22 consejos para criar hijos espabilados

La vida nos ha enseñado que hay que estar alerta, que hay mucho indeseable y todavía más personas que van, como se dice, a lo suyo y sin contar los heridos.

Por Javier Peris

Más numerosas aún son las situaciones en las que no hay buenos ni malos pero que en las que nos sentimos engañados, decepcionados, aturdidos. Desearíamos que nuestros hijos no pasaran por esos trances pero eso es imposible, además de nada recomendable. La vida es así, y no está hecha para los blanditos.

1. CADA HIJO ES COMO ES. Los padres aprenden pronto esta frase pero aun así es bueno recordarla. De un hijo sensible y cariñoso no lograremos hacer un tipo despegado y seco. De uno inquieto e impaciente no esperemos, por mucho que nos esforcemos, que de adulto sea un ejemplo de circunspección. Pero unos y otros pueden y deben, ayudados por sus padres, limar los excesos del carácter y aprender hábitos que los compensen.

2. LA CONFIANZA. La confianza se otorga bien de una manera gratuita (eres mi padre o eres mi hijo, y se acabó), bien porque se merece. Decimos que alguien es confiado cuando se fía de quien no ha dado muestras de confianza. Tendemos a trasladar a nuestros hijos pequeños –pensamos que así son más felices– la idea de que todo el mundo es bueno o de que ser desconfiado es malo. Y no es eso. ‘Yo no fío ni de mi padre… solo que por mi padre me dejo engañar’. De eso se trata, sí.

3. BUENOS Y MALOS. Un momento, ¿de verdad vamos a decir a nuestros hijos que hay gente mala y gente buena? Buena pregunta, pero son los padres quienes deben responderla. No nos equivocaremos si explicamos que hay personas que actúan mal, mientras otras exhiben habitualmente un buen comportamiento. Sí, niños y adultos debemos tener mucho cuidado con juzgar a las personas. Como escribieron, casi con las mismas palabras, san Agustín y Oscar Wilde, y que ha repetido el papa Francisco: “Todo santo tiene un pasado. Todo pecador tiene un futuro”.

4. ELMIEDO, CLARO QUE SÍ. El miedo, o el temor si se prefiere, forma parte del aprendizaje. ¡Hacemos tantas cosas buenas (y dejamos de hacer malas) solo para evitar las consecuencias! No hace falta elaborar historias muy complicadas o acudir a recuerdos muy lejanos para hacer ver a los chavales que la vida está llena de trampas y de tramposos.

5. SE BUSCA CULPABLE. Muchas veces no hace falta el concurso de ningún malvado: la propia dinámica de circunstancias que no son negativas acaban en un enorme fracaso, en un doliente malentendido. Resulta muy desagradable la gente que, en estas situaciones, se apresura a señalar un culpable, o a varios. Se trata de un mecanismo de defensa muy cutre pero también efectivo, al menos a corto plazo. Y también muy primitivo porque los niños lo aprenden enseguida.

6. A LA FUERZA AHORCAN. Quieres evitar un disgusto al niño. Es comprensible. ¿Por qué obligarle a ir a diario a comprar el pan si sabes que se ruboriza, tartamudea…? ¿Por qué obligarle a relacionarse con la familia extensa, o con los hijos de los vecinos, si el chico es feliz con sus pantallitas y además pone la mesa con una sonrisa? Porque así le educas mejor que cualquier colegio de campanillas. Y además gratis. Con el tiempo, aprenderá a luchar por su turno en la panadería.

7. ¡PERO BUENO, ESTE CHICO ESTÁ NEGOCIANDO! Sí, has leído y escuchado muchas veces que hay que saber negociar con los pequeños, pero cuando la iniciativa parte del hijo nos sentimos incómodos. La verdad es que es estupendo que los hijos nos pongan en situaciones difíciles apelando a argumentos y a ejemplos que no sabemos responder. No hay que rehuir la disputa y tampoco ponérselo fácil; mejor ceder en cuestiones no esenciales y sacarle, a cambio, otros compromisos. Hay pedagogos que incluso fomentan escribir estos pactos.

8. ME HA MENTIDO ¡QUÉ ESCANDALO! Es todo un golpe para la madre y el padre primerizos. Hemos pillado al niño en una mentira, y no podemos quitarnos de la cabeza la expresión de santidad con que lo ha hecho. Bien, desgraciadamente forma parte de la madurez, porque según nos hacemos mayores, el número de mentiras ¡diarias! crece y crece…

9. NO PUEDES PROTEGERLES… NI DEBES. Hay cosas que los jóvenes tienen que experimentar: la decepción, la vergüenza tras el engaño… Ser espabilado no consiste en no meter la pata y evitar situaciones de riesgo, sino en la capacidad de aprender de esos errores. Esas derrotas son imprescindibles y constituyen la mejor ocasión para que pequeños y jóvenes saquen enseñanzas en positivo, sin rencores ni miedos excesivos. De lo contrario pueden optar bien por la pasividad, bien por desear el mismo mal para los otros.

10. LA PASTA. Cuando tienen edad para compartir los primeros refrescos con amigos y amigas, el joven feliz (y con dinero suficiente) se apresura a invitar a la segunda ronda. Sí, son chicas y chicos que disfrutan con la compañía de las amistades y ¿qué menos que darles un poquito de felicidad en forma de burbujas? Te ha salido un hijo generoso. No es mala cosa ser espléndido si te lo puedes permitir, pero si no sabes administrar esos momentos pronto descubrirás con horror que hay amigos que te pondrán mala cara cuando no eches mano al bolsillo.

11. MÁS PASTA. El dinero forma parte de esa bendita y deslumbrante libertad que van descubriendo los jóvenes. La experiencia dice que no es buena política la de llevar muy cortos de dinero a los jóvenes. Lo normal es que, pese a nuestros esfuerzos, cuando crezcan gastarán todo el dinero disponible y hasta el no disponible. Como los adultos. Y, como los adultos, meterán la pata. Mejor que empiecen cuanto antes; cuando corre menos riesgo la economía familiar y todavía aceptan algunos consejos de los padres.

12. ABRIR LAS VENTANAS. Todavía quedan padres que han aprendido poco de la vida, que intentan que sus hijos limiten sus relaciones a un ambiente o círculo social determinado. Por supuesto, lo hacen con la mejor intención, y tampoco son tan ingenuos para pensar que se trata de un ambiente perfecto. Pero es un error. Conocer y frecuentar entornos tan distantes como diferentes enriquece el desarrollo del joven, fomenta el diálogo con los padres, hace que se pregunten (y que les respondamos) por las formas y el fondo, por lo sustancial y por lo accesorio y pasajero.

13 ¿SABRÁN HACERLO? Recaudar fondos para un viaje escolar; ayudar al tío; servir en un comedor social; preparar un cumpleaños sorpresa; hacer de canguro… ¡Lo que sea! Y cuanto antes, mejor. Que sientan el peso de la responsabilidad en tareas que requieran cumplir plazos, alcanzar objetivos concretos, tratar con personas que no conocían, descubrir mundos nuevos de proveedores, clientes, profesiones e intereses. ¿Sabrán hacerlo? Si no lo intentan nunca lo sabremos ni nunca aprenderán.

14. EN EL AMOR. En las relaciones sentimentales hay poco margen para el consejo o el acompañamiento paterno. Mandan la biología, el carácter y el azar. Sin embargo, siempre se puede hacer algo para evitar que las emociones se desborden más de lo conveniente o durante más tiempo del deseable y evitar, así, dependencias y obsesiones que castran la autonomía personal. La hiperemotividad reinante no ayuda, por eso es tan importante el contrapeso de los padres.

15. EXCESO DE EMPATÍA. Casi siempre el acreedor es el que acaba pasándolo mal cada vez que reclama su deuda. Somos así, y no es fácil evitarlo. Esta mezcla de empatía y vergüenza comienza en la infancia y, si no se corrige, se pasarán muchos malos tragos injustificados. Hay que decir lo que hay que decir y en el momento; hay que hacer lo que hay hacer y en el momento. Hay refranes que ayudan: más vale ponerse colorado una vez que ciento amarillo.

16. LO CORTÉS Y LO VALIENTE. Para ser claros y directos, para reclamar un derecho, para cantar las cuarenta… no hace falta ser maleducado ni enojarse para hacerlo más sencillo. Se puede y se debe ser educado y hasta comprensivo y, al mismo tiempo, sincero y recto.

17. SE VEÍA VENIR. Ojalá pudiera ver venir el batacazo, pero es joven. Los padres se hacen cruces e intentan disuadirle, pero es inútil. Bien, seamos positivos y ayudémosle a aprender del estropicio. Evidentemente la enseñanza no será ‘la próxima vez haz caso a los papás’ o ‘es mejor que no vuelvas a intentarlo’. Es más eficaz averiguar con él el porqué del fracaso, o por qué ciertas personas se han comportado así. Y animarle a seguir probando, a seguir luchando.

18. EN PÚBLICO, COMO EN CASA. Las actividades de debates en las escuelas son frecuentes en otros países y más raras en España, y es una pena. Con la facilidad de hablar en público no se logra tanto impresionar a los jefes o saber dar una conferencia como comportarse con naturalidad ante personas desconocidas o ante un púbico nutrido. Porque en estas situaciones ‘actuamos’ (un poco más que en la vida diaria) y se trata de que los respetos, vergüenzas y reparos no impidan la buena comunicación y, en su caso, la consecución de unos objetivos.

19. ¿TIMIDEZ? Hay muy pocos casos de timidez patológica. La inmensa mayoría de los tímidos dejan de serlo a base de pasar vergüenza una y otra vez… hasta que se cansan de ponerse colorados. Para los padres, es verdad, resulta muy doloroso ver a los niños y jóvenes sufrir estas situaciones porque, casi con seguridad, ellos también pasaron por eso. Hay que ser fuertes… y cariñosos. Desgraciadamente sólo pueden superarlo solos, pero siempre se agradece una palmadita.

20. ¿DESOBEDIENTES O CURIOSOS? ¿Por qué pagaríamos una buena cantidad de dinero: porque nuestros hijos fueran obedientes o… curiosos? Menos mal que la opción no es real porque, frente a la comodidad de tener unos hijos obedientes, la opción de que sean curiosos, inquietos, con ganas de saber –y de cuestionar–es una tentación muy atractiva. La curiosidad nos hace superar la timidez y la pereza y hollar una gran variedad de terrenos y de personas.

21. VA A SER QUE NO. ‘No se esfuerce, mi hijo es un muermo que va a recibir de todos lados el resto de su vida, y solo espero estar a su lado el mayor tiempo posible’. Quizá, pero no se rinda tan pronto. El carácter nada tiene que ver con ser o no espabilado, despierto. Seguro que hemos topado con personas así: aparentemente paradas e incluso torpes que nos sorprenden cuando las tratamos estrechamente, que nos llevan por donde ellos quieren.

22. TODOS SOMOS CUÑADOS. Es un fenómeno similar al de los cuñados: todos lo somos pero nadie se reconoce en el tópico. Sin darnos cuenta pasamos por la vida mirando más por lo propio que por lo ajeno; y nos servimos, muchas veces sin advertirlo, de mentiras, medias verdades, abusos, disimulos y fingimientos que acaban causando un daño objetivo, material o moral.

Webinar gratuito: Las relaciones tóxicas en los hijos

El próximo 13 de noviembre a las 13.00 horas podréis asistir a un nuevo webinar gratuito que, esta vez, tratará sobre las relaciones tóxicas que se pueden producir en la adolescencia, un periodo de cambios en los que se está formando la personalidad y el autoconcepto, y en el que los más jóvenes se encuentran en una situación especialmente vulnerable frente a conductas de riesgo. El webinar Las relaciones tóxicas en los hijos será impartido por Raquel Hernández a través de la aplicación Zoom (si no la tenéis aún, aquí podéis descargarla para iOS y aquí para Android).

¿Quién es Raquel Hernández?

Licenciada en Psicología, experta en Sexología y Psicología clínica. Con estudios de Máster en Sexología y Psicoterapia integrativa. Es además experta en Coaching y cuenta con formación en el área de la Psiconeuroinmunología Clínica.

Posee una gran experiencia laboral en el área de la Psicología Clínica y la Sexología, además de ser docente en diferentes talleres y Masterclass de la misma área.  Actualmente es coach del programa Jove Oportunitat, donde trabaja con jóvenes en situación de exclusión social.

¿Qué temas se abordarán en el webinar?

En este webinar se hablará sobre cómo prevenir y detectar comportamientos tóxicos en las relaciones de los hijos con sus iguales, especialmente en la pareja. La adolescencia es un periodo de cambios en los que se está formando la personalidad y el autoconcepto, por lo que los más jóvenes se encuentran en una situación especialmente vulnerable frente a conductas de riesgo. De ahí que sea tan importante fomentar la salud de las relaciones de los más jóvenes. 

¿Cómo apuntarse al webinar?

Las relaciones tóxicas en los hijos podrá seguirse en directo a través de la aplicación Zoom el próximo 13 de noviembre a las 13.00 horas. La charla tendrá una duración aproximada de una hora, dividida en una ponencia de unos 30-40 minutos del experto y un espacio para el turno de preguntas en el que podréis consultar todas vuestras dudas.

Es imprescindible reservar vuestra plaza en el webinar en este enlace.

Aquí puedes ver otros webinars de interés:

¿Cómo educar en valores a los más pequeños?

Gemma Lienas ha publicado más de 90 libros para todas las edades.  Su nuevo libro está formado por 10 cuentos con valores que divertirán a los niños y ayudarán a los padres en la educación de sus hijos. 

Los valores que adquieren los niños y las niñas durante la infancia son muy importantes y determinan una parte de la personalidad de los pequeños. Para que comprendan la importancia que tienen la gratitud, el respeto, la paciencia, el compromiso o la responsabilidad, entre otros valores, lo mejor es que los observen en aquellas personas que quieren y son sus referentes.

Pequeños cuentos con grandes valores es un álbum ilustrado perfecto para leer en familia con el que los niños aprenderán a:

  • Saber demostrar gratitud
  • Tener capacidad de reconciliación, ponerse en la piel del otro y entender su punto de vista
  • Reconocer las cualidades y los méritos de las otras personas
  • Ser capaz de comprometerse en causas comunes y ayudar a los demás
  • Hacer coincidir lo que se piensa, lo que se dice, lo que se siente y lo que se hace
  • Respetar el medio ambiente 
  • Tener disposición para el diálogo y saber pactar
  • Ser responsable de las propias acciones y de los propios compromisos
  • Aprender a tener paciencia
Su autora, Gemma Lienas, ha escrito más de 90 libros para niños y niñas, adolescentes y adultos. De entre sus libros para niños y niñas encontramos, entre otras, las colecciones de La tribu de Camelot y de Emi y Max, el libro de cuentos sobre educación emocional El libro de las emociones para niñas y niños y la novela de misterio Yo, Watson y el armario de Jacqueline (premio Vaixell de Vapor 2018). De entre sus títulos para jóvenes destacan los diarios de Carlota, que ya son cinco, el primero de los cuales fue El diario violeta de Carlota (Premio Unesco por la tolerancia, 2003). Son obra suya las novelas para adultos El hilo invisible (Premio San Joan 2018), Anoche soñé contigo y Atrapada en el espejo.

La pandemia ha aumentado las peticiones de ayuda de padres y madres para gestionar las relaciones con sus hijos

El confinamiento de la población decretado en España el pasado 14 de marzo para hacer frente a la pandemia por coronavirus y que se extendió, incluyendo la desescalada, durante más de tres meses, obligó a muchas familias a una convivencia intensiva a la que no estaban acostumbradas y para la que, además, en muchos casos no se estaba preparado. Sobre todo, por los condicionantes que acompañaron a muchos de esos confinamientos (incertidumbre laboral y económica, teletrabajo con hijos en casa, educación online, estrechez de espacios, falta de medios, etc.) y que complicaron sobremanera la convivencia.

“Aunque hay familias que nos comentan en las sesiones que el confinamiento les ha sido muy positivo, ya que han podido estar más tiempo juntos y disfrutar de ese tiempo, lo que les ha unido más, lo cierto es que en otras muchas familias esta situación ha aumentado los conflictos, el malestar y los desacuerdos, provocando que el ambiente en casa se crispe”, asegura la psicóloga Sonia Martínez, directora de los Centros Crece Bien, pioneros en la enseñanza y el desarrollo de Habilidades Emocionales, Sociales y de Aprendizaje. Para la experta, el no poder salir a la calle de vez en cuando para desconectar o cambiar el foco de atención, así como el hecho de que estar juntos fuese parte de una obligación y no de una decisión voluntaria, “aumentó el malestar y provocó que, a veces incluso, el problema se viese más grande de lo que realmente era”.

Como consecuencia, la autora de Descubriendo Emociones (La esfera de los libros) afirma que la llegada de lo que se dio a conocer como “la nueva normalidad” ha traído consigo un incremento considerable de las peticiones de ayuda de padres y madres para gestionar la relación con sus hijos.

“Los más notorio es que la demanda ha cambiado: antes padres y madres venían para intentar ayudar a sus hijos. Ahora, sin embargo, son muchos los padres y madres que se plantean que esa ayuda la necesitan ellos mismos. Nos comentan que están nerviosos e irascibles y que pierden los nervios enseguida”, explica la psicóloga, que asegura que ha visto a muchos padres y madres “desbordados e inseguros”, dudando incluso de su labor como tales: “Algunas familias verbalizan que su sueño de tener una familia feliz se ha visto truncado, por lo que plantean ahora pedir ayudar para mejorar esas relaciones y que tanto sus hijos como ellos guarden un gran recuerdo en el futuro”.

Entre las preocupaciones y las peticiones de ayuda más habituales entre madres y padres, Martínez destaca principalmente el ya citado manejo del enfado o la frustración, el respeto a los límites, las estrategias para que los hermanos no discutan todo el día y “que la nuestra no parezca una casa de locos”, los consejos para sentirse tranquilos en casa o los tips para saber cómo motivar en la responsabilidad a hijos e hijas. A todos ellos, cómo no, se ha sumado otro tema estrella del confinamiento, el del uso de las nuevas tecnologías por parte de niños y niñas: “las familias no saben bien cómo gestionar el tiempo que sus hijos e hijas están expuestos y cómo ponerles límites”.

NECESIDAD DE RECURSOS PSICOLÓGICOS Y EMOCIONALES PARA LAS FAMILIAS

Para Sonia Martínez el aumento de los problemas en el ámbito doméstico debido al confinamiento entra en cierto modo dentro de la normalidad, ya que se pasó de un contexto en el que padres y madres trabajaban muchas horas fuera de casa y cuando veían a sus hijos se preocupan más de sus necesidades físicas y de jugar con ellos para aprovechar el tiempo de una forma positiva para todos; a otro en el que nos vimos encerrados en casa, conviviendo 24 horas al día, con la incertidumbre provocada por la pandemia y combinando horarios laborales con horarios escolares en muchas ocasiones sin medios y en espacios reducidos: “Es lógico que aparezcan otras preocupaciones, que aumenten las dificultades y que los problemas sean más visibles”.

Para la directora de lo Centros Crece Bien, no obstante, esta situación extraordinaria que nos ha tocado vivir ha dejado al descubierto “claramente” la falta de recursos emocionales de muchos padres y madres para hacer frente a situaciones como la actual. “Ante factores externos que provocan estrés e internos que lo aumentan, si las familias poseen recursos emocionales para manejar la situación, aunque ésta les afecte, la superarán mucho mejor e incluso podrán salir de ella de manera airosa. Por eso es fundamental que, además de dar recursos económicos y físicos a las familias para hacer frente a crisis como la actual, también se dé importancia a los recursos psicológicos y emocionales”, argumenta.

A los padres y madres que se sienten “desbordados e inseguros” Sonia Martínez les traslada, por último, un mensaje positivo, ya que darse cuenta de que algo no va bien es el primer paso para cambiarlo. “Hay que ver la situación como una oportunidad, como el momento en el que podemos hacer un cambio. Si lo enfocamos así y no como un fracaso en nuestro desempeño como padres o madres, podremos cambiar las cosas y enseñar a nuestros hijos que, cuando las cosas no van bien, se pueden cambiar buscando alternativas diferentes”, concluye.

Webinar gratuito: La formación de la autoestima y el auto concepto

El próximo 30 de noviembre a las 19.00 horas celebraremos un nuevo webinar gratuitoLa formación de la auotestima y el auto concepto. A lo largo del mismo abordaremos la importancia de los mensajes que nuestros hijos reciben y cómo ciertos factores influyen en la formación de su auto estima y su autoconcepto. Será ofrecido por Ramón Álvarez, licenciado en Psicología, con experiencia en familias, a través de la aplicación Zoom (si no la tenéis, aquí podéis descargarla para iOS y aquí para Android).

¿Quién es Ramón Álvarez?

Ramón Álvarez es licenciado en Psicología por la Universidad de Valencia y posee diferentes másters con los que ha profundizado en varias ramas de la disciplina. Miembro de las divisiones de Psicología Clínica y de la Salud y de Psicoterapia del Consejo General de la Psicología y del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunitat Valenciana, Álvarez inauguró en 2015 el Centro Interdisciplinar METAEDUCA, en el que ejerce desde entonces como director y psicoterapeuta, coordinando la Unidad de Psicología y Asesoramiento Familiar del Centro.

En la actualidad, compagina su labor profesional en METAEDUCA, con la docencia Universitaria en el área de la neurociencia y la Coordinación Pedagógica en Aula Siena dentro del programa Jove Oportunitat del IVAJ, cuyo objeto es la realización de acciones de motivación y orientación para jóvenes de entre 16 y 21 años que han abandonado los estudios.

¿Qué temas se abordarán en el webinar?

A lo largo de este webinar, de una hora de duración, abordaremos la importancia de los mensajes que nuestros hijos reciben y cómo ciertos factores influyen en la formación de su auto estima y su autoconcepto. El psicólogo explicará cómo determinados mensajes aparentemente positivos –tanto directos (los que les hacemos llegar por medio de la palabra) como indirectos (a través de nuestros comportamientos)–, pueden llegar a ser negativos, creando una presión que afecta a los más jóvenes de la casa.

¿Cómo apuntarse al webinar?

La formación de la auotestima y el auto concepto podrá seguirse en directo a través de la aplicación Zoom el próximo 30 de noviembre a las 19.00 horas. La charla tendrá una duración aproximada de una hora, dividida en dos partes: una ponencia de unos 30-40 minutos por parte de la psicóloga y un espacio de tiempo después para que las familias podáis consultar todas vuestras dudas.

Es imprescindible reservar vuestra plaza en el webinar en este enlace.

Aquí podéis ver otros webinars relacionados con la educación de los hijos:

 

Webinar: Prevenir y detectar los trastornos de la conducta alimentaria

El pasado 1 de octubre María Eugenia Moreno García, psicología clínica y directora de la Clínica CTA, especializada en el tratamiento de trastornos alimentarios y obesidad. Moreno, además, es docente en distintos cursos universitarios y centros de formación en su especialidad.

A lo largo del webinar, la psicóloga María Eugenia Moreno García ofreció a las familias interesadas recomendaciones a tener en cuenta dentro del contexto del hogar para prevenir trastornos alimentarios en la infancia. También explicó cuáles son las señales de alerta que pueden indicar el inicio de un trastorno alimenticio, para así poder actuar cuanto antes y evitar problemas más complejos más adelante.

Podéis verlo al completo aquí:

Más webinars de interés:

Webinar: El deporte como transmisor de valores en los hijos

El pasado 8 de noviembre Alejandro Fernándezcoach de jóvenes en el programa Jove Oportunitat, donde ayuda a jóvenes en riesgo de exclusión social, habló desde Padres y colegios acerca de cómo la práctica del deporte desde una edad temprana no sólo es importante para la salud física, también para la emocional y para las relaciones familiares. Y es que, la práctica deportiva ayuda a niños y niñas a desarrollar las habilidades psicomotrices, sociales, culturales, además de adquirir valores muy importantes para la vida. Cuando el deporte de realiza junto a la familia también se puede reforzar el vínculo paterno-filial.

El webinar, gratuito y dividido en una parte teórica y otra de dudas de las familias, fue moderado por la psicóloga Paloma Maldonado, coach Educativa de Siena Educación dentro del programa Jove Oportunitat del IVAJ.

Si te lo perdiste o quieres volver a verlo, puedes acceder al webinar completo aquí:

 

 

Más webinars de interés:

¿Enseñanza on line o presencial?

La pandemia ha traído un nuevo modelo de enseñanza: el colegio on line. Este sistema favorece a algunos niños pero perjudica a otros. ¿Por qué?

Por Olga Fernández

Carmen no quiere ir al cole. Ha descubierto que le gusta más la escuela on line. “Durante el confinamiento mejoró mucho en las notas. En su colegio tienen el proyecto iPad, no trabajan con libros en papel, todo es digital. Por eso se adaptaron rápido a las clases on line”, explica su madre. En el polo opuesto se encuentra su amiga Ángela: prefiere las clases presenciales porque le gusta participar, preguntar y hablar con los compañeros. “Sus notas bajaron durante el confinamiento porque perdía mucho la atención en las clases on line, se cansaba, y fallaba en los exámenes tipo test que les hacían a contrarreloj”, comenta la madre. ¿Por qué esta disparidad? “Hemos visto que hay niños que han experimentado una mejora en su rendimiento escolar con la enseñanza on line mientras a otros les ocurría lo contrario. Se ha debido básicamente a la falta de herramientas ante una situación de este tipo, junto con las fuentes de motivación intrínseca existentes en cada uno de ellos. En conjunto, ha podido deberse a los numerosos cambios que han sufrido en lo que entendían como su realidad instaurada: limitación de movilidad, suspensión radical de la asistencia presencial a la escuela, modificación de horarios y hábitos establecidos, gestión de emociones y situaciones…”, argumenta Silvia Alcarria, maestra de Educación Primaria y reeducadora pedagógica.

Los casos de Carmen y Ángela pertenecen a la misma clase de segundo curso de Secundaria. Son dos ejemplos antagónicos de las consecuencias del teleaprendizaje, un nuevo método de enseñanza que ha sacado a la luz importantes cuestiones. Por ejemplo, el estudio Seis semanas de confinamiento: Efectos psicológicos en una muestra de niños de Infantil y Primaria, realizado por las psicólogas especializadas en desarrollo infantil Marta Giménez-Dasí, de la Universidad Complutense, y Laura Quintanilla, de la UNED, ha desvelado que el estrés se redujo durante el confinamiento en los niños de 8 a 10 años y que solo un 9% echa de menos el colegio. Otra ventaja de la enseñanza on line reside en que los niños víctimas de acoso dejan de sufrirlo. “Los que se enfrentaban en su vida cotidiana a actos propios de acoso han vivido un respiro puesto que no han tenido que convivir con los acosadores. En consecuencia, puede haberse dado una mejora de su implicación escolar con las sesiones telemáticas. Pero desde mi punto de vista, no es una solución para los niños que sufren acoso escolar puesto que la educación es un derecho fundamental de la infancia y debe presentar las mismas oportunidades para todos”, puntualiza Silvia Alcarria. La pedagoga también advierte de que durante el confinamiento se ha detectado un aumento del ciberacoso, “es decir, el acosador seguirá ejerciendo conductas abusivas siempre y cuando no haya un trabajo de concienciación e intervención con todo el alumnado, no sólo con los perfiles existentes: víctimas y agresores”.

Alumno que mejora

El perfil de los niños que han mejorado su rendimiento académico en las clases on line responde a unas características muy concretas: el estilo de aprendizaje y los rasgos de su personalidad. “Los alumnos con una buena competencia digital y tecnológica, quienes disponen previamente de las habilidades informáticas necesarias para acceder al contenido escolar, han logrado alcanzar resultados favorables puesto que el dominio de las herramientas les ha supuesto una fuente de motivación frente a los aprendizajes. También los estudiantes cuya vía de aprendizaje dominante es la visual y auditiva, dado que la metodología más utilizada ha sido en forma de vídeos, videoconferencias, fotografías… Por otro lado, cabe destacar la importancia de las características individuales de dichos niños y niñas. Más allá de la manera de aprender, hay alumnos que han visto reforzado su rendimiento académico fruto de sus habilidades inter e intrapersonales, por ejemplo quienes poseen buena competencia social y autogestión emocional”, explica Silvia Alcarria. La pedagoga también añade otra característica: cuando el gusto o interés por permanecer en casa es superior al de estar en la escuela. Y en el caso de los adolescentes, el hecho de disfrutar de flexibilidad horaria: “Durante el confinamiento muchos adolescentes se han decantado por las clases online respecto a las presenciales porque se han dado cuenta que es una metodología con mayor flexibilidad horaria y con un menor desgaste energético”.

La brecha educativa también ha aumentado con la entrada en escena del teleaprendizaje. No todos los alumnos tienen los mismos recursos tecnológicos y esto incrementa las diferencias sociales. La ONG Save the Children ha asegurado que la pandemia y el confinamiento podrían provocar diversas consecuencias emocionales, sobre todo en los niños con menos recursos. “Un alto porcentaje de estudiantes no ha podido acceder a contenidos ni ha desarrollado las competencias previstas. Además, ir a la escuela no se reduce única y exclusivamente al acto de aprender, sino que también brinda la oportunidad de cubrir servicios básicos para el alumno: becas de comedor, apoyo emocional para alumnos con NEE, atención individualizada, etc.”, concluye Silvia Alcarria.

Cómo aumentar el rendimiento en el «telecole»

  • En el caso de los niños que han bajado el rendimiento, la pedagoga Silvia Alcarria recomienda una serie de rutinas que ayudan a mantener la concentración y mejorar el trabajo.
  • Respetar los hábitos de realización de las tareas académicas y domésticas.
  • Elaborar un horario base flexible y modificable que sirva de soporte para la distribución del tiempo los siete días de la semana.
  • Configurar un protocolo de actuación para las tareas académicas. Instaurar franjas de 45 minutos como máximo y priorizar descansos de 15 minutos, jugar con el tiempo según la edad cronológica del niño/a.
  • Crear un espacio de estudio con las condiciones óptimas y con el menor número de distractores posibles: distribución del espacio, condiciones acústicas y lumínicas…
  • Confeccionar un listado de normas consensuadas por los miembros de la familia que atiendan al nuevo funcionamiento en el hogar.
  • Establecer un límite temporal para el uso de dispositivos electrónicos: tablet, móvil, ordenador, consolas…
  • Ayudar a mantenerle motivado/a haciendo uso de un lenguaje positivo y asertivo.
  • Propiciar la realización de tareas que combinen distintas disciplinas: físicas, culinarias, científicas, artísticas y musicales, entre otras.
  • Fomentar el placer por la lectura y por dinámicas de relajación, ‘mindfulness’ y de meditación guiada.

José Antonio Luengo: “El acoso escolar físico desaparece con las clases on line, pero el ciberacoso se mantiene”

Entrevista a José Antonio Luengo, psicólogo de la Unidad de Convivencia y Contra el Acoso de la Comunidad de Madrid.

Por Olga Fernández

¿Ha bajado el acoso escolar con el colegio on line?

Lo que hemos podido constatar es que el acoso escolar físico desaparece con las clases on line, pero el ciberacoso se mantiene a través de Internet o redes sociales. Esto indica que la tendencia de los acosadores a hacer sufrir a otros compañeros, a pesar de no verles físicamente en el aula, se ha mantenido.

Entonces, ¿este tipo de enseñanza no sería una opción para los niños que son víctimas de acoso escolar?

No. La responsabilidad del sistema educativo, del profesorado y de las familias, es guiar la educación y el desarrollo de los chicos y chicas en un entorno seguro. La opción del tele aprendizaje priva a los alumnos de una necesaria e imprescindible experiencia de trato y relación con los demás. La escuela debe seguir invirtiendo para que los entornos escolares sean cada vez más seguros y estables. Un estudio de la Universidad Complutense ha visto que el estrés ocasionado por las clases presenciales en los niños ha descendido con el colegio on line.

¿No es esto una llamada de atención?

Sí, esto debe llamar la atención al sistema educativo. Pero desde mi punto de vista, no para facilitarles una salida muy ligada a la consideración de fracaso: como no consigue encontrar su hueco en el centro escolar, se refugia en casa. Hay que trabajar para afrontar el problema. Al individuo hay que pedirle un elemento de autosuperación, pero el elemento de superación mayor hay que exigírselo al sistema. Es decir, los profesores deben cuidar especialmente cómo se va a tratar y a acoger a estos niños cuando vuelvan a las clases presenciales.

Al volver a las clases presenciales, ¿el profesor debería estar más atento con los niños que han mejorado con el colegio on line porque se sintieron más cómodos y seguros en casa?

Sin lugar a dudas. Estos niños deben hacer un esfuerzo y entender que las clases on line son una situación excepcional y que deben volver a relacionarse con sus compañeros. Pero el profesorado también ha de desarrollar las herramientas de prevención del maltrato entre iguales, detectarlo y tratarlo inmediatamente.