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Dificultad para aprender fechas
Tengo mucha dificultad para aprender de memoria fechas y lugares. Las reglas mnemotécnicas me ayudan un poco pero supongo que no será suficiente para toda una carrera, el año que viene y si todo sale bien, me gustaría estudiar Historia. ¿Podría superar este pequeño problemilla?
María (madrid)
Estimada amiga, cuando queremos recordar algo, nuestro sistema de memoria no inicia una investigación lineal. Alcanza distintas direcciones de forma simultánea y recoge información a partir de diversas redes de los circuitos interconectados del cerebro. Para utilizar este proceso de asociación como apoyo a la memoria, debemos vincular de forma consciente e intencionada el nuevo bagaje informativo al ya existente. Cuantas más conexiones tengamos entre los conceptos mayores serán nuestras estrategias para recordar.
La Historia es mucho más que lugares, fechas y nombres. Relacionar hechos y comprender que se trata de fenómenos humanos puede ayudarte. Haz una prueba: toma un texto histórico, diseña un cuadro sinóptico que pueda servirte como ayuda y transfórmalo en una especie de película mental o anécdota, imaginando los lugares, la psicología de cada personaje, las vestimentas, el clima, las características geográficas de donde tuvo lugar el hecho y todo lo que dé dimensión humana, de ese modo puede resultarte más fácil y ameno recordar lugares y fechas significativas.
¿Cuándo me dais la paga?
Papá, ¿cuándo me darás la paga? Esta demanda se repite a menudo en la mayoría de hogares del mundo. Los hijos piden una paga a los padres para cubrir los pequeños gastos del día a día. Los especialistas en psicología infantil destacan el papel de la paga como vehículo educativo para acostumbrar a los niños a administrar y valorar su propio dinero, así como a aprender a ahorrar.
Son muchas las familias en las que los hijos reciben una paga. Por eso, este mes el portal Entre Padres de EducaRed (www.educared.net/entrepadres) dedica su especial a reflexionar sobre el valor educativo de la paga y su funcionamiento para disipar las dudas sobre este tema.
La familiarización del niño con el dinero es un aprendizaje que se inicia en edades muy tempranas, a través de la observación, siendo su modelo de referencia el entorno familiar. No hay que olvidar que los padres son los principales responsables de la educación en el valor del dinero de los hijos, para que sean poseedores de éste y no ser dominados por él. Disponer de dinero obliga a la responsabilidad de saberlo administrar, sin limitarse a disfrutarlo sin criterio.
Si bien no existen unas normas absolutas sobre cómo educar a los hijos acerca del dinero, cuanto antes les enseñemos a manejarlo mayor será la probabilidad de que nuestros hijos se sientan seguros en su uso. Ellos necesitan aprender cómo deben administrarlo: cómo ganarlo, cómo gastarlo, cómo ahorrarlo… y, muy importante, también aprender a tomar decisiones que sean beneficiosas para ellos mismos, la familia e incluso respecto a otras personas más necesitadas.
Aprender practicando
Nada mejor que un aprendizaje a través de la práctica. Por esta razón, estará bien que propusiéramos a nuestros hijos colaborar en actividades cotidianas en las que interviene el manejo del dinero. Así podrán realizar pequeños encargos, como por ejemplo, ir a comprar el pan, el periódico, etc., sin olvidar, eso sí, la importancia de atender a los cambios cuando se realiza la compra.
La práctica de estas actividades de aprendizaje en el manejo del dinero lleva implícita la ampliación de las habilidades sociales de nuestros hijos, además del desarrollo de destrezas matemáticas como la resolución de problemas y el cálculo mental.
Según Trinidad Aparicio Pérez, psicóloga clínica y escolar, algunas pautas que nos pueden ayudar a manejar la relación de nuestros hijos con el dinero son:
1. Ahorrar hasta alcanzar la cantidad que necesitan: nuestros hijos han de estar seguros de lo que quieren y, si la cantidad de dinero de la que disponen no es suficiente, que esperen a la siguiente asignación para acumular la cantidad necesaria.
2. Ser generosos con su dinero: los niños han de aprender a ahorrar pensando en los demás. Está bien que compren algún detalle para los miembros de la familia en su cumpleaños o que realicen alguna aportación con fines benéficos.
3. No dejarse llevar por las marcas: debemos enseñarles a comparar productos y precios, a buscar en las ofertas para no dejarse llevar por las marcas de moda que fácilmente triplican el valor del producto.
4. Ganar dinero cuesta esfuerzo: disponer de dinero es consecuencia de un trabajo o esfuerzo de los padres, y los hijos deben aprender a valorarlo y a respetar la organización de la familia.
5. Educar en la sobriedad: educar en el valor del dinero supone enseñar a nuestros hijos a distinguir entre lo que es razonable gastar y los gastos desmesurados. La sobriedad significa estar por encima de los caprichos y saber soportar las carencias sin que esto suponga una frustración.
Administrar el dinero
Un estudio de la empresa Marketing Kids, publicado en el portal Consumer Eroski, refleja que existen diferencias de genero en relación a la administración del dinero, siendo las chicas las que mejor manejan sus asignaciones.
Paralelamente, un informe de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI) constata que a edades tan tempranas, la tendencia –tanto de los niños como de las niñas– es la de adquirir juguetes, diferenciándose en el estilo del producto.
A medida que los menores van creciendo y entran en la etapa adolescente, aparecen mayores diferencias según el género entre las aficiones y el uso que se dará a la paga. Así, en la etapa adolescente, de los 12 a los 15 años, las chicas tienden a invertir la asignación en ropa, mientras los varones mantienen su interés por invertir en videojuegos o consolas. Además, durante esta etapa se incrementan los gastos en actividades de ocio como las salidas con amigos (cine, tomar un refresco, fast-food, discotecas, etc.), recarga del móvil, etc.
Más información y los criterios para determinar la paga de los niños en el portal Entre Padres de EducaRed.
Entrega de premios
La entrega de galardones de la tercera edición del Premio Internacional de Educación y TIC Fundación Telefónica-OEI (Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura) ha contado con la presencia, entre otras autoridades, de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. El acto ha tenido lugar dentro de la primera jornada del Congreso Iberoamericano de Educación, que se ha celebrado en Buenos Aires entre los días 13 y 15 de este mes.
Este certamen, que distingue tanto a organismos y empresas como a personas cuya trayectoria internacional y trabajo hayan destacado en la renovación pedagógica a través de las TIC, consiste en una obra del artista Antoni Muntadas para los ganadores en cada una de las modalidades y una dotación económica de 6.000 euros para el premiado individual.
En la categoría individual, la ganadora ha sido Lea da Cruz Fagundes, doctora en Psicología Escolar y Desenvolvimiento Humano y un referente en el campo de la educación en la era digital. En la categoría institucional, el premio ha correspondido a Enlaces, Centro de Educación y Tecnología del Ministerio de Educación de Chile, por haber conseguido mejorar la calidad de la educación a través de las TIC.
NCIS Los Ángeles: Investigaciones mundiales
Si algún día tiene mucho éxito una serie de dentistas, se imitará la fórmula y tendremos dentistas a todas horas en la pequeña pantalla, pero hoy en día se imponen los agentes de policías variopintas, al estilo de 24 y todas las variantes de CSI.
Así lo pone de manifiesto este spin-off de Navy: Investigación criminal, aquella serie protagonizada por Mark Harmon, que aquí cede el protagonismo a Chris O'Donnell.
El planteamiento recuerda a las otras series de investigación criminal y acción. G. Callen es un agente capaz de infiltrarse en cualquier organización de delincuentes, que trabaja para la Oficina de Proyectos Especiales, de Los Ángeles. Se trata de una unidad dedicada a la captura de criminales y terroristas que amenacen gravemente la seguridad nacional. Para resolver sus casos, los agentes utilizan identidades falsas, y la más avanzada tecnología. Cuentan con la colaboración de las fuerzas anfibias de la Marina, que les trasladan en poco tiempo a cualquier parte del mundo.
La serie obtuvo un gran éxito en su emisión en Estados Unidos, aunque sus críticas no fueron tan buenas como las de la serie original. Aunque no aporta elementos novedosos, los guiones están cuidados, y cuenta con un buen reparto, encabezado por Chris O'Donnell y la oscarizada Linda Hunt (El año que vivimos peligrosamente). Sorprende la absoluta ligereza de la trama, pero interesará a cualquier segmento del público, y los jóvenes la disfrutarán aunque se trate de un entretenimiento intrascendente que apenas deja poso.
Ficha técnica
Título: NCIS: Los Ángeles.
Creador: Shannen Brennan.
Intérpretes: Chris O'Donnell, Peter Cambor, Daniela Ruah, LL Cool J, Linda Hunt, Barrell Foa.
Emisión: Lunes, 22.00
Cadena: Telecinco.
The Karate Kid
Jackie Chan y Jaden Smith, el expresivo hijo de Will Smith, protagonizan un film para toda la familia que actualiza “Karate Kid”, todo un clásico para los que fueron adolescentes en los 80, con algunos cambios respecto al original, pero pocos.
Sherry Parker y su hijo Dre abandonan Detroit y se van a vivir a China. Asimilar el cambio es complicado, sobre todo para Dre, pues en el país asiático todo es nuevo, empezando por el idioma. Él es un chico despierto y simpático, que muestra su desparpajo y chulería con ingenuidad y sin complejos. Pero pronto se dará de bruces con la realidad, cuando reciba una brutal paliza de otro niño que domina las artes marciales. Para colmo, el abusón resulta estar en su mismo colegio y, aunque también conoce a una chica encantadora que le hace tilín, cada día se convierte en un suplicio. Pero en una ocasión, cuando está recibiendo otra paliza, recibe la ayuda inesperada del señor Han, hombre de pocas palabras que trabaja como encargado del mantenimiento del edificio donde viven Dre y su madre.
El film gustará sobre todo a los chavales. Se trata de una historia de superación personal que es mucho más que ganar un combate de artes marciales: el enfrentamiento pasa a ser una batalla con uno mismo, en el que el niño se hace adulto enfrentándose a sus miedos, superando los fracasos, levantándose una y otra vez, evitando el odio y conservando la dignidad. Y aunque a la película le cuesta arrancar, el director logra ofrecer este variado ramillete de valores y los entrega con emotividad y muy “a la americana”.
Lo viejo y lo nuevo
El film se distancia muy poco del original. Tiene lugar en China, el protagonista es unos años más joven, el kárate es sustituido por el kung fu, el señor Miyagi pasa a llamarse Han y la célebre frase “dar cera, pulir cera” se convierte más o menos en “recoge la chaqueta, cuelga la chaqueta”. Y por supuesto están los actores. Jackie Chan es perfecto como el maestro, mientras que el joven Jaden Smith sabe transmitir con naturalidad sus emociones.
Ficha técnica
Director: Harald Zwart
Intérpretes: Jaden Smith, Jackie Chan, Taraji P. Henson.
Duración: 140 minutos
¿Dónde buscan el dinero los coles?
Algún artículo en prensa reciente acusa a los colegios concertados de hacer negocio con la venta de uniformes, una polémica tan vieja como la enseñanza. Sin embargo, el dinero público que se otorga a estos centros no es suficiente para seguir adelante con el proyecto educativo, y los directores o propietarios tienen que exprimirse el cerebro y buscar financiación.
A veces, se ha acusado a diversos centros concertados de lucrarse de forma desmedida con lo que se recauda gracias a las actividades extraescolares, material escolar, el comedor, etc. Sin embargo, como bien saben todos aquellos que trabajan en el sector, y aunque puede haber algunos casos puntuales, lo normal es que sacar adelante un centro escolar sea una guerra diaria, en la que hay que buscar oportunidades de complementar la financiación.
Desde siempre, el sector de la enseñanza concertada ha denunciado que los recursos que les otorga la Administración no son suficientes. “Desde el comienzo del régimen de conciertos, el módulo económico de conciertos no sólo ha sido insuficiente sino que ha ido generando un déficit que se ha incrementado conforme el paso de los años y que en algunas comunidades autónomas no supone una seria dificultad, sino impedimento, para la viabilidad de los centros”, explica Eva Díaz, de Escuelas Católicas, institución que agrupa a la mayoría de centros concertados.
En concreto, según cálculos de Escuelas Católicas, el déficit por cada aula de un colegio concertado es de 4.000 y 5.000 euros. Esta cifra que no cubre el Estado es muy alta si la multiplicamos por el número de aulas de cualquier institución educativa. El déficit es común en toda España, aunque puede variar según el módulo económico que establece cada comunidad autónoma. También depende del volumen, la organización, el tipo de alumnado y las características específicas de cada centro. Es decir, que en algunos casos podría ser muy superior.
Gastos en tecnologías
En los últimos años han aumentado sustancialmente los gastos, sobre todo los vinculados a las nuevas tecnologías, accesibilidad y protección de datos. Pero no se han aumentado los fondos públicos ni se ha previsto esta eventualidad. “Es especialmente preocupante la situación de centros con dificultades para establecer otras vías alternativas de financiación y que se ubican en comunidades autónomas en las que el gobierno correspondiente ha establecido módulos económicos mínimos (tal es el caso de Extremadura, Andalucía, Asturias…)”, comenta Eva Díaz.
Por todo esto, se calcula que la financiación oficial sostiene entre el 60 y el 70 por ciento del coste global de cada aula. El centro se las tiene que ingeniar para cubrir el porcentaje restante.
¿Cómo compensan los colegios este déficit? Pues bien, tampoco tienen muchas alternativas. Según explica Escuelas Católicas, los centros se ven obligados a compensar el déficit que provoca el módulo económico de conciertos a través de “los márgenes de compensación que se derivan de las actividades complementarias, de las extraescolares, de los servicios extraescolares complementarios, de la instalación de espacio y locales para usos no estrictamente escolares”. También son muy importantes las donaciones privadas y aportaciones voluntarias de las familias, que muchas veces han salvado situaciones complejas.
En cuanto a las actividades extraescolares, si preguntamos en diversos centros, se llega a la conclusión de que los precios no sólo no son abusivos, sino que suelen ser más baratos que si se contrata el mismo servicio en cualquier otra empresa privada. Una actividad deportiva, como el fútbol, cuesta 29 euros porque el alumno vaya dos días (hora y media cada día). Tres clases de inglés a la semana cuestan unos 57 euros. Clases de aerobic, unos 37 euros. Puede haber variaciones dependiendo del centro, así que estos precios son orientativos.
Los ‘polémicos’ uniformes
En concreto, la polémica ha surgido alrededor del tema de los uniformes escolares. Según ha publicado un diario recientemente, “Algunos colegios concertados –sufragados con dinero público– hacen negocio con la venta de los uniformes escolares que sus alumnos deben vestir para asistir a clase”. Se sugiere que la actuación de los colegios raya la legalidad, cuando se habla de colegios que ceden la exclusividad del uniforme a una empresa.
Cada centro debe garantizar que el atuendo establecido sea uniforme y de calidad. Esto conlleva en muchos casos que el proveedor sea único. Aunque no implica establecer la obligatoriedad de comprar en una tienda concreta. “Cabe la posibilidad de que varias tiendas garanticen esa uniformidad y calidad en cuyo caso los padres puedan ir a cualquiera de ellas y el centro no les va a exigir que acudan a una determinada”, aclara Eva Díaz.
Al parecer llegar a un acuerdo con una empresa para la exclusividad de la venta de los uniformes permitiría poder ingresar entre un 10% y un 15% de los beneficios. Otras veces no se cobra dinero, sino que la empresa suministra material deportivo para el centro. Siempre se respeta la legalidad, y que la financiación del colegio no esté reñida, lógicamente, con los principios que el centro desea fomentar entre sus alumnos. Obviamente puede surgir alguna irregularidad en concreto que los padres podrían, y deberían denunciar.
Se acusa también a algunos centros concertados de incluir en sus uniformes un logotipo del colegio que es marca registrada. “Lamentablemente los centros se ven obligados a optimizar sus recursos y buscar fuentes alternativas de financiación, lo cual además de ser una necesidad imperiosa, supone una práctica perfectamente legal prevista expresamente en nuestras leyes educativas y, en el caso de los uniformes, en nuestra normativa mercantil”, explica Eva Díaz, de cuyas palabras se desprende que sería más eficaz que se solucionara este déficit mediante el aumento del concierto estatal.
Ayuda a los desfavorecidos e inmigrantes
Se ha acusado injustamente a los centros concertados de que la obligatoriedad de hacer frente a gastos como la compra de uniformes, frena la entrada en los mismos de inmigrantes o desfavorecidos que no pueden pagarlos. Sin embargo, los responsables de cada centro suelen tener prevista esta circunstancia, y tratar de paliar el problema en la medida de lo posible.
“Los colegios cuentan con recursos alternativos para familias desfavorecidas, como los inmigrantes. Prendas que han sobrado o que tienen de sobra. Ningún niño se queda sin uniforme por falta de medios”, ha explicado Luis Centeno, asesor jurídico de Escuelas Católicas en un artículo de prensa. Es frecuente que los propios centros entreguen de forma gratuita a estos alumnos sin recursos económicos, bien material escolar o uniformes. Ningún alumno de los centros concertados se va a sentir discriminado por este motivo. “A estas ayudas habría que añadir las otorgadas por algunas Administraciones educativas, destinadas a gastos de escolarización del alumnado inmigrante que podrían destinarse, entre otros conceptos, al uniforme escolar”, explican fuentes de Escuelas Católicas.
En algunos casos, se llegan a prestar servicios de interés social, aún cuando no son rentables. Es lo que ocurre en Retamar, que sólo tiene concertada la Formación Profesional. “E
ste nivel educativo tiene para nosotros un gran valor asistencial, por llegar a familias con un serio problema de fracaso escolar, que han perdido –en ocasiones– la confianza en sus hijos, de aquí que aunque no cubra gastos, estemos muy interesados en mantenerla por el servicio que presta y los resultados que obtenemos”, explica a PADRES Y COLEGIOS José Luis Alier, director general del prestigioso centro. “En este caso, no se exige uniforme, ni que los chicos hagan uso del comedor”, aunque reciben las mismas o más atenciones que el resto (…). Su déficit se cubre con la gestión ordinaria del resto del colegio”.
El peso del saber
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Los problemas del rejuvenecimiento
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Los colegios suspenden en seguridad vial
Un estudio de Línea Directa asegura que los accesos a los centros, los pasos de peatones y la señalización del entorno escolar son deficientes en el 50% de los colegios. Nosotros hemos preguntado a tres familias cómo viven este problema.
Rubén se despierta cada mañana a las 8,15 h. Su madre, Pilar, le prepara el desayuno y antes de que den las nueve se ponen en marcha para atravesar el barrio de Valdespartera, una zona nueva de Zaragoza, en dirección al colegio. En algunas ocasiones Rubén va solo. Ya tiene nueve años y además su madre puede ver desde una ventana todo el camino que separa la casa del colegio. Las clases empiezan a las 9,15 h.
A esa hora, Irati, Nahia y Urko –de 11, 8 y 3 años– ya han entrado en clase. Su madre, Susana, tiene que coger el coche para llegar a tiempo al centro y al trabajo. San Sebastián es una ciudad pequeña, pero el colegio está en un extremo. Además, el edificio de Infantil está separado del de los mayores, así que el viaje se convierte en una gymkhana.
Álvaro, de 6 años, lo tiene un poco más fácil. Vive en Boadilla del Monte (Madrid) y el acceso al colegio es más sencillo. Sin embargo, mientras Rubén está durmiendo en Zaragoza, él ya ha entrado en clase. Sus padres, Laura y Gonzalo, tienen que estar en el centro de Madrid a las 9,00 h. y el colegio habilita las aulas para que los niños puedan entrar a las 8 h.
Tres ciudades, tres familias y tres colegios con tres situaciones distintas. Podría haber tantos casos como familias y colegios hay, pero existe un problema común a todos: la entrada y la salida de los niños es un caos.
Según el I Informe Nacional sobre Seguridad Vial en centros escolares realizado por Línea Directa, el 70% de los padres suspenden al colegio en cuanto a facilidad para aparcar.
Aparcamiento imposible
Susana lo tiene muy difícil en el barrio de Gros, en San Sebastián. Cada vez que localiza una acera en la que aparcar mientras sube a Urko a la zona de Infantil, se encuentra con que el Ayuntamiento no tarda ni tres meses en colocar pivotes para que la gente no suba el coche. “La carretera es de doble sentido y no hay ningún aparcamiento, así que al final utilizamos uno de los carriles para parar y colapsamos el tráfico”, asegura Susana con tono resignado.
Entrada al centro
La llegada es el peor momento del día. La hora de entrada suele coincidir para todos los cursos y el colapso es difícil de evitar. Además, el estudio señala que faltan muchos elementos que ordenen, faciliten y protejan a los niños a la hora de entrar al centro. El 52% tienen los pasos de peatones alejados y sin elevar; en el 70% no existen resaltos ni bandas sonoras que reduzcan la velocidad de los coches; y apenas 2 de cada 10 centros cuenta con un regulador de tráfico.
En el colegio de Álvaro, el conserje hace las veces de policía y ordena el paso de los coches. Sin embargo, en los otros dos casos, los pequeños sólo cuentan con un policía local de vez en cuando, sin orden ni concierto. De hecho, es en el centro de Boadilla del Monte donde el caos está más ‘ordenado’. Muchos alumnos llegan al colegio en los autobuses de ruta y la carretera es más ancha, por lo que se puede aparcar mejor sin cortar el tráfico.
Rubén va caminando al colegio con su madre y no tiene el problema del aparcamiento, pero sufre la falta de señalización –como en la mitad de los colegios de España, puntualiza el informe–. Las señales son provisionales y escasas desde 2008 por las obras del tranvía y los semáforos están continuamente en ámbar. Aunque las aceras son anchas, las vallas que la separan del asfalto sólo están en frente de la puerta del colegio y cuando se juntan los 400 alumnos y sus padres, la protección es insuficiente.
Salida
Las vallas de separación y la anchura de las aceras son básicas para la seguridad de los niños a la hora de salir del colegio. La aglomeración de la mañana se repite no con tanta intensidad pero sí con más alboroto. A pesar de esto, el 60% de los centros no cuentan con ningún tipo de valla y el 40% tienen aceras estrechas.
Irati y Nahia salen diez minutos antes que Urko y su madre debe de ir primero a recoger al pequeño. Las hermanas no tienen más remedio que esperar en la calle a que llegue Susana y las condiciones no son las mejores: no hay separación, los pasos de peatones no están elevados y el tráfico, aunque lento, es denso.
A pesar del peligro aparente, las tres familias coinciden en señalar que es difícil que haya un accidente. “Los coches están atascados. Así es imposible que pase nada”, dice Susana.
En ninguno de los tres colegios se recuerdan accidentes. Puede parecer que los datos son alarmantes y la realidad, poco peligrosa. Sin embargo, en este mes de octubre una niña de 12 años ha fallecido atropellada al bajarse del autobús de ruta cuando llegaba a casa. El estudio avisa de la importancia de la prevención basada en la educación vial de padres y alumnos, en fomentar las buenas prácticas entre los conductores y en mejorar progresivamente las condiciones físicas de acceso a los centros para evitar casos como éste.
Las familias demandan más formación
El estudio elaborado por Línea Directa pone la clave en la necesidad de formar en educación vial no solo a los niños, sino también a los padres. El 86% de las familias reconocen que nunca han recibido información del centro y que les gustaría tenerla.
Lo mismo señala otro informe sobre seguridad vial en el entorno escolar elaborado por el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre. Las campañas informativas dirigidas a las familias para dar a conocer opciones alternativas al uso del vehículo privado y la formación de los pequeños desde los tres años son las clave para la aseguradora.
En esta línea de información y formación, ambas empresas han desarrollado portales web centrados en la problemática de los centros escolares. Línea Directa ha presentado la nueva página www.seguridadvialencolegios.com para articular la participación ciudadana en torno a los datos de su estudio.
Por su parte, la Fundación Mapfre continúa un año más con el desarrollo del programa ‘Circulando: Educando en Valores por la Seguridad Vial’ (www.circulando.es). En esta ocasión, la página web se convierte en una plataforma de contenidos para trabajar la materia en el aula y en casa por padres, profesores y alumnos.
“Los problemas del monte se olvidan fácilmente. Los de la vida quedan”
Muchas veces los límites del ser humano se plantean solamente en su imaginación. También su superación. Me refiero, lógicamente, más allá de las imposibilidades físicas. Es decir, que por mucho que uno extienda los brazos y los agite, no vuela.
No obstante, hubo alguien en su día que se plantó en la base del Nanga Parbat y pensó que por mucho que subiera, siempre le quedaría algún metro más que subir. Que por muchas noches en las que intentara encontrar una ruta para acceder a la cima, siempre quedaría una noche más. La imaginación de Edmun Hillary fue un poco más allá y se imaginó coronando el Everest. Y lo hizo, no sin esfuerzo y con varias ocasiones fallidas.
Después quiso pisar el Polo Sur. Y lo hizo también. Un hombre con una imaginación portentosa, podríamos pensar. Edurne Pasabán subía el monte que estaba en su localidad natal, Tolosa, como quien juega al fútbol o decide probar con la lectura, y se imaginaba escalando altas cumbres. El caso es que Edurne también debía tener una buena imaginación, porque unos años después se convirtió en la primera mujer de la historia que corona las 14 montañas de más de 8.000 metros, tras una dura pugna con una coreana de nombre impronunciable. Es la historia misma del hombre: un ejemplo de superación constante. Y no: no es un tópico.
P. Edurne, me interesa saber cómo comenzó todo para ti: eras un ingeniero joven, de prestigio y con trabajo…
R. Pues la verdad que es como tú dices, el alpinismo era un hobbie, yo me dedicaba a hacer lo que había estudiado que era ser ingeniero y bueno, llega un momento en el que tenía que dedicar mucho tiempo a la montaña: dos meses en cada expedición es algo que a cualquier empresa le frena… Así que, simplemente, tiré para adelante.
P. ¿Qué sensaciones tienes tras terminar ese reto de subir todos los ‘ochomiles’?
R. Pues me produce en parte satisfacción de un trabajo bien hecho y un poco de cansancio. No dejan de ser diez años de trabajo.
P. Imagino que será la pregunta del millón pero, ¿qué te motiva para emprender una aventura como escalar un 8.000?
R. Bueno, encuentras una motivación sobretodo en lo que tú estás haciendo. Si realmente te llena completamente, si haces algo que a ti te hace feliz, algo que tú has elegido por ti misma, creo que es lo que hace que encuentres la motivación para continuar.
P. Y otro lugar común, tal vez. ¿Has tenido más dificultades en tu dedicación por el hecho de ser mujer?
R. Bueno, algunos sí que he tenido que pasar, quizás al principio: en una chica la gente no creía tanto o por lo menos la gente no apostaba por una mujer. Esto sí que hemos tenido que trabajarlo un poquito más y bueno yo creo que esto está cambiando.
P. Supongo que más allá del reto físico y mental que supone emprender un reto de estas características, habrás tenido que dejar cosas de lado…
R. Pues sí esto es lo más difícil, lo que más me ha costado. Durante estos diez años te planteas que también aparecen otras cosas, sobretodo el crear una familia, o lo que tiene todo el mundo en su rutina. Todo eso no te lo puedes plantear.
P. Debe ser duro…
R. Es lo más duro, sí. He tenido que dejarlo completamente de lado. Tal vez los hombres lo tienen algo más fácil. Mis compañeros alpinistas quizá lo hayan podido llevar paralelamente. Yo no.
P.Esas diferencias aportan más mérito a tu trabajo…
R. Bueno, yo he intentado llevar al mismo ritmo la vía personal como la profesional, pero por el hecho de ser mujer dificulta si lo quieres compaginar al 50%. Aunque tampoco quiero vender nada: he hecho lo que he querido.
P. Una curiosidad: ¿se tienen antojos en lo alto del Himalaya?
R. Muchísimas veces, no sé si podríais llegar a imaginar los sueños que solemos tener despiertos en las tiendas de los campos de altura…
P. ¿Soñáis con solomillos más que con llegar a la cumbre?
R. Es una forma de decirlo, sí. Estamos todo el día: “cuando lleguemos vamos a hacer una cena con los amigos en la que yo voy a traer esto, y yo voy a traer unas chuletas…”
P. Debe suceder que a 8.000 metros añoras la vida de Tolosa y que en Tolosa siempre estás pensando en la próxima expedición…
R. Sí es un poco enfermizo la verdad… Es verdad que cuando vuelves en un taxi, de una expedición de dos meses donde has sufrido unas condiciones duras, necesitas un tiempo para estar aquí y disfrutar de todo esto que has soñado allí, pero también es verdad que a los dos meses ya estás buscando el momento en que te vas a escapar.
P. ¿Has llegado a obsesionarte alguna vez con completar el reto de escalar los catorce ochomiles?
R. Creo que nunca he estado obsesionada, siempre he trabajado para ello, he estado disfrutando y la verdad es que también al final tenía un poco de pena cuando el proyecto de los catorce terminaba. Pero obsesión no.
P. Hablabas antes de la renuncia a la vida personal por tu dedicación, pero supongo que los amigos que haces en el monte son para toda la vida…
R. Hombre, imagina que son situaciones límites en todos los sentidos, a nivel moral, a nivel físico… No sólo porque algo sea complicado técnicamente, sino porque muchas veces añoras cosas, echas de menos la rutina y ahí es fundamental contar con tu equipo, con tus amigos. Hay días maravillosos y días espantosos.
P. Entonces aportamos otro tópico: es verdad que conocer a alguien en una situación extrema te permite conocerlo de otra manera.
R. Es cierto. El vivir esto junto a alguien hace que los lazos te unan un montón porque realmente conoces a la persona en sí en todos sus aspectos, la conoces como en buenos momentos, en malos, en los difíciles y en los más fáciles también.
P. Te escuché decir que te ha tratado peor la vida que la montaña. ¿Las penas en el monte son menos penas?
R. Las penas del monte o las malas cosas del monte, excepto el fallecimiento de una amigo, realmente cuando llegas aquí, a la vida normal, se olvidan enseguida o se olvidan muy, muy fácilmente, pero los malos momentos que he pasado en la vida real porque los he pasado bastante duros, en una época de mi vida, ésos no se olvidan tan fácil y dejan mucho más poso.
P. ¿Existe un consejo para los chavales y los padres que leen esto y quieren iniciarse en el alpinismo?
R. Es una actividad maravillosa, pero a alguien que empieza le diría que siempre intente aprender y rodearse de gente que sabe. No sólo cuenta el esfuerzo físico, sino el ejemplo, la voluntad, el sacrificio y el contar con tus compañeros. El alpinismo requiere un esfuerzo físico individual, pero es un deporte de equipo.
Un deporte de equipo. Lo recalca, se reafirma cuando recuerda aquellos montes de la sierra de Anboto o de Gorbea que correteaba cuando era apenas una adolescente y su imaginación, la que le dio alas, le permitía ponerse de puntillas, extender los brazos, agitarlos y, apurada, volar unos centímetros. Es la historia de la superación humana. Y no: no es un tópico.