Enfermedades raras: ¿qué sucede en el colegio?

Los niños con enfermedades raras se enfrentan a la escolarización con más inconvenientes que el resto. ¿Cuál es la situación que viven actualmente y qué demandas tienen?

 

Por Terry Gragera

Las enfermedades raras son las que afectan a menos de 5 de cada 10.000 habitantes. Hay más de 7.000 localizadas hasta el momento, algunas con unos pocos casos en todo el mundo. Otras se denominan ultra raras; son las que aparecen en menos de una persona por cada 50.000 habitantes. Las enfermedades raras implican muchas dificultades en distintos órdenes, que también se trasladan al ámbito escolar.

Las enfermedades raras impactan de distintos modos en el desarrollo del niño y de su familia. Así, conllevan periodos de hospitalización y numerosas visitas médicas que impiden al niño ir regularmente al colegio. En su desarrollo personal, al margen de la discapacidad que pueda suponer su enfermedad, aparece incertidumbre, ansiedad, sentimientos de soledad y aislamiento, pues el terreno social es uno de los más afectados. Al tener restringidas sus actividades diarias, los niños con enfermedades raras ven reducida su autonomía personal, lo que repercute en la autoestima, la confianza en sí mismos y la falta de rutinas diaria.

¿Qué demandan?

Para poder disfrutar de la educación como el resto de los niños, hay una serie de demandas pendientes por satisfacer. Así lo detalla Juan Carrión, presidente de la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder) y de su fundación:

  • Respuesta integral al alumnado. Los escolares con enfermedades raras necesitan que se cubran “no solo las necesidades educativas, sino las necesidades sociosanitarias. De esta forma, es fundamental una cobertura de calidad de todas las necesidades, con un equipo de profesionales especializado” en estas dolencias.
  • Educación inclusiva.“El desconocimiento e incomprensión social se extiende también a las administraciones y se manifiesta en una ausencia de recursos apropiados a disposición del alumnado. La evaluación psicopedagógica no refleja sus necesidades específicas. Con ello se están generando situaciones de discriminación que traen consigo una desventaja en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Para paliar esta carencia es necesario que la Administración educativa atienda los requerimientos precisos que les trasladan los familiares para que la inclusión educativa sea plena y efectiva”.
  • Falta de apoyos en las etapas pre y post obligatorias. “Los alumnos de Educación Infantil, Bachillerato y Formación Profesional con enfermedades raras se ven desprovistos de apoyos técnicos, educativos y sanitarios”.

La experiencia de las familias

Algunos niños con enfermedades raras acuden a colegios ordinarios y otros a centros de Educación Especial.Las familias tienen que encontrar el lugar donde su hijo se desarrolle mejor, pero no siempre es fácil.

Ana vive en Los Barrios (Cádiz) y su hija de 15 años tiene siringomielia idiopática y cifoescoliosis idiopática. Asiste a un instituto donde asegura que no ha tenido problema. “Tiene muchos amigos y la ayudan con los libros, pues ella no puede coger peso. Tampoco puede hacer gimnasia”.

Por su parte, Toñi vive en Palma de Mallorca. Es madre de Martina, de 4 años, que nació con una deleción en el cromosoma 2. Su enfermedad no tiene nombre porque no se conoce ningún otro caso en el mundo. Pero su hija tiene retraso mental, rasgos autistas y microcefalia. “Aunque camina, no habla, lleva pañal y es dependiente para todo, parece un bebé de un año”, explica.

Su elección fue comenzar la escolarización este curso en el mismo colegio ordinario al que va su hermana de 11 años.Para contar con la ayuda de una auxiliar técnico tuvieron que poner una denuncia ante el Defensor del Menor. La experiencia con el resto de compañeros es positiva, “la ven como una más, la quieren muchísimo y la ayudan. Nuestro propósito llevándola al colegio del barrio es inclusivo, para que esté en su entorno”. Sin embargo, se plantean un cambio: “Creemos no haber tomado una buena decisión llevándola allí. Sus necesidades no están cubiertas. El problema no es del profesorado, sino que no están entrenados para llevar a este tipo de niños. Necesita logopedia, estimulación temprana…”.

Un 40% de los campamentos de verano no abrirán este verano a consecuencia de la pandemia

Más de 4 millones de niños disfrutan cada año de alguna de las diferentes actividades que organizan las entidades dedicadas al ocio y más especialmente de los campamentos de verano. El dato, que saltaba a los medios a finales del mes de abril a través del Colectivo Nacional de Campamentos, sirvió a la asociación para lanzar su manifiesto y trasladar al Gobierno su disponibilidad para ayudar a la hora de afrontar la difícil tarea de regular cómo serían este verano los campamentos infantiles de verano.

Durante este periodo el Colectivo Nacional de Campamentos asegura haber estado trabajando para buscar un consenso y con un objetivo muy claro: «tratar de crear un marco regulador único para evitar 17 modelos de campamento ante la crisis del COVID19». La situación actual, a escasos días de que arranquen estos campamentos, está muy lejos de ese ideal esperado, algo que denuncian desde el colectivo.

“A día de hoy no solo no hemos conseguido hacer un protocolo claro y único para saber cómo debemos trabajar, sino que a día de hoy solo cuatro Comunidades Autónomas han sacado algún documento que nos ayude a saber las condiciones en las que debemos hacerlo”, afirma José Manuel Fernández, portavóz del Colectivo Nacional de Campamentos, que denuncia que a quince días de abrir la temporada han recibido el mensaje que cada entidad debe hacer su propio protocolo de medidas y presentarlo a la autoridad sanitaria que le corresponda, algo que desde la asociación señalan como «inaudito y desconcertante» ya que, como explican, ellos se dedican a organizar campamentos y no son técnicos en sanidad.

No obstante, el Colectivo informa que creó un primer protocolo de medidas el pasado 12 de Mayo con el objetivo de que sirviera de guía para las autoridades, aunque reconoce que éste “ha sido ignorado en numerosas ocasiones” por las propias autoridades.

Todo esto, denuncian, ha llevado al sector a una situación «alarmante». Según los datos que maneja el Colectivo, el 40 % de las empresas organizadoras de Campamentos no abrirán sus puertas este año y de estas cerca del 60% están abocadas a un cierre definitivo. Las pérdidas acumuladas hasta junio rondan el 70 por ciento de la facturación anual y, en el mejor de los casos, explican, la mayoría de las empresas solo podrán hacer campamentos con la mitad de sus aforos.

Los cálculos del Colectivo señalan que los campamentos generan alrededor de 110.000 puestos de trabajo directos, un impacto que se ceba especialmente sobre poblaciones pequeñas de la España Vaciada, donde «hay miles de familias, así como comercios locales y proveedores, que obtienen una importantísima cantidad de sus ingresos» de la presencia de estos campamentos en los pueblos.

 

Recomendaciones para la apertura de los colegios antes de septiembre y pautas para una vuelta segura

Tras las declaraciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá, anunciando el regreso en septiembre a la educación presencial para la totalidad del alumnado, Save the Children y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) han animado al Gobierno central y a las Comunidades Autónomas a adelantar al verano la apertura de los centros educativos y escuelas infantiles con precaución y teniendo en cuenta medidas de seguridad e higiene. Junto a los colegios piden también la apertura de parques infantiles y el acceso a la naturaleza y las actividades físicas.

La organización especializada en infancia y los profesionales de la pediatría representados por la AEPap han elaborado un informe, La nueva normalidad educativa y de ocio, en el que ofrecen las pautas y requisitos necesarios para que los niños y niñas vuelvan con todas las garantías de seguridad a la educación presencial y participen en las actividades de verano para compensar el cierre de aulas.

“El cierre de los centros educativos ha supuesto para los niños y niñas una merma en su aprendizaje, en su desarrollo y su bienestar social y emocional y tendrá un impacto mayor en los más vulnerables, ahondando la brecha social y las desigualdades ya existentes antes de esta crisis. Por ello, es necesario facilitar la vuelta a las aulas antes de septiembre”, sostiene Andrés Conde, director general de Save the Children. Ambas organizaciones piden que se permita que los centros educativos hagan un cierre del curso 2019-2020, ya sea en formato evento o encuentros de despedida en grupos reducidos; que los centros escolares puedan ofrecer actividades presenciales de apoyo y refuerzo educativo desde la fase 2, priorizando a los niños y niñas en situación de mayor vulnerabilidad; y que se posibilite a las escuelas infantiles iniciar la actividad a partir de la fase 2 en grupos de hasta cinco niños y niñas y espacios de interacción separados.

Respecto a las actividades de verano, consideran esencial que se pongan en marcha con el objetivo de compensar las carencias que el cierre de escuelas haya producido. Para ello proponen que las comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos y entidades sociales amplíen la oferta educativa y de ocio de verano, que prioricen el acceso gratuito de familias con bajo nivel socioeconómico, y que incluyan una alimentación saludable y suficiente. Estas actividades, sostienen, deberán incluir refuerzo educativo, ocio, trabajo psicosocial, y actividades para compensar el sedentarismo de los meses pasados, entre otros.

Cinco medidas higiénico-sanitarias básicas

“Ahora bien, aunque los niños, las niñas y adolescentes se infectan menos y sus síntomas suelen ser más leves, tienen también riesgo de contagiar y ser contagiados por el SARS-CoV-2. Por ello, en todas las propuestas de vuelta a las aulas se deben equilibrar el derecho a la salud y a la educación”, añade Concepción Sánchez Pina, presidenta de AEPap.

En ese sentido, AEPap y Save the Children plantean cinco medidas higiénico-sanitarias básicas. La primera es relativa al distanciamiento físico y el uso de mascarillas. Además de limitar los alumnos por clase (no más de cinco o seis en la etapa de 0 a 3 años de Educación Infantil), y reducir el aforo a las actividades de verano al 50% (con un máximo de 200 personas entre alumnado y profesionales), recomiendan que se realicen planes escalonados de entrada y salida, se alternen los periodos de descanso y de comida o se amplíe la jornada.

La segunda medida es relativa al lavado de manos, que deberá hacerse al menos al entrar y salir de clase o de cada actividad, antes y después de cada comida o de usar el baño o después de sonarse la nariz, estornudar o toser. La tercera medida tiene que ver con las instalaciones de agua, saneamiento, ventilación y gestión de residuos de los centros, que han de limpiarse y desinfectarse al menos una vez al día, así como el material escolar, deportivo y de juegos. La cuarta medida implica contar con planes para el aislamiento ante casos de infección o sospechosos y habilitar un espacio específico que garantice la privacidad y esté provisto de equipos de protección adecuados para el aislamiento inmediato de la persona sintomática. En este ámbito, consideran necesario reforzar los planes de prevención de acoso escolar para evitar la estigmatización del caso confirmado a su vuelta a las actividades. El quinto conjunto de medidas guarda relación con la necesidad de informar y formar a la plantilla del centro, familias y alumnado acerca de la responsabilidad que tiene cada parte para limitar la propagación del virus.

Por último, recuerdan que una vuelta a las aulas segura no será posible si no se incrementan las plantillas de personal docente y otros profesionales para cubrir el aumento de número de grupos de niños y niñas, si no se ponen en marcha medidas que permitan a las familias conciliar y si no se dota a los profesionales sanitarios de Atención Primaria, especialmente pediatras y enfermeras, de medios (tiempo, equipos de protección y acceso a pruebas diagnósticas) para realizar un diagnóstico precoz de infección por Covid-19 de las personas con síntomas y el seguimiento de los contactos.

Webinar gratuito con Paloma Maldonado: Mindfulness para padres e hijos

En Padres y Colegios seguimos una semana más preparando nuevos webinars con los que acercaros a casa en estos días de nueva normalidad a expertos en educación e infancia para ofreceros recursos y un espacio en el que poder compartir vuestras dudas e inquietudes con ellos. En ese sentido, el siguiente webinar tendrá lugar el próximo miércoles 24 de junio a las 18:00 horas de la tarde a través de la app Zoom (si no la tenéis aún, aquí podéis descargarla para iOS y aquí para Android) y tendrá como protagonista a la psicóloga Paloma Maldonado.

Como ya hemos comentado en anteriores ocasiones, estos webinars para padres, madres y educadores se enmarcan dentro de la sección ‘Tips para el confinamiento‘, que creamos en nuestra web con recursos, consejos y propuestas de actividades para sacar partido educativo y hacer más llevaderos los días de encierro obligado en familia; y que ahora continuamos con consejos y artículos para afrontar la nueva normalidad que nos deja la pandemia. En ese sentido, consideramos que la charla con una profesional como Paloma Maldonado, especializado en infancia y juventud, puede ser de gran utilidad para padres y madres en estos días de recién estrenada «nueva normalidad».

¿Quién es Paloma Maldonado?

Como decimos, Paloma Maldonado es licenciado en Psicología, posee dos másters y está titulada en Mindfulness y Reestructuración Cognitiva por la Universidad de Valencia.

La psicóloga cuenta con una gran experiencia trabajando con jóvenes en riesgo de exclusión social tanto en España como en Inglaterra, ha colaborado en la Universidad de las Azores en investigaciones y publicaciones en el área de Psicología de la Educación y actualmente trabaja como Coach Educativa en Aula Siena dentro del programa Jove Oportunitat del IVAJ.

¿Qué temas se abordarán en el webinar?

La palabra Mindfulness se podría traducir como “consciencia plena”. Para transmitir este concepto a un niño, se le podría decir que el Mindfulness es “darse cuenta de lo que está pasando ahora mismo”. Por ejemplo: ¿cómo se siente su cuerpo en este momento? ¿Quizá le duele algo? ¿Qué olores percibe, qué está saboreando, qué sonidos puede escuchar?

Tras varios meses de confinamiento muy duros para padres e hijos (que son como esponjas y absorben las energías tanto positivas como negativas del ambiente) ahora llega el momento en el que muchos padres y madres se reincorporan al trabajo presencial, por lo que los más pequeños de la casa pueden experimentar estrés por separación. Siempre, pero especialmente éste, es un buen momento para comenzar a practicar Mindfulness. Tanto para los padres, que viendo reducidos sus niveles de estrés proyectarán en sus hijos calma y les beneficiarán de forma indirecta; como para los más pequeños, que tendrán su propio espacio para relajarse. Compartir un rato al día con ellos en esta actividad, en un estado de sosiego, fortalecerá el vínculo positivo entre padres e hijos. Además, se estará dotando a los más pequeños de herramientas para afrontar sus propios estados de agitación.

En el webinar, Paloma Maldonado hablará de éstos y otros beneficios del mindfulness, pero sobre todo ofrecerá a los padres y madres asistentes ejemplos prácticos de ejercicios y aportará recursos como aplicaciones móviles, webs de interés, libros o centros y especialistas para empezar a sumergirse en la materia.

Cómo apuntarse al webinar

Como os comentábamos con anterioridad, el webinar de Paloma Maldonado podrá seguirse en directo a través de la app Zoom el próximo miércoles 24 de junio a las 18:00 horas. La charla tendrá una duración aproximada de una hora, dividida en una ponencia de unos 30-40 minutos de la psicóloga a la que seguirá un turno de preguntas para que podáis consultar con la experta todas vuestras dudas.

Podéis reservar vuestra plaza en el webinar a través de este enlace: https://zoom.us/webinar/register/WN_ol8C4yITSr6Mp0M_2jNn7Q

 

¿Cómo deberían ser los espacios y los entornos virtuales con la vuelta a los colegios?

Con el desconfinamiento, los centros de trabajo, los comercios, los lugares de ocio e incluso las playas se están adaptando para cumplir con las medidas de prevención y evitar el contagio por el coronavirus SARS-CoV-2. Esto también incluye a los centros educativos, algo que han analizado investigadores del Smart Classroom Project de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), quienes han diseñado un decálogo pedagógico respetando las medidas de higiene y el distanciamiento físico.

«Está pensado para iniciar una reflexión sobre cómo entendemos el espacio de aprendizaje de los centros educativos en cualquier nivel, desde infantil hasta la universidad, y cómo lo vamos a adaptar en esta situación excepcional —y esperemos que transitoria—», explica Guillermo Bautista, miembro del proyecto y profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.

Entre las medidas, los investigadores proponen educar a los estudiantes para usar el espacio, es decir, explicarles la importancia de mantener las distancias y las normas de higiene pero sin perder los hábitos de relación y contacto interpersonal (por ejemplo, saludándose con los codos).

Más espacios y contacto visual

En esta línea, los autores plantean aligerar el espacio eliminando mobiliario y utilizando lugares que antes no se destinaban a sitios de aprendizaje (pasillos, salas de tutoría, porches o patios). A la hora de organizar la disposición de las mesas, es preferible que sea de forma circular o semicircular en grupos pequeños o grandes, para favorecer el contacto visual entre todo el alumnado y también con el profesorado, teniendo en cuenta el uso de mascarillas a partir de una determinada edad.

«La mascarilla provoca perder una parte importante de la comunicación interpersonal, de la expresión y la comunicación no verbal, por eso es importante usar las manos para gesticular y fomentar la expresión de sentimientos y emociones con el lenguaje verbal», describe Bautista. En ese sentido, los investigadores proponen potenciar al máximo la conexión visual, dejando las puertas abiertas y eliminando las barreras físicas.

Dentro del aula, el decálogo plantea que se potencie el trabajo autónomo de los estudiantes, fomentando las preguntas y la reflexión, siempre manteniendo las distancias. Los docentes pueden dividir la clase en diferentes grupos y resolver dudas con cada uno de ellos de forma independiente.

Para evitar aglomeraciones, los horarios tendrían que flexibilizarse, tanto la entrada como la salida, y también los momentos de descanso. «Desde los más pequeños hasta los mayores, la clave es, poco a poco, ir creando una cultura de uso del espacio que sea adecuada a las necesidades actuales», subraya el investigador. En este nuevo escenario resulta imprescindible potenciar la comodidad y el movimiento controlado del alumnado.

Educación presencial y en línea

Respecto a las herramientas educativas, en el decálogo se propone potenciar dispositivos tecnológicos como tabletas o escritorios portátiles, que permiten al estudiante hacer sus tareas desde cualquier lugar. Los autores del decálogo apuestan por un aprendizaje combinado, con educación presencial y en línea, incorporando el uso de las tecnologías digitales como una práctica educativa cotidiana.

«Lo ideal es equilibrar muy bien el trabajo que se hace en línea para no sobrecargar ni a profesorado ni a alumnado, y también que los momentos presenciales potencien la comunicación y el diálogo, así como aquello que es más difícil hacer de forma autónoma en casa», señala Bautista.

Esto implica que los niños y niñas tengan acceso digital tanto en las aulas como en sus hogares, lo que no siempre es posible. «Es algo de lo que se tiene que ocupar la Administración, porque aunque el profesorado y los centros estén preparados para ello, estas propuestas no servirán de nada si los estudiantes no tienen acceso a estos dispositivos», recalca el docente.

Los investigadores de Smart Classroom Project también apuestan por aprovechar esta nueva situación para fomentar la autorregulación de los estudiantes, es decir, que los docentes ayuden, moderen y supervisen, pero que sean los alumnos y alumnas quienes aprendan de forma autónoma y desarrollen la competencia de autorregularse. Eso significa que se responsabilicen de una buena parte del proceso educativo.

La percepción de los padres de la educación digital mejora tras la experiencia del confinamiento

Más del 80% de los padres españoles reconoce que su percepción del e-learning ha cambiado tras la experiencia vivida durante el confinamiento provocado por el COVID-19, y que ahora otorga una mejor valoración a la educación digital, especialmente cuando se combina con métodos tradicionales. Así se desprende de un estudio realizado por Lingokids, empresa española especializada en el aprendizaje en inglés para niños de edades tempranas, a partir de una encuesta realizada a 600 familias españolas con hijos menores de 11 años.

“La pandemia ha hecho que los modelos educativos basados en herramientas tecnológicas y en procedimientos telemáticos, que hasta ahora se consideraban un complemento más de la educación presencial tradicional, hayan adquirido el máximo protagonismo por imperativo del estado de alarma, convirtiéndose en la principal vía de aprendizaje y copando el 56% del total de actividades llevadas a cabo por los niños españoles durante este periodo, según los datos recogidos en nuestro informe”, asegura Ellen Wartella, directora del Centro de Desarrollo Humano y de Medios de la Universidad de Northwestern y miembro de la Junta Educativa de Lingokids.

Sin embargo, no todos los centros educativos estaban preparados para asumir este reto acelerado de digitalización, por lo que para mantener la continuidad del proceso educativo se han combinado diferentes técnicas, desde el uso de plataformas digitales escolares, clases en vivo mediante herramientas de videoconferencia y exámenes por vía telemática hasta el envío de tareas mediante e-mail o actividades tradicionales fuera de los dispositivos electrónicos. En total, la media de tiempo empleada por los niños españoles en la realización de sus tareas se ha situado entre 4 y 5 horas diarias, según las familias consultadas por Lingokids.

Por otro lado, algunas herramientas como las aplicaciones móviles permiten desarrollar otras competencias complementarias a la formación reglada. En este sentido, el informe pone de manifiesto que las familias españolas otorgan cada vez más importancia a los nuevos métodos de aprendizaje que permiten desarrollar habilidades intra e interpersonales, o ‘soft skills’, entre las que se encuentran la inteligencia emocional, la capacidad resolutiva, la motivación, la empatía o las habilidades sociales y de comunicación: el 54% de los encuestados considera que estas competencias son tan importantes como las asignaturas de los programas educativos tradicionales, y un 33% considera que lo son incluso más.

Aplicaciones educativas

El uso de aplicaciones educativas se ha intensificado durante el confinamiento. Según el informe de Lingokids los niños de entre 2 y 11 años han dedicado entre una y dos horas diarias al uso de estas apps. Asimismo, 9 de cada 10 progenitores consultados prefiere apps con un componente educativo frente a aquéllas que son sólo de entretenimiento/juego. La mayoría de ellos, además,  se inclina por aplicaciones que integran variedad de contenido y las especializadas en diferentes asignaturas (matemáticas, inglés, ciencias, etc.).

Las razones que manifiestan a la hora de elegir este tipo de aplicaciones son que resultan un complemento a su actividad formativa al tiempo que les ayudan a desarrollar otras habilidades y les mantienen ocupados de forma interactiva. Cuando las aplicaciones educativas están diseñadas conforme a modelos desarrollados por expertos ofrecen beneficios para los estudiantes en términos de autonomía del aprendizaje y adquisición de habilidades digitales. La inmensa mayoría de los padres (78%) reconoce que sus hijos o hijas son capaces de aprender de forma independiente cuando utilizan este tipo de apps de aprendizaje.

Tras el confinamiento: el 85% de los padres ve decisivo integrar herramientas online en el currículo escolar

Hace unos días casi 10 millones de menores españoles dieron por finalizado el cole y conocido las notas de un curso escolar de lo más atípico, en el que no han podido pisar su centro educativo en más de tres meses.

Por culpa del COVID-19, de un día para otro los colegios se vieron obligados a cerrar sus puertas. Para poder continuar con el temario, tanto los centros educativos como los profesores tuvieron que adaptarse rápidamente a la situación de confinamiento, al igual que los alumnos y sus familias. Pero ¿cómo ha sido esta adaptación? ¿Estaba preparado el sistema educativo español para una crisis tan inesperada como ésta? Los padres españoles han evaluado la situación en la encuesta “COVID-19 y educación: la opinión de los padres”, realizada por Smartick, el método online de aprendizaje de matemáticas para niños de 4 a 14 años, a 1.370 padres de toda la geografía nacional, con hijos con edades comprendidas entre los 4 y los 16 años.

Las familias dan un notable a los profesores por su labor durante el confinamiento

Los padres españoles, valoran mucho el esfuerzo realizado por parte de los profesores durante la crisis del COVID-19. El 83% de las familias aprueba el trabajo de los profesores. En el cómputo global, su dedicación e implicación recibe una nota media de 7. El 47% de los padres españoles sigue manteniendo la opinión que tenían de los docentes de sus hijos antes de la pandemia, 3 de cada 10 mejora su opinión y solo 2 de cada 10 ven empeorar su valoración.

Si en vez de docentes hablamos de centros educativos, el 80% de los padres aprueba su trabajo durante la pandemia y, de ese porcentaje, un 25% califica su labor de sobresaliente. En el cómputo global la nota media es de 6,6. Es importante destacar que ni colegios ni profesores suspenden a ojos de los padres españoles en ningún tramo de edad analizado (de 4 a 16 años) ni por tipo de enseñanza (ya sea pública, concertada o privada).

El futuro pasa por el modelo de aprendizaje mixto (presencial + herramientas online), sobre todo en matemáticas

Mientras aún está por definir cómo será el primer curso dentro de esta nueva realidad a la que nos ha abocado el COVID-19, 3 de cada 4 padres españoles creen que esta crisis sanitaria debe servir para replantearnos el sistema educativo. Porcentaje que se eleva hasta el 85% entre los progenitores que consideran decisivo que el colegio imparta un modelo de aprendizaje mixto, es decir, que integre herramientas online en el currículo escolar.

Consultados sobre cuál creen es que la asignatura donde el aprendizaje online es más eficaz, el 78% de los padres señala las matemáticas, seguidas a mucha distancia por el inglés (14%).

Con metodologías online, los niños se concentran más y están más motivados por aprender

Según los resultados de la encuesta realizada por el método online de aprendizaje de matemáticas para niños de 4 a 14 años, el 87% de las familias afirma que con métodos online como Smartick se consigue que los niños tengan más motivación e interés por aprender que con los libros de texto, además de lograr más atención y concentrarse mejor.

Un porcentaje similar (86%) opina que prestan más atención y se concentran mejor que con los libros de texto. Por si eso fuera poco, el 79% de los padres cree que con métodos online se consigue mayor personalización y adaptabilidad para practicar conceptos que se imparten en la clase por los profesores y 7 de cada 10 familias sienten que están más informados sobre los contenidos que trabajan sus hijos con herramientas online que en el colegio.

Javier Arroyo y Daniel González de Vega, fundadores de Smartick, recalcan que “las herramientas digitales no pretenden ni deben sustituir a la educación presencial, sino ser un complemento para motivar a los niños y adolescentes, además de mejorar sus conocimientos. Esta crisis deberíamos verla como una oportunidad para, de una vez por todas, replantearnos el sistema educativo y adaptarlo a la realidad digital de nuestros menores”.

El proyecto de seguridad en la red Cibermanagers celebra su X aniversario

En muchas ocasiones, las y los adolescentes son consideradas personas a proteger en la Red, cuando no quienes están causando los problemas. Sin embargo, darles la oportunidad de participar y convertirles en parte de la solución de los retos que presenta Internet se ha revelado en una experiencia de lo más positiva y enriquecedora. El proyecto Cibermanagers nace de esta reflexión de PantallasAmigas en el año 2009 a partir de la cual identificó cinco pilares fundamentales:

  • La formación entre pares es una estrategia efectiva.
  • El aprendizaje-servicio solidario supone el desarrollo de competencias curriculares.
  • Los adolescentes se sienten cómodos, cualificados y reconocidos cuando hablan “de las cosas de Internet”.
  • Ellos y ellas protagonizan la nueva vida digital y viven en primera de primera mano los vertiginosos cambios en modas, herramientas, códigos y costumbres que es necesario conocer.
  • Es fundamental tender puentes entre generaciones para que docentes y padres dialoguen respecto a los retos de la Red.

Sobre estas bases se fundamenta un proyecto donde alumnado de los últimos cursos de secundaria pasa a convertirse en formador de alumnado 3 o 4 años menor, de padres, madres e incluso docentes.

 

Ciberconvivencia positiva y ciudadanía digital

El desarrollo del proyecto permite la adecuación a las posibilidades y características de cada centro educativo y supone la implicación del alumnado en que el clima de convivencia online sea positivo y que los riesgos se reduzcan.

Según comenta Jorge Flores “este proyecto es un auténtico ejercicio de desarrollo de competencias digitales y personales que además pone en el centro de la estrategia a los protagonistas auténticos, el alumnado. El mérito es todo suyo, las personas adultas apenas creamos los espacios para que la magia se produzca”. “Hemos tenido experiencias maravillosas: alumnos que dejaron de faltar a clase para realizar el proyecto, otros que por primera vez se integraron con sus compañeros… es muy gratificante para todas las partes intervinientes: alumnado, centro educativo, docentes y familias”.

 

Diez años de evolución y expansión por la geografía española

El proyecto se inició gracias a la buena disposición del Colegio Santa María de Portugalete donde se perfiló la experiencia piloto.  Desde entonces se ha extendido gracias a la implicación de instituciones, centros y profesionales educativos que apuestan por metodologías adaptadas a los nuevos tiempos.

País Vasco, Navarra, Galicia, Comunidad de Madrid, Canarias, Andalucía… son algunas de las Comunidades Autónomas donde el proyecto se ha realizado en estos diez años.

Al margen de su expansión geográfica, el proyecto ha evolucionado también en las temáticas abordadas asumiendo nuevos desafíos y necesidades que se presentan en edades cada vez más tempranas.

 

Cibermanagers online en tiempos de COVID-19

El desarrollo del proyecto permite, es más, tiene como objetivo, la adecuación a las circunstancias que se den en cada momento. Así, Aya y Ginés, Cibermanagers del IES Alyanub de Vera, Almería, ofrecieron una sesión de teleformación al alumnado de 6º curso del CEIP San Wabalonso de Niebla, Huelva, quienes ya habían adquirido el hábito de recibir las formaciones online. Sin duda supuso un nuevo reto para ellos, más allá de las eventuales dificultades de conexión. Tuvieron que afrontar la sesión en pareja pero separados,  sin la posibilidad de ver en directo las expresiones de quienes atendían su exposición y perdiendo la riqueza de una experiencia más dinámica e interactiva. Precisamente este difícil reto de adecuación a un contexto adverso por primera vez ha supuesto un nuevo aprendizaje y desarrollo personal para ambos.

Webinar para acompañar a los niños en el miedo ante la desescalada

Ramón Álvarez, psicólogo y Coordinación Pedagógico en INAV – Centro Oficial de Educación Secundaria Online, fue el protagonista de nuestro webinar gratuito Acompañar a los niños en el miedo ante la desescalada,  moderado por el periodista Borja Beriain, que se enmarca dentro de los recursos que os estamos ofreciendo para padres y madres para gestionar la nueva normalidad.

En el webinar Ramón Álvarez explicó que los miedos que experimentan los niños y las niñas a lo largo de su desarrollo son muy variados ya que el miedo es una emoción evolutiva y también una emoción necesaria y saludable, ya que bien gestionada nos ofrece la oportunidad de aprender a afrontar situaciones complicadas con las que nos vamos encontrando a lo largo de la vida, como ha sido el caso de la pandemia provocada por el coronavirus y las consecuencias que ésta ha implicada en nuestras vidas.

Pero, ¿qué sucede cuando el miedo aumenta de intensidad y no remite con el tiempo, cuando somos incapaces de gestionarlo? Llegados a este extremo, el miedo se convierte en un problema ya que puede interferir en el correcto desarrollo del niño o de la niña. En ese sentido, durante el webinar, el psicólogo Ramón Álvarez ofreció a padres, madres y profesionales de la educación asistentes herramientas para poder detectar y abordar los miedos infantiles antes de que estos se conviertan en un problema.

Padres e hijos: 22 consejos para convertir la coexistencia en convivencia

Por Javier Peris

En septiembre se cumplirán casi seis meses con las escuelas y universidades cerradas. Nunca (esperemos) volverá a repetirse un periodo tan largo sin educación presencial ni, por tanto, tantos días seguidos de intensa convivencia con los hijos. Podemos dejarlos pasar o bien aprovecharlos para que la familia crezca por dentro.

1. SOY COMO SOY. No tener miedo a que los hijos nos conozcan como somos, también con nuestros defectos. Si hasta ahora tenías la tentación de parecer un poco mejor de lo que eres, se acabó lo que se daba. No se puede disimular en familia. Sólo intenta ser mejor en aquello que sabes que fastidia la convivencia: irritabilidad, comodidad, hábitos molestos, conversaciones…

2. SIN MIEDO A SABER. Nos cuesta ser transparentes pero también nos da miedo conocer mejor a nuestros hijos. Siempre es más cómodo no saber, o saber lo justo. Al final sólo aplazamos lo que es inevitable: la sobreexposición pone a cada uno en su sitio y más vale que sea cuanto antes. Exhibir los defectos no es propio de una relación sana, pero sí asumir que los tenemos… y que los demás también lo saben.

3. EL BUEN EJEMPLO ¡Cuántas veces lo hemos oído! Menos sermones y más buen ejemplo. Es fácil decirlo, sí, pero más difícil practicarlo. Con todo, tantos meses de convivencia más intensa y prolongada constituyen para los padres una gran oportunidad para que a los niños y jóvenes les entren por los ojos la importancia del orden, del horario, de la cortesía, de los detalles de empatía, del valor del trabajo…

4. ESPACIO VERSUS CONTROL. Si tú echas de menos tener más espacio, la famosa ‘cueva’ que todos necesitamos aunque sin abusar, imagínate los pequeños que ya no son tan pequeños. No se trata de un espacio físico. Desde los 12 años, aun antes de la pubertad, los menores reclaman su individualidad y empiezan a priorizar todo lo que –creen ellos– conforma su identidad. No hay que abandonar el control, solo hay que hacerlo con más cuidado y a mayor distancia.

5. LAS NORMAS. Sería estupendo que la convivencia fluyera con naturalidad, como lógica consecuencia de los buenos deseos, el cariño y un marco ético compartido; que no fuera necesario, en fin, establecer normas ni asumir la ingrata tarea de vigilar constantemente su cumplimiento. Desgraciadamente esto nunca ocurre, ni siquiera en las familias más ejemplares. Padres e hijos deben compartir y obligarse a cumplir unas normas que faciliten la vida de todos.

6. MÁS ALLÁ DE LAS NORMAS. Existen obligaciones más generales que también son de obligado cumplimiento. Visitar a los parientes más cercanos, o atender sus visitas con la mejor de las sonrisas. Hacerse cargo de los más pequeños cuando sea necesario. Poner buena cara a los regalos por poco que nos gusten. Acompañar de buen grado a los padres en el ocio, los viajes, las escapadas, paseos…

7. LOS ROLES DE PAPÁ Y MAMÁ. Cada pareja se reparte las tareas domésticas como quiere, y no tiene por qué ser al 50% porque sería raro que a los dos cónyuges les motivara por igual la limpieza de la plata, el color de los visillos, el menú de la semana o la conservación de la tarima. Lo importante es que los niños no perciban en la pareja un desequilibrio en la dedicación y en la preocupación por esas cosas.

8. EL TIEMPO O LA VIDA. Te pone enfermo verle mano sobre mano, escondido en su habitación, obcecado con el móvil… Quieres que tus hijos aprovechen tantos días sin clase para hacer ‘algo más’: leer, estudiar un idioma, tocar un instrumento… No sirve el ‘haz’ o ‘no hagas’. Hay que ponerle imaginación. Y saber que aburrirse también ayuda a madurar. Como decía el aparatoso extraterrestre de El Quinto Elemento, “el tiempo no es importante, la vida es lo importante’.

9. ÉCHALES DE CASA. No son raros los casos de niños a los que les gusta demasiado la casa, casi siempre porque valoran la seguridad y así evitan los conflictos, menos previsibles y más dolorosos, del medio externo. Que salgan, aunque sea para perrear, obligarles a establecer nuevas relaciones, que le fallen los amigos, que le den calabazas los chicos o las chicas…

10. ATRAERLOS A CASA. También están, casi siempre los más mayores, los que solo disfrutan con las personas y las cosas de fuera… Es una fase más, aunque también el preludio de un sano distanciamiento. Puede parecer imposible ofrecer algún atractivo para que miren un poco más hacia casa, pero hay que intentarlo: los frutos de nuestro esfuerzo, en estas etapas, se suelen recoger mucho más tarde.

11. VEN CON NOSOTROS… Los espacios comunes de la casa a veces parecen zonas reservadas a los padres. Los hijos se entretienen solos en su cuarto y hasta cenan por su cuenta. Hay que establecer algunas rutinas obligatorias, como hacer las comidas siempre juntos. No podemos obligarles, en cambio, a ver una película juntos o a charlar un rato después de cenar; esto requiere más destreza, picardía, otros incentivos…

12. ESCUCHAR. “¡Ya me gustaría escuchar! Eso implicaría que me cuentan cosas”. Es una buena excusa, pero rara vez es cierta. Porque escuchar a un pequeñajo de vez en cuando resulta agradable y divertido, pero resistir su cháchara diaria es otra cosa. El esfuerzo merece la pena: los hijos interiorizan esa permanente disponibilidad de los padres para escuchar, primero, las banalidades pero, después, las dudas, las emociones, las alegrías y las decepciones.

13. EL TRABAJO, EL ESTUDIO. El hogar lo vinculamos al descanso y al ocio, aunque convivir exija a pequeños y mayores algunas obligaciones y, en determinadas épocas, una dedicación especial al estudio. En estos largos meses sin la obligación de acudir al colegio quizá los hijos han comprobado, por primera vez y además muy de cerca, que los padres tienen sus obligaciones y responsabilidades laborales, aun sin salir de casa. Qué gran ocasión para compartir con ellos lo que hacemos fuera de casa.

14. ENTRE HERMANOS. La fraternidad es un vínculo complejo, tanto en la infancia como en la madurez. La convivencia entre hermanos siempre es intensa, con colegio o sin él; la diferencia estriba en la mayor presencia de los padres, a los que se apela para mediar, quejarse, chivarse… En las relaciones futuras entre hermanos pesará mucho la dedicación de los padres a fomentar entre ellos el cariño, la ayuda, la responsabilidad por el otro…

15. CONVERSACIONES POSITIVAS. Evitar transmitir actitudes de queja permanente, descalificaciones, críticas al entorno laboral o familiar… No es necesario recordar todos los días que tenemos la fortuna de vivir con todas las necesidades cubiertas, pero –si de verdad lo creemos–nuestros hijos aprenderán a ser agradecidos y positivos.

16. CURSO DE ORDEN INTENSIVO. No se han hecho todavía estudios sobre el tiempo que dedican los padres a reñir a los hijos en cuestiones de orden. Más vale no saberlo porque es directamente proporcional a su ineficacia. Cuando la convivencia ocupa prácticamente todo el día tenemos ocasión de educar el orden con menos urgencia e improvisación y más cabeza.

17. NO ALARGAR LAS CRISIS. Las discusiones son inevitables. Y las peores no suelen ser las más ruidosas. Muchas veces las horas escolares actúan como un bálsamo sobre las pequeñas amarguras y rencores. Cuando no existe este desahogo resulta más difícil pero también más necesario reconducir la situación, verbalmente y con pequeños detalles.

18. PREPARADOS PARA EL FRACASO. En esa batalla diaria, sobre todo mental, por mantener a los hijos dentro del hogar, perderemos más de una batalla. Qué amargura: con el esfuerzo que ponemos; con lo bien que –creía–iban las cosas… Desconfía de las buenas rachas, porque el conflicto forma parte de la educación. Y extiende este sano escepticismo a los hijos porque, como nosotros, están aprendiendo a mentir, manipular y esconder sus motivaciones y emociones.

19. LA PERSONA MÁS IMPORTANTE DEL HOGAR. La pareja es siempre lo más importante. Esto es más que una tesis amable que todos compartimos sin dificultad. La pareja es quien debe recibir nuestra atención, ocupación y preocupación por encima de todo porque, para bien y para mal, esa relación constituye la principal fuente educativa para los hijos.

20. EL CORAZÓN. En la educación pueden faltar muchas cosas pero solo una es imprescindible: el cariño. El enamoramiento que sentimos por los hijos debe cuidarse con el mismo tesón que el conyugal. En todo lo que hagamos debe estar presente el cariño y la ternura. Y es necesario sentirse dolidos cuando no nos corresponden.

21. QUEDA MENOS DE LO QUE PARECE. . Ojalá nunca no echemos de menos estos seis meses en los que se han multiplicado las horas de contacto. En septiembre se incorporarán al ritmo familiar las prisas por llegar al colegio, las actividades de las tardes, los imponderables del trabajo… Si los chicos han mejorado en responsabilidad y en comunicación, avanzar en la convivencia no será cuestión de tener más o menos tiempo.

22. PARA MEDITAR. La frase es de Oscar González, de su Escuela de Padres 3.0: “Lo que sois es tan importante como lo que hacéis”. Por encima de los estilos pedagógicos, los manuales de padres y de estos mismos consejos, el mayor desafío de todo padre y madre es ser unas buenas personas. Signifique esto lo que signifique.