Padres perdidos en la educación de los hijos

La pandemia ha cambiado nuestras vidas. También las relaciones familiares, que se han visto resentidas ante una situación tan estresante y que genera tantas incertidumbres.

 

Por Diana Oliver

La pandemia por coronavirus ha cambiado por completo nuestro mundo laboral y educativo. El teletrabajo y la educación online se han convertido en protagonistas de un 2020 que parece dispuesto a no dejar de sorprendernos, y que ha abierto numerosos retos ante nosotros. Dentro de los hogares, muchas familias conviven intensivamente desde marzo, de forma intermitente –como consecuencia de los confinamiento y las cuarentenas–, algo para lo que no estábamos preparados. Y no es fácil. A los retos propios de la crianza y la educación de los hijos se añaden otros enormes originados por el contexto de la pandemia: la falta de medios tecnológicos, la incertidumbre laboral y económica, el trabajo con los niños en casa, el acompañamiento que requiere muchas veces la educación online… ¿Cómo afecta todo esto a las relaciones familiares?

Desde el equipo de atención a la salud mental infanto-juvenil de menteAmente reconocen que la crisis del coronavirus ha afectado de forma compleja a las familias, aunque por lo que han podido observar en su centro, la mayoría de las familias lo están haciendo lo mejor que pueden en cada momento. “Al igual que sucedió en la crisis económica del 2008, la pandemia ha supuesto un periodo de incertidumbre y alarma social en el que las familias han hecho una labor de contención que hay que reconocer. El coronavirus ha supuesto un estresor mundial para el que no estábamos preparados. La gestión de la crisis ha sido sin duda un desafío, no sólo por el impacto del virus (pérdidas humanas, crisis económica, etc.), sino también en el plano psicológico”, explican.

Para Sonia Martínez Lomas, psicóloga y directora de los Centros Crece Bien, pioneros en la enseñanza y el desarrollo de Habilidades Emocionales, Sociales y de Aprendizaje, aunque es cierto que a sus sesiones han acudido algunas familias que sostienen que los confinamientos les permiten pasar más tiempo juntos “y disfrutar de ese tiempo”, lo cierto es que “para otras muchas familias esta situación ha aumentado los conflictos, el malestar y los desacuerdos,”. El hecho de no poder salir a la calle o cambiar el foco de atención, así como el hecho de que estar juntos fuese parte de una obligación y no de una decisión voluntaria, “aumentó el malestar y provocó que, a veces incluso, el problema se viese más grande de lo que realmente era”.

Apuntan desde menteAmente un dato importante: los primeros meses de la pandemia las familias pusieron todas sus estrategias de supervivencia, iniciando una respuesta de adaptación al estrés, y se centraron mantenimiento de las relaciones familiares. “El impacto de la pandemia se focalizaría en contextos de riesgo (conflictos familiares previos, problemas económicos, hacinamiento, violencia machista, etc.) y familias con personas con vulnerabilidades previas (discapacidad, enfermos crónicos, enfermos de avanzada edad y pluripatológicos, etc.), si bien este último caso, la experiencia nos dice que muchas familias también pudieron manejar con entereza esta situación”, sostienen.

Dado que la nueva normalidad instalada desde junio no se produjo en un contexto de “control absoluto de la pandemia”, realmente no ha habido tregua para las familias, lo que ha supuesto, según el equipo de menteAmente, que las familias hayan tenido que mantener esa respuesta de estrés que señalaban y que, además, hayan tenido que buscar los recursos para seguir adaptándose a una realidad cambiante. “Ahora las expectativas no son nada halagüeñas, no estábamos preparados para una pandemia y menos que se prolongara más allá de 2020 o 2021. La ausencia de medidas o normas eficaces impacta sobre la ilusión de control y los sesgos cognitivos de la gente. Esta ausencia de control, junto a la incertidumbre, hace que entremos en fase de agotamiento o fatiga del estrés, siendo frecuentes el enfado, la desilusión y el hartazgo”, cuentan. En esta situación las relaciones familiares se resienten: “Las medidas no terminan de controlar eficazmente la segunda ola de la pandemia, y cada vez se hace más apelación a la responsabilidad individual, dejando atrás un factor de protección cardinal como es el apoyo familiar”.

Sobre el asunto de esta nueva normalidad, la psicóloga Sonia Martínez Lomas insiste en que esta situación se ha producido un incremento considerable de las peticiones de ayuda de padres y madres para gestionar la relación con sus hijos desde ellos mismos: “Los más destacable es que la demanda ha cambiado: antes las familias venían para intentar ayudar a sus hijos. Ahora, llegan a nosotros porque se plantean si esa ayuda la necesitan ellos mismos porque se sienten nerviosos e irascibles y, obviamente, pierden los nervios enseguida”. Esto conlleva a que las familias se sientan desbordadas y perdidas ante la educación de sus hijos. “Algunas familias verbalizan que su expectativa de tener una familia feliz se ha derrumbado, por lo que plantean ahora pedir ayudar para mejorar esas relaciones y que tanto sus hijos como ellos guarden un gran recuerdo en el futuro”, lamenta Sonia Martínez.

 

La tecnología y la gestión de emociones: dos retos importantes

Para el equipo de atención a la salud mental infanto-juvenil de menteAmente, la puesta de límites y el mantenimiento de estos dentro del grupo familiar es uno de los retos en el proceso educativo. “Supone un tema complicado en una sociedad que ofrece cada vez más oportunidades con sus propios límites menos dibujados, en la que la tecnología y la facilidad de movilidad hacen que los padres tengan progresivamente menos alcance en las diferentes esferas que componen en el entorno de sus hijos. Mantener esos límites proporciona un esquema mental para los hijos que les tranquiliza y da herramientas para afrontar las situaciones del día a día”, explican.

Por otro lado, según los psicólogos, “este proceso y la educación en sí misma necesita de tiempo compartido, de entendimiento y reconocimiento de ambas partes para poder proporcionar seguridad y tranquilidad en los hijos, espacios de conversación en los que sientan que pueden expresar sus angustias e inquietudes”. Y no es un asunto sencillo: “El contexto laboral actual dificulta esta posibilidad, siendo cada vez más frecuentes los horarios flexibles que hacen muy difícil la conciliación. En ese sentido, la presencia del teletrabajo en estos últimos tiempos facilita por una parte el poder compartir tiempo aunque no siempre de calidad, poniendo a prueba los límites ya que trabajamos, vivimos y por lo tanto educamos en un mismo lugar”.

Para Sonia Martínez el aumento de los problemas en el ámbito doméstico debido al confinamiento entra en cierto modo dentro de lo esperable, ya que se pasó de un contexto en el que los padres trabajaban muchas horas fuera de casa, “y cuando veían a sus hijos se preocupan más de sus necesidades físicas y de jugar con ellos para aprovechar el tiempo de una forma positiva para todos”, a otro en el que nos vemos conviviendo 24 horas al día, con la incertidumbre y las deficiencias aparecidas (o incrementadas): “Es lógico que aparezcan otras preocupaciones, que aumenten las dificultades y que los problemas sean más visibles”.

Desde Crece Bien añaden que a las dificultades propias de la educación y la crianza se ha sumado la preocupación por el uso de las nuevas tecnologías por parte de niños y jóvenes, ya que “las familias no saben cómo gestionar el tiempo que sus hijos están expuestos y cómo ponerles límites”. Comparten esta idea desde menteAmente, para quienes la presencia de las nuevas tecnologías puede ser una amenaza en el proceso educativo. “Las redes sociales ponen a prueba muchas veces la confianza entre los miembros de una familia y despiertan la necesidad de protección frente a peligros potenciales al acceso de los hijos. El hecho de poder compartir espacios de dialogo podrá facilitar el entendimiento de estas nuevas herramientas y evitar dinámicas de ocultación y conductas disruptivas por parte de los niños y niñas”, señalan.

 

De qué recursos disponen las familias

Es cierto que actualmente tenemos más información que nunca sobre la educación de los hijos pero muchas veces cuesta llegar a ella, o cuesta llegar a la información más adecuada según qué casos. ¿De qué recursos disponen las familias que se sienten perdidas? Responden desde menteAmente que si bien vivimos en la época de la tecnología y el acceso a una gran cantidad de información, lo cual aporta grandes beneficios, en ocasiones puede generar caos: “Ante cualquier duda o necesidad de consejo recurrimos a las redes tratando de buscar respuesta. Pero se nos olvida poner el filtro de qué tipo de información leemos, o cuál es la fuente de la información. Es importante ser escéptico con lo primeo que nos llega, sin analizar quién lo está escribiendo, porque si no lo hacemos así, podemos alarmarnos ante cosas que entran dentro de la normalidad, o pasar por alto síntomas o aspectos que sí que tienen que recibir atención especializada”.

El equipo de expertos señala que los recursos principales de los que disponen las familias son el acceso a profesionales de salud mental y del ámbito escolar. “El acceso a profesionales de la salud, especializados en diferentes campos, dota de veracidad las dudas que puedan surgir en diferentes ámbitos. Es importante consultar con personal con experiencia; y ante información que provenga de diferentes sitios, analizar si la fuente es fiable, y si la persona que da esa información tiene la veracidad suficiente como para tomarla por algo válido”, explican; e insisten en que no podemos olvidar es que cada niño, cada persona, y cada unidad familiar es diferente, “por lo que es necesario centrarse en las necesidades, recursos y habilidades de forma individualizada”.

Para la directora de lo Centros Crece Bien, no obstante, esta situación extraordinaria que nos ha tocado vivir ha dejado al descubierto “claramente” la falta de recursos emocionales de muchos padres y madres para hacer frente a situaciones como la actual. “Ante factores externos que provocan estrés e internos que lo aumentan, si las familias poseen recursos emocionales para manejar la situación, aunque ésta les afecte, la superarán mucho mejor e incluso podrán salir de ella de manera airosa. Por eso es fundamental que, además de dar recursos económicos y físicos a las familias para hacer frente a crisis como la actual, también se dé importancia a los recursos psicológicos y emocionales”, argumenta.

 

Cuándo debemos acudir a un profesional

Según los psicólogos de menteAmente, la búsqueda de ayuda se debe producir antes de que los problemas se vuelvan inmanejables. “Hoy en día todavía sigue habiendo un freno en buscar ayuda, ya que ir a terapia sigue teniendo connotaciones o la expectativa de poder ser señalado”, sostienen. También señalan que puede haber un lapso entre la búsqueda de ayuda de la persona y la atención por un especialista debido a que los presupuestos y dotaciones en especialistas en Salud Mental ha sido reducidas o escasas tras la crisis económica. “Aunque se han hecho algunas contrataciones al respecto, se considera que la atención a las consecuencias psicológicas en los Sistemas de Salud Pública autonómicos es insuficiente”, añaden.

Los expertos consideran que es importante que las familias conozcan los signos de alerta derivados de la respuesta de estrés. Algunos de ellos son:

  • Irritabilidad, inquietud, desánimo.
  • Ansiedad por falta de control, estado de ánimo bajo por ausencia de actividades y relaciones placenteras.
  • Estrés postraumático.
  • Sentimientos de soledad, miedo e inseguridad a salir a la calle (siempre que las medidas lo permitan).
  • Conductas de riesgo como consumo de alcohol o tóxicos.
  • Desbordamiento emocional ante situaciones y demandas cotidianas.

Por último, a los padres y madres que se sienten “desbordados e inseguros” la psicóloga Sonia Martínez les traslada un mensaje positivo, ya que darse cuenta de que algo no va bien es el primer paso para cambiarlo: “Hay que ver la situación como una oportunidad, como el momento en el que podemos hacer un cambio. Si lo enfocamos así y no como un fracaso en nuestro desempeño como padres o madres, podremos cambiar las cosas y enseñar a nuestros hijos que, cuando las cosas no van bien, se pueden cambiar buscando alternativas diferentes”.

 

Carmen Cabestany: “Algunos alumnos pueden revertir el estrés maltratando al compañero”

Por Eva Carrasco

 

El Covid-19 se está convirtiendo en una nueva excusa para el aislamiento social, el señalamiento y en definitiva el acoso escolar tal y como denuncia en esta entrevista Carmen Cabestany, presidenta de la Asociación No al Acoso Escolar (NACE) y jurado de los reconocimientos “Dilo Todo contra el Bullying”.

 

¿La pandemia se ha convertido en una nueva excusa para el señalamiento y el aislamiento social?

La pandemia podría convertirse en una excusa para acosar a un compañero, so pretexto de que él o alguien de su familia tiene el virus. De hecho, esto ya ha sucedido muchas veces en el pasado: Bastaba con que alguien se inventase que un compañero contagiaba algo para que los demás no quisieran estar con él. Se producía así un acoso social o por exclusión, y un acoso verbal indirecto puesto que se difundía un rumor falso para dañar a la víctima.

 

¿Qué situaciones están dando la voz de alarma en el comienzo de este curso tan atípico?

Vemos tristeza y estrés en los niños. Se sienten extraños en esta situación. Algunos tienen miedo porque están todo el día oyendo hablar de enfermedades, hospitales, muertos… Algunos recelan si un compañero no puede llevar mascarilla porque es asmático o por cualquier otro motivo justificado, lo cual puede fácilmente llevar a situaciones de acoso por ser ese niño «diferente» al resto.

 

¿Está el virus estigmatizando a los niños y a sus familias?

Nosotros no queremos ni debemos alarmar, sino alertar. En este momento no tenemos aún suficientes datos para afirmarlo categóricamente pero no es descartable. De hecho, así ha sucedido históricamente. Los apestados, los leprosos, los tuberculosos eran relegados a guetos y la gente no se acercaba a ellos por miedo al contagio.

 

¿Ha cambiado el acoso escolar tras el confinamiento sin convivir en las aulas?

Tenemos noticia de algunos casos que vienen de atrás y que se han reactivado en el inicio de curso. Es posible que lo atípico de la situación (mascarilla, distancia física, nuevas medidas…) acabe causando estrés a los alumnos y lleve a algunos a revertirlo maltratando al compañero.

 

¿En qué medida han aumentado estos problemas en los niños a los que les cuesta más socializar tras tantos meses sin colegio?

Aún es pronto para saberlo porque estamos a principios de curso, pero es cierto que un niño que tenga dificultades para relacionarse o pocas habilidades sociales se convierte en alguien más vulnerable en una situación como ésta. No obstante, hemos de poner siempre el foco en quien agrede y no en quien es agredido porque el acoso nunca está justificado, sean cuales sean las características de la víctima.

 

¿La mascarilla hace que los acosadores se sientan más impunes?

Por supuesto. Van embozados y eso hace que sea más difícil identificarlos si cometen algún tipo de maltrato.

 

¿Usted habla de cuatro condiciones para que se de acoso escolar ¿Cuáles son estas condiciones?

En primer lugar, que el maltrato se produzca entre iguales, es decir, entre compañeros. Que este maltrato sea reiterado en el tiempo, por eso insisto en que es pronto para saberlo. No podemos hablar de acoso escolar si no hay reiteración, pero nadie ha establecido cuántas veces ha de ser maltratada la víctima para que se pueda hablar de bullying.

Asimismo, tiene que existir intención de hacer daño y de humillar, por parte del acosador; e indefensión por parte de la víctima. Y por supuesto, desequilibrio de fuerzas y abuso de poder.

Para solucionar el tema del acoso escolar es importante que iniciativas como «Dilo todo contra el bullying» se multipliquen y que toda la sociedad se conciencie de que este tema es cosa de todos.

 

Consejos de NACE contra el Bullying por Covid

 

  • Mantén, en la medida de lo posible, un ambiente de normalidad en casa.
  • Aleja a tus hijos de noticias catastrofistas para evitar que entren en pánico.
  • Explícales que el índice de contagio entre niños y adolescentes es muy bajo.
  • No muestres miedo ni discrimines, en su presencia, a nadie que haya enfermado.
  • Refuerza que no se burlen ni ridiculicen a nadie por tener síntomas aparentes.
  • Insísteles en que no señalen ni marginen a un compañero si él o alguien de su familia ha sufrido la enfermedad
  • Enseña a tus hijos a empatizar con el dolor del prójimo como les gustaría -y te gustaría- que hicieran los demás con ellos mismos.

 

 

 

Campaña de juguetes de Cruz Roja Juventud: sus derechos en juego

Todos los niños tienen derecho a un desarrollo correcto durante su infancia y esto incluye el juego. Con esta premisa, desarrollada por la UNESCO, Cruz Roja trabaja el proyecto El Juguete Educativo en el que se enmarca la campaña “Sus derechos en juego”.

 

Por Eva Carrasco

 

Tras un año muy difícil, se acerca una época muy especial para los niños y Cruz Roja Juventud se ha marcado como objetivo distribuir juguetes a 50.000 menores de familias vulnerables. “Entendemos el juego como una vía de difusión de cualquier propuesta educativa y pedagógica. Invertimos todos nuestros esfuerzos para que, en la época más significativa del año, ningún niño se quede sin recibir un juguete”, subraya Paula Rivarés, directora de Cruz Roja Juventud. El proyecto El Juguete Educativo se divide en dos partes. Por un lado, la entrega de juguetes a los niños, y, por otro, la realización de talleres de sensibilización para los padres a los que se ofrece información sobre cuáles son los juguetes más adecuados para las edades de sus hijos. “En los talleres se trabaja con los padres el hecho de que no hay juguetes para niños o para niñas, sino que todos los juguetes son válidos para todos en función de sus gustos e intereses. Nos han venido padres que tenían reparo en darle un balón a su hija a pesar de que era lo que ella quería”, argumenta Diego Taboada, referente técnico estatal del proyecto Juguete Educativo.

La campaña esta llevada a cabo por Cruz Roja Juventud, con el apoyo de todos los departamentos de Cruz Roja y los servicios sociales, para llegar a las familias que lo necesitan, y cuenta con el trabajo de voluntarios en diferentes fases del proceso.

Para entregar un juguete es necesario llamar a Cruz Roja. Entrando en la web se puede localizar el punto más cercano de toda España y un teléfono de contacto. Pero también hacen falta muchas manos y se puede colaborar recogiendo y clasificando juguetes según las edades, o en los días de reparto a las familias.

Hay empresas que colaboran con la campaña, desde grandes empresas que donan juguetes hasta pequeños negocios como una panadería en la que sus clientes van llevando los juguetes y Cruz Roja se los recoge al final de la campaña.

 

Mantener la ilusión

“Desde Cruz Roja intentamos ser neutrales porque hay muchos niños a los que entregamos juguetes, que en su casa no se celebra la Navidad por la religión de su familia -explica Taboada-, por lo que las entregas se realizan a los padres la semana anterior a Noche Buena o al Día de Reyes.” De hecho, no está permitido que los niños entren en los locales donde están almacenados y es cierto que el 80% de los padres se los guardan para entregárselos en Navidad. “Tratamos de mantener la magia dejando que sean los propios padres los que decidan cómo entregárselos a sus hijos”, apunta.

La campaña forma parte del proyecto El Juguete Educativo que, durante todo el año, trabaja por asegurar el derecho al juego de los niños hasta los 18 años y de sensibilizar sobre su incidencia en el desarrollo evolutivo. Según pone de manifiesto la directora de Cruz Roja Juventud, “el principal fin es promover el uso del juego como herramienta educativa y de transmisión de valores en el contexto escolar y familiar”.

 

¿Qué tipo de juguetes?

 

  • Nuevos: Por equidad y no discriminación, para que todos los niños tengan un juguete nuevo. De acuerdo con el principio de imparcialidad, a Cruz Roja le resulta imposible tener que discriminar a algunas personas dándoles juguetes de segunda mano, no creen que haya infancia de primera e infancia de segunda categoría. Además, no pueden garantizar que un juguete sea 100% seguro una vez se ha sacado de su envoltorio original.

 

  • No bélicos y no sexistas y preferiblemente educativos: Para favorecer actitudes de respeto y cooperación. Los juguetes son elementos transmisores de valores sociales. A través del juego los niños adquieren conocimientos y comportamientos. Al fomentar que la infancia utilice juguetes educativos se favorecen valores como la tolerancia, diversidad, respeto, igualdad…

 

  • Medioambientalmente sostenibles: Fabricados a partir de materiales con menor impacto medioambiental.

 

Como colaborar

www.susderechosenjuego.com

T 900104971

SMS con la palabra JUGUETE al 38088 (3€)

 

Salud visual: aprender con buenos ojos

Es conveniente acudir al especialista todos los años durante los primeros meses del curso escolar

 

La visión es clave para el aprendizaje, ya que el 80% de la información recibida se obtiene a través de ella. Descubre los síntomas para detectar la existencia de problemas visuales a tiempo y los consejos proporcionados por expertos para prevenirlos y tratarlos.

 

Eva R. Soler

 

Uno de cada cuatro escolares presenta alteraciones visuales, según un reciente estudio del Consejo General de Ópticos-Optometristas (CGCOO), Sin embargo, la mayoría de los padres no son conscientes de los problemas de visión de sus hijos y la salud ocular suele ser, con frecuencia, olvidada. Los expertos coinciden en señalar que la mejor manera de detectar los problemas visuales infantiles a tiempo son las visitas periódicas al oftalmólogo: una valoración previa al inicio del curso académico permite verificar si existe algún problema visual que pueda influir sobre el rendimiento del niño y, por tanto, también sobre su seguridad a la hora de afrontar el proceso de aprendizaje.

 

El informe del Consejo calcula que entre el 5 y el 10% de los preescolares y el 25% de los escolares presenta alteraciones visuales como miopía, hipermetropía o estatismo, entre otras. Además, al menos del 10% de los niños padece ambliopía, el conocido como “ojo vago”, pero más de la mitad de los padres lo desconoce y no busca tratamiento. “El número de miopes está aumentando en la población pediátrica española y uno de los factores de riesgo es el número de horas que pasan con dispositivos digitales”, advierte un portavoz del CGCOO.

 

Síntomas de alerta

Según los expertos, existen varios signos o síntomas que pueden servir de voz de alarma para que los padres detecten la existencia de un problema visual a tiempo:

-El menor evita tareas relacionadas con la visión de cerca (como leer o hacer los deberes) o con la visión de lejos (como deporte y otras actividades de ocio).

-Experimenta dificultades con la lectura: omite o confunde letras o palabras, usa el dedo para guiarse, adopta una postura forzada o se acerca al libro más de lo normal

-Frunce el ceño, guiña los ojos, inclina la cabeza o gira el cuello para mirar de lejos o de cerca. Entrecierra los ojos o los guiña cuando tiene que levantar la vista hacia la pizarra.

-Presenta irritación o escozor de ojos cuando escriben o leen.

-Se queja habitualmente de dolores de cabeza o visión borrosa, sobre todo, al final de la jornada escolar o a la hora de hacer deberes.

-Tropieza con facilidad, consecuencia de la deficiencia en la sensación de profundidad

-Baja comprensión de la lectura para su edad

-Tiene demasiada sensibilidad a la luz y le cuesta adaptar la visión en los ambientes oscuros.

-Se sienta demasiado cerca de la televisión

-Parpadea con mucha frecuencia y le lloran los ojos

-No enfoca la vista de manera precisa hacia lo que se le señala.

 

CONSEJOS PARA PREVENIR PROBLEMAS VISUALES POR LA UTILIZACIÓN DE ORDENADORES

Para paliar los efectos perniciosos que provoca el uso de dispositivos móviles, el CGCOO recomienda:

-Limitar el tiempo de uso: intentar limitar el número de horas que pasen con pantallas (fuera de las obligatorias por el colegio)

-Descansos frecuentes: Seguir la regla del 20/20/20: mirar a 20 pies de distancia (equivalente a 6 metros) cada 20 minutos durante 20 segundos.

-Es conveniente que siempre que se pueda se use luz natural.

-Mantener el monitor del ordenador a unos 60 cm. de distancia y, ligeramente, por debajo del nivel de los ojos. Esto es muy importante en los niños, ya que, por su estatura, suelen encontrar la pantalla demasiado alta.

-Ajustar los colores del monitor para que sean siempre claros y mates. Asimismo, es importante configurar los caracteres y el tamaño de la fuente (que no sea muy pequeña para facilitar la legibilidad)

-Mantener una imagen estable y sin destellos. Es recomendable que la pantalla se pueda orientar a conveniencia para optimizar los ángulos de visión y que se pueda regular en cuanto a brillo y contraste.

-Es conveniente que la pantalla esté siempre limpia y estudiar o leer con texto negro sobre fondo blanco.

-Colocar el monitor perpendicular a la ventana para evitar deslumbramientos y reflejos.

 

CÓMO ACERTAR CON LAS GAFAS

En el caso de que, tras la revisión, se haga patente que el menor necesita gafas, el portavoz del Consejo General de Ópticos Optometristas aconseja a los padres que sigan las recomendaciones de los Ópticos Optometristas que les asesoran porque dependiendo de la fisonomía de la cara, de la refracción y de la edad, necesitarán un tipo de lente u otra: “Siempre se buscan gafas ligeras, resistentes y seguras. Por eso, se suelen recomendar cristales orgánicos, reducidos (si la refracción es alta) y con antirreflejante. En cuanto a la montura, es importante que en los pequeños la gafa no resbale hacia el borde de la nariz porque es fundamental que siempre miren a través de cristal para que siempre vayan corregidos. Como en los primeros años el tabique nasal suele ser pequeño, hay que encontrar una gafa que se ajuste bien a su nariz y al resto de la cara”. Para niños menores de tres años, la montura debe ser de goma, apuntan desde Sanitas.

 

Dr. Emilio Dorronzoro, jefe de Oftalmología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.

¿Han percibido un aumento significativo de los problemas visuales de los escolares tras el confinamiento por el mayor uso de dispositivos móviles y tecnológicos durante esta etapa?

Tras el confinamiento, hemos recibido muchas consultas por molestias oculares tipo picor, irritación y sensación de cuerpo extraño, relacionadas con un uso intensivo de las pantallas por parte de los niños. Estos dispositivos se han utilizado tanto con fines académicos, como de ocio, y la exposición a éstos ha sido anormalmente prolongada durante meses.

Además, debido al trabajo continuado de cerca y la falta de tiempo de estancia al aire libre, hemos percibido un aumento de la miopía en los pacientes que previamente la padecían o su presentación en niños que antes veían bien de lejos. Este fenómeno lo estamos estudiando porque tiene un componente acomodaticio que hay que descartar antes de la prescripción de gafas para visión lejana.

 

Si aparecen señales de alarma que indican la necesidad de acudir a un profesional, ¿qué criterios deben seguir los padres para “acertar” con el más adecuado?

Visión borrosa, cansancio ocular, cefaleas o, incluso, tortícolis. Cualquiera de estos síntomas son un buen motivo para acudir ala consulta de oftalmología. Los niños con hipermetropía pueden quejarse de cefaleas relacionadas con el esfuerzo visual, más prevalentes al final del día. Con la miopía, aparece la visión borrosa de lejos y arrugan los párpados para intentar ver mejor. Afortunadamente, disponemos de profesionales muy bien entrenados tanto en las consultas como en las ópticas. Es importante saber que para descartar un defecto refracto en un niño, hay que dilatar la pupila y eso sólo puede realizarse en la consulta de oftalmología.

 

¿Cuáles son las mejores medidas de prevención y mantenimiento de una buna salud visual?

Es fundamental el descanso de la acomodación (del trabajo de cerca) y limitar el uso de pantallas de visualización de datos. Ningún niño debería pasar más de una hora seguida con un dispositivo ni más de 2 horas al día con una pantalla. Además, debemos intentar que puedan pasar más tiempo al aire libre, medida que reduce la progresión de la miopía y que, además, puede ser muy saludable si practica deporte durante este momento. Ante la aparición de cualquier síntoma sospechoso como visión borrosa, cefaleas, enrojecimiento… debe acudir a la consulta del especialista.

'¡Ñam! Sobre lo que comemos', el primer libro informativo sobre alimentación saludable

La editorial valenciana de libros infantiles y juveniles Andana acaba de lanzar al mercado ¡Ñam! Sobre lo que comemos, el primer libro informativo en formato álbum ilustrado publicado en España dedicado a la importancia de fomentar unos hábitos de alimentación saludable desde la infancia. Un tema que, desde la editorial, Ricard Peris, editor de Andana, considera “fundamental” en un contexto como el español, donde según los últimos datos del ‘Estudio Nutricional de la Población Española’ (ENPE), publicado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), cuatro de cada diez niños tiene sobrepeso u obesidad.

¡Ñam! Sobre lo que comemos ha sido escrito por la periodista especializada en salud e infancia Diana Oliver, colaboradora habitual en medios como El País o Webconsultas, e ilustrado por Carmen Saldaña. Cuenta además con un prologuista de excepción, el reconocido dietista-nutricionista Julio Basulto. “Hace muchísima falta que se hable con rigor de lo que comemos y de lo que no conviene que comamos. Y no solo porque nuestra dieta se está kitkatizando, macdonalizando y cocacolizando a marchas forzadas, sino, sobre todo, porque nuestra calidad y esperanza de vida empeorarán en breve en gran medida a causa de lo mal que comemos”, escribe Basulto en el prólogo.

Al respecto, según el último informe del European Heart Network, la primera causa de muerte en Europa son las enfermedades cardiovasculares y la principal causa de tales enfermedades son factores dietéticos modificables en los que, según Diana Oliver, “podemos comenzar a intervenir desde la infancia”. La autora afirma en ese sentido que ha escrito el libro informativo como periodista, por todo el conocimiento que ha ido adquiriendo en la materia a lo largo de los años, pero también como madre preocupada por la alimentación de sus hijos que quiere “acercar aspectos básicos de una buena alimentación de forma amena y sencilla a niños, jóvenes y familias para que tomen conciencia sobre lo que comen”.

En ¡Ñam! Sobre lo que comemos se abordan temas como la importancia vital y cultural de la comida, los grupos de alimentos básicos para una nutrición saludable o los riesgos de consumir en exceso sales, azúcares y carnes procesadas. Además, de forma muy visual, se dan consejos para desenmascarar a los productos ultraprocesados y se ofrecen recetas fáciles y saludables para desayunos y meriendas, las dos comidas en las que normalmente se cuelan más alimentos no saludables.

“Queremos que este libro sea una vacuna contra la pandemia de la obesidad infantil, ya que leyéndolo en familia o en la escuela conseguiremos aplicar las claves de una alimentación sana, descubrir lo que se esconde detrás de la publicidad engañosa de determinados alimentos, aprender recetas sencillas, etc. Es un plan divertido y dará argumentos a las familias para cambiar nuestra alimentación”, argumenta Ricard Peris. En el mismo sentido se pronuncia Diana Oliver, que asegura que ¡Ñam! tiene el reto de “conseguir que cada vez más familias lleven una dieta saludable como parte de una vida sana y feliz. Una dieta en la que los propios niños y niñas participen siendo capaces de elegir qué alimentos comen desde un pensamiento crítico, sin dejarse seducir por la publicidad engañosa”.

 

La importancia del álbum ilustrado informativo

Como explica en el prólogo Julio Basulto, las altas tasas de sobrepeso y obesidad infantil nos demuestran que nos encontramos ante una crisis “que debe atacarse por múltiples frentes”. Uno de esos frentes, para el dietista-nutricionista, “es, sin duda, disponer de herramientas como ¡Ñam! que nos permitan mejorar nuestra alimentación”.

Por su parte, Ricard Peris pone en valor el potencial del álbum ilustrado informativo como una herramienta educativa “única y que no entiende de edades”. Andana Editorial ya tiene en el mercado, además de ¡Ñam! otros cinco álbumes informativos (Peces por todas partes, Bichos por todas partes, Paremos la invasión, Grandes Aventureros y ¡Abracadabra, que tu cuerpo se abra!) y en las próximas semanas añadirá a ellos el lanzamiento de Microbios, centrado en esos organismos vivos imprescindibles para la vida pero que también son causantes de enfermedades, como hemos podido comprobar en la actual pandemia provocada por la Covid-19.

“Existe la creencia de que con 7 u 8 años los niños ya deben pasar a leer libros de lectura, y que los álbumes ilustrados son para más pequeños. Sin embargo, los álbumes informativos son fundamentales para enseñar a los niños muchos aspectos sobre un tema de una forma amena y ordenada. Algo que adquiere especial importancia ahora que vivimos en un mundo con abundancia de información, pero en el que echamos de menos categorías, esquemas, orden. Por ese motivo, entre otros, los álbumes informativos pueden ser muy útiles. Para los niños y niñas, por supuesto, pero también para los jóvenes y para los padres y madres”, concluye Peris.

Educación climática para salvar el futuro

Climática, el medio especializado en informar sobre el cambio climático, termina esta semana su campaña para recaudar fondos. En ella, se ofrecen recompensas especiales para el profesorado y las familias que quieran ofrecer educación ambiental a las nuevas generaciones.

Por Ana Veiga

“La educación es un elemento esencial de la respuesta global al cambio climático. Ayuda a los jóvenes a comprender y abordar el impacto del calentamiento global, fomenta cambios en sus actitudes y comportamientos y les ayuda a adaptarse a las tendencias relacionadas con el cambio climático”. Así de contundente se muestra la UNESCO que, de hecho, ha creado el programa Educación sobre el cambio climático para el desarrollo sostenible con un objetivo: hacer de la educación sobre el cambio climático una parte más central y visible de la respuesta internacional al problema ambiental.

Con esta idea surge Climática, el primer medio especializado en la difusión de noticias sobre las causas y consecuencias del calentamiento global. Nacido en 2019 bajo el paraguas de lamarea.com, cumple ahora un año y lanza un crowdfunding para afianzar su continuidad a base de suscripciones particulares. “No queremos depender de la publicidad de empresas que pueden determinar o coartar de alguna forma nuestra forma de informar”, explica el coordinador del medio, Eduardo Robaina. De hecho, han lanzado una campaña para mostrar qué tipo de noticias hacen con el apoyo de los suscriptores/as y qué tipo de noticias harían si confiaran en la inversión publicitaria de grandes empresas como Repsol. “Al no depender de nadie más que de las personas que nos apoyan tenemos la libertad de señalar e informar sobre cualquier empresa o práctica que atente contra el clima y el medio ambiente”.

En el proyecto, se da especial importancia al área de formación. Por ello, se ha creado La Uni Climática con el objetivo de formar a personas – muchas de ellas docentes- que quieren ofrecer educación ambiental a las nuevas generaciones. “Incluso hemos ofrecido gratuitamente al profesorado de la púbica todos los contenidos de curso. Como medio de comunicación tenemos una clara vocación de servicio público, y la educación pública de calidad es una prioridad en la lucha frente a la crisis climática”. Es por esto que una de las recompensas del crowdfunding en Goteo está totalmente centrada en ellos. Es el Especial Profes en el que, por una donación de 70 euros, consiguen el acceso a La Uni Climática 2020 y a la de 2021 y, si son docentes en Primaria, se añade el envío de 10 historias ilustradas por la dibujante Atxe, en las que se explican los principales conceptos sobre la crisis climática adaptados para menores de 12 años.

Pero la educación de las nuevas generaciones no parte solo del entorno escolar. “En casa se modela lo que aprenden fuera y se les pueden prender la mecha de querer saber, de querer cambiar cosas… así que también ofrecemos una recompensa especial para familias”, explica. Con el nombre de ‘Terrícolas del futuro’ y un importe de 90 euros, incluye un pack de una suscripción anual a Climática, el acceso a La Uni Climática 2020 para poder formarse y formar a los peques, además de las historias ilustradas y un taller de consumo crítico con Carro de combate. “Esta recompensa es para madres, padres, abuelas, abuelos… y cualquier otra persona con menores a cargo. A toda esa gente les digo: Si os preocupa el mundo el que vivirán las niñas y niños de hoy, podéis hacer algo; podéis informaros para empezar a cambiar las cosas y exigir responsabilidades”, anima.

Más información y donaciones a la campaña: https://goteo.cc/climatica

 

«La hormiga Miajita», un cuento adaptado para niños y niñas con autismo

La escritora Gema López Sánchez, junto con el maestro y pedagogo Óscar Jiménez Cabañero, han publicado en colaboración el cuento «La hormiga Miajita», adaptado para niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Con esta obra, los dos autores pretenden hacer llegar valores como el amor propio, el respeto y la superación personal a todos los niños, tengan o no discapacidad.

Miajita es la hormiga más pequeña del mundo y por eso las demás hormigas se burlan de ella. Pero un buen día decidirá salir del hormiguero en busca de nuevas aventuras y un lugar donde poder encajar. Ese sitio… ¿podría ser el interior de un jamón? Con este prometedor argumento se presenta «La hormiga Miajita», séptimo libro publicado por la autora de veinticuatro años Gema López Sánchez y primera obra del autor Óscar Jiménez Cabañero.

Este cuento, publicado por la editorial infantil Mr Momo, es un tomo ilustrado que cuenta con una traducción a pictogramas y una serie de ejercicios pedagógicos (que incluyen matemáticas y comprensión lectora) recomendados para ser realizados por niños en edad escolar con el apoyo de sus familias.
Pero, ¿qué son los pictogramas y por qué son tan útiles para los niños con TEA? El lenguaje pictogramático es un sistema de comunicación y organización en el que se representan palabras mediante el uso de dibujos. Se trata de una herramienta importante, ya que por norma general los niños y niñas con TEA tienen un tipo de aprendizaje más visual y utilizan este sistema alfabético como apoyo para su educación.

Visibilización de la discapacidad y crítica contra el bullying

«La intención que teníamos Óscar y yo con este proyecto iba mucho más allá de hacer una historia accesible para todos los niños. Queríamos aportar valores y centramos en una problemática que, desgraciadamente, sufren muchos niños en todo el mundo: el acoso escolar», explica Gema López Sánchez.

«Como maestro y padre, pienso que la educación y la literatura son herramientas fundamentales para impedir que más niños sufran e, incluso, ejerzan este tipo de violencia. El mensaje que hemos querido transmitir se basa en el respeto a los demás y en el amor a uno mismo. Los niños con una autoestima sana y reforzada son niños que, por un lado, no necesitan burlarse de los demás y, por otro, no se ven tan afectados por las burlas que puedan recibir de otros», comenta Óscar Jiménez.

La visibilización de la discapacidad y la acción activa en contra de cualquier tipo de violencia son temas recurrentes en la obra de Gema López Sánchez, cuya crítica social ha logrado captar a una auténtica legión de fans a través de los blogs y las redes sociales. En esta ocasión, quiere dedicarle esta nueva historia a su abuelo Julio, por ser el primero que le habló de cierta hormiga empoderada y aventurera y que hizo brotar en ella el amor hacia los libros. Por otra parte, este ha sido el primer proyecto literario de Óscar Jiménez, que ha desarrollado los ejercicios y actividades y ha contribuido al diseño de los pictogramas.

CLÁSICOS EN FAMILIA

Autor: padresycolegios.com

La ópera pasa por ser una de las
grandes desconocidas no sólo para
los niños sino también para los mayores.
Sin embargo, frente al carácter
elitista que siempre se le ha atribuido,
con piezas de exagerada duración
y difíciles de entender, este sigue
siendo uno de los mayores espectáculos
del mundo y mayores y
pequeños pueden disfrutar de su belleza
por igual.
Para acercar este mundo clásico
a los más jóvenes, el Teatro Real de
Madrid ofrece una serie de cuatro
óperas para niños durante la próxima
temporada. La primera oferta del
Teatro es El gato con Botas, de
Xavier Montsalvatge (4, 6 y 12 de
noviembre). En enero llegará El pequeño
deshollinador, de Benjamin
Britten (días 18, 21 y 23).

Las composiciones musicales de
Broadway inundarán el escenario en
mayo con Al compás de Bernstein:
¿por qué la música nos hace bailar?,
una selección de piezas que reúne
fragmentos. Las composiciones musicales
de Broadway inundarán el escenario
en mayo. con Al compás de
Bernstein: ¿por qué la música nos hace
bailar?, una selección de piezas
que reúne fragmentos

"Detrás de ese órdago de tu hijo adolescente, rascas y sólo hay miedo"

Hay que modular porque «hay padres que les dejan sueltos demasiado pronto generando niños
angustiados y otros que les educan en el autoritarismo. El desenlace es el mismo: ciudadanos
inseguros que se van a refugiar en el rebaño, en la secta y que se van a merendar los de siempre».

Autor: padresycolegios.com

Santiago Álvarez de Mon, profesor de Recursos Humanos
(Dirección de Personas, lo llaman ahora) del IESE. Articulista y consultor de
numerosas empresas, deja huella. Su estilo directo –¿provocador?– y sus
sugerentes ideas sobre la dirección de personal en la empresa me pellizcaron la
curiosidad: ¿tendrá algo que aprender un padre o una madre de familia del
directivo de una empresa? ¿pueden ser aplicables en el hogar alguna de las
técnicas de dirección que se estudian en un
MBA?…

Pregunta.¿Hay similitudes entre la figura del
directivo de una empresa y la figura del padre o madre de
familia?
Respuesta.Hay similitudes y diferencias. En cuanto
a las diferencias, el trabajo que se hace en la familia me parece mucho más
crítico porque se trata con niños y alguien dijo que es más fácil educar a un
niño que enderezar a un adulto. En el ámbito profesional tenemos que ser
competentes, compañeros, la amistad ya veremos si surge… mientras que la
familia se caracteriza por los lazos de afecto y de sangre. En cuanto a las
similitudes, la familia te deja espacios de individuación donde encontrar tu
propia personalidad al tiempo que participas de una comunidad. En la empresa
también: tienes que descubrir tus talentos y poder expresarlos. El directivo es
aquél que coloca a cada uno en su sitio, le permite correr en su carril y
desarrollar los talentos que Dios le ha dado.

P. En sus
clases insiste en que en la dirección de recursos humanos sólo vale el lenguaje
de los hechos –promocionar a un empleado,subirle el sueldo,despedirlo…– y que
los discursitos sirven de poco.¿Vale esto para la
familia?
R. Creo que sí. Yo tengo dos hijas en plena
adolescencia. En primer lugar no te tienes que obsesionar con influir. Después,
les tienes que dejar espacio para que se expresen y te hagan preguntas, porque
si no, ¿cómo les conoces? Podríamos denominarlo educación por preguntas,
dirección por escucha. Si te cuentan algo y te escandalizas y les sueltas un
chorreo, aprenden a no contártelo.

P. De modo que hablar
menos y escuchar más…
R. …y lo que tengas que decirles,
si se lo puedes contar en tres minutos, no emplees un cuarto de hora. La homilía
la aguantan poco. Y no te digo nada si la homilía tropieza con hechos que te
desmienten. Si les dices que tienen que decir la verdad y luego tú llamas a mi
casa y le digo a mi hija: «anda, di que no estoy»… Acabo de destrozar el
discurso. Y ellas tienen un detector de mentiras para ver si hay consistencia
entre los actos y las palabras. Y si hay un gap, se van a quedar con los actos.
Si en algún ámbito hemos de ser consistentes es en la
familia.

P. ¿Se puede tener mala conducta y luego ser un
buen profesor,un buen padre, un buen educador? R. Tengo una
obsesión desde el inicio de mi vida académica. Me fijo mucho más en el singular
de un día normal que en los discursos públicos. No creo a ese profesor que
pronuncia un gran discurso sobre la educación y que luego no atiende al alumno
que entra en el despacho. El oficio de dirigir está muy pegado al arte de vivir,
cómo eres como persona me da muchas pistas para saber cómo eres como directivo o
como padre. Si como persona tienes lagunas importantes –sin pretender ser
superhombres–, los dirigidos van a sufrir. Si no cuidas la brújula interior de
la persona que eres, el personaje que representas –médico, profesor o padre– se
va a resentir.

P. ¿Hay que ser amigo de los
hijos?
R.Me parece estúpido pretender ser el colegui de mis
hijos. Coleguis tienen muchos, padre uno. Yo soy mucho más importante que un
amigo, soy su padre. Lo que no significa que esa relación no esté caracterizada
por las notas de sinceridad y franqueza propias de la amistad. Es cierto que
muchos padres pecan de estar demasiado cerca de los hijos y no les dejan crecer,
les asfixian. Pero tampoco me gusta el trato que teníamos antes con nuestros
padres. Yo baño a mis hijos porque creo que es bueno que lo haga; a mí mi padre
nunca me bañó.

P. De modo que hay que dedicarles
tiempo.
R. Debe ser una relación de calidad, pero uno de los
ingredientes de la calidad es la cantidad. Ninguna amistad prospera si no la
riegas un poco. No pienso que ese padre que pasa como un cometa y que sólo se
dedica a cuidar del presupuesto familiar pueda luego mantener un diálogo fecundo
con un adolescente. La calidad sin la cantidad me parece difícil. A veces viendo
una película o en el fútbol te cuenta cosas. Pero si le dices: «Mira hijo, tengo
quince minutos» y te pones en plan consultor, entonces se bloquea y se
protege.

P. ¿Eso no es
sobreprotegerles?
R. Es cierto que los padres podemos
atontar. Por un lado, mucho cariño e interés, pero también mucha distancia y
espacio para que ellos jueguen y sean niños.

P. En fin,
esto de la educación es un problema, ¿verdad?
R. Los hijos
no son el problema, el problema somos nosotros que los vemos como un problema
cuando deberían ser una pasión.

«Hay faroles que hay que
ver»

P. Si un empleado se insubordina,
lo despides.Pero a un hijo no lo puedes despedir…
R. Si se
insubordina a los 14 es porque, quizás, no has hecho tu trabajo a los 4 ó a los
8 años, cuando son plastilina más maleable. No es cuestión de hurgar en un
pasado que ya no puedes modificar, pero el órdago no te lo echan a los 14 sino
que te lo echaron a los 8 cuando te pidieron tal juguete y no supiste
negarte.

P. De acuerdo, pero ahora tiene 14 y echa su
órdago,¿qué hacer?
R. Detrás de ese órdago hay miedo. Un
adolescente es una persona que está buscando un lugar bajo el sol, que está
aflorando su proceso de individuación. Rascas, rascas y detrás de ese timbre de
voz, hay miedo y como tiene miedo, echa órdagos.

P. ¿Hay
que ponerse firme?
R. Hay que ser selectivo con las
amonestaciones. Aquí no puedes sacar tarjeta roja, no puedes despedirle, pero es
cierto que hay que fijar límites. Prohibido prohibir, prohibido decir que no,
prohibido echar una bronca oportuna, privada y constructiva… Detrás de eso hay
un déficit de carácter que nos va a costar mucho en términos de sociedad y de
consolidación de familias sanas. Hay faroles que hay que ver, partidas de mus
que hay que jugar para darte cuenta de que no lleva nada.