Una sombra en verano, más luz natural, espacios amplios y ventilación cruzada son "irrenunciables" en un centro educativo, pero la arquitectura y el diseño caen muchas veces en el olvido y se impone el ahorro económico sobre el confort y la salud de los usuarios, un asunto que se agrava por el impacto del cambio climático y las cada vez más recurrentes olas de calor.









