Tienen de todo y se aburren

Los padres tendemos a no dar opciones a su aburrimiento. Sea porque llenamos su tiempo, sea porque presentamos rauda alternativa en cuanto presentan síntomas de aburrirse.

Un atasco: los cuatro metidos en el coche… Una sala de espera del pediatra: cinco por delante de nosotros y el cansancio acumulado de las cinco de la tarde… Es tan natural exclamar un “puf, qué aburrimiento”, o un “esto es insoportable”… Por no hablar de nuestro gesto de disgusto, agobio, angustia…
Así es cómo nuestros hijos aprenden que no saber qué hacer es algo negativo, indeseable y frustrante.
“Los niños aprenden qué es aburrirse porque nosotros se lo decimos”, afirma Consuelo Coloma, psicóloga educativa coordinadora de la Universidad de Padres, de José Antonio Marina. “Asocian una palabra a un estado de ánimo”. Por eso, ante todo, debemos ser conscientes de que el hecho de que les resulte frustrante “no encontrar nada alrededor a lo que prestar antención” –que es lo que vendría a reconocerse como aburrimiento– “depende de la Educación y del aprendizaje”. Así que he aquí el primer consejo: “Desdramatizar el aburrimiento y convertirlo en una situación enriquecedora”.
Por otro lado, no olvidemos ni desaprovechemos que el “deseo” natural con el que nacen los niños juega en nuestro favor y en el suyo. Catherine L’Ecuyer, la conocida autora del best-seller Educar en el Asombro, expone que ese “deseo de conocer” que “viene de serie” en el niño y “no hace falta motivar” puede mantenerse vivo con el paso de los años.
“No es normal que los niños pequeños se aburran, porque su creatividad es infinita y, en principio, todavía está poco contaminada; buscan naturalmente retos, sus juegos, ajustados sus capacidades”, señala la investigadora y divulgadora. Además, subraya: “El aburrimiento es un motor; puede ser el preámbulo del juego y la creatividad”. Y recuerda: “Tolstoi decía que aburrirse es ‘desear desear’”.
Así que si nuestros hijos ya han descubierto el aburrimiento y de vez en cuando pronuncian el “me aburro”, no hay que preocuparse demasiado. La británica Teresa Belton, investigadora del comportamiento infantil, en especial del aburrimiento y la imaginación, decía en un reciente artículo (mumsnet.com): “Si tu hijo se aburre, alégrate; no te sientas culpable”.
Coloma observa que “el aburrimiento bien gestionado es un buen comienzo, porque obliga al sujeto pasivo a volverse activo, a hcer lo que no hacía, a pensar lo que no pensaba, a imaginar lo que no imaginaba”. Eso sí, advierte: “Un niño enrabietado porque se aburre no va a hacer nada y hay que esperar a que se le pase; tal vez, necesite atención o compañía, tal vez estar solo…”.
L’Ecuyer sugiere realizar a nuestros hijos “la prueba del aburrimiento”: “Dejémoslos jugar libremente unas dos horas con sus hermanos, sin juguetes, sin colchonetas, sin cromos, sin pantallas, sin bicicleta, en espacios abiertos en la naturaleza, y observemos cómo se desenvuelven. ¿Se entretienen solos, tranquilamente, imaginándose juegos, o bien se aburren y experimentan ansiedad y hiperactividad? Si vemos que nuestros hijos se aburren, entonces hemos de preguntarnos, ¿por qué ocurre?“
Una pregunta frecuente entre los padres es ¿por qué los niños no encuentran nada que hacer, estando, como están, rodeados de estímulos, de juguetes, de actividades?
La psicóloga de la Universidad de Padres ratifica que “cuantas más cosas, más aburrimiento” porque “es más difícil percibir algunas de ellas”. “De hecho, cuando ponemos a los bebés en las alfombritas con juguetes, se recomienda no ponérselos todos a la vez, sino un día uno, otro día otro, para que puedan prestarles atención”.
Por la misma razón, es muy recomendable, con niños mayores, practicar la rotación de juguetes: retirar unos cuantos, sacarlos al cabo de un tiempo y guardar los otros. “Un entorno saturado no les ayuda a decidir ‘me apetece éste’”, advierte la experta.
L’Ecuyer advierte de que “un ser que hace todo por inercia es un ser muerto interiormente, incapaz de tener una existencia verdaderamente personal”. “Podemos decir que el producto de una educación conductista lleva al aburrimiento continuo, porque no hay deseo (no hay estados internos), ni hay nada que desear”.
Igual que el niño necesita tiempo de juego no estructurado, necesita tiempo y oportunidades para hacer creces el espacio interior. El aburrimiento es un buen alimento del espacio interior. Y, por otro lado, cuanto más rico sea el mundo interior, menos expuesto estará un niño al aburrimiento, tanto en la infancia como en la adolescencia. La psicóloga de la Universidad de Padres explica cómo “darles a los niños herramientas interiores”.
Además, debemos favorecer el autoconocimiento del niño: para que sepa identificar cuándo está aburrido -–hay veces que simplemente está cansado– y reflexione por qué lo está.

¿Vocación o empleabilidad? Esa es la cuestión

Y yo ¿qué estudio? Esa es la pregunta que estos días ronda por la cabeza de miles de jóvenes, ya que en apenas unas semanas se enfrentarán a la primera decisión relevante de sus vidas: decidir a lo que se quieren dedicar el día de mañana.

Ya está aquí la recta final del curso. Es tiempo de exámenes y de recuperaciones. De aprobados y de suspensos. Y de nervios muchos nervios. Sobre todo para los 705. 231 alumnos que han acabado el Bachillerato en nuestro país y que estos días realizarán la Prueba de Acceso a la Universidad. Un momento clave en la vida de todo estudiante, pues toca decidir qué estudios elegir. Y para muchos, sobre todo en estos tiempos de crisis laboral, es un auténtico dilema. La pregunta es sencilla: ¿Vocación o empleo? Ana Cobos, orientadora educativa y Presidenta de la Copoe (Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España) lo tiene claro: “Debe prevalecer la vocación por encima de todo. El estudiante debe decidirse por aquello que le apasiona, porque va a invertir tiempo, mucho esfuerzo y dinero. Además, el oficio con el que se ganará la vida en el futuro le debe entusiasmar, sino se convertirá en un profesional desmotivado y frustrado”.

Pasión por un oficio
Marisa Mariana orientadora educativa y presidenta de la Asociación Orientación y Educación Madrid, señala otro punto de vista: “Es cierto que la profesión que elijamos es para toda la vida y debe apasionarnos. Pero el camino hasta cumplir nuestro objetivo laboral suele ser largo y se puede compaginar con otros empleos que nos proporcionen recursos económicos. Eso sí, nunca debemos perder de vista nuestra meta profesional. Creo que se deben conciliar ambos factores: vocación y empleabilidad”.

Carolina Souza no tiene dudas acerca de lo que quiere estudiar. Esta estudiante de dieciocho años que se presenta a la Prueba de Acceso a la Universidad está entre dos carreras, pero todo depende de si le da la nota o no. “Me gustaría estudiar Enfermería, pero la nota que piden es muy alta (un 11 sobre 14). Mi otra opción es hacer Magisterio, porque siempre he querido ser profesora y como además es el oficio de mi madre, pues he tenido su ejemplo en casa. Al final, decidiré mi carrera en función de la nota que tenga de media”. Su madre Trinidad Sendra trabaja como profesora de Pedagogía Terapéutica. “Nosotros como padres, le hemos dicho que tiene cualidades para ser una buena docente, sobre todo tiene paciencia y entusiasmo por enseñar, pero no le cerramos la puerta a nada. Ella es la que decide. Sin duda, debe estudiar una carrera que le guste, porque cuando algo te entusiasma, tiras adelante a pesar de las dificultades”.

descubrir mi vocación
Y, cuando un estudiante no sabe lo que le gusta y no tiene una vocación definida ¿cómo se le asesora? La psicóloga Laura Herrero del Gabinete Zubimusu de San Sebastián lo explica: “Lo raro es que un chico de 16 años tenga claro a qué se quiere dedicar en el futuro. En estos casos, trato de averiguar la causa de su desorientación. A veces, no les gusta estudiar o tienen miedo a fracasar y no se atreven a plantearse grandes objetivos. En otras ocasiones, reciben tantos consejos de su entorno que acaban confundidos o no se atreven a decir lo que realmente quieren, sobre todo cuando piensan que van a decepcionar a sus padres”.

Vocaciones profesionales que a veces no coinciden con lo que confirman las encuestas sobre los estudios con más salidas profesionales. Según el último informe Adecco Professionals sobre las carreras que ofrecen más oportunidades laborales, Administración y Dirección de Empresas, Ingeniería industrial, Informática y Empresariales siguen a la cabeza en la empleabilidad de los titulados universitarios. También incluye la titulación de Matemáticas, porque la tecnología va a seguir creciendo a un ritmo exponencial.

un futuro tecnológico
Y es que las denominadas STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematics, en sus siglas en inglés) están pegando fuerte sobre todo en Estados Unidos, pero no así en nuestro país. Un estudio elaborado por Crecim, el Centro de Investigación para la Educación Científica y Matemática, sobre la situación de la Educación científico-técnica española, alerta sobre la necesidad de promover una sociedad tecnológica y científicamente alfabetizada con el objetivo de mejorar la empleabilidad de los jóvenes españoles. Para Digna Couso, portavoz de Crecim: “Las profesiones STEM son las ocupaciones con mayor previsión de crecimiento, con un incremento estimado de un 14% en los próximos cinco años. Pese a esta previsión, en la última década un 15% menos de estudiantes han optado por carreras científicas y tecnológicas”. ¿A qué se debe que el número de alumnos que optan por itinerarios formativos del ámbito científico, técnico y matemático caiga año tras año en nuestro país? Alfonso Merino, profesor de RR.HH de la Udima y director de la Consultora Personhas considera que: “El futuro empresarial de este tipo de profesiones está menos demandado. Las empresas no demandan perfiles tecnológicos, aunque sí las instituciones y universidades. Los profesionales que enfocan su carrera por el ámbito científico tecnológico acaban marchándose casi siempre al extranjero, pues fuera se invierte más en esta área. De todas formas, las STEM tendrán éxito en el futuro, sobre todo las tecnológicas. Pero, la demanda de estos perfiles será desigual y dependerá de las reformas del mercado estructural, industrial, empresarial e institucional que se gestionen a corto medio plazo”.

Decía Confucio: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Pues va a ser que tenía razón… ¿o no?

DÉCALOGO PARA PADRES: CÓMO ACONSEJAR SIN ARROLLARLES
Aunque la última decisión sobre qué estudiar la tiene el alumno, nunca está de más que el menor reciba el punto de vista de su familia. La psicóloga Laura Herrero del Gabinete Zubimusu de San Sebastián indica unas pautas sobre cómo asesorar correctamente a los hijos sobre qué formación académica deben realizar.

1Escuchar sin juzgar. Atención. Sin prejuicios y sin críticas, así es como debemos recibir lo que nos transmitan nuestros hijos sobre cómo planean su trayectoria escolar.

2Comprender sus puntos de vista. Empatía. Los padres deben ponerse en el lugar de los hijos para intentar entender sus preferencias académicas.

3Hablar para conocerse. Diálogo. Es fundamental mantener una charla relajada acerca de los intereses y deseos de nuestros hijos para saber cómo se plantean el futuro.

4Confiar en sus capacidades. Autoestima. Transmitir que valen. Ese es el mensaje que como padres debemos hacer llegar a nuestros hijos un día sí y otro también.

5Investigar todas las opciones. Información. Nunca hay que cerrarse puertas, al contrario, cuantas más posibilidades académicas se exploren, mejor se puede elegir. Y para ello es necesario informarse correctamente.

6Sugerir sin imponer. Consejo. Creo, opino, valoro y considero son verbos que sugieren. Nunca se debe ordenar ni avasallar a los hijos con nuestras preferencias.

7Establecer una estrategia. Plan. Idear con nuestros hijos un plan co
n diferentes opciones académicas es una opción a considerar. Ambos aportan sus puntos de vista.

8Respetar su decisión. Tolerancia. Estudian, se examinan y suspenden y aprueban nuestros hijos. Aunque no nos convenza su elección, debemos respetarla.

9Buscar otras opiniones. Asesoramiento. Acudir a un orientador educativo o a un psicólogo si nuestro hijo está muy despistado es una alternativa muy práctica y eficaz.

10Apoyarle. Motivación. Los chicos necesitan saber que sus padres están a su lado en esta nueva etapa. Debemos regalarles palabras positivas y gestos que les refuercen.

La escuela más grande del mundo

El colegio indio “City Montessori School” no solo es el único centro escolar que ha recibido el Premio de la Educación para la Paz de la Unesco sino que además ostenta el título de la escuela más grande del mundo. ¿Sabes cuántos alumnos tiene?

Hace 5 años, la “City Montessori School” (CMS) hizo historia en la India. No tuvo nada que ver con los éxitos académicos de sus alumnos sino con la cantidad de resultados que los profesores tuvieron que corregir al finalizar el curso. En 2010, llenaba sus aulas con 39.437 niños, por lo que consiguió entrar en el Libro Guiness de los Récords como la escuela más grande del mundo en número de alumnos. Desde entonces, ha seguido creciendo y hoy en día cuenta con 50.000 estudiantes.

Actualmente, cuenta con más de 1.000 aulas – con un rango de entre 25 y 50 alumnos por clase-, 3.700 ordenadores y 3.800 empleados –entre docentes, limpiadores, personal de mantenimiento e incluso jardineros-.

Situada en Lucknow -la segunda ciudad más grande del país, conocida comunmente como la Constantinopla de la India -, la CMS se divide en 20 campus con espacios cuyos nombres resaltan conceptos que consideran importantes, como Edificio Armonía, Edificio Amistad, Edificio Coexistencia, Edificio Integración o Edificio Entendimiento Global, entre otros.

En 1959, el matrimonio Bharti y Jagdish Gandhi fundó la City Montessori School, con tan solo 5 alumnos. Decidieron crear este centro como un “experimento de transformación social” y apuesta personal por el futuro y la infancia de la India. “Todo niño es potencialmente la luz del mundo”, afirman.

Con el tiempo, el Dr Jagdish Gandhi – de 77 años- se ha convertido no solo en un renombrado educador sino que se ha revelado como un activista por la paz. “Mi sueño es ver un mundo unido bajo un Gobierno Mundial con un Parlamento elegido democráticamente y una Ley Mundial; creo que el futuro bienestar de los niños depende de que tengamos una estructura gubernativa que pueda prevenir las guerras, ser justa y traer un verdadero desarrollo social y económico”.

No en vano, su inspiración para liderar este proyecto le ha venido de su homónimo (Mahatma) Gandhi, quien dijo “Si realmente queremos enseñar como construir la paz mundial y hacer una guerra contra la guerra, debemos empezar por los niños”.

Se podría pensar que, debido a la gran cantidad de niños y adolescentes en sus aulas, los resultados académicos podrían resentirse. Sin embargo, la CMS es la sexta de las mejores escuelas de la India. El Dr. Gandhi cree que Poder Judicial Mundial es la última y única esperanza para la supervivencia de la humanidad. Y, para fomentar el interés de los niños por el sistema judicial y su funcionamiento, organiza una Conferencia Anual de Predisentes del Tribunal Supremo de todo el mundo. En ella, los alumnos pueden apelar a la Justicia Mundial para salvaguardar los derechos de la infancia. El resultado de esa conferencia ha sido 585 niños de 109 países que, con el tiempo, se han convertido en también jueces.

A sus espaldas, el Dr. Gandhi y la CMS acumulan varios premios de distintos países, como Key to the Georgetown (EEUU), Gusi Peace Prize (Filipinas), Nuclear Free Future Special Achievement Award (Alemania) y el Changemakers’ Innovation Award (EEUU). El docente también ha sido galardonado con un Doctorado Honorífico en la Licenciatura en Educación por la Universidad Pedagógica Bashkir (Rusia) en 2009.

Más allá de los libros
En estos 56 años de vida del CMS, miles de alumnos han aprendido materias como Geografía, Matemáticas o Inglés pero también han recibido lecciones sobre la paz. “CMS es la única escuela del mundo que organiza una Conferencia Internacional de Justicia Mundial donde nuestros estudiantes aprenden sobre el sistema judicial mundial para tomar medidas en favor de los derechos de las futuras generaciones”.

Por eso, son la única escuela del mundo que ha recibido un premio de la UNESCO por su esfuezo en este campo educativo. ”Ofrecemos una Educación diferente. No solo enseñamos asignaturas; también queremos que aprendan a amar el mundo. La gente de Lucknow lo sabe y, gracias a eso, no tenemos plazas libres”. Y añade: “Nuestra misión es convertir a cada niño en un orgullo para la raza humana impartiendo 3 tipos de Educación: material, humana y divina”.

Gandhi insiste en que uno de los aspectos más relevantes de su estructura educativa ha sido otorgar un espacio a los padres. “Hemos luchado para tener muy en cuenta a los padres. En primer lugar, les hemos dado un acceso sin precedentes para hablar con el Director en cualquier momento. Y en segundo lugar, nuestro profesores deben mostrar a los padres las correcciones de los exámenes de los niños, lo que obliga a los profesores a ser extremadamente cuidosos con su trabajo”, explica Gandhi.
¿Uno de los mayores fallos del sistema educativo? “Creo que es demasiado burocrático y con demasiadas normas. Entiendo que las necesitamos para asegurar la uniformidad y calidad pero demasiadas normas pueden frenar la creatividad y obstaculizar la calidad en la enseñanza”, opina.

A pesar de su vocación de desarrollo social, la CMS es una escuela privada –de pago- de origen inglés con Educación hasta el Bachillerato. Sin embargo, Gandhi insiste en que “nuestros estudiantes vienen de todas las clases, castas y religiones; de hecho, más de 12.000 formar parte de las secciones de la sociedas más débiles y les concedemos becas de entre el 20% y el 40% para que puedan estudiar aquí”. El problema de su tamaño es que “nunca hemos podido hacer un evento todos juntos porque no hay sala suficientemente grande aquí y, para movernos a otra zona de la ciudad, ¡necesitaríamos unos 1.000 buses!”, cuenta.

El colegio más extenso del mundo: 1.300.000 km2
Aunque CMS es la escuela más grande del mundo en número de alumnos, “Alice Springs School of the Air” (Assoa) es la más grande en tamaño y una de las más curiosas. Esta escuela tiene estudiantes dentro de un radio de 1,300.000 km2 – más del doble del tamaño de España- situado en Australia.

En 2015, cuenta tan solo con 125 alumnos. Sin embargo, ente algunos de ellos existen cientos de kilómetros y un árido y desértico terreno: el Outback. “Muchos de nuestros estudiantes viven en estaciones de ganado y otros vienen de familias indígenas – el 30% de los alumnos provienen de comunidades indígenas-, granjas de camellos, parques nacionales, campamentos mineros, casas de carreteras, estaciones de policía remotas y empresas turísticas”, explican desde la escuela. Los profesores visitan a todos los alumnos una vez al año y “algunas veces tenemos que usar una avioneta para llegar a todos los alumnos”. De hecho, “los estudiantes más lejanos de la central en Alice Springs están a 1000 km”.

Este sistema escolar a distancia fue creado en el país-continente en 1951 debido a la baja densidad poblacional del país; de hecho, Australia es el país con menor densidad poblacional del planeta con 0,1 habitantes por km2. Se mantiene con 16 profesores y 7 profesores sustitutos, de los que 3 son indígenas. El objetivo es ayudar a los niños que viven en las áreas más remotas, y a los que les es imposible asistir en persona al aula.

En sus inicios, impart&#2
37;an sus clases con la ayuda de la radio. Actualmente, su forma de comunicarse con los estudiantes es a través de las nuevas tecnologías como Internet. “La escuela cuenta con una antena parabólica y todos los recursos informáticos necesarios para el programa de aprendizaje on line. Los envíos postales del material también son responsabilidad de la escuela”.

Las clases suelen ser pequeñas, entre 8 y 15 alumnos. La duración de las clases depende del curso. “Los estudiantes más jóvenes generalmente tienen lecciones de 30 minutos, mientras que los estudiantes de más edad tienen hasta una hora. El número mínimo de lecciones por semana es nueve de la escuela primaria, pero algunos estudiantes pueden tener hasta 15 lecciones por semana, incluyendo música, arte, idiomas y educación física. Tratamos de que encargar tareas que impliquen que los estudiantes no estén más del 50% del tiempo delante del ordenador”. El seguimiento y apoyo de las tareas se hace gracias a “los padres de los niños, la mayoría madres; solo un 20% de las familias puede contratar a un tutor en casa”.

Assoa es una escuela pública financiada por el Northern Territory Department of Education australiano aunque los padres pueden colaborar con donaciones voluntarias – entre 290 a 353€-, destinadas a mejorar los recursos tecnológicos de la escuela.

En Assoa, tienen cursos desde Educación Infantil hasta 4º de la ESO y dan clases 40 semanas al año, el mismo calendario escolar que el resto de centros educativos australianos. “Ofrecemos oportunidades adaptadas a cada alumno, proporcionando una educación de alta calidad para los estudiantes residentes en zonas remotas o aisladas, con personal profesional y los recursos más apropiados para ellos”, aclaran.

Jóvenes en busca del futuro

El documental El gran día busca concienciar acerca de la importancia de la educación, el esfuerzo, el trabajo y la constancia para las generaciones jóvenes futuras.

Como ya nos emocionó hace tres años con Camino a la escuela –en donde mostraba las heroicas historias de varios niños que acuden a la escuela en diferentes partes del mundo–, ahora el director francés Pascal Plisson vuelve a la carga con otro documental del mismo estilo que saca a relucir las vidas de cuatro jóvenes en diferentes partes del mundo. Todos ellos persiguen su particular sueño con una determinación que crece cada día. Desde Cuba, Albert, de 11 años, desea ser boxeador; Deegii, de 11 años, vive en Mongolia y quiere ser contorsionista y trabajar en un circo; Tom, de Uganda, pone empeño para conseguir, a sus 19 años, un diploma de Wildfire para estudiar a los chimpancés en su hábitat natural; en la India, Nidhi, de 16 años, sueña con estudiar ingeniería y se prepara para un examen de ingreso.

Como ya nos emocionó hace tres años con Camino a la escuela –en donde mostraba las heroicas historias de varios niños que acuden a la escuela en diferentes partes del mundo–, ahora el director francés Pascal Plisson vuelve a la carga con otro documental del mismo estilo que saca a relucir las vidas de cuatro jóvenes en diferentes partes del mundo. Todos ellos persiguen su particular sueño con una determinación que crece cada día. Desde Cuba, Albert, de 11 años, desea ser boxeador; Deegii, de 11 años, vive en Mongolia y quiere ser contorsionista y trabajar en un circo; Tom, de Uganda, pone empeño para conseguir, a sus 19 años, un diploma de Wildfire para estudiar a los chimpancés en su hábitat natural; en la India, Nidhi, de 16 años, sueña con estudiar ingeniería y se prepara para un examen de ingreso.

El gran día es un film optimista, que amplía horizontes mentales y hace comprender la grandeza cotidiana de muchos niños y niños a lo largo y ancho del mundo. Y hay momentos especialmente emotivos. Desde luego queda claro que los niños no entienden de cálculos, de plazos, de posibilidades. Los niños y jóvenes en cualquier parte del mundo tienen sueños y no consideran que carecer de dinero o de medios materiales les puede impedir conseguir lo que ellos más desean. Esa es su fuerza y con su voluntad demuestran que tienen a veces mucho más coraje que los adultos.

Película cultural con valor pedagógico
La localización de los personajes y el casting fueron decisivos en la construcción del film. Tras tiempo de investigaciones y viajes, se priorizaron historias
reales, únicas, que mostraran el día a día del joven en su cultura (su entorno, medio ambiente, familia, hogar, etc.). Los cuatro protagonistas seleccionados no son actores. Se hicieron entrevistas con cada uno de ellos y sus familiares: el entusiasmo y entrega de todos ellos fue un factor clave para su elección.

Como su predecesora Camino a la escuela, el documental El gran día forma parte de un proyecto educativo y social. Cuenta con el apoyo de la ONG internacional para la ayuda de la infancia, Save The Children, así como de UNESCO, programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicado a la cultura. Un apoyo internacional que reconoce el valor humano, educativo y cultural de un largometraje apto para todos los públicos, y especialmente dirigido a niños y adolescentes.

El gran día llega también con un sólido proyecto pedagógico orientado a las escuelas para alumnos a partir de 9 años y, más concretamente, al alumnado de secundaria entre 12 y 16 años. El objetivo consiste dar a conocer historias de otros jóvenes que puedan ser inspiradoras, resaltar la importancia del esfuerzo y la perseverancia para conseguir aquello que se desea, poner en valor la educación como herramienta de lucha contra la pobreza y fomentar el debate sobre el papel de cada miembro de la comunidad educativa (el colectivo de ciclos formativos, la familia, los tutores y educadores…) en el futuro del estudiante.

[Ficha]

Título: El gran día
T.O.: Le grand jour
País: Francia
Año: 2015
Director: Pascal Plisson
Guión: Pascal Plisson, Olivier Dazat
Director de fotografía: Simon Watel
Música: Krishna Levy
Duración: 86 min.

www.elgrandia.org

Casos de éxito de #ProfesInnovadores, una iniciativa para integrar la tecnología en el aula

Introducir la tecnología en el aula para mejorar la forma en la que los alumnos desarrollan habilidades como la creatividad, la colaboración, la comunicación y el pensamiento crítico está al alcance de cualquier profesor. Cuatro profesores españoles explican cómo han implementado nuevas herramientas en sus centros para mejorar el aprendizaje de sus alumnos.

En la clase de Vicky Hernández, profesora de Filosofía y Ciencias Sociales en La Devesa Bilingual School de Elche (Alicante), Internet se ha convertido en una herramienta de trabajo dentro del aula. Además, cada alumno cuenta con su propio dispositivo porque considera que “lo más importante es que cada alumno adquiera un papel protagonista dentro su aprendizaje y que sea él mismo quien construya su conocimiento para ser un ciudadano crítico y autónomo”.

Ni siquiera hace falta tener una gran formación en las nuevas tecnologías ni grandes recursos en el aula para generar interés por la asignatura. “Con un ordenador y conexión a Internet se pueden hacer actividades que pueden resultar muy motivantes para el alumnado”, opina Pilar Cuello, docente pionera en el uso de la videoconferencia en el aula. En sus clases utiliza Skype para reforzar el aprendizaje de inglés, ya que se trata de una herramienta con la que están familiarizados sus alumnos.

Daniel Pajuelo, docente, sacerdote e ingeniero informático, ha introducido el videojuego Minecraft en las clases de Religión de 1º de la ESO del colegio concertado Amorós de Madrid. Al comenzar el curso, propuso a sus alumnos utilizar el videojuego Minecraft para construir una iglesia con el objetivo de conocieran su arquitectura y comprendieran los símbolos de la misa. «La aventura comenzó este verano jugando con mi sobrino de 6 años estas vacaciones. Descubrí el potencial que tiene este juego para canalizar la creatividad de un niño», afirma.

El videojuego de Microsoft, muy popular entre los adolescentes españoles, ha supuesto un cambio revolucionario en su asignatura desde entonces porque ningún alumno quiere perderse una clase. “Algún día que no pude venir y falté a clase de Religión, mis alumnos me pedían recuperar la clase. Era algo que nunca me había pasado”, asegura.

“Desde hace tiempo se habla de una necesidad de cambio: de que tenemos que trabajar por proyectos, que tenemos que aplicar las inteligencias múltiples, que tenemos que dar la vuelta a las clases con la pedagogía inversa. Resulta que el mundo digital, sin hacer todo esto, sí que puede provocar el cambio. Con un poco de conocimiento y con mucha ilusión podemos hacer cosas muy interesantes”, afirma Víctor Manuel Vitoria, profesor de Biología, Anatomía y Química del Colegio SUMMA Aldapeta de San Sebastián.

Víctor Manuel es otro de los cuatro profesores españoles que participa en la iniciativa #ProfesInnovadores de Microsoft. Estos docentes explican a través de un vídeo interactivo cómo la implementación de la tecnología ha mejorado el aprendizaje en su centro. “Para algunos profesores el mundo digital en la formación es un mundo frío, que parece que solo se produce a través de la pantalla. Pero la emoción y el contacto con los chavales siguen siendo fundamentales. Cuando hay empatía y uno conoce a sus estudiantes, se aprende muchísimo mejor”, concluye el docente vasco.

Ahora estás a tiempo

Guillermo, de 11 años, tendrá que aplicarse más este curso. El pasado no
le fue del todo mal en los dos primeros trimestres, pero cuando recibió las
notas finales recibió una mala noticia: dos suspensos en matemáticas e
inglés. No tuvo que repetir curso, pero durante todo el verano acudió a una
academia para fijar conocimientos que en su día no comprendió o no
estudió de la forma más adecuada.

Autor: padresycolegios.com


Situaciones como éstas son muy habituales, y, en un primer momento, tendemos
a culpar al niño, pero cuando nos paramos a pensarlo con detenimiento nos damos
cuenta de que, quizá, tendríamos que haber planificado un horario de estudio,
evitar demasiadas actividades extraescolares, conocer las técnicas de estudio
más apropiadas para su edad, saber qué libros y herramientas de consulta tiene
que tener a mano o cómo debe preparar los trabajos de clase. Ahora no te
tortures! porque aún estás a tiempo. Sólo hace unas semanas que ha comenzado el
curso y, si tienes en cuenta algunos de los consejos que te proponemos, puedes
conseguir que tus hijos obtengan buenas notas y que su rendimiento escolar sea
el mejor posible.

10 PREGUNTAS Y RESPUESTAS
ÚTILES

01¿Cómo debemos planificar y diseñar el horario
de estudio?

Tenemos que diseñar el horario de forma conjunta con
los niños para que no lo conciban como una imposición, sino como un acuerdo. En
primer lugar, escribiremos las tareas de horario fijo: horario escolar, comida,
cena y merienda y actividades extraescolares. El segundo paso será el de
distribuir las demás tareas con descansos entre todas ellas y, finalmente,
situaremos en primer lugar el estudio de las asignaturas con mayor dificultad
para dejar en último término las más fáciles.
El horario ha de ser muy
personal y ajustado a las necesidades, capacidades y disponibilidad de nuestro
hijo. Los niños necesitan ver que pueden cumplirlo. Si no es así, lo rechazarán.
Por este motivo, la flexibilidad debe ser una condición indispensable. La
rigidez en las horas no es recomendable porque, en mayor o en menor medida,
siempre surgen imprevistos, cambios de última hora que impedirían cumplir el
horario de estudio.

02 ¿Cuáles son las técnicas de estudio más
adecuadas?

Existen cinco técnicas de estudio básicas para
cualquier estudiante. Son las siguientes:

Lectura comprensiva del texto.
El estudiante tendrá que leer la materia tantas veces como sean necesarias hasta
que comprenda su contenido. Es muy probable que para ello tenga que utilizar un
diccionario para conocer el significado de alguna palabra.

Subrayado de
las ideas más importantes. Las claves se marcarán con un bolígrafo, lápiz,
rotuladores de colores o fluorescentes. Les ayudarán a memorizar y recordar
dónde se encuentran las ideas más destacadas.

Esquemas o resúmenes. Bien
a modo de cuadro o mediante guiones, puntos importantes o similares. Es una de
las técnicas que proporciona mayor rendimiento para fijar conocimientos, porque
la memoria visual actúa inconscientemente.

Retención del contenido.Se
refiere al momento en el que el estudiante retiene toda la información. En este
punto existe una gran variedad de estrategias de estudio: repetición escrita,
hablada, rehacer esquemas aún más pequeños, anotar números, dibujos,
asociaciones… Cada «estudiantillo» tiene su librillo.

Reproducción de la
información memorizada.Es la forma de saber que los conocimientos se han fijado
en la memoria. Del mismo modo que la anterior técnica puede ser escrita o
hablada. Ninguna de ellas es más recomendable que otra. La forma de saber su
eficacia es la práctica de todas ellas y, sobre todo, de aprovechar el tiempo.

03 ¿Qué libros de consulta son
imprescindibles?

En la estantería nunca puede faltar algunos
libros de consulta básicos: un diccionario enciclopédico, un diccionario de
inglés –o de tantos idiomas como estudie el joven– y un atlas. Estos son
básicos, pero cualquier otra enciclopedia de naturaleza, libros específicos de
historia, matemáticas, etc. Son muy recomendables. La biblioteca personal irá
aumentando a medida que avance de curso e incluya también sus libros de lectura.

04 ¿Internet es una buena herramienta para el
estudio?

Internet es una herramienta más de consulta, pero su
buen uso determinará si verdaderamente es eficaz para el estudio. Se recomienda
que los niños comiencen a manejar manuales, enciclopedias y libros de consulta.
A medida que van creciendo pueden emplear Internet, pero siempre de forma
responsable y al cuidado de los padres (ver página 6). Cuando conozcan su
funcionamiento y los contenidos a los que pueden acceder comprenderán que puede
ser muy útil en algunos casos, mientras que en otros no.

05
¿Cómo deben preparar sus trabajos?

Primero tienen que tener
claro cuál es el objetivo del trabajo y qué materiales son necesarios (libros,
manuales, dibujos, gráficos…). Harán un listado y, si no disponen de los
materiales, acudirán a la biblioteca para recopilar toda la documentación.
Cuando la tengan, comenzarán a realizar el trabajo. Durante este tiempo es
conveniente que estén solos pero, si solicitan ayuda, se les prestará en la
medida de lo posible. Eso no quiere decir que tengamos que hacer el trabajo por
ellos. Les explicaremos cómo hacerlo y les animaremos, pero que vean que los que
llevan la «sartén por el mango» son ellos.

06 ¿Es bueno que
estudien con sus amigos?

En algunos casos es recomendable, pero
en otros no. Por ejemplo, cuando tienen que realizar un trabajo en grupo es muy
conveniente que se reúnan en la casa de uno de ellos o en la biblioteca para que
conozcan las opiniones de todos y se asignen las tareas. Pero cuando se trata de
un examen, sea de la materia que sea, es mejor que cada uno estudie la materia
de forma individual y se reúnan en grupo todos los amigos para hacer los repasos
finales antes de la prueba. Muchos padres se preocupan cuando sus hijos les
dicen que van a estudiar con sus amigos porque dudan que vaya a ser así. En la
mayoría de los casos sí que estudian, pero la distracción es
mayor.

07 ¿Cómo tienen que enfrentarse a las asignaturas
«hueso»?

Asignaturas como matemáticas, física o lenguaje son las
conocidas y temidas asignaturas «hueso». El estudio de estas materias trae de
cabeza a los estudiantes y la mayoría de las veces no porque no las estudien,
sino porque no las comprenden. La falta de comprensión es el mayor impedimento
con el que se encuentran los jóvenes a la hora de aprobar una asignatura. La
mejor forma de enfrentarse a estas materias es preguntar todas las dudas en
clase, aunque sean obvias. De esta forma, sabrán que el modo o procedimiento que
siguen es el adecuado. Si ven que paso a paso comprenden la materia no tendrán
mayores problemas que los habituales en cualquier clase o ejercicio. En cambio,
un gran error es avanzar en una materia en la que no han comprendido alguno de
los pasos, como ocurre en las matemáticas o el cálculo de fórmulas químicas.
Preguntar hasta la saciedad es el mejor consejo y, sin duda, hacer aquellos
ejercicios en los que han encontrado mayor dificultad. El esfuerzo y la
constancia son las mejores fórmulas para superar estas
asignaturas.

08 ¿Academia o profesor
particular?

Es una gran duda que nos asalta cuando tenemos que
optar por clases de refuerzo. Ambas tienen sus ventajas e inconvenientes. El
profesor particular ofrece clases más personales, sin distracciones y con más
tiempo dedicado al niño en exclusiva. Sin embargo, no permite que el alumno
conozca otras dudas, quizá iguales a las suyas, pero aún por descubrir. Por otro
lado, en la academia nuestro hijo está con otros compañeros que comparten sus
mismas preguntas, le cansa menos la clase porque no está solo y, al mismo
tiempo, los profesores tienen más posibilidades de enseñarles con juegos de una
forma más divertida. Antes de tomar una decisión es bueno pedir opinión a otros
padres que ya hayan pasado por la misma situación y tengan referencias de las
dos opciones. Ambas son buenas y está demostrado que con cualquiera de ellas y
el esfuerzo del alumno se mejorarán los resultados.

09 ¿Hay que
premiar el aprobado y castigar el suspenso?

El esfuerzo siempre
tiene que tener una recompensa, independientemente de la nota que figure en el
expediente académico. Muchos niños obtienen un cinco y le han dedicado mucho
tiempo a esa asignatura, mientras que otros sin apenas esforzarse tienen un
resultado mayor. Nadie mejor que los padres saben cuándo su hijo se ha esforzado
y cuando no. Lo que no es nada recomendable es decirle «Si sacas X nota te
compro… te llevo al parque temático que tanto querías…». Del mismo modo que
tampoco se debe decirle: «Como suspendas inglés no vas a…no te compro…». Los
niños, jóvenes o adolescentes no tienen que concebir sus calificaciones como una
tarjeta de crédito o un pase para acceder o acudir a un lugar que
desean.

10 ¿Formación profesional o carrera
universitaria?

La trayectoria académica nos orienta a decidir
cuál puede ser el camino profesional de nuestro hijo, pero tenemos que tener en
cuenta muchos aspectos por este orden:

1. Qué
profesión quiere desempeñar nuestro hijo.
2. Cómo se accede a ella.
3. Qué
calificaciones ha obtenido hasta el momento en las materias relacionadas –si las
hay– y también en las demás.
4. Qué opina su tutor.
5. Pedir una segunda
opinión al orientador del centro.
6. Explicarle a nuestro hijo su duración,
el plan de estudios y las salidas profesionales.

Cualquier opción
que nuestro hijo escoja no impide que estudie FP de grado medio o superior, o
una carrera universitaria, más adelante pero, para ello, es necesario que
finalice los estudios de Bachillerato y realice la Prueba de Acceso a la
Universidad. Siempre que tenga aprobado el Bachillerato y la prueba de acceso a
la universidad podrá acceder a FP o a una carrera universitaria. No obstante, si
se decanta por realizar unos estudios de FP de grado medio, el acceso a la
universidad es más complejo (depende de la media y hay pocas plazas).
Hoy en
día la FP pisa muy fuerte en el mercado laboral porque las empresas demandan
cada vez más técnicos. La idea errónea de que la universidad es «mejor» que la
Formación Profesional está desapareciendo precisamente por eso, por ser errónea.

LOS NIÑOS QUE VEN MUCHA TELEVISIÓN SACAN PEORES NOTAS

Autor: padresycolegios.com

El último número de la revista «Archives of Pediatric and Adolescent Medicine» (julio de 2005) incluye tres estudios que relacionan el uso de la televisión con las calificaciones escolares: en todos los casos, los niños que más televisión ven, sacan peores notas. Por el contrario, los niños que tienen ordenador en casa obtienen, al menos en algunos casos, mejores calificaciones.

PRIMER ESTUDIO. El primero de los estudios, realizado por las universidades de Stanford y Johns Hopkins, comparó niños que tenían televisión en su cuarto con quienes no la tenían. Todos ellos veían la misma cantidad de televisión, pero los que tenían televisor en su cuarto sacaban notas «notablemente peores».
En este mismo estudio se comparó también a los niños que tenían ordenador en casa con los que no lo tenían, y el primer grupo sacaba notas «notablemente mejores».

SEGUNDO ESTUDIO. El segundo estudio, de la Universidad de Washington, mostró que los niños que empiezan a ver televisión antes de cumplir tres años, al llegar a los seis presentan, en proporción superior a la media, dificultades para aprender a leer y otros problemas de aprendizaje.

TERCER ESTUDIO. El tercer estudio, realizado en Nueva Zelanda con más de mil niños a lo largo de casi 30 años, muestra que quienes más televisión vieron cuando tenían entre 5 y 15 años, forman el grupo con menos graduados universitarios al llegar a los 26. Por término medio, quienes llegaron a obtener un título universitario veían algo menos de dos horas de televisión por las tardes entre semana; los que hicieron estudios de grado medio, 2,3 horas; los que solo terminaron estudios elementales, 2,5; y los que no obtuvieron ninguna graduación, 2,8 horas.
La Academia de Pediatría de EE.UU. aconseja que los niños menores de dos años no vean televisión en absoluto, y que el resto de niños no vea más de una o dos horas «de programas de calidad» al día. Sin embargo, estudios recientes de la Kaiser Family Foundation muestran que, por término medio, los chicos norteamericanos de 8 a 18 años, ven tres horas de televisión al día, y los niños menores de 6 años, una media de una hora al día.

Los padres con autoridad son los más queridos

Los estudios psicológicos apuntan a que los padres con un
grado medio de autoridad, ni demasiado autoritarios ni demasiado
permisivos, son más apreciados por sus hijos y más
positivos para su educación. Sin embargo, la autoridad hay
que cultivarla desde la niñez.

Autor: padresycolegios.com

Aunque el problema de autoridad de los padres sobre los hijos parezca un tema de
actualidad, lo cierto es que es una cuestión que lleva preocupando tanto a los
expertos como a las familias desde tiempo atrás. A mediados del siglo pasado las
discusiones no eran menores que hoy día, y en aquél momento tampoco era un tema
nuevo. La pregunta sigue planteándose cuando hay que educar a los hijos: ¿qué es
más efectivo la mano dura o el laisser faire?
Pues ni un extremo ni otro. El
punto medio de autoridad es, según los estudios, lo más aconsejable. Por citar
algunas investigaciones consolidadas, G. H. Elder en 1963 diferenciaba tres
tipos de control parental: control autocrático, en el que los padres dicen al
hijo lo que debe de hacer; control democrático, donde se permite que el
adolescente participe en la toma de decisiones pero siendo la última palabra
facultad de los padres, y control permisivo, en el que el joven decide por sí
mismo. El estudio de Elder indicó que los hijos bajo el segundo tipo de control,
que adoptaban decisiones bajo la supervisión de sus padres y que reciben
explicaciones por parte de ellos, tendían a ser más independientes, a desear
parecerse a sus progenitores y tener amistades del gusto de sus padres.

Cinco años más tarde, en 1968, D. Baumrind publicaba una investigación
parecida a la de Elder.Esta autora también establecía tres categorías de control
paterno, aunque sustituía el término «democrático» por «autoritativo», en
contraposición a «autoritario». Los padres y las madres autoritativos son
aquellos que potencian y valoran la autonomía de sus hijos a la vez de estimular
la responsabilidad y la disciplina personal.En cambio, los autoritarios no
tendrían en cuenta el primer punto y los permisivos, el segundo. De nuevo, y
como cabría esperar, el estudio apuntaba a que los jóvenes criados con autoridad
eran más independientes y más responsables que los de familias autoritarias o
permisivas.

Basándose en los autores anteriores, el psicólogo John
C.Coleman, en su libro Psicología de la adolescencia, llegaba a la conclusión de
que: «Los adolescentes precisan de dirección, pero, sobre todo, necesitan
oportunidad para observar a unos padres que compartan poder e influencia
viviendo con ellos, así como posibilidad de aprender a desempeñar un papel como
miembro responsable dentro del proceso de adopción de decisiones
familiares».

Sobre el ejercicio de la autoridad por parte de los padres y
madres, es interesante la investigación de Bowerman y Bahr de 1973. En ella que
se mostraba que en las familias en que el poder era compartido en igual medida
por ambos progenitores los hijos les respetaban más y deseaban parecer a ellos
más que en aquellas en los que uno tenía más poder que otro.

Pero hay que
tener en cuenta que la autoridad es algo que se debe cultivar desde que el niño
nace o llegada la adolescencia es imposible de recuperar. El logopeda Pablo
Pascual Sorriba, en su ensayo «Cómo lograr una autoridad positiva», da consejos
para reforzar el prestigio ante los hijos. Recomienda a los padres la fijación
de unos objetivos claros sobre lo que quieren lograr con la educación inculcada,
incluso ponerlos por escrito y revisarlos periódicamente para ver su evolución o
modificarlos. El logopeda advierte que no se pueden exigir resultados
inmediatos.

Otro consejo se refiere a la enseñanza clara de cosas
concretas, sobre lo cual comenta: «Al niño no le vale decir ´sé bueno´, ´pórtate
bien´ o ´come bien´. (…) Lo que sí le vale es darle con cariño instrucciones
concretas de cómo se coge el tenedor y el cuchillo, por ejemplo». En la misma
línea, señala la prevalencia de la acción sobre los discursos, la nula
efectividad de los discursos.

Auténticos centinelas durante la adolescencia

Hay que desterrar la creencia que tienen muchos padres
de que si se da amor, confianza y seguridad a sus hijos,
estos serán capaces de repudiar, por sí solos, las graves
tentaciones. La presión social y la influencia que tienen
los amigos son mucho más fuertes en este frente de batalla.
Los hijos tienen que volar solos, pero siempre vigilándolos
a distancia como un centinela que ampara y cuida
lo que es de su responsabilidad.

Autor: padresycolegios.com

Qué padres no se han desesperado cuando sus hijos les contestan de forma
inapropiada, no les cuentan qué hacen, con quién salen e incluso les evitan. La
adolescencia es la etapa en la que los jóvenes comienzan a transformase. Dejan
de ser niños para convertirse en adultos y todo su mundo cambia porque desean
afrontar más responsabilidades, ser más independientes y tener una parcela de
intimidad en la que nadie se inmiscuya. En términos generales, esta situación es
la más común y los padres se sienten confundidos y atemorizados porque no
reconocen al niño o niña al que estaban acostumbrados.

INFLUENCIA SOCIAL

Es precisamente en este
momento cuando los padres tienen que estar más atentos a sus hijos, que no es lo
mismo que dejarles hacer y deshacer a su antojo o, por el contrario, agobiarles
y someterles a interrogatorios constantes cada vez que salen de casa. Su función
debe ser muy similar a la de un centinela que vigila y observa, desde un punto,
el campo de batalla. Ya lo dicen los doctores Evelyn Prado y Jesús Amaya en su
obra «Padres obedientes, hijos tiranos» (2005), y los últimos estudios así lo
confirman: el apoyo afectivo, la confianza y una comunicación fluida entre
padres e hijos no es suficiente para prevenir problemas relacionados con la
adolescencia como las salidas nocturnas prematuras, el consumo de alcohol y
drogas o la iniciación de relaciones sexuales tempranas o no deseadas. Es cierto
que el control familiar, el monitoreo y la supervisión ayudan a prevenir las
adicciones en los hijos, pero no siempre es la fórmula.
Hay que desterrar la
creencia que tienen muchos padres en que si se les da amor, confianza y
seguridad serán capaces de repudiar por sí solos tentaciones como éstas. La
presión social y la influencia que tienen los amigos son mucho más fuertes en
este frente de batalla.
Quién no conoce a alguien que en su adolescencia ha
caído en las drogas, ha realizado algún acto vandálico injustificado, se ha
comportado de forma irracional o ha contestado sin tener en cuenta las
consecuencias de sus palabras?

¿QUÉ DEBES
SABER?


Durante esta etapa el hijo necesita tener sus
relaciones sociales al margen de la familia y una cierta independencia, pero los
padres siempre deben saber las respuestas a estas preguntas: ¿dónde está? ¿con
quién? ¿cómo está? ¿cuándo regresará? y ¿cómo lo hará?
A priori son preguntas
fáciles de responder cuando los niños son pequeños, pero con el paso del tiempo,
cuando crecen, sonadolescencia, se convierten en cruciales. Los adolescentes se
creen más adultos de lo que son, exigen ciertos derechos y no se ven obligados a
cumplir los deberes y normas. La clave está en que los padres tienen que conocer
muy bien a su hijo desde la infancia, ser personas en las que su hijo depositen
la confianza y proporcionar un apoyo en su toma de decisiones, pero al mismo
tiempo vigilarle y cuidarle porque para ellos su hijo siempre es lo más
preciado.
siempre es lo más preciado. Siempre hay que ser optimistas y creer
que podemos evitar situaciones de las que luego nos podamos arrepentir, pero
también hay que tener en cuenta que la adolescencia de los hijos suele coincidir
con una mala etapa para los padres, la llamada «crisis de madurez», entre los 45
y 55 años. Digamos que es el momento de hacer balance. «Hasta ahora he
conseguido… En cambio, no he alcanzado…». Sumado al estrés diario y todas las
preocupaciones típicas de la familia, la hipoteca, los gastos… Los padres dejan
de centrarse en sus hijos para ocuparse de muchas otras cosas y esto debe
evitarse. Es muy probable que si los padres no les dedican a sus hijos
adolescentes el tiempo que necesitan no acudan a ellos cuando tengan un problema
e intenten resolverlo como sea.
Los hijos tienen que volar solos, pero
siempre vigilándolos a distancia como un centinela que ampara y cuida lo que es
suyo, aunque a su vez, da libertad.

¿Cómo conseguir que los niños lean?

¡Mamá! ¡Papá!, ¿Me leéis otra vez el cuento de Caperucita? Se lo habrán
contado más de una quincena de veces, pero Marta no se cansa de escucharlo.
A muchos padres les agota repetir una y otra vez el mismo cuento
a sus hijos, pero muchos otros estarían encantados de que su hijo mostrase
curiosidad y entusiasmo por leer.

Autor: padresycolegios.com

Los videojuegos, el ordenador, la música y el cine han ocupado el tiempo de la lectura de muchos niños. Ahora los profesores y los padres en general se encuentran con un nuevo handicap, conseguir que los niños lean libros, cuentos, historias… Todos los estudios relacionados con la lectura en los jóvenes apuntan que el principal problema radica en la forma de enseñar a leer y las lecturas que se eligen para ellos. Generalmente, los chicos no tienen los mismos gustos que las chicas, y en cambio, creemos que un libro es para todos los públicos, incluidos en el saco todos los niños y las niñas, pero esta idea es errónea.

Para conseguir que los niños lean, en primer lugar tenemos que conocer sus gustos, preferencias y temas que despiertan su interés.Por muy raro que nos parezca, si les regalamos un libro que les guste, tendremos su lectura asegurada.

Pero no sólo es un problema de elección de temas. Tanto las clases en la escuela, el colegio e instituto, como la lectura compartida con los padres deberían de ser más interactivas. La tendencia natural de los jóvenes es la acción, independientemente del tema del libro. Por este motivo, necesitamos integrar esa energía en las lecturas que hagamos con ellos.

GESTOS, TEATRO…

Si en el libro que estamos leyendo con nuestro hijo se describe una escena en la que el protagonista está bailando en una fiesta ¿Por qué no? Agarremos a nuestro hijo y echémonos un baile con él. Quizá no se parezca al baile que se describe, pero a nuestro hijo le resultará tan divertido que querrá volver a leer ese cuento o cualquier otro similar. Escenas como ésta u otras en las que un personaje esté escalando una montaña, corriendo evitando algún peligro o manteniendo una conversación podemos escenificarlas con gestos, con sus muñecos y juguetes, pero siempre, siempre con ellos.

Otro consejo muy práctico es preguntarle sobre los personajes, la historia y las situaciones que se relatan. De esta forma no sólo conseguiremos que nuestro hijo muestre más interés por el libro y su lectura, sino que le ayudaremos a comprender la historia, conoceremos sus reacciones ante situaciones ficticias o reales y, al mismo tiempo, daremos rienda suelta a su inagotable imaginación.

LECTURA COMPARTIDA

La lectura compartida es una de las experiencias más entrañables para los niños. Si echamos unos años atrás en el tiempo, recordaremos con mucha nostalgia cómo nuestros padres o abuelos se sentaban con nosotros y nos leían o leíamos a la vez un cuento. Es uno de los momentos más preciados que se quedan en nuestra memoria para siempre. Esta experiencia también puede ser eterna en la memoria de nuestros hijos. No sólo les enseñamos a leer, sino que aprendemos con ellos, ambos nos enriquecemos y conseguimos que vean en los libros un entretenimiento más con el que aprenden y se sumergen en muchas, muchas historias y aventuras nuevas.