Pinocho

“Mira, mira, te está creciendo la nariz” es –y ha sido desde hace 130 años– la frase preferida de las madres para enseñar a sus hijos a no mentir. Pero el trasfondo aleccionador que hace de “Pinocho” un clásico universal va más allá advirtiendo sobre las consecuencias de la pereza y de las malas compañías.

Las a veces tiernas, a veces divertidas y muchas veces conmovedoras aventuras del ingenuo muñeco de madera que cobra vida en un mundo que desconoce y en el que llega a descubrir la existencia de los demás y que vivir y crecer es ir superando errores, apasiona a todos los espectadores. Del 2 de octubre al 21 de noviembre, la compañía La Bicicleta de la Sanpol representará esta obra de teatro en la que también se incluyen canciones.

Más información: www.teatrosanpol.com

Niños felizmente adaptados. 1º parte

La incorporación de los niños a las escuelas infantiles es un acontecimiento de gran trascendencia tanto para el pequeño como para los adultos vinculados con él. Reflexionemos sobre el tema de la adaptación escolar; sobre esta etapa en la que los niños salen de su mundo familiar donde ocupan un lugar definido y donde se mueven en un espacio seguro, conocido y protegido como es su casa.

La adaptación a un centro educativo, a una nueva profesora, a nuevos compañeros con los que compartir durante un curso escolar maravillosas experiencias, transcurrirá en un periodo de tiempo que variará en relación con la edad del niño.

La dificultad para adaptarse al centro infantil es inversamente proporcional a la edad en la que se produce la incorporación; es decir, un bebé lo conseguirá con mayor facilidad que un niño más mayor.

Cronológicamente podemos señalar:

• Hasta los siete-ocho meses el bebé no plantea problemas de adaptación. No es consciente del tiempo transcurrido y todo lo mide por su grado de bienestar. Sus necesidades de sueño, higiene y alimentación y su afectividad deben estar completamente satisfechas. Siendo así, el bebé asumirá el centro como suyo casi desde el primer momento y sus espacios, sus compañeros y sus educadoras entrarán a formar parte de su vida con toda naturalidad.

• A partir de los ocho meses y hasta los doce, el bebé ya es más consciente de la ausencia-presencia de sus padres y ya empieza a extrañar, aunque todavía no rechace, al adulto con el que entabla nuevo contacto y que le ofrece afecto, consuelo y entretenimiento.

• En el periodo que va de los 12 a los 18 meses el niño puede manifestar, en los primeros días, un mayor rechazo pero se sentirá muy atraído por todas las novedades que va encontrando: jardines, areneros, juguetes, actividades y, sobretodo, por los demás niños cuya compañía contribuirá, muy eficazmente, a que su adaptación sea más rápida.

Hablemos ahora de los niños más mayores.

A partir de los dos años su periodo de adaptación puede durar entre quince y veinte días y debe ser cuidado, de manera especial, por los profesionales de la escuela.

Será necesario elaborar un programa de adaptación que permita a los niños conocer los espacios donde va a convivir con sus compañeros, donde comerá, donde dormirá su siesta, donde se colocarán los juegos manipulativos o simbólicos con los que irá consiguiendo progresivamente desarrollar sus capacidades…

Una vez llevado a cabo este programa, nuestro niño conseguirá la seguridad afectiva y comprobará que es divertido ir a la escuela, que con sus profesoras todos los días hay “algo nuevo que aprender”, nuevos juegos, nuevas canciones, nuevas relaciones que establecer con sus compañeros.

Y este periodo de adaptación se convertirá en un proceso mediante el cual nuestros alumnos van elaborando, desde el punto de vista de los sentimientos, la seguridad para superar la separación de la familia llegando, voluntariamente, a una aceptación interna de la misma.

¡Nuestro alumno está adaptado a la escuela!. Esto le reportará beneficios en su desarrollo integral .

Es importante recalcar que una escuela con un buen programa de adaptación conseguirá, sin grandes dificultades, que sus alumnos establezcan vínculos de relación con los profesores y con otros niños haciéndoles protagonistas de su proceso de adaptación.

Pasada esta primera etapa podemos encontrarnos con alumnos que lloren con su papá y su mamá al llegar a la escuela pero, una vez dentro del centro, se muestran felices y contentos de aprender, participar, colaborar… es decir integrarse en la vida del aula.

Pero… entonces ¿por qué llora?, ¿cuál es la raiz de ese llanto?.

En el artículo del próximo mes abordaremos este tema junto con unas orientaciones específicas para que los papás puedan ayudar a superar con éxito el periodo de adaptación.

Aprender conviviendo

¿Se puede promover una sociedad de paz a través de una educación multicultural y en la diversidad? La respuesta es sí y el mejor ejemplo que se puede mostrar son los Colegios del Mundo Unido, una organización internacional sin ánimo de lucro con presencia en más de ciento veinticinco países.

Colegios del Mundo Unido cuenta con 13 colegios repartidos por cuatro continentes y está presidido por Nelson Mandela y la reina Noor de Jordania. En cada uno de estos centros conviven unos 200 chicos y chicas becados –de entre 16 y 19 años– de 80 nacionalidades diferentes, mientras estudian el Bachillerato Internacional. Para el curso 2013-2014, España contará con un nuevo centro, que abrirá sus puertas en dos de los edificios de la antigua Universidad Pontificia Comillas, en Cantabria.

“Para mí es un lugar donde doscientos estudiantes de diferentes nacionalidades convivimos de forma natural, sin que las diferencias se hagan patentes hasta que intercambiamos opiniones. Un entorno donde las conversaciones son ricas e interesantes y donde siempre estás aprendiendo”. Así responde Andrés Olivares cuando se le pregunta cómo definiría Colegios del Mundo Unido. Este chico de 18 años que decidió cursar 1º de Bachillerato ni más ni menos que en la India –gracias a la beca que consiguió con Colegios del Mundo Unido– destaca de su experiencia: “la gente que he conocido, los viajes que he hecho, la genial formación académica obtenida y lo mucho que he aprendido sobre otras culturas”. Además señala que le ha ayudado a ser mucho más responsable, respetuoso y crítico. “Todas las actividades que hacemos son muy interesantes y lo mejor de todo es que cualquier iniciativa encuentra su cauce”.

Educación integral

Su padre, Tomás, cuenta cómo la decisión de su hijo de irse fuera a estudiar pilló a la familia de sopetón pero lo aceptaron encantados porque veían a Andrés muy motivado y ahora, un año después, Tomás cuenta cómo “el muchacho que se fue no es el mismo que el que ha venido”. En nuestra opinión, “la formación académica es impecable pero más importante aún es que le vemos crecer como persona. Convivir con jóvenes de muy diversas nacionalidades, culturas y creencias. Esto le permite de un modo natural acercarse al mundo con un enfoque tolerante y respetuoso con las diferencias, comprometido socialmente de un modo práctico, ya que tiene la oportunidad de ejercer el voluntariado directamente allí donde realmente es necesario”.

A Horacio la filosofía de Colegios del Mundo Unidos le “enganchó” porque “el verano anterior a la convocatoria de becas a la que me presenté mi padre conoció a una ex alumna de Li Po Chun y me habló de los Colegios del Mundo. Leí acerca de ellos en la página web de los Colegios en España (www.colegiosmundounido.es) y en cuanto vi cuál era su filosofía (traer gente de todo el mundo para aprender y para cambiar sus comunidades), su propósito (entendimiento para la paz mundial) y su concepción de la educación (motivando una educación no sólo académica sino integral, haciendo hincapié en el servicio a la comunidad) decidí presentarme pues era el tipo de experiencia educativa que siempre había deseado”. Su padre, Antonio Ferrándiz, tiene muy claro que lo que más le satisface de la experiencia de su hijo en Canadá es “que se mueva por el mundo, que conozca a personas de diversos países, así como sus culturas y sobre todo que desarrolle aspectos solidarios y conozca otras realidades”.

Una huella imborrable

Tres años después de su paso por Colegios del Mundo Unido, Pablo Santaeufemia recuerda que el proceso de selección es muy duro. “Solicité plaza y me presenté a las pruebas de selección. Fue un fin de semana angustioso ya que todo el mundo quiere ir pero sólo había 12 becas. No creo que haya una fórmula mágica para ser elegido; pero si me preguntan qué se necesita yo diría que lo primero es que el estudiante decida inscribirse por sí mismo”. Hoy, desde Pekín, donde cursa su segundo año de clases de ingeniería en chino, Pablo describe su paso por Colegios del Mundo Unidos como “una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida”.

“La música te enriquece como persona”

Cuando se está al servicio de la música, del arte, de la literatura, hay que dejar que pase a través de ti para llegar a los otros. Somos instrumentos y se trata de lo que seas capaz de irradiar como artista para comunicárselo a los demás”.

En tal vez demasiadas ocasiones hablamos de igualdad como un concepto por alcanzar, sin entender que la misma búsqueda del objetivo interfiere en su logro. Es decir, que si decimos que hay que conseguir la igualdad es porque, por el momento, no somos iguales, no tenemos los mismos derechos o porque nos empeñamos en escalar una montaña cuando lo práctico es andar un camino. ¿Hay alguien que pueda asegurar que hombres y mujeres no se emocionan de la misma manera escuchando la Opertura 1812 de Tchaikovsky? ¿Alguien podría matizar la diferencia entre las lágrimas masculinas y femeninas? Sin duda, las diferencias las marca el talento, no el género de una persona. Sin ir más lejos, si esta entrevista la estuviera realizando Virginia Woolf, probablemente estaría mejor escrita, aunque también es probable que no entendieran una palabra.

Hoy nos sentamos con Inma Shara, una de las seis únicas mujeres que dirigen una orquesta en el mundo. Dice que la música clásica es en ocasiones demasiado clásica, pero que está cambiando. Como cambia ella cuando se pronuncia la palabra mágica: música.
“Para mí no es una profesión. Es una forma de vida”.

P. Le cambia la cara cuando habla de ello…
R. Es que es una parte de mí tan importante que me sale así.

P. ¿Se nota eso en los conciertos?
R. Cuando uno tiene la batuta y se encuentra delante de una orquesta, siente derrochar ese caudal interpretativo que tiene dentro. Nos convertimos en instrumentos de la música y, de tal manera, vivimos por y para ella cada minuto de nuestra vida.

P. ¿Siempre tuvo claro que quería emprender este camino?
R. Desde los cuatro años tuve claro que me dedicaría a la música. A eso debo añadir la gran suerte de que mis padres se empeñaran personal y económicamente para fomentarlo. No es un proceso consciente. Empecé con los instrumentos y encontré la orquesta. Para mí era y es la paleta de los colores de un pintor.

P. ¿Recuerda la primera orquesta que dirigió?
R. Claro, cómo olvidarlo. En el Conservatorio. Luego comencé en Holanda, en la orquesta de Bielorrusia en Minsk, la Philharmonic Orchestra, la Filarmónica de Israel, la Sinfónica de Milán, el Coro de London Symphony, la Sinfónica Nacional de Ucrania, Transilvania… De ahí a dar un concierto en el Vaticano delante de Su Santidad…

P. Ha sido la primera mujer en dirigir un concierto en el Vaticano… ¿Da vértigo?
R. Ha sido un regalo, sin duda. Ser aplaudida por Benedicto XVI es irrepetible.

P. Y en aquella primera orquesta que dirigió, ¿le miraban raro?
R. Es cierto que, cuando uno se posiciona delante de una orquesta, hay cinco segundos de expectación por ser algo a lo que no se está acostumbrado y lo acepto de buen grado. Pero, pasado ese instante, lo más importante es la capacidad artística del músico, su manera de expresar, de interpretar y de llegar a los demás. De comunicar sentimientos.

P. Los prejuicios, ¿pesan?
R. La mujer puede dirigir, si no yo no podría estar aquí hablando con esta pasión. Eso es claro, aunque también es cierto que ésta ha sido tradicionalmente una profesión de hombres. Ser director de orquesta pasa por todo aquel que se sienta artista y que ame la música por encima de cualquier cosa; es decir, que el envoltorio es un poco una cuestión de casualidad…

P. Es usted una persona tremendamente humilde…
R. Gracias, pero no es humildad. Repito que somos instrumentos de algo mayor, que es la música.

P. Ahí lo tiene: humildad. De cualquier manera, esa manera de ser, ¿se cultiva?
R. Cuando se está al servicio de la música, del arte, de la literatura, hay que dejar que pase a través de ti para llegar a los demás. Lo decía de veras: somos instrumentos, herramientas, y se trata de lo que seas capaz de irradiar como artista para comunicárselo a los demás.

Inma toma el café a sorbos cortos. Sonríe habitualmente y tiene una luz en los ojos que se despierta con fiereza cuando se habla de su pasión. Es la prueba palpable de lo que decíamos al comienzo: no es una cuestión de géneros, sino de talento, de pasión, de fiereza. Ella buscó un objetivo, luchó por él y fue lo bastante inteligente como para ir sacando de la música, en su día a día, cosas que desconocía.
“La música me ayuda a relativizar las cosas, a ser más tolerante. Te enriquece como persona. La música tiene unos valores consustanciales importantísimos. Cuando un niño toca en una orquesta, no sólo oye: también escucha.

P. ¿Cree que es una buena forma de educar?
R. Sin duda. La mejor.

P. Es usted perfeccionista. Se lo digo como una observación, no como una pregunta…
R. Lo soy, sin duda.

P. ¿Trae problemas ser tan meticulosa con el trabajo bien hecho?
R. Hombre, problemas no. Asumo mi obsesión por el trabajo bien hecho, la disciplina y el respeto. Creo que constituyen los tres pilares básicos para que todo funcione. Pocas veces he tenido problemas graves con los músicos. Puede que me vean a lo Jekyll y Hyde. Mucha gente me comenta: “Parece mentira, cómo eres en tu vida cotidiana y de qué manera te transformas”. Siento la música como algo tan mágico que probablemente me convierta en otra persona mientras dirijo. Es un momento de felicidad absoluta, apasionante. No sabes por qué, pero sale fuego de la orquesta. No sé, no lo puedo expresar con palabras; la música acontece, te quiere… Entonces, si te entregas, alcanzas el éxtasis.

P. ¿Qué se siente cuando se dirige un concierto, visto por todo el mundo, escuchado por todo el mundo, en recuerdo de las víctimas del terrorismo? ¿Condiciona? ¿Es más complicado?
R. Con el corazón en la mano, es lo más grande que a un ser humano le pueden encomendar. Este tipo de conciertos le engrandecen a uno como artista, pero especialmente como ser humano.

P. En ese momento es en el que uno debe sentirse, como decía antes, un instrumento de algo más grande…
R. Claro. Tal vez, la universalidad de la música te hace reflexionar sobre las miserias de nuestra condición de hombres.

P. Inma, ¿qué le gusta hacer cuando no está sobre el escenario?
R. Me encanta la comida sana, caminar, salir a pasear por el campo, rodeada de naturaleza. Es algo que te transmite paz, el saber escuchar los sonidos que te rodean, y que luego además puedes trasladar a tu campo profesional y lo irradias en la música.

P. ¿Hay un secreto para toda esta fortaleza?
R. La verdad es que los aplausos del público ayudan, son maravillosos, pero sin un entorno como el que tengo, sin las personas que me rodean, no podría con nada.

El sonido acompaña cada uno de los movimientos que realizamos. Cada paso que damos, el sonido de nuestro corazón, nuestra respiración. Todo es una sinfonía de la vida sencillamente pautable y medible con un tempo y un compás. Inma Shara supo verlo y por eso habla con fervor, con pasión. Terminaré diciendo, por aquello de que vean que nos documentamos intensamente para las entrevistas, que estoy leyendo un libro de Alex Ro
ss, el crítico musical del New Yorker. Se llama El ruído eterno y es interesante. En el prólogo, Ross afirma que “En el mundo clásico, ha estado de moda desde hace mucho tiempo mantener a la música cercada respecto de la sociedad, declararla un lenguaje autosuficiente. Pero el siglo XX se dedicó a derrumbar esta frontera con genios como Bartok, como Shostackovik o como John Adams”. Hoy Inma Shara ha dado un paso más para derribar esa frontera y nos ha hablado de la música con un lenguaje que todos hemos podido comprender: el de la respiración, los pasos y el latido del corazón.

A ellos también les ocurre

Muchas veces relacionamos de manera estricta la depresión como una enfermedad únicamente de adultos, pero es un fenómeno creciente entre nuestros niños.

La depresión, que antes sólo se diagnosticaba en personas adultas, está cada vez más haciendo sufrir también a los niños. Ya no son sólo los adultos los que se deprimen. Estudios hechos en Estados Unidos indican que alrededor del 5 por ciento de los niños padece de depresión en algún momento.

El término “depresión” describe tristeza, desesperación y desaliento. Los niños que viven con mucha tensión, que han experimentado una pérdida o que tienen desórdenes de la atención o de la conducta, o discapacidades en el aprendizaje corren mayor riesgo de sufrir depresión.

La depresión infantil puede definirse como una situación afectiva de tristeza mayor en intensidad y duración que ocurre en un niño. Se habla de depresión mayor, cuando los síntomas se alargan más de 2 semanas, y de trastorno distímico, cuando estos síntomas pasan de un mes, según nos comenta el pediatra Ernesto Sáez Pérez.

Síntomas emocionales

Detectar una depresión infantil no es fácil. Esta enfermedad posee algunas características similares a la depresión en el adulto, aunque con síntomas acompañantes peculiares.

La carencia de afecto y la ausencia de la madre suelen ser las principales causas de este trastorno en los niños.

Las depresiones más comunes en niños vienen caracterizadas por conductas antisociales, malhumor, irritación, retraimiento social y la que más se debe tomar en cuenta, las dificultades escolares. La falta de habilidades de comunicación e interacción social aparecen como elementos relevantes de la depresión.

Los expertos han llegado a la aceptación de los siguientes síntomas característicos y criterios de la depresión infantil: tristeza, irritabilidad, anhedonía (pérdida del placer), llanto fácil, falta del sentido del humor, sentimiento de no ser querido, baja autoestima, aislamiento social, cambios en el sueño, cambios de apetito y peso, hiperactividad, disforia e ideación suicida.

El conjunto sintomático se puede reducir a cuatro grandes núcleos:

  • Síntomas Anímicos: La tristeza es el síntoma por excelencia de la depresión. Esta tristeza se manifiesta por sentimientos de abatimiento, pesadumbre, infelicidad, incluso irritabilidad.
  • Síntomas Motivacionales: estado general de inhibición en el que se hallan. Forma parte la apatía, la indiferencia, en resumen, la anhedonia. En su forma extrema se halla lo que se llama el “retardo psicomotor “, un enlentecimiento generalizado de las respuestas motoras, el habla, el gesto.
  • Síntomas Cognitivos: La valoración que hace la persona deprimida de sí mismo y de su entorno suele ser negativa. La desesperanza, la visión totalmente pesimista del futuro es un factor casi siempre presente en estos sujetos.
  • Síntomas Físicos: Se puede dar una pérdida de sueño o una hipersomnia, fatiga, pérdida de apetito y la disminución de la actividad, molestias corporales difusas (dolores de cabeza, de espalda, náuseas, vómitos, estreñimiento, micción dolorosa, visión borrosa).

Tratamiento

El tratamiento de la depresión infantil ante todo debe ser individualizado, adaptado a cada caso en particular y a la fase del desarrollo que se encuentra el niño, en base a: su funcionamiento cognitivo, su maduración social y su capacidad de mantener la atención.

El diagnóstico y tratamiento temprano de la depresión son esenciales para los niños deprimidos y debe hacerlo un profesional: el médico habitual del niño, su pediatra, tendrá que evaluar sus cambios de comportamiento o su estado físico general.

La depresión infantil, al igual que la de los adultos, responde bien a la combinación de dos tipos de tratamiento:
1. Acción psicoterápica, preferentemente cognitiva, que debe extenderse al entorno familiar. No basta con que el niño acuda a terapia. Es necesario que su entorno se mentalice de que él solo no puede hacer todo el trabajo.

De esta manera, siempre condiciona favorablemente tener un clima adecuado y positivo y tratar de no trasladar los problemas de la madurez al ambiente del niño: él debe aprender a solucionar los problemas de su entorno, no los del nuestro.

2. Tratamiento farmacológico con psicofármacos antidepresivos.

¿Por qué se produce?

Existen varios aspectos que determinan la enfermedad:

Conductual. Porque hayan ocurrido acontecimientos negativos en la vida del niño o ausencia de refuerzos.

Cognitivo. Cuando el niño ha tenido experiencia de fracasos, juicios negativos o indefensión aprendida entre otros.

Psicodinámico. Si ha existido pérdida de autoestima o pérdida del objeto bueno.

Biológico. Si existe una disfunción del sistema neuro-endocrino, disminución de la actividad de la serotonina y por efecto de la herencia.

Estigmas: no es un bicho raro

Si nuestro hijo tiene una depresión es imprescindible desestigmatizar su situación. Su situación es compleja para él y necesita apoyo para superarla. Muchos niños que acabaron siendo grandes hombres sufrieron depresiones en su infancia. A este respecto, el filósofo francés Jean Jacques Rousseau declaró: “La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras”.

Suspender Selectividad

Somos los padres de un chico de 18 años. Ha sido un estudiante normal y ha ido sacando sus cursos con buenas notas, pero no sabemos que le ha pasado durante este año. Suspendió la selectividad en junio y ha vuelto a suspender ahora en septiembre.
¿Qué nos aconsejan Uds. para que aproveche el curso en algo que le sea útil además de seguir preparando la selectividad en alguna academia, ya que nuestra idea es que curse estudios universitarios en la carrera de Empresariales?

Ana Mª (pamplona)

Nos parece oportuno que insista en preparar la selectividad para el próximo curso, ya que para acceder a la Universidad es indispensable; Uds. tendrán que ayudarle y darle todos los apoyos necesarios para que no se desmotive y continúe con un buen ritmo diario.

Otras actividades que aconsejamos es que aproveche para formarse lo mejor posible en informática, inglés o algún otro idioma que pueda interesarle, también podría acudir a clases de cálculo y contabilidad que pueden serle útil para cursar la carrera de Empresariales, si es lo que desea.

Otro camino podría ser que iniciara estudios en FP administrativo que también sería un buen complemento para el próximo curso.

Considero que quien mejor puede orientarle y aconsejarle son sus profesores del colegio que son los que mejor le conocen tanto a nivel personal como académico.

Play English!

Si eres de los que tiene graves problemas para aprender el denominado ‘idioma universal’, bien sea por no tener tiempo, dinero o ganas, el estudio español Tonika Games te ofrece una solución redonda.

Un juego que por un lado nos permite disfrutar de una historia de detectives en la que el jugador se pone en la piel de Rubio, a quien el MI6 solicita su ayuda en las lejanas tierras londinenses. Pero lo mejor de esta aventura, y he ahí su sugestivo aliciente, es que la única forma de investigar el caso pasa por aprender la lengua inglesa, haciendo un uso perfecto de la misma a la hora de entrevistar sospechosos, unir pruebas o de solucionar los acertijos más complejos, también de cara a dar un paso en firme hacia la verdad.

Si de algo puede presumir Play English es de no limitarse a ser el clásico cursillo de aprendizaje instantáneo que no ofrece más material que el didáctico, y sin embargo, una hora de juego equivale a 10 clases convencionales de inglés. La historia que protagoniza Blond (Rubio) nos lleva a relacionarnos con un exigente jefe (Vaughan), que a su vez nos ofrece las gafas de tecnología experimental PATO (Personal Assistant Teaching Organizer) con las que aprender será un juego de niños, y nunca mejor dicho.

Un espía en la escuela

Play English es, a grandes rasgos, un videojuego que emplea las técnicas más revolucionarias en cuanto a la educación virtual se refiere. Para ello ha contado con el apoyo del grupo Vaughan Systems, líder en materia educativa. El departamento técnico de Vaughan tiene editados y registrados más de 100 títulos propios de material didáctico y su dirección técnica posee una experiencia pedagógica que, en su conjunto, sobrepasa las dos millones de horas impartidas. Además, el juego es apto tanto para adultos como para niños, con la opción de elegir distintos niveles de dificultad en función de la experiencia que hayan acumulado.

Cada escena que esconde este título exclusivo de PSP encierra una nueva prueba de la que dicen equivale ni más ni menos que a cinco horas de lección física, por lo que Play English no obliga per se a aprender, sino que motiva a su público a aprender nuevos conceptos para seguir jugando o a refrescar los que ya conocíamos de antemano.

Sin duda, Play English es ese juego con el que uno aprende sin darse cuenta, mientras se divierte siguiendo la trama de una aventura de misterio, donde el jugador no es siquiera consciente de que está dando una verdadera lección de inglés, ya que el aprendizaje se convierte en el propio reto a superar.

Características: aprende un nuevo idioma sin darte cuenta

Cuenta con el respaldo de Vaughan Systems, el método de inglés que actualmente está triunfando en la televisión.

Está recomendado para mayores de 7 años, ya que las lecciones de inglés son recomendadas para jugadores de mínimo esta edad.

Aunque el videojuego no posee modo multijugador, puedes jugar con un amigo o familiar en la misma partida para ayudarte en las lecciones de inglés y sacar mayor rendimiento del aprendizaje.

Ficha técnica

Plataformas: PSP
PEGI: +7
Género: Aventura
Desarrollador: Tonika Games
Distribuidor: Sony
Precio: 29,99€
Extras: una guía práctica de inglés de 56 páginas desarrollada por Vaughan Systems.

Multijugador: No
www.runaway-thegame.com

Guardianes. Secuestro en el crucero

Primera entrega de las aventuras de Lúa y sus amigos, que en esta ocasión disfrutan de un crucero por el Mediterráneo, cada uno con sus padres. Pero pronto descubrirán que el barco oculta algún tipo de misterio.

Un misterioso camarero chino está pendiente de todo lo que hacen. No le quita ojo a un colgante que lleva encima Lúa, niña china adoptada. El colgante es el único recuerdo que guarda de su madre biológica. Además, durante el trayecto descubrirán a un sospechoso hombre gigantesco, al que llaman Nariz de Patata, que está tramando algo.

Novela juvenil que forma parte de la serie titulada Los guardianes, que son un particular un grupo de amigos proclives a meterse en líos. La escritora juvenil Marta Fernández-Rañada, autora de El gran viaje de Colón y Las aventuras del pequeño Colón, es la responsable de esta serie para niños, en la línea de Los cinco, de Enid Blyton y otros títulos detectivesco-juveniles. A pesar de su asumida falta de pretensiones, se trata de un libro ameno. Se nota que la autora tiene el suficiente oficio como para describir a personajes atractivos, y crear la necesaria intriga, a partir de sospechosos personajes.

Sirve para estimular a la lectura a chicos de entre 8 y 11 años más o menos. Además, trata de forma positiva temas de interés, como las relaciones en el ámbito de un grupo de amigos juvenil, y las relaciones familiares. También gira en torno al valor de la utilización de la inteligencia para resolver problemas y resolver enigmas.

Esta obra ha aparecido en el mercado a la vez que Guardianes. Misterio en la playa, la segunda entrega de la serie.

Ficha técnica

Marta Fernández-Rañada
Montena. 128 págs. 7,95 euros

Salt

Evelyn Salt es una de las más eficaces agentes de la CIA, pero ha encontrado la felicidad en el matrimonio, y querría por ello un destino tranquilo de oficina.

En éstas la reclaman para un interrogatorio a un desertor de los servicios secretos rusos. El tipo desvela un complot de agentes soviéticos “durmientes”, planificado durante la guerra fría, cuyo primer paso sería el asesinato del presidente ruso durante el funeral del recién fallecido vicepresidente de los Estados Unidos…

Philliph Noyce, especialista en películas sobre personajes de la CIA (Juego de patriotas, Peligro inminente), entrega un thriller de ritmo endiablado, con una Angelina Jolie que logra componer una fantástica heroína de acción. El film no da tregua y deja entrever una secuela. Para los más intrépidos.

Ficha técnica

Título: Salt
Director: Phillip Noyce
Intérpretes: Angelina Jolie, Liev Schreiber, Chiwetel Ejiofor.

Duración: 100 minutos