional, la del noruego Dan Olweus es la más aceptada. Dice Olweus que “un estudiante es acosado cuando está expuesto de manera repetitiva a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes” en una situación de “desequilibrio de poder”.
– No hay acuerdo sobre el perfil del acosador. Para unos tiene baja autoestima; otros lo niegan. Sí parece claro que la empatía no es su fuerte.
– Hay estudios con escasa solvencia que aseguran que un 25% de alumnos españoles sufre matonismo. Pasada la escoba del rigor, las cifras bajan hasta el 2-8%. Hay que investigar más, pero no es descabellado pensar que el fenómeno ha aumentado en los últimos años.
– ¿Y qué hacer? Dos estrategias básicas: mediación y sanción. Muchos desconfían de la primera.
DE ALUMNO A PROFESOR
– Salvo los casos extremos que relatamos en este reportaje, la violencia de pupilo a docente suele traducirse en una guerra de baja intensidad con estrategias a largo plazo que terminan por desmoralizar al profesor. Faltas de respeto, murmullos al unísono, aviones voladores… Una guerrilla trufada de sabotajes diarios que se retroalimenta: menos paciencia, más motivos de mofa para los alumnos, nervios in crescendo…
– Más de lo mismo sobre las cifras. Hay quien habla de un 30% de docentes que padecen violencia física o verbal “habitual” por parte de sus alumnos. Un estudio de la Universidad Complutense concluye que uno de cada tres docentes sufre acoso “alguna vez” y sólo el 2% con frecuencia. Faltan no obstante datos más concluyentes.
– No caígas en el error que tantos padres cometen: defender al hijo a ultranza frente al profesor supuestamente agredido no suele conducir a buen puerto.
Volver al colegio tras las vacaciones de verano suele resultar excitante para la mayoría de los niños y niñas en periodo escolar. Incluso para los de Infantil, aunque el primer día de la vuelta a las clases lloren al tener que separarse de sus padres.
Autor: ANA MARIA SERRANO
El sufrimiento del que hablamos nada tiene que ver con esos niños para los que el inicio del curso supone un verdadero trauma porque sienten de nuevo una fobia social cuando se les obliga a hablar en público o tratar con adultos con los que no tienen suficiente confianza. Sufren simplemente al pensar en estar mucho tiempo rodeados de un grupo. Enfrentarse a circunstancias así les paraliza.
Los expertos en el tema señalan que un niño con mutismo selectivo es un niño sufriendo en silencio. Nunca mejor dicho. Baste pensar que quizá hasta ahora no hayamos prestado mucha atención a nuestro hijo si con dos o tres años no realiza demasiados progresos al hablar. Eso al menos es de lo que se han dado cuenta los padres de Alejandro al recordar aquella primera conversación en la que oyeron hablar de mutismo selectivo. Su hijo ahora está a punto de cumplir cuatro, y aunque ha avanzado en fluidez y en casa se hace entender, el caso es que se vuelve mudo en cuanto entra por la puerta del colegio, donde obedece a lo que le mandan y juega sólo con un escogido grupo de niños y niñas con los que también habla a duras penas.
El caso de Alejandro es más común de lo que pensamos porque el mutismo selectivo resulta difícil de detectar de modo precoz. Los padres tendemos a pensar que un niño que aún no habla es un bebé que ya se soltará en unos meses y, según va creciendo, pensamos que es un niño muy tímido o quizá más introvertido que los demás. Nos cuesta darnos cuenta de que nuestro hijo, que sí habla con nosotros, tiene dificultades para relacionarse en el parque, en el colegio o incluso con otros miembros de la familia. Sobre todo porque los niños con mutismo selectivo son generalmente cariñosos, mimosos, inteligentes, imaginativos… Y a su vez son tímidos, dependientes y perfeccionistas al límite.
MIEDO A LOS DEMÁS Cristina, por ejemplo, es una niña de cinco años que no calla a la hora de hablar con sus muñecas, pero que no es capaz de decir una palabra fuera de casa. Lo mismo que Jaime, que con seis años, corre bulliciosamente por toda su casa pero se paraliza, se queda con la mirada perdida, en cuanto tiene que entrar en el patio del colegio.
Para la doctora americana Elisa Shipom Blum, “el 90% de los niños con mutismo selectivo sufren de fobia social”, que es “un miedo persistente a confrontar situaciones en las cuales deben participar o interactuar socialmente y en las que se sienten constantemente observados”, señala.
Por su parte, según el equipo de evaluación e intervención precoz de la escuela del Centro de Recursos de Educación Especial de Navarra, “el mutismo selectivo conlleva altos niveles de sufrimiento personal, y puede repercutir negativamente en el desarrollo social, personal y académico del niño”, de ahí “la importancia de detectarlo y superarlo a tiempo para que no aumenten los niveles de ansiedad”.
No obstante, que nadie se alarme. Una atención y, sobre todo, una comprensión adecuada por parte de familia y profesores suele ser suficiente para que el niño en cuestión supere sus fobias sin tener que lamentar consecuencias más graves. La mayor parte de los niños que sufren mutismo selectivo suelen crecer y desarrollarse normalmente, aunque tarden algo más en madurar. Aunque en España la mayoría de expertos apuntan a que hablamos de un transtorno multicausal, el doctor Lynn Lunceford, psicólogo clínico de la Universidad de San Diego (California) y especialista en el tema (ver www.selectivemutism.net), apunta a que el origen del mutismo selectivo está en “unos genes predeterminados junto a una excesiva protección de los bebés por parte de sus padres”.
SÍNTOMAS DE UN PROBLEMA HABITUAL
Para saber si su hijo sufre mutismo selectivo observe si cumple la mayor parte de estas premisas.
– Incapacidad para hablar en situaciones sociales específicas, especialmente si hay mucha gente.
– Timidez.
– Temor a las personas.
– El niño habla en el hogar con la familia pero no lo hace si hay alguien extraño.
– Sus profesores le comunican que no conocen la voz de su hijo.
PARA AYUDAR EN CASA
Asimismo, para ayudar a su hijo los expertos recomiendan:
1. Escuchar y actuar ambos padres en la misma dirección (sin contradicciones).
2. Animar al niño cuando se decide a expresar algo.
3. No preguntarle si ha hablado en el colegio o agobiarle con el tema.
4. Pensar en juegos o trucos que de alguna manera le obliguen a hablar al tiempo que se divierte.
El más extravagante de nuestros presentadores televisivos reconoce que
habla de ciencia sin la cautela y las mordazas intelectuales de un verdadero
científico. En su nuevo libro, El Viaje al Amor (Editorial Destino), Eduardo
Punset tira de laboratorio para explicar un sentimiento que mueve montañas.
Autor: RODRIGO SANTODOMINGO
P. Leído su libro, parece que el dolor por un desengaño amoroso y por la soledad que siente un niño en la oscuridad de la noche no sean muy distintos. R. El interés de la ciencia por la relación padres-hijos arranca de un descubrimiento relativamente reciente, para mí importantísimo. Ahora sabemos que el desamparo infantil, el abandono, la sensación de desprotección que tiene el bebé en la cuna al que se deja llorando hasta que revienta, este desamparo es el mismo, utiliza los mismos circuitos cerebrales y produce las mismas descargas que el desamor adulto.
P. ¿Y cuáles han sido las repercusiones para la ciencia de este descubrimiento? R. Esto ha llevado a estudiar a fondo qué falla en el proceso de formación, de relación padre-hijo. Se sabe que la etapa del apego afectivo, en la que hay una negociación del padre o la madre con el niño, se desarrolla en tres entornos distintos que hasta ahora se habían estudiado muy poco. El primero es básicamente la cuna: aquí es importante que el niño genere un sentimiento de autoestima que le va a servir para toda la vida. Aquel que recibe protección táctil en los dos primeros años de vida crece con más confianza en sí mismo, es algo que hemos visto con ratitas y también con homínidos. Se trata de consolidar un sentimiento de seguridad que prepare al niño para la siguiente etapa.
P. Que es… R. La escuela, obviamente. Allí – y es algo que tampoco sabíamos muy bien– lo que buscas es desarrollar el sentimiento de curiosidad del niño. Por las cosas y por las personas. Ambas, seguridad y curiosidad, son absolutamente necesarias al llegar al tercer entorno, que William James, el fundador de la psicología moderna, llamaba “la búsqueda del amor del resto del mundo”. A este entorno puedes llegar con ánimo curioso, con actitud de rechazo o, en el peor de los casos, con mentalidad destructora. Dependerá de cómo hayan ido los entornos anteriores.
P. ¿Se puede avanzar con paso seguro en la vida aunque las cosas hayan ido mal en ese primer entorno? Usted mismo menciona en su libro que sus padres no eran especialmente afectuosos. R. Lo que sabemos es que el primer entorno es muy importante pero que existe la posibilidad de poner remedio al fracaso mediante un cuidado especialísimo durante el segundo. Si éste también va mal ya es casi irremediable, pero tampoco puedes excluir que, si se ponen todas las condiciones favorables, se logre neutralizar el efecto negativo de lo ocurrido con anterioridad. En ciencia una cosa son los promedios y otra las individualidades.
P. Me viene a la mente el caso de estas niñas chinas que han pasado esos años cruciales en un orfanato sin apenas contacto físico, en ocasiones atadas y amordazadas. Aquí hablamos de casos extremos… R. Lo que nos dice la práctica es que los nuevos padres han de tener en cuenta que esta mala experiencia ha dejado su sello cuando la neocorteza cerebral estaba iniciando su formación. Y no olvidarlo nunca.
P. Habla de “inversión parental” para resumir los esfuerzos de todo tipo que realizamos para criar a los hijos. Y asegura que esa inversión es ahora mucho mayor que en otras épocas: ellos demandan más durante más tiempo, nosotros depositamos en ellos expectativas más altas. R. Mire, en mi generación éramos cuatro gatos los que estudiábamos. Y la adolescencia, que ahora dura tanto, muchos ni la olían. Aquí ha ocurrido un hecho innegable, y es que la distancia entre la madurez sexual –que se ha adelantado– y la madurez intelectual –que se ha retrasado– ha aumentado considerablemente. Por otra parte, y en contra de lo que algunos piensan, no es cierto que la inversión parental que se destina ahora a dos o tres hijos sea menor que la que se dedicaba en la Edad Media a 10 hijos. Ahora hay que mandar al niño a Inglaterra, prepararle para un ambiente mucho más competitivo… Y luego está la incorporación de la mujer al trabajo, que aún no hemos resuelto a nivel institucional y social. Pero todo llegará.
P. Me pregunto hasta qué punto el amor adolescente es más puro que el adulto. Usted divide en tres etapas la evolución del amor: fusión, creación de un nido común y negociación de los márgenes de libertad. Las últimas son más complicadas que la primera, pero no creo que un chico o una chica de 16 años las tengan siquiera en mente. R. Yo también me lo he planteado muchas veces. Y llego a la conclusión peregrina y transitoria de que este amor tiene una naturaleza distinta del amor al que estábamos acostumbrados los de mi generación.
P. Resulta que el amor surge en parte como una especie de seguro de vida, de continuidad de nuestra especie frente a la tentación de no reproducirse, algo por lo que sólo podría optar un ser inteligente. ¿No podemos elegir no amar? R. No, salvo los psicópatas, que son incapaces de ponerse en el lugar del otro. Un animal consciente podría interferir en la perpetuidad de la especie con resultados fatales. Ahí está el enamoramiento para romper el efecto del poder de la conciencia: el amor anula la conciencia.
P. Los humanos nos reproducimos dando vida a seres únicos e irrepetibles, mientras que otras especies producen clones, asegurándose en cierta manera la inmortalidad. ¿Teme que haya hombres y mujeres que recurran en el futuro a la clonación genética para conseguir ambas propiedades, ser únicos e inmortales? R. Incluso si llegamos a poder clonar humanos –y en cualquier caso en una clonación siempre se producen mutaciones– la demanda será escasa. En contra de lo que se ha pensado, el amor materno se nutre de la singularidad del hijo, del hecho fascinante de que dos cromosomas añejos produzcan algo absolutamente tierno y diferente de él y de ella.
P. Dice que el amor emerge cuando comparamos a una nueva persona con parejas pasadas y esa nueva persona, por así decirlo, sale ganando. Pero también son habituales los casos de grandes amores fracasados en los que ambos individuos vuelven a encontrar pareja, aunque no sea lo mismo que ese gran amor que recuerdan. ¿Algo distinto al amor? R. ¿Qué buscaba la bacteria hace 3.500 millones de años cuando se fusionaba con otra? Buscaba sobrevivir. 3.500 millones de años después seguimos buscando lo mismo. En el caso que me comenta, el nuevo amor es menos intenso, está lejos de lo que fue ese gran amor, pero el anterior le hundió la vida y éste le ayuda a sobrevivir. La bacteria no lo dudaría un instante.
Según la experta en neuropsicología infantil María Soprano "el 6% de los niños sufre alteraciones de memoria que dificultan sus estudios". Un dato que se suma así a las causas comúnmente detectadas en los pequeños y que les dificultan el estudio, como son el déficit de atención y la falta de interés.
Esta aclaración, realizada por Soprano en la conferencia La memoria del niño: evaluación e intervención realizada recientemente en la Universidad de Navarra y enmarcada dentro del Máster en Intervención Educativa y Psicología, adquiere parámetros mucho más alarmantes si hablamos de niños con enfermedades neurológicas, ya que en pequeños que padecen epilepsias se puede alcanzar la cifra de un 40% y de un 60%, cuando estas son reflactarias.
La Agencia Tributaria reclama a la multinacional norteamericana Mattel el abono de varios impuestos, relativos al concepto de aduanas y tributo sobre el valor añadido a la importanción, que supuestamente no fueron liquidados entre el año 1997 y el 1999.
Por su parte, Mattel –que fabrica sus juguetes en China– ha presentado tres recursos ante el Tribunal Económico Administrativo y asegura que de no ganarlos el siguiente paso sería llevar el caso a la Audiencia Nacional.
Esta demanda se suma así a los recientes problemas sufridos por el grupo en relación a la retirada de millones de artículos procedentes del país asiático.
Un niño en vela puede ser la
mejor garantía de noche en
blanco para toda la familia. Ante
el problema creciente del insomnio
infantil, demasiados padres
apuestan por el atajo de la pastilla para dormir, una solución que los especialistas rechazan
salvo en casos extremos. Y es que la ausencia de sueño suele ser síntoma de un
problema oculto: mejor atacar la raíz que abrazar los dudosos encantos de la química.
Autor: padresycolegios.com
Cachivaches electrónicos en el dormitorio. Mensajes SMS que llegan a horas intempestivas. Rutinas diarias incumplidas y horarios más flexibles. Exposición a toda clase de estímulos –cada vez más turbadores– durante el tiempo de vigilia.
Son varios los factores que explican una realidad que ya nadie discute: los niños y adolescentes del mundo desarrollado pierden cantidad y calidad de sueño. El cimiento de una mente sana, agil y receptiva se tambalea, y demasiados pediatras optan (con la aquiescencia de los padres) por la vía rápida de la pastilla milagrosa.
Según los datos que maneja Gonzalo Pin, director médico de la Unidad Valenciana del Sueño Infantil, un 6% de menores españoles recibe tratamiento farmacológico para ayudarles a dormir. Lo que debería utilizarse como último recurso ha pasado a ser (en demasiadas ocasiones) primera opción.
“Está comprobado que los médicos de atención primaria abusan a la hora de prescribir este tipo de medicamentos”, corrobora la doctora Milagros Merino, de la Unidad Pediátrica de Trastornos de Sueño en el Hospital de la Paz de Madrid. Merino aporta un dato impactante: según un estudio de la revista Sleep, el 80% de los médicos de EEUU tiran de receta cuando llega a su consulta un menor con problemas de sueño.
INSOMNIO IDIOPÁTICO
Los especialistas no rechazan a priori los encantos de la química para abordar casos graves de insomnio infantil; simplemente reclaman seriedad y rigor en el diagnóstico. Si no queda otro remedio, exigen limitar al máximo el periodo de ingesta, combinar los fármacos con otros enfoques terapeúticos y llevar a cabo un seguimiento cercano de cada caso.
Y es que, aunque existe el insomnio como tal enfermedad (llamado idiopático o primario), lo habitual es que dormir mal sea un mero síntoma, la apariencia externa de un desequlibrio más profundo.
“Normalmente tiene una raíz cognitivo-conductual”, asegura el doctor Pin, “son pocos los casos en los que encontramos una explicación biológica”.
Siendo dos de los principales expertos en sueño infantil de nuestro país, los doctores Merino y Pin coinciden en culpar a las pantallas electrónicas como uno de los grandes inhibidores del reposo nocturno. Televisión y ordenador emiten ondas lumínicas que afectan a la secreción de la melatonina, un neutransmisor directamente implicado en los procesos sueño-vigilia. Otra razón más para erradicar la (por otra parte) muy antipedagógica costumbre de repoblar las habitaciones de nuestros hijos con cacharritos última generación.
Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmaceúticos (CGCOF) –que ha preferido aparecer en este reportaje como institución–, aportan otro motivo de cautela antes de pasar por la farmacia a la caza de la pastilla que sumerja al niño en dulces sueños. “Hasta ahora, los menores de 18 años siempre han quedado excluidos de los ensayos clínicos que se realizan antes de que un medicamento salga al mercado. Esto está cambiando, pero en la actualidad los fármacos contra el insomnio disponibles en España están, salvo contadas excepciones, concebidos para adultos”.
HIGIENE DEL SUEÑO
el pediatra y psiquiatra infantil Paulino Castells recomienda los extractos de plantas antes que los hipnóticos o los antihistamínicos. Siempre previa polisomnografía (una prueba para estudiar el sueño, habitual en los hospitales españoles) y análisis pormenorizado de potenciales causas externas. “Puede que el niño tenga apnea o que ronque: entonces habría que pensar en una intervención quirúrgica”, asegura Castells.
el pediatra y psiquiatra infantil Paulino Castells recomienda los extractos de plantas antes que los hipnóticos o los antihistamínicos. Siempre previa polisomnografía (una prueba para estudiar el sueño, habitual en los hospitales españoles) y análisis pormenorizado de potenciales causas externas. “Puede que el niño tenga apnea o que ronque: entonces habría que pensar en una intervención quirúrgica”, asegura Castells.
EL MILAGRO ESTIVILL
Existen otros, pero el método Estivill (creado por el director de la Unidad de Sueño del Instituto Universitario Dexeus de Barcelona, Eduard Estivill) es sin duda el más conocido en nuestro país para prevenir –y en su caso corregir– alteraciones del sueño en la infancia.
Para muchos padres ha supuesto el mejor antídoto natural contra las noches en vela (Estivill habla de un 96% de eficacia), pero tampoco han faltado voces que critican su carácter acientífico y su esencia adoctrinadora y conductista: como el niño manipula siempre que llora, hay que modificar esa conducta, por mucho que su llanto nos rompa el corazón. Lo resumimos a grandes rasgos.
– MENORES DE TRES MESES. Resulta fundamental enfatizar la distinción entre luz y oscuridad, y entre ruido y silencio. La noche debe ser oscura y silenciosa (sin exagerar); cuando duerma de día, no debe evitarse la exposición a la iluminación y el bullicio propios de cualquier hogar. Dejar que el niño duerma en la misma habitación que los padres pero nunca en su cama.
– DE TRES A SEIS MESES. Tiempo de pasar a su cuarto. Hay que fijar una hora para ir a la cama (8,30-9 de la noche), establecer rutinas (cantar una canción, decirle siempre las mismas palabras…) y diferenciar claramente su cuarto del resto de estancias.
– A PARTIR DE LOS SEIS MESES. Eliminar la siesta matutina a los 15 meses y prolongar la de después de comer hasta los 3-4 años. Ser constantes con las rutinas establecidas y firmes con la hora de acostar.
– SI EL NIÑO LLORA. Es aquí donde radica la originalidad del método. Los padres pueden acudir, pero sólo a intervalos (cada vez mayores), de uno en uno y sin tocar al niño. Se le dice que no le han abandonado y se vuelve a los x minutos, según la tabla de tiempos establecida.>
HIPERACTIVIDAD: NO SIN DIAGNÓSTICO
Las cifras asustan. Según un estudio de la prestigiosa Archives of General Psychiatry, el número de niños estadounidenses que ingieren psicofármacos se multiplicó casi por seis entre 1993 y 2002. En la era de la ansiedad, la depresión y otras dolencias de la mente, la infancia no ha quedado al margen de esa querencia por aplacar a golpe de pastilla cualquier tipo de malestar psicológico o emocional.
A la cabeza en el top de trastornos mentales asociados a las edades más tiernas, el celebérrimo TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, que afecta al 3-5% de los niños españoles. Cada dos o tres años sale al mercado un nuevo remedio farmacológico, siempre mejor que el anterior, con menos efectos secundarios, más eficaz en la lucha contra la raíz del problema. No pocos confían en las bondades de la química. Hace unos meses, el doctor Luis Rojas Marcos afirmaba en una entrevista con PADRES –declaraciones que en aquella ocasión omitimos por cuestiones de espacio– que “el tratamiento más habitual, con estimulantes de la familia de las anfetaminas, puede tener efectos muy positivos. Muchos niños afirman que en sólo una semana cambia su vida: se concentran, son menos impulsivos…”.
Condición inexcusable para recetar comprimidos contra la hiperactividad es realizar un diagnóstico riguroso, hecho por profesionales que conozcan a fondo el trastorno. Según Rojas Marcos, ni siquiera todos los niños aquejados del mismo necesitan pasar por la farmacia, no digamos ya aquellos meramente revoltosos o inquietos. “Los medicamentos no son para todos los niños hiperactivos: cada uno es un mundo, con un ambiente familiar y escolar distinto, y un sistema biológico y psicológico único. Ante todo es fundamental que el diagnóstico sea correcto. Los niños son traviesos por naturaleza, pero eso no siempre significa que sean hiperactivos. Y por supuesto, la medicación es sólo parte del tratamiento, no su único componente”.
Más crítico con la industria farmaceútica se muestra Manuel García, psicólogo clínico del Grupo Albor-Cosh. “Hay muchos chavales inatentos, que no hiperactivos, que no se benefician de la medicación habitual. No es más que una maniobra, muy difícil de demostrar, para aumentar la prescripción y elevar las ganancias”.
BOTICA EN FASE REM
Un portavoz del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmaceúticos (CGCOF) detalló para PADRES los medicamentos que existen en el mercado español a la hora de abordar los problemas de sueño en niños.
CON RECETA
Básicamente benzodiazepina, hipnótico además de ansiolítico. Para adultos, sus nombres comerciales sonarán a muchos: Lexatín, Valium, Trankimazín, Orfidal… Absolutamente contraindicados para niños salvo el Tranxilium Pediátrico, que se receta a partir de los dos años.
Aparte del riesgo de dependencia, la benzodiazepina tiene (si se toma expresamente para el insomnio) el peligro de que deprime todo el sistema nervioso central –y no sólo el centro de vigilia–. Es decir, afecta a las funciones digestivas y motoras; al ritmo cardiaco y la respiración.
ANTIHISTAMÍNICOS
Además de antialérgicos, producen sueño. Los hay con y sin receta, y existen hasta 30 principios activos. De nuevo vetados a menores de dos años, también son (como la benzodiazepina) depresores globales del sistema nervioso central. Sin ánimo de alarmar, están asociados al síndrome de muerte súbita en niños. Para mayores de 12 años existe el Soñodor (difenhidramina); para el tramo 2-12 años no hay una marca específica.
PLANTAS
La valeriana es la reina (y la menos recomendable para niños debido a la toxicidad de los valepotriatos), pero existen otras muchas como la melisa, la pasiflora o la clásica tila. Suelen adolecer de ensayos clínicos previos: su gran valedora es la sabiduría popular.
¿Tu hijo es un torbellino social o le cuesta salir de su caparazón? ¿Pinta como los ángeles o sale a
tres botas de fútbol por curso? Antes de decantarse por una u otra actividad extraescolar, conviene
atender al carácter de nuestros retoños. Las hay para todos los gustos.
Autor: ANA MARÍA SERRANO
A la hora de elegir una actividad extraescolar para nuestros hijos debemos tener en cuenta diversos factores, pero quizás el más importante sea no supeditar su formación a nuestro horario. Que a nosotros nos interese que el niño esté en el colegio hasta que salgamos del trabajo y podamos ir a recogerle no ha de condicionar su afición por la guitarra o por el ajedrez: la elección ha de ser individual y adaptada.
Su personalidad, comportamiento, gustos e intereses serán el motor de búsqueda de la afición ideal. Así, os damos cuenta de una serie de pautas mediante las que –utilizando la observación y el diálogo con vuestros pequeños– podáis descubrir sus intereses y destrezas para dar en el clavo.
Además, no debemos olvidar que este tipo de actividades extracurriculares han de ser siempre aceptadas voluntariamente por los niños, forzarles a participar en un ejercicio por el que no sienten motivación va ser sobre todo una pérdida de tiempo, pero también de dinero. No olvidemos que la formación anual en una de ellas conlleva un gasto medio anual de casi 200 euros.
MANEJANDO LOS TIEMPOS
Todos los expertos consultados coinciden en señalar que los padres deben tratar de encontrar un equilibrio entre las clases extraescolares que requieren un sobreesfuerzo mental (tales como clases de refuerzo de Lengua, Matemáticas, Inglés, Física o Química) y las horas dedicadas a recibir una formación complementaria totalmente lúdica fuera del horario escolar (actividades artísticas o deportivas, talleres…).
Si hablamos de un menor de 12 años, escojamos como máximo una actividad: el tiempo dedicado no debe ser nunca superior a una hora durante dos días laborales. Si el alumno es mayor, la diversidad de horarios ayuda a combinar fórmulas más personales.
COSTES: ENTRE EL FÚTBOL Y EL ESQUÍ
El coste de las actividades extraescolares suele ser menor si se desarrolla en el propio centro escolar donde estudia nuestro hijo (normalmente están subvencionadas por la administración educativa) o en un centro oficial (conservatorios de música, por ejemplo), que si escogemos una academia privada o un centro especializado.
En general las actividades deportivas conllevan un gasto mensual que ronda los 25 euros. Si escogemos las más elitistas (tenis, padel o golf), el coste aumenta. Por su parte, las actividades artísticas obligan a rascarse un poco más el bolsillo, aunque reina la disparidad de precios. Como media podemos prever un coste mensual entre los 20 y los 50 euros mensuales. Para presupuestos más holgados quedan otras como el esquí, el snow board, la vela, la equitación y todas aquellas actividades que requieren un suplemento en transporte, gastos de adquisición inicial de material, así como gastos de reposición.
¿VOLUNTARIAS?
Purificación Cavia, maestra, pedagoga y autora de, entre otros libros, Otra educación es posible, otra escuela es necesaria (Madrid, 2005. Edición personal), estima que hay que tener en cuenta que la formación extraescolar (refiriéndose a actividades lúdicas, adicionales al currículo o de refuerzo académico) debe siempre tener carácter voluntario. “Creo que actualmente se presiona demasiado a los alumnos porque los padres desean que su hijo sea el mejor en todo”, dice Cavia. Además, “no hay que olvidar que, a veces, incluso las clases extraescolares pueden confundir y agobiar al menor si, por ejemplo, en una clase de Inglés, el profesor emplea una metodología para enseñar distinta de la que su tutor utiliza en la clase con sus compañeros”, advierte, produciéndose entonces un rechazo hacia todo lo académico que podría ser contraproducente.
ACTIVOS
Le conviene iniciarse en la práctica de algún deporte, ya sea tenis, natación, patinaje, o fútbol. Estas actividades, además de mantener a los más pequeños, en forma les ayudan a canalizar su energía y su adrenalina de forma positiva y mejoran su capacidad de relacionarse. A partir de los 6 ó 7 años la última moda es la esgrima.
CREATIVOS
Los niños habilidosos o con gran imaginación se dan una maña especial para las manualidades: talleres de cocina, de repostería, o clases de cerámica, pintura, dibujo, puzzles, jardinería, costura… A través de estas actividades potencian su fantasía tanto los más tranquilos (porque estas actividades requieren ciertas dosis de paciencia y concentración) como los más nerviosos, ya que se relajan –siempre y cuando se lo tomen como una actividad para el entretenimiento y huyan de todo tipo de competición.
SENSIBLES
Las actividades artísticas o musicales son especialmente recomendables en el caso de los alumnos más sensibles, ya sean chicos o chicas. Los talleres de creación poética o literaria, las clases de ballet, batuka o danza, y la práctica de flauta, piano o guitarra, entre otros, ayudan a los más pequeños a conocer su propio cuerpo, afinar el oído y estimular las regiones cerebrales responsables de la memoria, la lógica y las matemáticas. Colaborar en la edición de un periódico escolar también es escogido por muchos alumnos como modo de expresión.
PERFECCIONISTAS
Para los más responsables o maduros o también para aquellos jóvenes rigurosos y a quienes les gustan las cosas bien hechas, el ajedrez entretiene al tiempo que estimula todas sus capacidades lógicas y mentales. Pero sin duda esta actividad también es especialmente recomendable para los hiperactivos o aquellos alumnos con un carácter más agresivo o dominante puesto que les ayuda a controlar sus impulsos, concentrarse y mantener la atención. Los más exigentes pueden decantarse por las actividades musicales, aunque el aprendizaje del solfeo y los instrumentos requieren un gran esfuerzo.
TÍMIDOS
Las actividades en grupo son especialmente indicadas para ellos puesto que les obliga a socializarse y vencer miedos y leves complejos físicos. Los deportes en grupo, la fotografía o las actividades teatrales son las más recomendables porque les ayudan a superar traumas y a comunicarse con los demás. Muchos centros educativos cuentan con un coro.
PASOTAS
Deben decantarse por algo que les resulte extremadamente divertido porque les ayudará a aprender conceptos como la disciplina, el respeto por los compañeros y la necesidad de cumplir unas reglas del juego al tiempo que aprenden divirtiéndose.
AVENTUREROS
Piragüismo, excursiones, campamentos, viajes, intercambios, talleres de supervivencia y otras actividades que rompan la rutina del menor son las más indicadas para los jóvenes rebeldes o que piden experiencias nuevas, al tiempo que maduran más rápido y aprenden a valerse por sí mismos en diferentes situaciones.
AMANTES DE LA NATURALEZA
Los alumnos que tengan claro su amor por la naturaleza deben disfrutar de actividades como el cicloturismo, talleres para aprender a anillar aves, montañismo, el yoga o el deporte al aire libre, la jardinería o el tiro con arco.
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