Destinos Starlight en familia: En busca delas estrellas

En España tenemos varios destinos certificados como Starlight que permiten aunar la astronomía y el turismo en una nueva forma de viajar con actividades para todas las edades.

Por Eva Carrasco

Indudablemente las Islas Canarias cuentan con uno de los mejores cielos del mundo para la observación, pero también en algunas zonas de La Península se dan las condiciones idóneas. Un porcentaje adecuado de noches despejadas a lo largo del año, junto con unos cielos oscuros sin contaminación lumínica han creado una red de municipios que acreditan medios de observación disponibles a los visitantes, alojamiento adecuado, formación del personal encargado de la interpretación astronómica y múltiples actividades para el descubrimiento de las estrellas.

Parque Nacional del Teide

Su ubicación cercana al Ecuador, lejos de las tormentas tropicales y su altitud le convierte en uno de los principales centros de observación de estrellas. En el Parque Nacional hay instaladas siete mesas interpretativas para recorrer la ruta de Espacios Astrovolcánicos que permiten contemplar el paisaje del Parque Nacional y relacionarlo con los planetas del Sistema Solar. Entre las actividades que se pueden disfrutar en una visita en familia se encuentran, evidentemente, la observación de estrellas pero interpretada y acompañada de un telescopio que se ubica en diferentes espacios del Parque. Hay empresas que ofrecen la actividad combinada con algún sendero previo y con alguna degustación.

La Palma

El astroturismo en La Palma es una de las principales actividades de la isla. Las empresas centradas en este tipo de turismo hacen uso de una red de Miradores Astronómicos que convierten a la isla en un centro de interpretación al aire libre. Además de los miradores, para el que busca algo más existen los Lugares de Interés Astronómico que abarcan desde emplazamientos situados en cotas altas, ideales para observar las estrellas, hasta ubicación de relojes de Sol o yacimientos arqueológicos vinculados a la astronomía. Por supuesto, en una visita a La Palma no se puede dejar se subir al Observatorio internacional del Roque de los Muchachos, una de las baterías de telescopios más completa del mundo. Si quieres recorrerlo por dentro deberás solicitar la visita con antelación y tener en cuenta que no se permite el acceso a menores de 6 años. La oferta Starlight de La Palma cuenta con casas rurales tematizadas, menús gastronómicos, un gran proyecto para la observación astronómica para aficionados, miradores y senderos astronómicos.

Sierra Morena

La Reserva Starlight de Sierra Moreno se extiende por más de 400 km a lo largo del norte de las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla y Huelva. Una completa red de miradores estratégicamente situados para contemplar las estrellas recorre este territorio de 57 municipios que engloban seis parques naturales: Despeñaperros, Sierra de Andujar, Cardeña y Montoro, Sierra de Hornachuelos, Sierra Norte de Sevilla y Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Agencias como Astroándalus ofrecen actividades, tanto para familias como para centros educativos, que abarcan desde observación astronómica diurna con un taller de observación solar, así como observación nocturna con talleres de reconocimiento de constelaciones y objetos celestes. Para los más pequeños se elaboran talleres de lanzamiento de cohetes de agua.

Serranía de Cuenca

El parque Astronómico de la Serranía de Cuenca agrupa a 19 municipios con certificación Starlight que están dentro del Parque Natura que agrupa La Ciudad Encantada, el Nacimiento del Río cuervo o Solán de Cabras entre otros recursos naturales. Se ofrecen una serie de actividades para el inicio en la observación astronómica de una forma guiada y didáctica. Las observaciones nocturnas con una duración mínima de dos horas con un mínimo de dos telescopios, unos prismáticos astronómicos y acompañados de personal cualificado. Las actividades se completan con un planetario hinchable con un diámetro de 5 metros y capacidad para 25 personas que muestra las diferentes constelaciones, nebulosas y galaxias de una manera itinerante por distintos municipios certificados. La próxima observación prevista es el 13 de diciembre coincidiendo con la lluvia de meteoros de Las Gemínidas en la Cantera de Buenache de la Sierra.

Parque Nacional de las Islas Atlánticas

Este Parque Nacional de Galicia incluye las islas Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada. Su principal atractivo son las excursiones náuticas para disfrutar del cielo estrellado desde un barco, que en algunos casos incluye acampadas bajo las estrellas, con explicaciones sobre astronomía y otros fenómenos; recorridos fotográficos nocturnos con asesoramiento y aproximación a las técnicas antiguas de navegación, en las que se “usaban las estrellas para guiarse”. También se ofrecen rutas con representaciones teatrales para conocer personajes históricos vinculados al parque y los animales nocturnos. Los niños cuentan en el centro de visitantes de Vigo y en losvarios ayuntamientos.

 


 

Consejos para novatos al hacer una foto nocturna, por Manuel Chacón, fotógrafo de viajes

  • Trípode: es imprescindible y a ser posible uno medianamente bueno que tenga el peso y la estabilidad suficiente para que la cámara no se mueva.
  • Disparador automático: es fundamental para no mover la cámara al disparar. Si no disponemos de ello podemos utilizar el temporizador como truco.
  • Olvídate del enfoque automático: De noche sin luz no funciona por lo que recomienda poner el foto en manual enfocando al infinito. Si lo que se quiere es enfocar un elemento cercano y que el cielo quede de fondo, entonces iluminamos el objeto con la linterna para poder enfocar manualmente. Después apaga la linterna y dispara.
  • Siempre hay que tener mucho cuidado con las luces si hay más personas haciendo fotos en la zona. Por lo que la linterna debe apuntar siempre al suelo.
  • Mucho orden al sacar y guardar elementos para la cámara. Nos recuerda que estamos completamente a oscuras y es fácil que algo se extravíe.

 

*FOTO de Saúl Santos

 

Cumpleaños saludables de la mano de Juan Llorca

Juan Llorca, creador de “SOS Familia” y del movimiento “Por una escuela bien nutrida”, dejó su restaurante de lujo en Valencia para asesorar comedores escolares. Acaba de publicar “Sin dientes y a bocados” y cuenta con casi 180.000 seguidores en Instagram.

 

España está situada en el segundo lugar del ranking de obesidad infantil en Europa, sólo detrás de Reino Unido. Para poner fin a esta epidemia del siglo XXI, nutricionistas, pediatraseducadores luchan cada día por mejorar la información que las familias y los niños y adolescentes tienen sobre alimentación saludable. También hay un sinfín de propuestas para llevar esa información a la práctica.

Juan Llorca, cocinero y divulgador de menús más saludables, lleva diez años trabajando por mejorar la alimentación de los niños en los centros escolares. También ayudando a cambiar de hábitos a las familias a través de su proyecto SOS Familia, divulgando en redes sociales y, ahora, a través de su recién publicado “Sin dientes y a bocados”, un libro en el que ofrece algunas claves para hacer de esos cambios una realidad. No se olvida Llorca de los cumpleaños y ahora inicia una colaboración con una cadena de cafeterías pensadas para el disfrute de padres e hijos a las que ha asesorado para que puedan ofrecer un cumpleaños sin azúcar ni procesados. «La colaboración de Mandarina Garden con Juan Llorca significa un nuevo avance en la oferta gastronómica, en coherencia con nuestros valores y trata de poner a prueba la capacidad de los niños para descubrir y aceptar nuevos sabores, incorporando a su alimentación ingredientes saludables, siempre en el contexto de diversión asociado a los cumpleaños”, explica Ana Calvo, cofundadora de la cadena con presencia en Alicante, Albacete, Barakaldo, El Campello, Girona, Málaga y Huelva.

Se trata de poner a prueba la capacidad de los niños para descubrir y aceptar nuevos sabores, incorporando a su alimentación ingredientes saludables, siempre en el contexto de diversión asociado a los cumpleaños.

 

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Llorca, quien ha repetido en más de una ocasión que a veces somos los adultos los que más dificultamos ponemos en el acceso de los niños a la fruta o a las legumbres, propone un cumpleaños en el que esté presente la fruta, el hummus o los bizcochos caseros integrales. A través de una nueva “carta de cumpleaños” el niño ya no elige un menú cerrado sino que puede elegir las opciones que más se adaptan a su gusto y entre las que siempre predominan alternativas saludables. Además, se han eliminado las carnes procesadas y se han incorporado tartas elaboradas con frutas naturales y con mínimas cantidades de azúcar. Se recurre a frutas desecadas como por ejemplo las pasas para endulzar de forma saludable algunas de las tartas. En cuanto a las bebidas, predominan los zumos naturales y los batidos de avena con cacao. “En un cumple, lo más importante no es la alimentación. Si lo haces bonito, que sea saludable”, ha dicho el cocinero en una nota de prensa.

En un cumple, lo más importante no es la alimentación. Si lo haces bonito, que sea saludable.

V Edición de la Feria de los Colegios en Madrid

La V Edición de la Feria de los Colegios tendrá lugar en Madrid el 16 y 17 de febrero en el estadio Wanda Metropolitano. Este año contará de nuevo con una zona reservada a los módulos FP que cobrará protagonismo y grandes novedades en cuanto a la educación en el extranjero.

 

La Feria de los Colegios se consolida año tras año y en 2019 celebrará ya su V edición en Madrid. En ella, las familias podrán conocer la oferta educativa más innovadora de la provincia de cara a matricular a sus hijos para el próximo curso 2019/2020. Los padres encontrarán la mejor manera para informarse sobre centros escolares privados, concertados y públicos que abarcan desde Infantil a Primaria, Secundaria o Bachillerato y FP. Como en años anteriores, la entrada es gratuita, solo es necesario un registro en la web www.entradas.laferiadeloscolegios.com, o sacar directamente el pase en la entrada. La Feria contará con una zona infantil habilitada de juegos para los más pequeños. En la edición anterior, celebrada en Madrid, Valencia y Sevilla, acudieron más de 25.000 personas para informarse sobre los proyectos educativos de más de 250 colegios y una veintena de centros internacionales en Madrid que imparten cursos en el extranjero.

Más de 130 centros representados

La Feria de los Colegios de Madrid recibió el año pasado las visitas de 12.000 personas. Este año se prevé llegar las 15.000 personas y se espera contar con más de 130 centros representados. En esta V edición la Comunidad de Madrid vuelve a brindar su apoyo institucional, por lo que las familias que acudan podrán informarse sobre los 1.200 colegios públicos que hay en la zona. Además, la Feria cuenta con la colaboración de todas las escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid: 820 escuelas privadas y otras 280 públicas. Las organizaciones ACEIM AMEI apoyan el evento en todos sus asociados.

La feria se celebra apenas unos días antes de que se inicie el periodo de solicitud de matriculación en Madrid.

Para su difusión en redes sociales, los perfiles oficiales de La Feria de los Colegios estarán actualizando las redes con el hashtag #LaFeriadelosColes.

 

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Zona FP y educación en el extranjero

Una de las grandes novedades del año pasado fue la inclusión de un espacio denominado Zona FP reservado para informar a padres y alumnos sobre los Ciclos Formativos ofrecidos por centros privados y públicos en la Comunidad de Madrid.

Del mismo modo, se le dará mayor protagonismo a la formación en el extranjero cambiando el formato utilizado hasta ahora a uno de mayor utilidad para las familias. La Feria contará con 5 espacios de 5 países: EE.UU., Canadá, Inglaterra, Irlanda y Francia; para que se puedan informar de las diferencias educativas que hay entre cada sistema. Con ayuda de una agencia especializada, podrán elegir colegio concreto y arreglar los preparativos para la estancia y el viaje, facilitando enormemente la experiencia de padres y alumnos.

 

Las familias también repiten curso

La ‘no promoción’ del alumno supone un gran impacto para los padres, y muy especialmente en las familias de los niños con dificultades objetivas para el aprendizaje.

Por Javier Peris

Es sorprendente el número de personas que a nuestro alrededor demuestran cada día competencia e incluso éxito profesional y que, casi siempre de manera casual, nos cuentan que en su día tuvieron que repetir curso en la enseñanza obligatoria o en el bachillerato, o que fracasaron en su primer año de universidad y se vieron obligados a cambia de carrera. Ahora, al cabo de los años, no le dan ninguna importancia, pero seguro que en su momento la ‘no promoción’ -así se denomina técnicamente a repetir curso- constituyó un motivo de decepción y de profunda tristeza para el estudiante y para su familia.

Esta perspectiva de futuro ayuda mucho, claro está, a proporcionar y a no dramatizar en exceso el hecho de repetir. A poco que se aproveche ese curso, tanto académicamente como desarrollando – si se puede- otras actividades, nunca será un año perdido, como demuestra la experiencia de muchos chavales que se han enfrentado a este pequeño trauma en la infancia y la adolescencia. Pero repetir nunca, nunca se acepta de buen grado, por muy poderosas que sean las razones que lo aconsejen, y la familia lo percibe como un fracaso que afecta a todos sus miembros.

La noticia no sorprende

Virginia Mata ha sido durante once años directora de un colegio público valenciano en el que la situación socioeconómica de las familias tiene mucho que ver en el fracaso escolar de los alumnos. En este sentido, su experiencia es que las familias de un nivel sociocultural alto aceptan mejor las explicaciones que justifican la no promoción del menor. Mata destaca, en primer lugar, el hecho de que la noticia nunca pilla desprevenida a la familia: “Desde el primer momento se detecta qué alumnos van a tener problemas para completar el currículo exigido, y docentes y orientadores informan a las familias y se aplican programas de apoyo personalizado que incluyen pruebas de atención y de comprensión, test psicológicos, etc.”. Es por eso que si al final no se cumplen los objetivos mínimos y se decide que el menor debe repetir curso “casi todos se conforman”.

No todo son las notastema portada

Desde la Lomce los centros son los que deciden si un alumno de Primaria no ‘promociona’; antes la última palabra la tenían los padres. Con todo, los padres pueden recurrir contra la medida y se pone en marcha un protocolo de revisión de pruebas e informes. La decisión del centro no atiende solo a las calificaciones. Virgina Mata explica que “tenemos muy en cuenta otros factores, como la perspectiva de que el alumno tenga mayores dificultades a la hora de integrarse en otro grupo; la correcta socialización del menor a veces pesa más en la decisión que los suspensos”.

En otras ocasiones son motivos -por así decirlo- administrativos los que condicionan la repetición o la promoción. Por ejemplo, si el alumno repetidor se va a integrar en un aula cuya ratio ya se encuentra al límite, sus posibilidades de aprendizaje pueden verse mermadas tanto en la enseñanza en grupo como en el apoyo personalizado. En otras ocasiones un solo repetidor obligaría a desdoblar un curso porque la ratio no puede sobrepasarse.

Esfuerzo y frustración

¿Sirve para algo repetir curso? “Mi experiencia -responde la profesora Mata- es que para la mayoría de los niños es un hito positivo. Generalmente el alumno rinde más porque durante todo el proceso ha notado la preocupación de los docentes y de la familia. Los casos en los que no funciona suele haber otros problemas que van más allá del rendimiento académico. Me refiero a niños y niñas con necesidades especiales. Aquí lo más importante es proporcionar una ayuda especializada y con objetivos personalizados”. Pero incluso cuando se aplican bien estos planes repetir curso es inevitable, y estas familias, que tanto se aplican en la educación de sus hijos, son las que peor lo llevan: “Son los casos más tristes, porque los padres de los alumnos con dificultades objetivas trabajan muchísimo para conseguir que sus hijos completen la etapa educativa y sin perjuicio de los logros no académicos que son tan importantes para estos niños”.

Sergio Herrero es psicólogo orientador, y reconoce que “la primera emoción que aflora es de fracaso. Es la palabra que más se repite. Junto con la de “culpa”. Y debería ser más bien la de responsabilidad. Se concibe como un fracaso del niño, de los padres, del colegio, del sistema educativo… y al repartir tanto la responsabilidad no se diagnostican bien las causas”.

Se concibe como un fracaso del niño, de los padres, del colegio, del sistema educativo… y al repartir tanto la responsabilidad no se diagnostican bien las causas

El impacto más importante es sobre la relación del alumno con su familia: “Hay algo que no debemos perder de vista -advierte Herrero-: la mejor manera de desarrollar en alguien una virtud es atribuyéndosela. Si yo creo que mi hijo es un fracasado, será mucho más fácil que lo sea. Pero si crees que tu hijo puede triunfar en su vida, ser feliz y desarrollar una vida profesional exitosa, díselo. Y explícaselo con datos, aislando sus rasgos y hechos positivos, que sin duda los tiene”. ¿Y si no crees en tu hijo? “Es que ha llegado el momento de pedir ayuda profesional”.

El peligro de la soledad

Repetir curso supone alejarse en muchos casos de quienes han sido tu grupo social, de tu tribu, de los compañeros que durante muchos años han acompañado al niño en su escolarización. Para el psicólogo Sergio Herrero “en ocasiones es bueno porque seguramente no eran una buena referencia. También es probable que el repetidor pase por periodos de soledad, y es un mal momento para eso. Que no pierda de golpe las relaciones es importante hasta adaptarse a la nueva realidad. Que siga asistiendo a los cumpleaños de los que eran sus antiguos compañeros… poco a poco buscará su sitio entre el nuevo grupo”.

 

Escuela de padres: Hablar para ser escuchado

La comunicación es exitosa si somos escuchados. A los niños les cuesta, pero podemos establecer diferentes estrategias para que lo que les decimos sea mejor atendido.

Por Elisa Sal

Es cierto que los niños tienen unas fases madurativas en su cerebro que les lleva a no procesar la información como lo hacemos los adultos. Si tu hijo tiene menos de 22 años no esperes que su conducta sea como la de un adulto (aunque también dependería del adulto a comparar) pero sí que le va a afectar toda la información que recibe de su entorno y sobre todo de los seres con los que se relaciona, principalmente, mamá y papá.

Así que, mucho me temo, que va a ser más cuestión de cómo emitimos el mensaje para que llegue a nuestros receptores, nuestros hijos, que aún les falta madurar, ¡así que habrá que utilizar el ingenio y algunos trucos!

Escucha activa

La escucha activa es una técnica y estrategia específica de la comunicación humana, un término genérico para definir una serie de comportamientos y actitudes que preparan al receptor para escuchar, para concentrarse en la persona que habla y para proporcionar respuestas, lo que denominamos “feedback”:

Hablar a los niños a su altura: si nos colocamos a su altura les va a llegar mejor la información.

Mostrarles cómo hacer las cosas, no sólo decírselas: es mejor acompañar nuestra petición con una acción.

Usar pocas palabras para darle una orden: los niños prestan atención por cortos periodos de tiempo, así que debemos ser breves y concisos con nuestro mensaje y adaptarlo a su capacidad de entendimiento.

Dejar una nota en las cosas que le hemos dicho miles veces: podemos ahorrarnos repetir siempre la misma orden si directamente ponemos carteles por la casa como “las zapatillas en este rincón”, “no se salta en el sofá” o incluso, si necesitamos que recuerden una serie de tareas, hacer un cartel con una columna de “Pendiente” y otra de “Realizado”.

Esperar a que entiendan lo que le hemos dicho: tenemos que tener paciencia.

Dar la orden por partes: dar una orden, esperar a que la haga y luego mandar la siguiente orden.

Comunicación cooperativa

¿Y cuando hemos probado todo lo anterior y tampoco nos funciona? Entonces la clave está en la “comunicación cooperativa”. La eficacia de este tipo de comunicación radica en solicitar la colaboración del niño y en hacer de las tareas un trabajo en equipo. Cuando el niño se siente acompañado, la tarea parece más amena y sencilla que cuando tiene que hacerla solo. También es importante dotarles de cierta libertad en vez de ordenarles hacer las cosas. Es decir, mientras deciden que quieren hacer no les da tiempo a enfadarse y a pelarse con nosotros, pero darles la opción de elegir les hace sentirse respetados y valorados.

Comunicación no verbal

Al igual que es importante expresarnos de forma correcta con nuestros hijos, también hay que tener en cuenta toda la comunicación no verbal que transmitimos al hablarles:

–No estemos haciendo otra tarea mientras hablamos con ellos.
–Mirarles a la cara.
– Cuidado con nuestros gestos.
–Mantengamos una distancia prudencial para que no se sientan intimidados.
–Mostrar empatía sobre aquello que nos cuentan.

 


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Los enemigos de la comunicación

En la comunicación tenemos enemigos que hay que combatir si queremos llevar a cabo una comunicación efectiva con nuestros hijos. Estos son algunos:

Las prisas y la falta de tiempo. Siempre vamos acelerados, repitiendo frases como “venga vamos, que no llegamos”, “date prisa” “luego me lo cuentas que se hace tarde” y no encontramos tiempo para hablar tranquilamente con nuestros hijos. Debemos buscar ese tiempo y destinar una parte del mismo a hablar y dialogar con los niños.

La tecnología no es mala pero un mal uso de ella nos puede llevar a la incomunicación. Encontramos hogares donde la comunicación se da únicamente a golpe de clic y emoticonos. Necesitamos ir más allá, apagar las pantallas (tv, móviles, tablets…) y cuidad la comunicación cara a cara con nuestros hijos y pareja.

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Beneficios de educar en tolerancia, diversidad y respeto

silvia-alavaSILVIA ÁLAVA
// PSICÓLOGA //
silviaalava.wordpress.com


“No hay educación si no hay verdad que trasmitir, si todo es más o menos verdad, si cada cual tiene su verdad igualmente respetable y no se puede decidir racionalmente entre tanta diversidad” Fernando Sabater.

Educar en la tolerancia y en el respeto es uno de los grandes retos de la humanidad, pero también es la llave para el cambio a una sociedad mejor, más justa, más humana y donde la paz y el diálogo puedan estar presentes. Las personas educadas en la tolerancia son menos manipulables, dado que son más sensibles a las necesidades de los demás, a no faltar al respeto, a no menospreciar a los diferentes, por lo que es menos probable que calen en ellos determinados discursos basados en prejuicios y en el odio.

Favorece la toma de decisiones propia. Al ser menos manipulables y fomentar su sentido crítico los menores son más capaces de decidir por sí mismos, sin dejar que las opiniones de los demás, o los estereotipos impuestos desde fuera les condicionen.

Cuando educamos en tolerancia, los menores se vuelven más empáticos, son más capaces de ponerse en el lugar de los demás, de ver que hay diferentes formas de pensar y de actuar, y aprenden a respetar las opiniones diferentes y sobre todo los sentimientos y emociones de los demás. Al educar en diversidad los niños entienden que todos somos diferentes, que todo vale y que cada uno puede aprender de forma diferente, lo que de nuevo favorece la empatía.

Educando en tolerancia y respeto fomentamos la autoestima, dado que fomentamos que se respeten a sí mismos y a los demás. Respetar a los demás y ser tolerantes con los demás nos lleva al respeto hacia uno mismo y evita que nos machaquemos y fustiguemos por nuestros errores.

Fomenta la sociabilidad. Educando desde el respeto y la tolerancia no solo enseñamos a ser educados y dar las gracias, sino que se fomenta que estén más abiertos a conocer a más gente, a no juzgar a las personas diferentes, a respetar que existen otros puntos de vista diferentes…

Son menos violentos y agresivos. Los menores educados en el respeto y la tolerancia son menos violentos y emiten menos conductas agresivas, porque han aprendido que esta es una forma de no respetar y lastimar a los demás, y porque viven en un ambiente donde bajo ningún concepto son legitimadas ninguna forma de violencia.

Tienen menos prejuicios. Cuando educamos en tolerancia, aprendemos a respetar al diferente a verle como una persona, con sus defectos y virtudes yendo más allá del grupo social, raza, etnia o religión a la que pertenezca.

Es menos probable que practiquen o sean víctimas de bullying. Cuando educamos en la tolerancia, en la diversidad y en respeto, entendemos que cada persona es un ser único, e irrepetible con unas circunstancias diferentes, con su propia forma de ver la vida, de entender las cosas y con sus emociones y sentimientos, por lo que es más difícil que se den conductas de acoso dentro y fuera del aula.

Son más sensibles a la diversidad. Esto implica entender que no todos somos iguales, y que no todos tenemos las mismas necesidades, ni la misma forma de aprender, y aprenden a respetar los tiempos y las necesidades de los demás.

Nos abre la mente, cuando los menores están abiertos a gente distinta, nuevas ideas, nuevas experiencias, nuevos pensamientos, aprenden que no solo su realidad es posible.

Se genera más confianza. Cuando los niños saben que no van a ser juzgados y que su opinión pese a ser diferente será tenida en cuenta, se sienten más libres para decir y hacer lo que sienten, lo que también repercute en la confianza y seguridad en ellos mismos.

Aprenden a resolver conflictos. Educando de esta forma enseñamos a los niños a reflexionar a tener en cuenta y a respetar las opiniones y emociones de los demás, por lo que es más probable que desarrollen un comportamiento asertivo y que aprendan a resolver los conflictos del día a día.

Mejora el bienestar emocional. Cuando somos capaces de reflexionar, reconocer nuestros errores y pedir perdón a los demás por faltarles al respecto y lastimar sus sentimientos, nos sentimos mejor con nosotros mismos y con los que nos rodean.

Además, conseguimos ser más felices. Diversos estudios evidencian que ser agradecidos y hacer cosas por demás son dos de los grandes predictores de la felicidad.

Más información:

hijos-felices-1Silvia Álava Sordo

Colegiado M-16238

Directora del Área Infantil Centro de Psicología Álava Reyes

Madrid 2 de mayo de 2016

Blog: silviaalava.com

Facebook: facebook.com/silviaalavasordo

Twitter: @silviaalava

El aburrimiento también educa

Los niños y los adolescentes viven en un mundo lleno de estímulos donde no parece tener cabida el aburrimiento. Sin embargo, los expertos alertan de la importancia de experimentar tiempos libres en que no sepan qué hacer como valor imprescindible para su desarrollo y Educación.

Por Terry Gragera

“Nuestra sociedad nos transmite constantemente que el aburrimiento es una experiencia negativa. Hay que tener en cuenta que cuando uno se aburre, no está haciendo nada aparentemente productivo. Sin embargo, experimentar el aburrimiento adquiere un valor educativo esencial”, destaca Alberto Sánchez Rojo, doctor en Pedagogía y profesor en la Universidad Pontificia de Comillas. De la misma opinión es Antonio Ortuño, psicólogo clínico infantojuvenil y director del Centro de Psicología Familias Inteligentes, de Madrid: “Parece un fracaso que el hijo se aburra. Cuando un niño dice ‘me aburro’, parece que el problema es del adulto, que es el que piensa, reflexiona, elabora y construye alternativas para evitar que su hijo se aburra. Si hacemos esto, lo normal es que nos encontremos con un rechazo infantil a cualquier propuesta. Porque lo que nos quieren decir es: ‘Me aburro y ayúdame a salir por mí mismo de esta situación’ en lugar de ‘Me aburro, dime lo que tengo que hacer’”, reflexiona.

Beneficios de aburrirse

El aburrimiento durante la infancia tiene muchos y decisivos beneficios que conviene conocer:

Creatividad e imaginación.“El aburrimiento dispara la imaginación. Los niños deben tener la oportunidad de aburrirse de vez en cuando para encontrar vías de aprendizaje para poder canalizar su ilusión e imaginación”, explica Antonio Ortuño.

Responsabilidad y autonomía. “El aburrimiento es un conflicto. Si hay conflictos, si hay aburrimiento, se toman decisiones, se produce el aprendizaje de la responsabilidad y la autonomía”, apunta el psicólogo.

Pensamiento crítico.“Si mantenemos constantemente entretenido al niño, nunca se descubrirá a sí mismo y difícilmente desarrollará un espíritu autónomo y crítico”, afirma Alberto Sánchez Rojas. “Tanta ocupación no permite al niño conocerse a sí mismo, construirse su propia identidad, de manera que crecerá inseguro, siempre dependiendo de la aprobación de los demás, incapaz de tomar decisiones por sí mismo porque nunca se le ha dado la oportunidad de experimentar su propia libertad”, concluye.

Necesaria desconexión. “Todos tenemos derecho a no hacer nada, también los niños. Esos momentos son la semilla de la creatividad, un trampolín para la futura acción”, destaca el psicólogo. “Nuestros hijos crecen rodeados de exigencias, de obligaciones que les llevan a asimilar multitud de estímulos que deben compaginar con los de su vida privada y personal, con unos medios de comunicación y unas redes sociales que no dejan de reclamar de manera invasiva su atención”, advierte el profesor Sánchez Rojo. “Los niños que saben aburrirse, saben descansar, desconectar, no se saturan y, por tanto, no explotan”, subraya.

¿Estructurar su ocio?

A las 5, piano; a las 7, piscina; el domingo, patinaje… ¿Dejamos tiempo libre a los niños? Así lo percibe el profesor Alberto Sánchez Rojo: “Las rutinas son positivas y no está mal que exista cierta programación. Pero los niños son personas, no máquinas de aprender, al igual que los adultos no somos máquinas de trabajar. Es inadmisible cargar el tiempo libre de los niños de ocupaciones, es decir, de actividades que ni les gustan ni les llenan, pero a las que ‘por su bien’ o ‘por su futuro’ les obligamos a ir. El tiempo para no hacer nada es pedagógicamente esencial y se está perdiendo. No es algo que produzca resultados inmediatos, pero a largo plazo es educativamente fundamental. Niños eternamente ocupados que no se aburren, nunca llegan a concebirse como seres independientes del mundo que les rodea, de manera que dan lugar a adolescentes indiferentes”.

Es inadmisible cargar el tiempo libre de los niños de ocupaciones, es decir, de actividades que ni les gustan ni les llenan, pero a las que ‘por su bien’ o ‘por su futuro’ les obligamos a ir.

Para determinar cómo programar el tiempo libre de los hijos, el psicólogo Antonio Ortuño habla en su libro Familias inteligentes: claves prácticas para educar, de la herramienta del semáforo: “Hay decisiones del tiempo libre que deben estar bajo el control del adulto (semáforo rojo), otras se deben compartir y negociar con los hijos (semáforo amarillo) , y en el semáforo verde son decisiones que ya pueden tomar nuestros hijos”.

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Cuándo es negativo

El aburrimiento educa, pero no siempre es positivo. “Es negativo cuando termina encerrándonos en nosotros mismos, impidiéndonos interactuar con el mundo que nos rodea y con los demás. Su vivencia debe ser temporal, pues si lo prolongamos en el tiempo puede llevarnos a un ensimismamiento extremo y es ahí cuando se convierte en negativo”, destaca el Profesor Sánchez Rojo. La opinión de Antonio Ortuño es que “si no se encuentran alternativas al aburrimiento, si al final nos bloqueamos y nuestros recursos se agotan, si nos alejan de nuestra realidad o facilita la evitación de realidades que tenemos que afrontar, ya es menos inteligente y menos saludable”.

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¡Demasiadas tareas! Claves para ayudarle a saber estudiar solo

Conseguir que el niño aprenda a estudiar solo es uno de los mayores retos para los padres. Aquí tienes las pautas para conseguirlo.

Por Olga Fernández

Adrián tiene 11 años y no quiere estudiar solo. Sus padres le toman la lección antes de cada examen y le ayudan a fijar los puntos más importantes del contenido. No es un caso aislado: “Los padres de la clase de mi hijo se quejan del mismo problema: pasan muchas horas ayudando con los deberes en casa”, comenta Natalia Río, la madre. Trasladar el aula a casa se ha convertido en una constante carga para los padres. De hecho, siete de cada 10 asociaciones de padres y madres consideran que los alumnos llevan a casa demasiadas tareas, según una encuesta realizada por la Unesco, el BBVA y la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). El problema surge cuando el niño se niega a realizar las tareas sin la ayuda de los padres. ¿Por qué no quiere estudiar solo? “Cuando un niño no quiere abandonar la tutela de los padres es porque no está seguro a la hora de realizar las tareas o de estudiar. En este caso, los padres, pueden proporcionarle ayuda psicopedagógica para trabajar las técnicas de aprendizaje, la organización y planificación”, responde Sonia Guasch Maderal, reeducadora pedagógica de Isep Clinic Barcelona.

Otro indicador de la sobrecarga de trabajo escolar que se envía a casa es el éxito de los profesores online. David Calle es uno de los más conocidos de la red gracias a su portal Unicoos, en YouTube, una plataforma de enseñanza online, con más de cien millones de visitas y 760.000 suscriptores, que ofrece además de videos tutoriales de física, química o matemáticas, foros de discusión y resolución de problemas. Sin embargo, la pedagoga Sonia Guasch Maderal opina que el problema no se deriva de que el plan actual de educación haya aumentado el material que deben estudiar los niños, ni tampoco de que no se enseñen adecuadamente las técnicas de estudio, sino de la falta de organización. “Durante la escolarización se enseña a hacer uso de la agenda para apuntar las tareas pero no a organizarnos ni a planificarnos. Es por ello que los padres, deben ayudar a sus hijos a estudiar por la falta de organización/planificación. Como consecuencia, generalmente, deben ayudar a sus hijos a estudiar el día antes del examen”, explica.

Estudiar solo

Durante la escolarización, los alumnos aprenden distintas técnicas de estudio: el subrayado, el resumen, el esquema o los mapas conceptuales; y se ponen en práctica en la preparación de los exámenes o ejercicios. “Son herramientas útiles para estudiar pero se debe revisar su correcta aplicación”, apunta Guasch. La experta señala los puntos más importantes que deben poner en práctica los padres:

  • Organización y planificación. Antes de realizar cualquier tarea, es importante saber la prioridad de cada una de ellas para poder realizar todos los objetivos. “Por ejemplo, es interesante elaborar un horario con el calendario escolar y las actividades extraescolares. Esto nos permitirá identificar el tiempo de que dispone el niño para realizar las tareas. Seguidamente, para gestionar correctamente el tiempo, el alumno deberá rellenar una hoja en la que aparezca: la fecha de entrega de la tarea o examen, lo que debe realizar, el tiempo del que dispone y si lo ha logrado terminar”, detalla Sonia Guasch.
  • Técnicas de estudio. Una vez asentada la organización y la planificación, hay que centrarse en la aplicación de las técnicas de estudio. En primer lugar, se empieza con la lectura del texto y la comprensión del mismo. A continuación, se aplica la técnica del subrayado, destacando los conceptos más importantes. Para terminar, se realiza un esquema con las palabras clave, un resumen del texto con nuestras palabras, un cuadro sinóptico o un mapa conceptual.
  • Memoria y atención. Paralelamente al trabajo de los anteriores puntos, es importante ejercitar las funciones ejecutivas, por ejemplo la memoria, la atención, la abstracción, la percepción, etc. “A medida que los alumnos se familiarizan con todos los puntos anteriores, dejan de requerir la ayuda de los padres”, concluye la pedagoga.

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Mapa mental: una técnica que ayuda

A parte de las técnicas de estudio nombradas anteriormente, existe otra muy visual y creativa: el mapa mental. Tony Buzan (1974), psicólogo y escritor, expandió la idea del mapa mental que consiste en escribir una palabra central, de la se ramifican distintas ideas, acompañadas de signos, símbolos, dibujos y colores. “Facilita al alumno la memorización de los conceptos así como la comprensión de éstos. El resultado final del mapa mental es el dibujo de una neurona, por lo que nuestro cerebro capta más rápidamente la información”, explica la pedagoga.

Las recomendaciones para realizar esta técnica son: usar una hoja de manera horizontal, dibujar una imagen central fácil de memorizar y relacionada con el tema, desde el centro colocar las ideas secundarias hacia el exterior, ordenadas en el sentido de las agujas del reloj. Se utilizan líneas para enlazar las ideas y las palabras clave.

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El reto de acompañar la preadolescencia

La preadolescencia es una etapa vital que requiere de una atención como padres muy distinta a la que se brinda en la infancia o la adolescencia. Alberto Pellai, psicoterapeuta e investigador, y Barbara Tamborini, psicopedagoga, buscan explicarla y tranquilizar a las familias con el libro ‘La edad del tsunami: cómo sobrevivir a un hijo preadolescente’ que acaba de publicar la Editorial Paidós.

Por Diana Oliver

La adolescencia es esperada por muchos padres con cierto temor. Aunque cada vez hay más testimonios y más información sobre ella, no ayudan los mensajes catastrofistas que nos muestran esta etapa como una de las más difíciles de la crianza y la que plantea uno de los más grandes retos en la Educación de los hijos.

Sobre la preadolescencia, esa transición de la infancia a la adolescencia que se da entre los 9 y los 13 años, quizás aún haya incluso menos información, y cuando llega a muchos adultos parece pillarles desprevenidos. Para comprender este proceso natural y arrojar algo de luz, Alberto Pellai, psicoterapeuta e investigador, y Barbara Tamborini, psicopedagoga, publicaron en 2017 en Italia ‘La edad del tsunami: cómo sobrevivir a un hijo preadopreadolescente’. El libro llegó a España en junio de 2018 de la mano de Paidós, y lejos de ser un manual de supervivencia es una declaración de intenciones: aportar información y ejemplos prácticos de lo que verdaderamente es la preadolescencia para que podamos empatizar con la infancia. Y lo hacen poniendo al niño en el centro, desde un código materno y paterno. Ambos son padres de cuatro hijos y aseguran que crecen con ellos “en una renegociación constante” que les hace redefinir y sintonizar el funcionamiento familiar, algo clave para una convivencia pacífica basada en el respeto mutuo.

Principales cambios

la edad del tsunamiLa preadolescencia implica grandes cambios a nivel físico, pero también a nivel emocional. Según Alberto Pellai y Barbara Tamborini se trata de “la primera revolución” que involucra al cuerpo y a la mente. “El cuerpo se dirige hacia la maduración sexual, y en ese camino de transformaciones, comienza a crear relaciones diferentes. También cambia la forma del cerebro y, con él, la relación que los niños tienen con los padres: aparece una nueva forma de pensar, sin precedentes, que implica cambios en la percepción del mundo y cambios en su propio «yo» en ese mundo”.

Sobre los cambios que se producen en el cerebro durante la infancia, la preadolescencia y la adolescencia hay actualmente numerosos estudios que, desde la neurociencia, permiten obtener nuevos conocimientos. Para Pellai y Tamborini, es importante saber que el cerebro “emocional”, responsable de emociones como la alegría, el miedo o la ira, sufre cambios necesarios que inevitablemente van a marcar muchas de las actitudes y comportamientos de los niños. “El cerebro emocional es la parte responsable de los cambios de humor y en esta etapa, sobre todo entre los 11 y los 14 años, se caracteriza por episodios de hipersensibilidad”.

Además del cerebro emocional se sabe que también existe el cerebro cognitivo, que es la parte de la mente que evalúa los pros y los contras de las situaciones, que sabe cómo planificar el tiempo para alcanzar una meta, que puede renunciar a un placer o una emoción, en vista de un trabajo o de un resultado con un peso y un sentido menos inmediato, pero más profundo para el desarrollo de la persona. Esta parte, en el grupo de edad mencionado, es débil, y no se desarrolla completamente hasta los 16 o 20 años. “El poder del cerebro emocional en combinación con la inmadurez del cognitivo determinan la naturaleza tsunámica de nuestros hijos durante la preadolescencia”, afirman.

Para Pellai y Tamborini, es importante saber que el cerebro “emocional”, responsable de emociones como la alegría, el miedo o la ira, sufre cambios necesarios que inevitablemente van a marcar muchas de las actitudes y comportamientos de los niños.

 

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Autocontrol y reflexión, claves en el acompañamiento

  • Ante los cambios de humor de sus hijos, los padres pueden reaccionar con impulsividad, algo que lejos de contrarrestar el ímpetu de los preadolescentes, deriva en una emocionalidad descontrolada y excesiva. “Los comportamientos impredecibles e irracionales de los niños ponen a prueba nuestra paciencia y también la capacidad de entender: ¡pero esto sucede precisamente porque la racionalidad no está al mando”, explican los autores.

  • Lo que ayuda, según los expertos, a un preadolescente a crecer y entrenar la parte cognitiva del cerebro es tener a un adulto a su lado que no pierde la paciencia. “Un adulto capaz de controlar sus picos emocionales con calma y tranquilidad, que puede expresar su contrariedad o punto de vista sobre el comportamiento de su hijo desde el autocontrol y la reflexión, que mantiene un tono de voz adecuado, podrá ayudar de manera eficaz al niño a entrenar y desarrollar la parte cognitiva de su cerebro”, cuentan Alberto Pellai y Barbara Tamborini.

  • Ante esta cuestión, los autores insisten tanto a lo largo del libro, como en sus intervenciones, en la necesidad de detenerse y mirar a los ojos al niño. “Mirar a los ojos establece una conexión muy real, humana y emocional, de la cual los niños están profundamente necesitados en la actualidad. El contacto visual es la principal herramienta de relación entre los seres humanos, es una modalidad esencial y poderosa que nos permite comunicarnos con los demás: siento lo que uno siente y viceversa”, cuentan.

  • Además del tono de voz y la mirada, consideran importante no caer en el exceso de protección, siendo necesario el trabajo de los adultos para aprender a manejar esa ansiedad con la que se viven muchas de las nuevas experiencias de los hijos frente al mundo. “Aprender a manejar nuestra ansiedad, a favorecer los pasos autónomos en el mundo de los niños, está entre nuestras tareas y desafíos como padres. Ofreciéndoles pequeñas tareas en casa o algunos cuidados de ellos mismos, estamos favoreciendo el desarrollo de su autonomía durante esta etapa de forma sana”.

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Sólo el 56% de los padres españoles supervisa el uso que hacen sus hijos de los dispositivos móviles

Según un estudio de Lingokids, el 64% de los niños de 2 a 8 años tiene su propia tablet o smartphone, el 52% lo usa a diario y el 43% le dedica más de 6 horas semanales. 

 

Según un estudio realizado por la plataforma española de aprendizaje de inglés para niños Lingokids, basado en una encuesta a 400 familias, el 66% de los padres considera que Internet no es un lugar seguro para sus hijos pero sólo un 69% supervisa los contenidos a los que acceden mediante móviles o tabletas.

Además, revela que el 64% de los niños españoles entre 2 y 8 años cuenta con su propio dispositivo de acceso a Internet – con un predominio de la tablet (38%) frente al smartphone (26%), y un 52% lo utiliza a diario. En cuanto al tiempo que dedican en cada sesión, el 54% de los niños emplea entre 30 y 60 minutos, y un 32% afirma destinar más de una hora, e incluso más de dos, lo que se traduce en que un 43% de estos menores pasa más de 6 horas a la semana con dispositivos móviles, y un 32% entre 4 y 6 horas semanales.

Por tipo de contenidos, cabe destacar que un 29% accede principalmente a Internet para ver vídeos de YouTube, seguido de los que dan prioridad a ver películas y dibujos animados (23%), a aplicaciones educativas (21%) y videojuegos (21%) y a redes sociales (6%). En cuanto al uso concreto de las redes sociales, el 45% de los padres asegura que sus hijos aún no las utilizan. Sin embargo, un notable 33% considera que no disponen de la información necesaria para utilizarlas de forma segura, y un 22% se muestra confiado en que sí cuentan con la información adecuada.

Los niños entre 2 y 8 años acceden principalmente a Internet para ver vídeos de YouTube, seguido de los que dan prioridad a ver películas y dibujos animados.

Uso controlado y elección de apps 100% seguras

La encuesta analiza también las condiciones en que se realiza el uso de los dispositivos. En este sentido, el 56% de los padres afirma que suele acompañar al menor mientras utiliza la tableta o el smartphone, mientras que un 36% reconoce que se limita a prepararle los contenidos que éste les solicita y después dejan de estar pendientes. El 8% restante de los niños se encargan ellos mismos de buscar el contenido que quieren ver.

Desde Lingokids se subraya la importancia de que los padres estén atentos a los contenidos que consumen sus hijos en los dispositivos móviles, y que se aseguren de que las aplicaciones que utilizan cuentan con los sistemas de seguridad adecuados. “Nuestra app cumple con los más altos estándares de calidad y con los requerimientos de la Ley de Protección de la Privacidad de los Niños en Línea (COPPA) de Estados Unidos, que protege la seguridad en la Red de los menores de 13 años. Los niños puedan moverse dentro de ella con total garantía, y sus padres pueden tener la tranquilidad de que sus hijos están seguros disfrutando de un contenido adaptado a su edad”, explica Cristóbal Viedma, CEO y cofundador de la compañía.

Es importante que los padres estén atentos a los contenidos que consumen sus hijos en los dispositivos móviles, y que se aseguren de que las aplicaciones que utilizan cuentan con los sistemas de seguridad adecuados.

Por otro lado, consultados sobre la edad adecuada para dejar que los niños utilicen sus dispositivos sin necesidad de supervisión, el 44% de los padres considera que debería ser a partir de los 14 años. No obstante, el 19% reduce la edad hasta los 12/14 los 14, el 17% hasta los 10/12 años, y un 20% sitúa este momento por debajo de los 10 años.

Sistemas de control parental, una asignatura pendiente

Existen diversas herramientas de control parental gratuitas que permiten a los padres restringir el uso que sus hijos hacen de sus dispositivos electrónicos, desde el tiempo que pueden utilizarlos hasta el tipo de páginas o contenidos a los que pueden acceder o el tipo de aplicaciones que pueden descargar. Los propios teléfonos, tablets y ordenadores suelen llevar preinstalados el sistema de control parental del fabricante.

Utilizar estas herramientas para supervisar la actividad de los niños en la Red es uno de los principales consejos de Internet Segura for Kids (IS4K), el Centro de Seguridad en Internet para menores de edad en España. Sin embargo, según el estudio de Lingokids, aún existe un 31% de padres que no las utilizan: el 14% tiene previsto hacerlo pero aún no se ha puesto a ello, el 13% dice no creer necesitarlas porque confía en su hijo, y un 3% afirma no saber utilizarlas y no tener tiempo para dedicarse a aprender.

Según Qustodio, plataforma líder en seguridad y bienestar digital utilizada por casi 2 millones de familias en todo el mundo, los padres comienzan a sentir una mayor preocupación por la seguridad de sus pequeños a partir de los 7 años. No obstante, recomienda atender siempre a lo que los hijos hacen en Internet con el fin de poder guiarles y aconsejarles adecuadamente, y prevenir su adicción digital, buscando el equilibrio entre el tiempo de exposición a las pantallas y el tiempo offline.