Salvador Almenar lidera desde hace seis años el Consell de la Infància i la Adolescència en el Ayuntamiento de Mislata, población valenciana de 43.000 habitantes que ha destacado por sus acciones en el ámbito de la infancia. Mislata es una de las 270 Ciudades Amigas de la Infancia que existen en España; un título que compromete a los gobiernos locales “con el cumplimiento de los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño”. Almenar impulsa estas políticas como Jefe del Servicio de Bienestar social, Educación, Infancia y Personas Mayores del Ayuntamiento.
¿Todavía se puede avanzar en los derechos de los niños en un país como España?
En los últimos 20 años los derechos de los niños se han fortalecido en el primer mundo, especialmente en cuestiones básicas como la Educación y la Sanidad, y existe la voluntad de mejorar en este aspecto. Sin embargo, para mí hay dos fenómenos que han influido negativamente sobre la infancia: el primero es la crisis económica, que ha hecho crecer la pobreza infantil, y el otro es la ausencia de la participación efectiva en el entorno en el que vive el niño.
¿Una participación efectiva, real?
La participación es un derecho activo, no está siendo efectivo porque requiere de muchos elementos. Los poderes públicos siempre han considerado que niños y adolescentes son el futuro…, pero nunca se había pensado que también ellos pueden ayudar a diseñar ese futuro. Y para eso también hace falta el concurso de los mayores. Hoy casi todos los niños tienen prácticamente asegurados los derechos básicos: Educación, necesidades especiales, vacunación, ayudas sociales para suplementar la alimentación, viviendas, actividades culturales y recreativas… En definitiva, todo para los niños… pero sin los niños.
¿Por qué la Red de Ciudades Amigas?
Situarse en un marco más amplio te asegura la continuidad del proyecto. Vimos el plan de Unicef y que coincidía con nuestros objetivos; además, proporcionan una metodología que podemos aplicar sin delegarla en terceros… Por otra parte, ser una Ciudad Amiga de la Infancia tiene la ventaja de que es Unicef quien te te reconoce.
¿Y funciona?
Es una gota malaya… Irá calando. Llevamos pocos años, y de momento ya tenemos, en la Comunitat Valenciana, el amparo de una Ley Autonómica en la que se reconoce la participación de la que hablaba y el papel de los ayuntamientos.
Escuchar a los niños siempre queda bien…
No queremos un modelo decorativo que se acabe en un pleno en el que los menores piden cosas. Pedir no es participar. Se trata de consolidar una escuela de ciudadanía. Desde 2013 el Consell de la Infància se reúne quincenalmente, sus miembros son electos, reciben una formación específica, y además su mecanismo es visible. La participación de los centros resulta imprescindible: en cada centro escolar del municipio hay un representante, porque el espacio del niño es la escuela. De hecho, uno de los principales retos es ampliar este espacio de las escuelas para una mayor visibilización del Consell y que fluya más la comunicación. Para esta dinamización, por cierto, es fundamental contar con profesionales, que nos proporciona un convenio con una entidad especializada.
¿Qué piden los niños?
Los niños y adolescentes vienen a esta iniciativa a participar, no a pedir. Al principio nos sorprendían sus inquietudes, como la movilidad urbana, la adaptación de los parques para compañeros con dificultades funcionales… Otra de las grandes inquietudes que expresan los niños es la pobreza de las familias, porque son conscientes de las dificultades de los padres y pueden empatizar con los más desfavorecidos.
La Jornada Ciudadanía Conectada 2019 abordará los beneficios de un uso racional y consciente de la tecnología, especialmente móviles y redes sociales. Serán entregados los I Premios PantallasAmigas, con motivo del XV aniversario de la entidad (2004-2019).
El próximo martes día 15 de octubre, el Auditorio del Campus de Google de Madrid acogerá la Jornada Ciudadanía Conectada 2019 con el lema “Educación y Bienestar Digital”, que se desarrollará de 9:00 a 14:00 horas. Está organizada y promovida por PantallasAmigas con la colaboración de Google, contando además con el apoyo institucional de Incibe en el marco del proyecto SIC-Spain y el impulso de Twitter, presente también en la edición anterior.
El uso continuado y abusivo de los teléfonos móviles, redes sociales, internet o videojuegos, e incluso de las apuestas y juegos de azar, es un fenómeno que amenaza la salud y el bienestar de nuestra sociedad, especialmente cuando se da en edad infantil o entre adolescentes. Esta jornada se presenta como un foro para compartir conocimiento y experiencias útiles para la prevención y la intervención de esta problemática creciente.
En la jornada participarán casi una decena de profesionales de diferentes contextos y entidades, que expondrán el bienestar y las competencias emocionales en la sociedad de internet, el uso abusivo de las redes sociales, móviles, videojuegos y apuestas deportivas, además de ayudas técnicas para el uso racional del smartphone. PantallasAmigas, de la mano de su Director, Jorge Flores, aportará las estrategias necesarias para la educación en hábitos de vida digital saludables, para un uso consciente y sin abuso de las nuevas tecnologías conectadas.
El plantel incluirá profesionales del ámbito académico y psicológico, como Dolors Reig (Psicóloga Social y Editora de El Caparazón), Ana Estévez (Dra. en Psicología de la Universidad de Deusto) y Antonio Vargas (Public Policy Manager en Google) para difundir algunas ayudas técnicas para el uso racional del smartphone.
Se ofrecerá también la visión de los videojuegos y bienestar en la sociedad, la escuela y la familia, así como la forma de acompañar con los videojuegos en el desarrollo de capacidades y habilidades, de la mano de Cristina Gutiérrez (Técnica del área de menores de INCIBE), Antonio Guzmán (Director del área de promoción de la salud de la Fundación Mapfre), José María Moreno (Director General de AEVI), Carlos G. Tardón (Profesor Doctor Permanente de Tecnocampus), Alba Torrego (Dra. en Educación y profesora de la Universidad Complutense de Madrid) y Alexander González “Mezuky” (Gamer y Presidente de Eusko eSports).
Todo ello, moderado por Carlos Gurpegui Vidal, experto en promoción de la salud y TIC, profesor en la UOC, periodista y gestor cultural; y por Borja Adsuara, profesor, abogado y consultor, experto en Derecho, Estrategia y Comunicación Digital. El programa deparará todavía alguna incorporación a los debates así como la intervención en directo de la artista gráfica Lyona. Además, se hará entrega de los primeros Premios de PantallasAmigas.
Una propuesta divulgativa y formativa de PantallasAmigas
PantallasAmigas es una iniciativa para la promoción del uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías conectadas y para el fomento de la ciudadanía digital responsable en la infancia y la adolescencia que inició su labor en 2004. En la consecución de sus objetivos se engloban acciones que, como esta jornada, aportan luz sobre los nuevos retos.
Los objetivos de la jornada son: promover la reflexión sobre los beneficios de un uso racional y consciente de la tecnología, especialmente móviles y redes sociales; identificar hábitos promotores del bienestar digital así como estrategias y herramientas para su consecución en el contexto personal y familiar. Y por último, analizar las oportunidades de los videojuegos en diferentes ámbitos, así como los aspectos clave para evitar prácticas de consumo nocivas.
Este foro está destinado a profesionales del ámbito de la educación tanto formal como informal, de los servicios sociales, de la pediatría, la psicología, la pedagogía, personal directivo de los centros educativos, madres y padres y, en general, toda aquellas personas con implicaciones en la educación de las personas menores de edad.
Para acudir a esta jornada, el acceso es libre hasta completar aforo y la inscripción es obligatoria, pudiéndose hacer a través de la página web del evento: www.ciudadaniaconectada.es
Darle a tu hijo tiempo extra en el iPad por un buen comportamiento puede provocar que sienta mayor dependencia de la tecnología, según un estudio de la Universidad de Guelph.
Por Ana Veiga
¿Tu hijo tiene iPad? ¿Y móvil? Cada vez es más habitual regalar a los niños tecnología o premiarlos con tiempo de acceso a ella. Según el informe de Unicef El Estado Mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digital, uno de cada tres usuarios de Internet en el mundo son niños. Si actualizamos la información, un estudio publicado el Día Internacional de Internet Segura 2019 (5 de febrero) por la plataforma Lingokids, afirma que más de la mitad de niños españoles entre dos y ocho años cuenta con su propio dispositivo móvil y que sólo el 56% de los padres españoles los supervisa mientras navegan.
Ante estos datos, es comprensible que cada vez más investigadores pongan el foco en esta franja de edad para analizar cómo les afecta su -más que habitual- presencia en el entorno digital. Un nuevo estudio de la Universidad de Guelph (Canadá) se centra en la accesibilidad a pantallas que padres y madres ofrecemos a los menores y lanza una preocupante sentencia: controlar el comportamiento de nuestros hijos poniendo el tiempo frente a la pantalla como premio solo conduce a que pasen más tiempo frente a la pantalla.
Jess Haines, Profesora Asociada en el Departamento Relaciones Familiares y Nutrición Aplicada en la Universidad de Guelph, lo explica con una comparación: las chucherías. “No deberíamos usar las golosinas como recompensa porque, al hacerlo, podemos aumentar la atracción hacia ellas. Cuando das dulces como recompensa, a los niños les gusta menos la zanahoria y más el pastel. Lo mismo sucede con el tiempo frente a la pantalla».
Claves del estudio
Actualmente, solo el 15%vde los preescolares canadienses cumplen con las Pautas de comportamiento sedentario canadienses que recomiendan que estén menos de una hora de tiempo de pantalla al día. Por eso, en este estudio, los resultados muestran que los niños pasan de media casi una hora y media frente a una pantalla durante los días de semana y un poco más de dos horas al día los fines de semana. Pero no son solo ellos los que se rodean de tecnología: los padres y madres pasan dos horas al día frente a una pantalla por semana y un poco más de dos horas y media diaria los fines de semana.
La cantidad de tiempo de pantalla de los niños estuvo influenciada por diferentes factores. Uno de ellos, consiste en si los progenitores usan el tiempo de pantalla como recompensa; a esto, la mayoría de los padres contestaron positivamente. «Creemos que la cantidad de tiempo frente a la pantalla es mayor los fines de semana porque los niños están en casa y generalmente tienen más interacción con sus padres», comenta Haines.
Por otro lado, han confirmado una vez más que el ejemplo es importante. Por eso, en aquellos casos en que los padres han confesado pasar más tiempo frente a una pantalla que la media -incluso si están con sus hijos-, se ha producido un efecto espejo: los niños han aumentado también su uso.
Y eso sin tener en cuenta el efecto babysitter . Se refiere a cómo se utilizan las pantallas como ‘niñera’ para mantener a los niños entretenidos. ¿Un ejemplo? Cuando estás en un espacio público y le dejas jugar con tu móvil quieres que esté tranquilo.
Efectos en la salud
Una hora. Ese es el tiempo máximo diario que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda para que los menores de cinco años estén delante de pantallas – incluyendo televisión, dispositivos móviles y videojuegos-.
María Salmerón, pediatra, autora del Criar sin complejosy de la web Mimamayanoespediatra.es, insiste en que sigamos las prescripciones de las principales sociedades científicas pediátricas. Y lanza una pregunta al aire: “Lo esencial es el uso racional. “Las TIC impactan directamente y de forma negativa en el bienestar físico y mental en la infancia. Los riesgos son diferentes según la edad y la etapa del desarrollo, especialmente vulnerables son los niños menores de dos años”.
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Horas por edad
Menores de 18 meses: Evitamos el uso de pantallas.
De 18 meses hasta los 2 años: Uso esporádico.
De 2 a los 5 años: Uso máximo de 1 hora al día.
A partir de los 6 años: Ponemos límites coherentes sobre tiempo y contenido, asegurando su tiempo sueño y de actividad física.
Cargar una mochila demasiado pesada, el sedentarismo, un calzado inadecuado, malas posturas… son las causas más comunes que provocan molestias en la espalda de niños y adolescentes. A la larga pueden provocar problemas serios. Para prevenir y tratar a tiempo estas dolencias, la fisioterapeuta pediátrica, Victoria Garnacho nos explica una serie de claves.
Por Eva R. Soler
Para mantener la espalda erguida y en buena posición, en algunas escuelas de Estados Unidos han sustituido las sillas de algunas de sus aulas por grandes pelotas de yoga y pilates. “Esta medida está obteniendo grandes resultados y no sólo es beneficioso para su espalda, sino que los alumnos también mejoran su atención. Cuando los niños se sientan sobre las pelotas, ambos lados de su cerebro se activan para mantener el cuerpo en equilibrio. Y cuando el cerebro es estimulado se centra más en el aprendizaje, en el procesamiento de nueva información y en la concentración”, explica Victoria Garnacho, directora del Experto Universitario en Fisioterapia Integral de la Universidad Camilo José Cela.
En España, la comunidad educativa también está cada vez más concienciada con este tipo de problemas. Las campañas de prevención de dolor de espalda se repiten todos los años al inicio del curso escolar por parte de los expertos en la materia. “Y es que, tanto los profesores como los padres, deben estar atentos a las pistas que pueden indicar el inicio de posibles problemas en este sentido”, señala Garnacho.
Por ejemplo, los problemas de vista o de oído pueden provocar problemas de postura que terminan afectando también a la espalda. “Si el niño en clase inclina la cabeza cuando mira a la pizarra o lo hace en casa para ver la tele, este giro que puede ser de 40º, puede provocar si se repite en el tiempo, una desviación en la columna y dolores cervicales”, advierte.
El inicio de curso y el otoño traen consigo la renovación de la ropa o el uniforme escolar. “Es en las estaciones de entretiempo (primavera y otoño) cuando los niños “dan el estirón”. Por eso, es buen momento de revisar si a la hora de meter un pantalón, una pernera es más larga que otra. Atentos también a los zapatos o zapatillas: si una está más desgastada que otra. Estas asimetrías pueden ser origen de un problema de espalda y son fáciles de detectar por parte de los padres”.
A la hora de elegir el calzado, es importante apostar siempre por la calidad y especialmente, en los primeros años. Zapatos en piel, de forro transpirable, suela flexible y antideslizante son las características de un buen calzado infantil. “Hasta los cuatro primeros años, que es cuando el pie se está formando, los zapatos deben ser rígidos por la parte de atrás y, sobre todo, que la parte interna del puente tenga refuerzo para corregir ese pie plano tan blandito de los niños”, aconseja Garnacho.
La fisioterapeuta explica que a su clínica de Madrid acuden muchos padres de niños de entre tres y siete años preocupados porque sus hijos meten un pie hacia dentro a la hora de caminar o porque tienen un pie plano. Victoria explica que es importante detectar un problema de pie a tiempo porque de lo contrario puede derivar en un problema futuro como una posible escoliosis, pero en la mayoría de los casos no hay que preocuparse. “A no ser que sea por un problema neurológico asociado, no hay que alarmarse, porque a medida que el niño crezca y su sistema motor vaya madurando ganará tono muscular y fuerza, a la vez que mejorará su equilibrio y balance y ese tipo de problemas irá desapareciendo por sí solo”.
Otro factor que origina dolores y problemas de espalda son las mochilas demasiado pesadas. “A pesar de las advertencias, seguimos viendo niños pequeños por la calle con mochilas enormes que llegan casi hasta el suelo”, describe Victoria. Según un estudio de la Red Española de Investigaciones en Dolencias de Espalda, la mochila no debe llevar más del 10% del peso del niño. Es decir, si pesa 40 kg, debe cargar como máximo cuatro. Para Garnacho, las mochilas más recomendables son las tradicionales, bien ajustadas a la espalda y con una distribución simétrica del peso. Las mochilas de carro están totalmente contraindicadas porque al cargar el peso sólo de un lado favorece la desviación de la columna. Sólo se recomiendan mochilas con ruedas si éstas se empujan hacia delante y con las dos manos”, explica.
Por último, Garnacho añade que una alimentación equilibrada y la práctica diaria del deporte también son muy importantes a la hora de procurar una espalda saludable.
Prevención: deporte
En España, las dolencias de espalda aumentan a partir de los 10 años. Entre los 13 y los 15 años las sufren el 51% de los chicos y el 69% de las chicas. Por tanto, es entre los 6 y los 10 años cuando los niños deben adquirir los hábitos que les ayuden a prevenirlas.
Los expertos coinciden a la hora de señalar la práctica habitual de ejercicio físico como una de las medidas más eficaces para prevenir los problemas de espalda. “El deporte en el horario escolar está fenomenal pero si, además, se incluye también como una extraescolar, mucho mejor”, afirma la fisioterapeuta infantil Victoria Garnacho.
Desde la Red Española de Investigadores en Dolencias de Espalda aconsejan incorporar este hábito desde edades tempranas y no considerarlo una obligación más del horario escolar, sino incorporarlo al ocio familiar. En este sentido, la edición de este año del Tebeo de la Espalda (publicación que la Red edita todos los años dentro de su campaña de prevención) promueve consejos prácticos para practicar deporte en familia.
Evitar el reposo o acortarlo todo lo posible es otra de las medidas que aconseja Garnacho cuando hay una dolencia de este tipo, pues “se ha demostrado que mantener la actividad física acorta la duración del dolor y permite una pronta recuperación”.
La curiosidad es una excelente aliada del aprendizaje. Cuando el niño siente curiosidad por algo se produce una emoción que facilita el conocimiento. ¿Cómo podemos fomentar que sea curioso?
Por Terry Gragera
Aunque a veces no tiene demasiada buena prensa, la curiosidad es una muy buena virtud, no solo en el ámbito académico sino también en la vida. “La curiosidad nos lleva a cuestionar las cosas, a buscar las preguntas adecuadas para descubrir las mejores respuestas. Al ser curioso vives la vida con pasión, enfrentándote sin desfallecer a los retos. Las personas curiosas suelen ser también muy adaptables, coherentes, comprometidas, creativas, entusiastas, imaginativas y perseverantes”, enumera Salvador Rodríguez Ojas, pedagogo, responsable de El Blog de Salvaroj y autor del libro La educación que deja huella.
De la misma opinión es Ingrid Mosquera, profesora adjunta de la Facultad de Educación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y especialista en Didáctica, Metodología y TIC: “La curiosidad implica un interés constante por aprender, una voluntad de descubrir y una capacidad de sorprenderse por cosas nuevas, disfrutando de la vida a cada paso. Una mente curiosa es una mente activa, un aspecto muy sano en nuestro día a día. La curiosidad nos permite ser personas cultas, preparadas, con criterio propio, con una personalidad marcada que no se deja llevar por opiniones ajenas infundadas. La curiosidad nos ayuda a reflexionar, a sentir empatía, a escuchar y a pensar antes de hablar”, destaca.
Ser curioso en el aula
Un escolar curioso es un niño que parte con ventaja en el colegio. “Cuando un alumno siente curiosidad, tiene una voluntad activa de descubrimiento, quiere buscar respuestas o soluciones, no espera a que le enseñemos, él mismo buscará la información. La curiosidad abre el camino a la formación continua y a la autonomía del alumno. Incluso hay estudios que indican que la química de nuestro cerebro se transforma cuando sentimos curiosidad, estando más receptivos para el aprendizaje”, señala Ingrid Mosquera. Por su parte, Salvador Rodríguez Ojaos destaca cómo “cuanta más curiosidad haya, más aprendizaje significativo y mayor crecimiento personal se producen en el alumno”.
Pero ¿es compatible ser curioso con los programas académicos establecidos? “En el aula, en algunos casos, puede ser complicado para los docentes domar la curiosidad porque cualquier cosa puede hacer que los niños se dispersen o no quieran cambiar de tema. Pero debemos buscar el modo de que puedan seguir trabajando en él, aunque sea mediante un proyecto, un vídeo o algún tipo de propuesta en la que puedan dar rienda suelta a su curiosidad y deseo de aprender. El problema no es la curiosidad sino saber gestionarla”, explica la profesora de la UNIR.
Hay niños más curiosos que otros, pero, en todo caso, la curiosidad se puede despertar y fomentar. Estos son algunas de las recomendaciones que ofrece Salvador Rodríguez Ojaos para ello:
Plantearles retos y desafíos relacionados con la vida cotidiana.
Enseñarles a formular preguntas y no a memorizar respuestas.
No castigar el error sino considerarlo un paso más hacia el éxito.
Incentivar las respuestas disruptivas para que miren a la realidad desde distintos puntos de vista.
Hacerles partícipes y responsables de su aprendizaje.
Además, Ingrid Mosquera añade estas otras aplicables en el aula:
Utilizar metodologías activas, como el aprendizaje por proyectos o los espacios maker.
Conectar las asignaturas con la realidad, incluso contando con algún invitado que imparta una charla .
Hacerles muchas preguntas a los alumnos y fomentar el pensamiento crítico.
Promover un ambiente reflexivo, de debate y de diálogo abierto.
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¿El niño curioso nace o se hace?
“Los niños son inconteniblemente curiosos desde el nacimiento. Lo lamentable es que esa capacidad se va perdiendo como consecuencia de una educación académica más basadas en las calificaciones que en el aprendizaje.
No se trata de convertir la escuela en un lugar donde los alumnos hagan lo que quieran, en un espacio sin normas… sino en una educación que no solo tenga en cuenta los contenidos sino también la curiosidad, la emoción, la formación del carácter y la creatividad”, destaca Salvador Rodríguez Ojaos.
Por su parte, Ingrid Mosquera reflexiona: “El contexto familiar, el social y el educativo influirán en que podamos desarrollar más o menos nuestra curiosidad. Hay que tener cuidado y no educar matando la curiosidad y la creatividad de los más pequeños”.
El curso comienza y hay que volver a retomar los hábitos de estudio. En ello, los padres podemos ayudarles, y no solo con explicaciones sino también con la organización del estudio.
Por Javier Peris
CLARO QUE HAY QUE AYUDAR A ESTUDIAR A LOS HIJOS, PERO ESO NO ES LO MISMO QUE ESTUDIAR CON ELLOS, NI HACERLES LAS TAREAS, ni llevarles la agenda de los trabajos, el calendario de exámenes… Hay que ejercer cierta presión sobre las rutinas de estudio y los resultados académicos.
EVIDENTEMENTE NO ES LO MISMO MOTIVAR Y AYUDAR A UN CHAVAL DE 8 AÑOS QUE A UN ADOLESCENTE DE 15. En los más pequeños las calificaciones son menos importantes, incluso nada importantes. En las primeras etapas hay que evaluar el esfuerzo, las primeras destrezas en organización y previsión, las diferentes competencias, los gustos por las diferentes materias o contenidos.
SEGÚN AVANZAN LOS CURSOS DE PRIMARIA EMPEZAMOS A INQUIETARNOS POR LA CAPACIDAD DE NUESTRO HIJO: ¿ES LISTO, LENTO, TORPE, UN TALENTO MEDIO…?, Y hacemos bien, porque no todos los niños son de sobresaliente y es necesario adecuar los objetivos y exigencias al potencial de cada alumno. Para este diagnóstico resulta imprescindible el concurso de los tutores, cuyo juicio siempre es más objetivo y complejo que el de los padres.
LOS NIÑOS DEBEN ASIMILAR CUANTO ANTES QUE LOS ESTUDIOS SON SU TRABAJO, SU RESPONSABILIDAD, de la misma forma que los padres tienen sus empleos y sus responsabilidades; y que, como estos, no pueden delegar sus tareas. Por eso no constituye una imposición establecer con claridad las prioridades: primero estudiar, después jugar, salir, comunicarse…
LOS PADRES DESEARÍAMOS QUE NO FUERA NECESARIO IMPLICARNOS EN LOS ESTUDIOS DE LOS HIJOS, PERO RARA VEZ ES POSIBLE. Ni siquiera es conveniente. Para facilitar el conocimiento del entorno escolar del niño o niña es muy recomendable asistir a las reuniones del proyecto educativo, consultar con frecuencia la web y los correos del centro, comentar con otros padres las incidencias de la escuela y conocer -sin atosigar- a los profesores.
A LOS PADRES Y MADRES NO SE LES PIDE SER EXPERTOS EN TÉCNICAS DE ESTUDIO. Es más, pese a todo lo que ha avanzado la pedagogía no se ha inventado nada nuevo en este campo: memorizar y repetir, dibujar diagramas y esquemas, y hacer autoevaluaciones (revista Science, 2011). A partir de aquí cada estudiante desarrolla sus propias formas de memorizar, subrayar, resumir, etc. y los padres, por extrañas que les parezcan, no deben cuestionarlas. Lo importante es que funcionen.
IGUAL DE BÁSICAS Y CONOCIDAS SON LAS RECOMENDACIONES DE TIPO PRÁCTICO: asiento no demasiado cómodo; espacio e iluminación suficientes; el mayor silencio posible; ausencia de móviles, tablets, televisiones; un horario fijo de trabajo, con tareas y sin ellas, que incluya breves descansos; evitarles interrupciones… .
ATENDER EN CLASE ES HABER RECORRIDO LA MITAD DEL CAMINO. Por eso es conveniente testar de vez en cuando si los hijos aprovechan el tiempo que pasan en el aula; preguntando, por ejemplo, qué tema de Historia, o de Sociales, han tratado ese día. También son convenientes los consejos para los exámenes: leer bien los enunciados, empezar por lo fácil.
HAY ASIGNATURAS QUE OBJETIVAMENTE RESULTAN MÁS DIFÍCILES PARA EL ALUMNO. A unos les cuestan más las matemáticas, a otros los idiomas… Si se tarda en actuar la materia se convierte en un motivo de ansiedad que afecta, además, al rendimiento general. A veces es suficiente la ayuda de un compañero, pero si es necesario hay que hablar con el profesor, e incluso acudir a clases de refuerzo..
LOS RECURSOS -ASÍ LLAMADOS- DIGITALES HAN AMPLIADO ENORMEMENTE LAS POSIBILIDADES PEDAGÓGICAS; pero, además, responden a la psicología y a los hábitos de unos niños y jóvenes que prácticamente han nacido con una pantalla bajo el brazo. Las nuevas tecnologías no son, por eso, un problema sino todo lo contrario. Lo que hace peligrosas las pantallas son principalmente el mal uso.
YA NO SE PUEDE ESTUDIAR, EN FIN, SIN INTERNET. Los docentes introducen cada vez más pronto el acceso a la red como fuente de información complementaria, ejercicios, documentación para trabajos… Sin embargo, un navegador sin restricciones hace muy difícil que el estudiante no se distraiga (igual que nos ocurre a los adultos). Para ponerlo un poco más difícil se puede prescindir del móvil y acostumbrarse a hacer las consultas académicas en un PC.
“¿HAS EMPEZADO YA LAS TAREAS? ¿YA ESTÁS OTRA VEZ DESCANSANDO? ¿NO TENÍAS QUE HACER UN TRABAJO DE GEOGRAFÍA?”. El padre-vigilante no es una opción recomendable. En primer lugar porque el hijo se acostumbra a estudiar sólo cuando se siente vigilado; y en segundo lugar, porque puede resultar muy trabajoso -y hacerse muy largo- para los padres. Un cierto control es necesario, pero mejor a posteriori.
HAY QUE INSISTIR EN ESTA IDEA. Los padres más mayores suelen repetir que a ellos nunca les ayudaron, pero es posible que hoy vivamos en el otro extremo. El gran reto es lograr que esa mayor implicación de los primeros años sea compatible con hacer crecer la responsabilidad y la iniciativa según van madurando. Hay que asumir que es bueno que el cordón umbilical de los estudios se rompa cuanto antes.
ESTE SEGUIMIENTO BLANDO PERO CONSTANTE CONSISTE BÁSICAMENTE EN QUE LOS HIJOS SIENTAN LA PRESENCIA Y EL INTERÉS PATERNOS. PRESENCIA E INTERÉS. Existen muchos posibles temas de conversación que no tienen que ver con el siempre exigente día a día. Desde la impresión que ha causado el nuevo profe de Lengua hasta cómo han cambiado las matemáticas, pasando por los cotilleos y noticias del centro y de los compañeros.
LOS PADRES PUEDEN ACORDAR CON SUS HIJOS UNA FÓRMULA POCO INVASIVA PARA ECHARLES UNA MANO: tomarles la lección de una asignatura como máximo, y como mucho una vez a la semana… Así, además de ayudarles en la autoevaluación se demuestra compromiso con su esfuerzo. Y sea cual fuere la relación de los padres con los estudios de los hijos, no hay que dejar de manifestar interés, nunca preocupación.
EL MEJOR INCENTIVO ES UNA FELICITACIÓN SINCERA… O MOSTRAR UNA DECEPCIÓN IGUAL DE SINCERA. Pero el estudiante puede ser sensible a otras compensaciones y, si son adecuadas, no hay que desdeñarlas. El primer móvil, que siempre consiguen antes de lo que querríamos, puede ser uno de esos premios. En todo caso, el mejor incentivo es el que propone y negocia el propio estudiante.
A PARTIR DE LOS QUINCE AÑOS LA COSA SE PONE SERIA: ¿CIENCIAS, LETRAS, CICLOS FORMATIVOS? Y si la opción de futuro es la Universidad, en Bachillerato no se puede fallar. Estas importantes decisiones coinciden, además, con la etapa de la adolescencia, y es posible que los hijos no se dejen ayudar. Los padres deben movilizar todos los recursos disponibles: hablar y hablar (aunque parezca que no sirve para nada), comprometer a tutores y profesores y, si es necesario, a orientadores. ..
DURANTE LA ADOLESCENCIA LOS HÁBITOS DE ESTUDIO SUELEN SUFRIR CAMBIOS DRÁSTICOS. De repente prefieren estudiar en grupo, o con música, o en cualquier sitio que no sea el propio hogar. La música rara vez ayuda, mientras juntarse con compañeros estudiosos puede ser muy productivo; y el recurso de las salas de estudio de las bibliotecas también es una excelente opción para concentrase más y mejor.
CUANDO NOS ENCONTRAMOS ANTE UNA PERSISTENTE FALTA DE MOTIVACIÓN O AC ALIFICACIONES INUSUALMENTE BAJAS, LOS PSICÓLOGOS Y ORIENTADORES PUEDEN SER DECISIVOS. Los que trabajan en los centros tienen limitaciones de tiempo y de relación con los alumnos; por eso, no hay que dudar en acudir a otros profesionales. Nunca como prevención, sólo si las circunstancias lo aconsejan.
LOS CASTIGOS POCAS VECES SIRVEN PARA ALGO. Cosa distinta es que el estudiante tome por un castigo la prohibición de salir de casa en época de exámenes, o que se le quite el móvil durante las horas de estudio. Se trata de acciones prácticas encaminadas a lograr el objetivo de estudiar más y mejor, igual que en cualquier trabajo se dan circunstancias que aconsejan variar los horarios y el ritmo de actividad.
LA INQUIETUD POR LA LECTURA ES COMPATIBLE CON EL DESINTERÉS POR EL COLEGIO Y LOS ESTUDIOS. Y al contrario: un estudiante que no lee libros puede tener un expediente excelente. Sin embargo, el hábito de leer siempre beneficia el rendimiento académico porque favorece las competencias de comprensión y de expresión. Hay que animar a leer a los jóvenes.
LAS ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES SON, EN GENERAL, MUY RECOMENDABLES, siempre que no recorten el tiempo que necesita el alumno para hacer bien las tareas o preparar los exámenes. Estas actividades sirven, además, para ordenar el tiempo y el estudiante suele aprovechar mejor las horas de estudio. Son más habituales durante la etapa de Primaria, pero también es muy aconsejable para los adolescentes, que así pueden desarrollar de forma ordenada sus gustos y aficiones.
Niños de ocho años contemplando imágenes de alto contenido sexual a través del móvil… No son casos aislados sino la realidad del acceso precoz a la pornografía que se vive entre niños y adolescentes a una edad cada vez más temprana. ¿Qué se puede hacer para prevenirlo?
Por Terry Gragera
Los datos son muy alarmantes: los niños comienzan a ver pornografía en Internet, de media, a los 14 años, mientras que las niñas, a los 16. Uno de cada cuatro chicos ya ha tenido acceso al porno a los 13 años. La edad baja hasta los ocho años en algunos casos, cuando se produce la primera exposición a estos contenidos para muchos menores. Son cifras del estudio Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales, elaborado por la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y por la Red Jóvenes e Inclusión. Las consecuencias de esta nueva realidad, a la que permanecen ajenas muchas familias son variadas y de un riesgo considerable.
¿Cómo llegan al porno?
Para acceder a la pornografía basta con tener un teléfono móvil con conexión a Internet. Los menores llegan a través de su teléfono o del de sus amigos. En algunas ocasiones son ellos los que buscan los contenidos y en otras, estos son sugeridos por los motores de búsqueda. Es decir, el niño puede encontrarse con contenidos sexuales muy explícitos aunque no lo pretenda. Además, el acceso a las webs de adultos suele salvarse con un click tras una sola pregunta sin mayores controles: “¿Eres mayor de 18 años?”. Si el niño dice que sí, está dentro.
“El porno actual es de alta calidad en su realización, gratuito, muy duro, garantiza el anonimato, ofrece relaciones sexuales descontextualizadas y es vejatorio hacia la mujer”, indica Carlos Rosón, presidente de b. Para acceder a él no hay que comprar vídeos ni revistas como hace años, sino ponerse delante de cualquier pantalla. Es una estrategia que va más allá y que tiene mucho que ver con el mundo de la prostitución. “La presión social ha retirado la prostitución de las calles, y es ahora la pornografía por Internet la que actúa como mecanismo de captación para la prostitución”, denuncia Carlos Rosón. Tanto es así que en el citado estudio, un 47,6% de los menores reconocieron haber tenido ofertas de prostitución tras haber accedido a contenido pornográfico. De ellos, un 5% confirmó haber recurrido a la prostitución tras el visionado.
El acceso precoz a la pornografía tiene múltiples consecuencias y riesgos. De entrada, para Santiago Frago Valls, director médico de Amaltea Instituto de Sexología y Psicoterapia, de Zaragoza, “la pornografía es una ciencia ficción de las relaciones sexuales que distorsiona la realidad erótica interpersonal, magnifica y normaliza un modelo genital de sexualidad, fomenta la desigualdad y la violencia entre los sexos, excluye el componente afectivo y hace invisible el amor como lenguaje de comunicación”.
Por su parte, Lluís Ballester, profesor en la Facultad de Ciencias de la Educación de la UIB, y que ha participado activamente en el estudio, destaca cómo “la gran mayoría de la pornografía presenta una imagen cosificada, de mercancía, degrada a las mujeres, con una violencia creciente y modelos muy machistas (sexo en grupo con las mujeres sometidas, prácticas de riesgo, violencia explícita…). Esas imágenes tienen un impacto bastante negativo”, advierte.
Acceder a pornografía a edades tan tempranas conlleva una serie de riesgos a tener muy en cuenta:
Distorsión de la realidad. Los niños y adolescentes creen lo que ven como si las relaciones sexuales se limitaran a lo que recoge el porno, “creen que es como un documental en el que lo que ven está sucediendo realmente”, indica Lluís Ballester. “Esto es peor en chicos que pasan mucho tiempo mirando pornografía (más de tres horas a la semana) y que no tienen la maduración valorativa y emocional requerida para elaborar las imágenes que ven”, recalca. Además, hay que tener en cuenta que la llegada a los móviles del 5G supone contemplar las escenas como si estuviesen participando en ellas.
Baja autoestima. Muy ligada a la visión tergiversada de la relación de pareja que obtienen a partir del porno y sus expectativas poco realistas está “el déficit de autoestima personal”, como señala Santiago Frago, debido a que se sienten incapaces de cumplir con las exigencias sexuales que se les presentan desde la pornografía.
Incremento del machismo. La pornografía actual incide especialmente en el papel sumiso de la mujer, que es cosificada y sometida a relaciones muy machistas que están haciendo que repunten actitudes poco igualitarias entre los chicos jóvenes.
Aumento de prácticas de riesgo. El porno actual refleja muchas prácticas de riesgo que son replicadas en la vida real por los más jóvenes, como el sexo sin protección, con microviolencias, en grupos con desconocidos y con mujeres sometidas… También puede promover el uso de imágenes sexuales para chantajear a otro o el envío de archivos con contenido sexual explícito (sexting).
Adicción. Algunos niños muestran conductas adictivas con respecto al visionado de este tipo de contenidos y una dependencia clara entre ver porno y poder desarrollar conductas sexuales, ya sea en solitario o en pareja.
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El papel de los padres: ¿Deben prohibirlo?
El acceso a la pornografía de los menores es una nueva realidad a la que deben enfrentarse los padres. ¿Cuáles son los pasos a seguir? Los expertos coindicen en que mejor que fiscalizar, castigar o prohibir está educar. “La prohibición es poco efectiva en el contexto inevitable de invasión pornográfica. Debemos centrarnos en dialogar con ellos para poder enmarcar las relaciones sexuales entre las personas en un plano teñido de afecto, amor y respeto”, aconseja Santiago Frago, director médico de Amaltea.
En este sentido, Luís Ballester, de la UIB, explica cómo “no debe prohibirse obsesivamente, pero hay que dejar de banalizar su impacto, al igual que nos preocupa el alcohol en adolescentes”. Y añade: “Nuestras sociedades están muy sexualizadas; vamos a tener muchas ocasiones para hablar con ellos, para mostrar nuestro desagrado con una actitud grosera, una conducta vejatoria, con el sexo forzado… Esa comunicación constante, además del ejemplo con nuestra conducta, es esencial”.
Pero no todo se queda en la comunicación. Los padres y educadores precisan de una formación específica para abordar este entorno. “Hay que articular programas de fortalecimiento familiar y de competencia familiar, en los que se trate las relaciones afectivo-sexuales, pues están dando muy buenos resultados entre los padres”, destaca Carlos Rosón, presidente de la Red Jóvenes e Inclusión. En esta misma línea, Santiago Frago apuesta a nivel educativo por “compilar listas de páginas web con recursos fiables que informen sobre sexualidad”.
El 80% de la población sufre acné, especialmente entre los 15 y los 17 años, etapa en la que se convierte en una auténtica pesadilla para muchos adolescentes, que puede llegar a afectar a su autoestima.
Por Eva Carrasco
“El acné es una enfermedad de la piel como cualquier otra y por tanto tiene un tratamiento médico concreto y que además es muy eficaz”, explica a Padres y Colegios el Dr. Ruíz de Almirón, miembro de la Fundación AEDV Piel Sana, una organización médica impulsada por la Academia Española de Dermatología con el objetivo de promover la mejora en la salud de la piel. “No tiene sentido intentar eliminarlo con remedios naturales o esperar a que se pase solo dado que es ‘algo de la edad’, sino que debe tratarse siempre con un dermatólogo”.
Uno de los principales problemas de esta patología es el gran impacto que tiene en la imagen social del adolescente, ya que un acné grave puede afectar a las relaciones con los demás e incluso crear problemas de autoestima. Desde la Fundación se insta a evitar el mensaje de que ‘ya se pasará’ y se trabaja para concienciar a los jóvenes de que el acné tiene solución y no hay por qué ‘sufrirlo’.
Prevención
Dos factores son en los que insisten los dermatólogos a la hora de prevenir el acné: la higiene y la dieta. Para la Dra. Rocío Gil Redondo, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén, es importante crear el hábito del cuidado de la piel desde pequeños: “hay que acostumbrar a los niños a echarse crema hidratante corporal y facial desde pequeños, sobre todo en los casos de piel seca, que es muy frecuente en niños.
Además hay que inculcarles el hábito de usar fotoprotector cuando vayan a la playa, a la piscina o de excursión. Así será más fácil que lo incorporen a su rutina a lo largo de la vida.” De hecho, la aplicación de productos de hidratación y limpieza puede prevenir la aparición de los temidos granos en jóvenes con tendencia al acné, así como evitar la utilización de cosméticos excesivamente grasos o comedogénicos, que son aquellos que obstruyen los poros y producen los puntos negros.
Respecto a la dieta, los últimos estudios revelan que no tienen tanta influencia como se pensaba, aunque sí que se relaciona con el consumo de hidratos de carbono rápidos y azúcares. “Por tanto aclara el Dr. Ruíz- el tan temido chocolate empeora el acné, no tanto por el cacao en sí, sino por el azúcar que le añaden muchas preparaciones (un chocolate, con cacao al 70% o más, sin azúcar añadido no supondría ningún problema)”.
Acudir al dermatólogo
Se recomienda acudir al dermatólogo cuando el acné comienza a suponer un problema para el adolescente, no sólo desde el punto de vista fisiológico, sino también cuando empieza a afectar a su autoestima. Sin embargo el Dr. Ruíz aconseja abordar el problema desde el primer momento: “en mi opinión el mejor momento para consultar con un dermatólogo es en cuanto que empiece aparecer en el acné. Como cualquier otro problema de salud, el retrasar la visita al médico solo puede hacer que el problema empeore o se agrave y que después sea más difícil de atajar.”
“A pesar de la prevención y los hábitos de higiene, una vez que el acné hace acto de aparición se debe combatir de forma adecuada con medidas adicionales” advierte la Dra. Gil Redondo. Hay diferentes tratamientos dependiendo de la severidad del caso. En casos de acné leve, éste se puede mantener controlado con medidas generales y cuidados especiales para pieles con acné, como una buena rutina de limpieza e hidratación con productos específicos para el acné y para el tipo de piel, y siempre evitando la manipulación de las lesiones. En casos de acné moderado o severo, el tratamiento variará en función de las características del paciente. “Se pueden utilizar tratamientos tópicos que incluyen antibióticos, retinoides, peróxido de benzoilo, queratolíticos, así como la opción de tratar el acné con fármacos tomados por vía oral como los antibióticos orales a dosis bajas y la isotretinoína”, explica la dermatóloga.
Acabar con el acné
Los antibióticos tienen cierto papel en el acné debido a que uno de los factores implicados en su aparición es la infección por ciertas bacterias. Sin embargo, el Dr. Ruíz advierte que “los antibióticos nunca se deben usar de forma aislada, como desgraciadamente se utiliza por muchos médicos generales, sino que siempre deben usarse asociados a cremas queratolíticas. Además, cuando se usan por vía oral, sólo deben emplearse durante periodos cortos de tiempo, de 2 a 3 meses”. Si un acné no está respondiendo correctamente al tratamiento antibiótico, habría que plantearse el uso de isotretinoína. “Este medicamento, usado de forma correcta bajo la supervisión de un especialista, es muy seguro y consigue unos resultados realmente sorprendentes” – explica el miembro de la Fundación Piel Sana AEDV.
En casos de mujeres adolescentes también se puede recurrir al uso de anticonceptivos orales antiandrogénicos. Sin embargo, los tratamientos hormonales no suelen ser necesarios en el acné adolescente y sí en el acné de la mujer adulta que sí tiene una clara influencia hormonal. Además, según nos indica la Dra. Gil Redondo, existen diferentes terapias físicas como la terapia fotodinámica, la luz LED, el láser o la terapia biofotónica o con fluorescencia. “La terapia con fluorescencia (biofotónica) es un tratamiento no invasivo, no abrasivo y no sistémico, por lo que tiene un buen perfil de efectos secundarios prácticamente inexistentes y es compatible con otros tratamientos. Además, no es fotosensibilizante y este mejora tanto las lesiones de acné en activo con las cicatrices.” En función del tipo de acné, el dermatólogo puede dar una solución para que el adolescente deje de vivir como una pesadilla su aparición.
La crianza de los niños, los problemas causados por un proceso de reproducción asistida y la depresión postparto son las tres causas más comunes para acudir a un psicólogo. Es uno de los datos que se desprenden del informe ‘Psicología y maternidad’, realizado por la plataforma de psicólogos ifeel a partir de una muestra de 50.000 consultas.
La demanda de terapia psicológica por causas relacionadas con la maternidad ha crecido de manera exponencial en el último año en España, multiplicándose por 7 los casos tratados por psicólogos. El informe, elaborado por la plataforma de psicólogos online ifeel, revela también que entre los problemas principales a los que se enfrentan estos pacientes se encuentra en primer lugar los relativos a la crianza de los niños, con un 26%. Como segunda principal causa aparece la depresión postparto con un 20% de los casos y en tercer lugar encontramos a aquellos pacientes que se han enfrentado -o tienen previsto hacerlo- a un proceso de reproducción asistida. Durante lo que llevamos de 2019, las consultas de maternidad han representado casi un 5% sobre el total, mientras que el año pasado, la cifra apenas superaba el 1,21%.
El informe también recoge, además de estas tres terapias, otros motivos de consulta relacionados con la maternidad, aunque en menor proporción, como pueden ser problemas de estrés relacionados con el embarazo, el parto y la conciliación familiar, crisis a partir de una pérdida perinatal, la maternidad de un niño con necesidades especiales o el embarazo no deseado.
Aunque en España el tratamiento de la maternidad sigue siendo predominantemente médico, empieza a coger fuerza la Psicología Perinatal como disciplina especializada en dar respuesta a las necesidades psicológicas de las madres y padres. A ello ha contribuido la Asociación Española de Psicología Perinatal, que surgió en 2012 para generar una red de profesionales que puedan actuar desde la prevención en intervención en este ámbito.
El informe elaborado por ifeel a partir de una muestra de 50.000 consultas, revela que solo en un 7% de los casos es un hombre quién acude a la consulta. Es decir, las consultas por problemas derivados de la maternidad ocupan el 93% del total frente a un 7% de paternidad.
“La transición a la maternidad conlleva un gran cambio físico y psicológico que puede afectar a la salud mental”, ha asegurado Ana Heredia Carrasco, psicóloga de ifeel experta en Reproducción Asistida. “La gran mayoría de problemas acarrean síntomas ansioso-depresivos y padecerlos sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad, por lo que en muchas ocasiones las mujeres no reciben el tratamiento multidisciplinar adecuado”, ha añadido.
Actualmente, ifeel opera en más de 30 países de todo el mundo y está disponible en inglés y español. A esta empresa española han acudido en busca de ayuda más de 250.000 pacientes en todo el mundo. Durante el primer semestre de 2019 los psicólogos de ifeel les ayudaron a través de 10 millones de chats.
La inteligencia artificial promete cambiar el modelo de educación en los próximos años: programas que personalizarán la enseñanza y asistentes virtuales que sacarán de dudas al alumno.
Programas de ordenador que corrigen los exámenes de los alumnos, que les enseñan a leer, a mejorar su escritura, a aprender inglés a través de mensajes de voz, e incluso que analizan sus relaciones interpersonales para evitar el acoso escolar. Todo ello forma parte de la inteligencia artificial, un campo que comienza aplicarse tímidamente en la Educación. “Actualmente se emplea en ciertas materias, como los programas que corrigen exámenes o enseñar a escribir bien a los niños, pero no está completamente desarrollada. Aún estamos en un proceso de digitalización, es decir, de pasar del papel al digital”, señala Rafael del Hoyo Alonso, responsable de Big Data y Sistemas Cognitivos del Instituto Tecnológico de Aragón. Las previsiones de los expertos dicen que se desarrollará mucho más en los próximos años, de hecho, en Estados Unidos o Finlandia los profesores utilizan ya los datos almacenados en las tabletas digitales de los alumnos para mejorar su formación. “Poco a poco se irán incorporando elementos, por ejemplo, en el libro electrónico habrá herramientas que guíen al alumno, es decir, que el usuario sea parte de un contexto. Las editoriales están introduciendo herramientas que permiten este cambio”, anticipa Rafael del Hoyo.
Todos esos datos generados al utilizar los programas y aplicaciones a través de las tabletas digitales serán vitales para ajustar la enseñanza a cada alumno. “Hay cosas que se están introduciendo y que no se ven. Por ejemplo, los datos se guardan en los dispositivos y tienen información de lo que está haciendo el estudiante: en qué falla más, en qué materia es mejor, a qué hora se pone a trabajar, cuánto tarda en hacer un ejercicio, etc. Se trata de encontrar patrones en el comportamiento del alumno que sirvan al profesor para mejorar la enseñanza. Lo que antes se hacia en el aula ahora lo hará un programa que le dirá al profesor dónde es mejor o peor el estudiante. De manera que servirá para personalizar el contenido en función del perfil del alumno, dando más importancia a ciertas materias con respecto a otras”, dice este experto en Big Data. Quien insiste en que los datos y la estadística son una herramienta más para el profesor, ya que le van a ayudar a identificar problemas y anticiparse a ellos.
A largo plazo, los programas de inteligencia artificial permitirán recomendar a cada persona cuáles son los estudios que mejor se adecúan a sus capacidades, gustos y proyección laboral, avisarle cuándo corre riesgo de suspender una asignatura, detectar un posible abandono antes de que ocurra, etc. “El uso inteligente de los datos va a facilitar una educación exclusiva para cada persona”, explica David Bañeres, investigador de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). En la enseñanza universitaria ya hay ejemplos de cómo la analítica del aprendizaje mejora las notas de los estudiantes y reduce la tasa de abandono: la universidad norteamericana Purdue (Indiana, Estados Unidos), lleva años permitiendo a los profesores utilizar los datos de los alumnos para dar notificaciones en tiempo real; recopilan datos demográficos, historiales académicos o el esfuerzo del estudiante, con todo ello, el sistema permite realizar intervenciones semiautomáticas a los alumnos para resolver los problemas académicos que puedan tener. Tras la implantación de este proyecto, se detectó un incremento de las calificaciones más altas, una disminución de las más bajas y una reducción llamativa del abandono. Pero las máquinas no son perfectas, ya que están programadas por hombres. “La inteligencia artifical no deja de ser un programa de ordenador, que lo programa el ser humano y que, por tanto, tiene errores. Lo importante es que los programas estén validados por entidades externas que certifiquen su calidad. La Unión Europea está trabajando en que la inteligencia artificial está basada en unos principios éticos y que sea trasparente, es decir, que el usuario sepa qué están haciendo con sus datos. Para utilizar los datos del niño se debe tener la autorización expresa de los padres”, explica Rafael del Hoyo.
Pero incluso esos márgenes de error también se corrigen, ya que según apunta este experto, la mayoría de los modelos de inteligencia artificial aprenden con la experiencia, es decir, los algoritmos aprenden con los datos y con los errores corregidos.
¿El profe robot?
El siguiente paso es introducir un tutor virtual o chatbot (programa informático con el que es posible mantener una conversación, algo parecido a Siri), que le resuelva las dudas al niño. Se trata de un asistente que contestará a las preguntas del alumno. “De momento no está en los colegios, aunque sí existe ya en las plataforma de enseñanza a distancia de adultos”, puntualiza Rafael del Hoyo. De hecho, el investigador David Bañeres trabaja actualmente en un proyecto para desarrollar un tutor inteligente que atienda a los universitarios las 24 horas del día. “Lo podemos imaginar como una aplicación en el móvil con acceso por chat de texto o de voz (como Alexa o Siri)”, señala.
Entre tanta tecnología, ¿qué papel va a desempeñar el profesor? “La figura del profesor va a cambiar y será más humana: él dará lo que no puede dar la máquina. Se convertirá más en psicólogo y menos en enciclopedia. Tendrá que centrarse más en cómo hacer para que el alumno aprenda”, responde Rafael del Hoyo. Algo en los coincide Jorge Vázquez, coordinador TICs (Tecnologías de Información y Comunicación) en el Colegio Villalkor (Alcorcón, Madrid), uno de los centros que más apuestan por la inteligencia artificial: “Los alumnos siempre van a necesitar una figura humana en su progreso, porque lo que enriquece la educación no es que un programa gestione sus resultados. El contacto con un humano y las interrelaciones con las personas son fundamentales para el crecimiento en valores de los niños. Ninguna máquina va a ser capaz de sustituir a un profesor, porque esa relación que existe entre profesor-alumno-familias es inalcanzable para un programa informático”.
La nueva tecnología, que se desarrolla sobre todo en colegios privados y subvencionados, choca con la realidad de la escuela pública: “En Educación apenas se dispone de presupuesto para lo básico como para tener que invertir en esta novedosa tecnología”, comenta un profesor que prefiere permanecer en el anonimato. Esta diferencia de velocidad en la implantación de las últimas tecnologías puede abrir una brecha de desigualdad. Sin embargo, el pronóstico de Rafael del Hoyo es más optimista: “Actualmente, la digitalización está bastante extendida en los colegios. Y, al final, la tecnología y su precio se popularizará”.
La experiencia de los colegios
La digitalización de los centros educativos es un proceso imparable. Según el último informe de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y de la Fundación Telefónica, más de tres cuartas partes de los centros cuentan con banda ancha y más de la mitad de alumnos y profesores están acostumbrados a trabajar con Internet y con las nuevas tecnologías en el aula, esto incluye los teléfonos móviles y el aprendizaje por proyectos.
Además de los programas de corrección de exámenes o aprendizaje de escritura, existen ya otros que miden las relaciones de los alumnos con el fin de alertar al profesor sobre una situación de acoso escolar. El colegio Villalkor lo ha implantado en sus aulas y según describe Jorge Vázquez, coordinador de TICs en el centro, la aplicación WatsomApp, “se vale de sencillos juegos y preguntas clave para que los alumnos establezcan un mapa de relaciones personales, a través de simulaciones de situaciones reales y significativas. Los alumnos, en el aula de informática, crean un avatar eligiendo la apariencia que deseen: color de pelo, ropa, cara, ojos… Este avatar es su imagen en el juego. Superando las fases, obteniendo medallas y puntuación en cada reto, se obtiene información importante en función de las selecciones que cada alumno elige en los retos que se le presentan”. Con ello se consiguen tres objetivos: proporcionar al alumno una vía de expresión confidencial, a la que únicamente tiene acceso el Departamento de Orientación; dispone de información sobre la dinámica interna de las relaciones entre los alumnos de cada clase, así como su evolución a lo largo del curso escolar; y establecer medidas más concretas para mantener y mejorar la convivencia en el centro. Este centro también ha integrado otros programas con los que el profesor puede realizar un seguimiento del trabajo de cada niño. “Los alumnos comparten información y trabajan de forma cooperativa en el aula en el entorno Google y Alexia Classroom. De este modo elaboran trabajos, y se realiza un seguimiento de su evolución académica. Además, usamos Kahoot y otros programas similares dentro del entorno de la gamificacion (técnica de aprendizaje capaz de motivar y de enseñar a los alumnos de una forma lúdica) “, explica.
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¿Y los fallos de la inteligencia artificial?
Para el profesor Jorge Vázquez, existe aún un escaso desarrollo en este campo. No hay suficientes herramientas aún. “Por ejemplo, una de las carencias que he detectado tiene que ver con la estandarización: terminas utilizando en el aula herramientas diferentes para distintas tareas y el problema es que no se comunican entre sí, lo cual hace complicado compartir datos entre ellas. Cuando esto sea posible, facilitará la labor del docente y el progreso del alumno. Y luego está la falta de componente humano en la inteligencia artificial. Porque los programas te ofrecen números, que al final tienen que ser tratados y dotados de un significado racional y relacional que nunca van a ser capaces de ofrecer y ahí.
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