Nuestro consumo de agua

El portal EducaRed (www.educared.net) de Fundación Telefónica ofrece a través de Educalia un espacio virtual para
trabajar conjuntamente, intercambiar información, debatir y participar en foros con el fin de llevar a cabo interesantes
proyectos como Nuestro consumo de agua, una iniciativa intercentros para alumnos y profesores de Primaria y ESO.

Autor: ZAIDA PÉREZ DE ARANDA

Observar y analizar el consumo de agua y reflexionar sobre su valor como recurso escaso es el objetivo del proyecto colaborativo intercentros Nuestro consumo de agua (en el sitio de EducaRed educalia.educared.net/edujsp/projectes/ projectes.jsp). Esta iniciativa, dirigida a alumnos y profesores de Primaria y primer ciclo de ESO de diferentes disciplinas (Ciencias Naturales, Matemáticas…) y ámbitos geográficos, propone un proceso que se inicia con la recogida de datos sobre el consumo familiar de agua durante una semana y que tiene como objetivo final la creación de un gráfico sobre el consumo semanal de agua de todos los participantes.

TAMBIÉN EN FAMILIA

El proyecto pretende fomentar actividades relacionadas con el uso y el consumo del agua, partiendo de la consideración de este elemento como un recurso natural, finito y renovable.
Pero además de utilizarse en el aula, este material está pensado para su uso en el ámbito familiar, donde los niños tienen un papel protagonista y dinamizador de la actividad, al mismo tiempo que implican a sus familias. Esto es algo que desarrolla la responsabilidad y el interés por un tema tratado en la escuela.
Los participantes tienen que calcular el consumo de agua que se ha realizado en sus casas. Para ello, deben anotar a lo largo de una semana el agua que se consume cuando se utiliza la ducha, el lavavajillas, la lavadora, etc., en los contadores de recogida de datos que se facilitan dentro del entorno. A continuación, deben introducir los datos obtenidos en la herramienta que se facilita en la web y, automáticamente, se genera el gráfico de consumo de agua familiar y de todos los participantes. Finalmente, se analizan los gráficos y se interpretan en el aula.

¿CÓMO SE PARTICIPA?

Para inscribirse en este proyecto hay dos opciones:

1. Participar libremente.
2. Participar en el marco de un grupo de trabajo guiado.

Desde el pasado 31 de octubre se ha puesto en funcionamiento un grupo de trabajo constituido y abierto a todos los centros educativos interesados hasta el 31 de marzo de 2007.
Los internautas que lo deseen pueden ver cómo van los consumos de agua accediendo a los gráficos. Además, se pueden realizar actividades complementarias como, por ejemplo, participar en la redacción de un decálogo con propuestas sobre el ahorro de agua, su reciclaje…, y realizar algún invento que permita hacer un buen uso del agua en la escuela, en casa, etc. Así, todos los participantes pueden consultar los inventos de sus compañeros. También se pueden realizar las actividades del programa Agua de Primaria.

FOROS

El proyecto Nuestro consumo de agua se desarrolla en un entorno de comunicación que incluye: foros de discusión para debatir y analizar cuestiones relacionadas con el desarrollo y el tema del proyecto; un chat para hablar con el resto de participantes y, en ocasiones, con invitados expertos; un espacio para compartir, archivar y clasificar documentación, y un directorio de usuarios con fichas personales que faciliten el conocimiento entre los participantes.
Los profesores que quieran participar con un grupo de alumnos sólo tienen que enviar su solicitud de alta.

MÁS PROYECTOS

Desde este sitio de EducaRed (educalia.educared.net/edujsp/pro jectes/projectes.jsp) también se puede acceder a más proyectos colaborativos dirigidos a la comunidad educativa, como:

–Calendario multicultural: participa en la creación de un calendario multicultural y conoce las costumbres, tradiciones y fiestas de otros pueblos.
–Itinerarios por Europa: elabora tu itinerario, inclúyelo en la guía de viajes temáticos y descubre el mosaico cultural europeo.
–Ciudadanos del mundo: averigua tus raíces familiares, crea tu árbol genealógico y observa los movimientos de población de las diferentes generaciones de los participantes del proyecto.
–euroExpo: la Unión Europea en carteles: ¡conviértete en el embajador de un país! Participa en la creación de una exposición virtual de carteles y conoce los países de la Unión Europea.
Otra sección interesante dentro de educalia.educared.net es la Ciberteca, un archivo de documentación donde podrás encontrar todos los recursos educativos de este sitio ordenados por temas y una selección de todo aquello que ofrece la red: diccionarios, enciclopedias, portales temáticos, programas educativos, prensa del día, bibliotecas… Todo el mundo educativo al alcance de la mano con un solo clic.

ENSEÑAR A COMER

El portal de EducaRed Entre Padres, un punto de encuentro en internet para los padres de alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato,ofrece actualmente un interesante reportaje sobre Enseñar a comer (en www.educared.net:80/entrepadres/ monograficos/04/co nsejos.htm), con consejos, enlaces y un foro de opinión.
Y es que la alimentación de nuestros niños y jóvenes se aleja cada vez más de la dieta mediterránea, unánimemente recomendada por los nutricionistas. Nuestros hijos prefieren la bollería, la comida basura y los refrescos al pescado, las frutas y las verduras. Y, como resultado de todo esto, una de cada cuatro personas con edades comprendidas entre los 2 y los 24 años tiene sobrepeso.
Dentro de Enseñar a comer se puede acceder a dos reportajes: La nutrición infantil: los pilares de una dieta sana y La obesidad, epidemia del siglo XXI.
Asimismo, los padres internautas pueden consultar consejos tanto para que sus hijos lleven una alimentación sana (por ejemplo, eliminar cualquier rastro de comida basura en casa) como para prevenir la obesidad (no permitas que tu hijo acuda a clase en ayunas porque es probable que recurra a la bollería industrial a media mañana) o evitar que les cueste comer.
También puedes hacer desde este sitio un test para conocer cuál es la alimentación de tus hijos.

De consolas y pizarras [El (todavía) tímido desembarco del videojuego en el ámbito educativo]

Sometidos a todo tipo de prejuicios (justificados o no), los videojuegos comerciales albergan
también un potencial educativo que, en buena medida, aún permanece inexplorado.
Una asociación de científicos de EEUU aboga por fomentar investigaciones que revelen
el verdadero alcance didáctico de una de las formas de entretenimiento favoritas
entre nuestro hijos. En España ya hay colegios que utilizan videojuegos en el aula.

Autor: RODRIGO SANTODOMINGO

Tras un año de análisis y consultas, la Federación de Científicos Americanos (FAS en sus siglas en inglés) dio a conocer el pasado octubre un sorprendente informe sobre el potencial educativo de los videojuegos comerciales.
Más que proclamar certezas, el escrito apuntaba caminos a explorar. Ante todo animaba a la industria y (sobre todo) a las administraciones a descubrir utilidades didácticas inherentes al medio de ocio paradigmático de nuestro siglo. En el horizonte, un futuro de ensueño: aprendizaje y entretenimiento de la mano en colegios y hogares. La fórmula infalible.
Y mientras, mucho experimento e investigación a tope. Porque hasta ahora, la intuición ilumina, pero pocos datos refrendan. Aquélla nos dice que los videojuegos abren puertas, por ejemplo, al aprendizaje personalizado y la resolución de problemas. El trabajo en equipo y el fomento del pensamiento analítico.
También permiten adquirir conocimientos históricos de manera, por así decirlo, poco consciente. O simular situaciones reales con un interés pedagógico. Sin embargo, lo cierto es que, al hablar de aplicaciones concretas, persisten demasiadas zonas de sombra.

PIONEROS

En España, la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) y Electronic Arts (multinacional líder en software de entretenimiento) son pioneros en calibrar novedosas aplicaciones didácticas del juego interactivo.
Este año arrancó el programa conjunto Videojuegos en el aula, implantado en dos colegios madrileños para trabajar campos como la Educación en valores, el conocimiento del propio cuerpo o el acercamiento padres-hijos en el proceso educativo. ¿Materiales? Es probable que tus hijos los conozcan: NBA Live, Harry Pottery Los Sims.
«No está resultando fácil», comenta Pilar Lacasa, coordinadora pedagógica del proyecto. «En muchos aspectos hay que cambiar la mentalidad de los docentes», afirma la decana de la Facultad de Documentación en la UAH, embarcada desde 2001 en iniciativas similares, alguna financiada por el propio Ministerio de Educación.
Para el director de marketing de Playstation España, Jorge Huguet, las reticencias del profesorado son también uno de los grandes escollos para la consolidación del videojuego como herramienta educativa de uso común. «Les puede llegar a costar entender que algo que resulta entretenido también sirva para aprender. Y no podemos traicionar nuestra esencia, que es el entretenimiento».
Tiempo al tiempo, afirman desde Xbox. «Antes tampoco se pensaba que se pudiera aprender a través del cine», asegura Óscar del Moral, jefe de producto de la consola propiedad de Microsoft.

SOFISTICACIÓN

Quizá el profesor acepte de mejor grado videojuegos específicamente educativos. Pero aquí el rechazo viene por el lado del alumno: miran, comparan este tipo de materiales con los que están acostumbrados a manejar en su tiempo de ocio y perciben diferencias abismales.
Creado por una industria sólida y boyante, el videojuego comercial es infinitamente superior en diseño y desarrollo argumental a sus hermanos didácticos. He aquí el quid de la cuestión: explotar el potencial educativo del juego virtual sin mermar su tremenda sofisticación técnica.
Porque las cifras no mienten. «Crear un buen videojuego requiere una inversión de entre 10 y 15 millones de dólares y el trabajo de 150 programadores durante año y medio. Para amortizar tan elevadas inversiones es necesario obtener volúmenes de negocio muy elevados que generalmente no alcanzan los videojuegos educativos», afirma el director general de Electronic Arts España, Rafael Martínez-Avial.

DOBLE VÍA

El presidente de la FAS, Henry Kelly, no duda de que son los gobiernos y organismos públicos quienes deberían inyectar los fondos necesarios para investigar a fondo las posibilidades didácticas del videojuego. En la presentación del informe, Kelly aseguró que la industria privada pueda colaborar, pero nunca acarrear con el grueso de la inversión.
Hasta ahora, los tres grandes fabricantes de consolas (las dos mencionadas y Nintendo) muestran interés, aunque no hablan de proyectos concretos.
Con el orgullo de dirigir una empresa que rompe moldes, Martínez-Avial apuesta por una doble vía: «los resultados serían mucho más espectaculares si hubiera una mayor sensibilidad por parte de la Administración y de otras empresas privadas».

PLAYSTATION (SONY)

BUZZ: Simula un programa- concurso con 5.000 preguntas sobre cultura general, cine, deportes… El 40% de las cuestiones están adaptadas a la realidad española. Como un trivial en versión interactiva. También existe Buzz Junior, donde los más pequeños desarrollan reflejos, mejoran su coordinación y aprenden a reconocer colores.
– EYETOY: Más de 100 minijuegos deportivos y hasta ocho jugadores. Compañerismo, espíritu de equipo y competición. De las canchas de Wimbledon al Santiago Bernabeu en un instante. Bajo el mismo nombre existe un simulador de arte marciales.

XBOX (MICROSOFT)

– VIVA PIÑATA. Vegetación exuberante en un hábitat en constante estado de cambio y poblado por animales sometidos a todo tipo de peligros. El jugador configura un mundo a su medida y se encarga de alimentar y proteger a sus criaturas elegidas.
– ZOO TYCON. Todo un tratado de biología animal para conocer especies exóticas, protegidas o en peligro de extinción. Todo tipo de objetos y arquitectura temática en un zoo personalizado.
FLIGHT SIMULATOR X. 22 aviones. 38 ciudades con edificios significativos. Clases de vuelo y gestión de aeropuertos en todo el mundo.

NINTENDO

– BIG BRAIN ACADEMY. De la serie Touch!, el juego propone 15 actividades para medir nuestra capacidad de observación, memoria, cálculo, lógica, relación y análisis. Tres niveles de dificultad para cada actividad. Posibilidad de registrar nuestros progresos cada vez que juguemos.
– BRAIN TRAINING. Lectura, cálculo, aritmética, memoria, incluso sudokus… Todo bajo la supervisión del Dr. Kawashima. También de la serie Touch!.
– ENGLISH TRAINING. Para mejorar competencias en el idioma imprescindible. Corrector de pronunciación incluido.

El hermano mediano: la bisagra perfecta

El mediano corre siempre el peligro de sentirse ignorado.
Por eso, los padres deben hacer el esfuerzo de
tenerle muy en cuenta y otorgarle una identidad y un
papel en la familia. De hecho, su papel de enlace o bisagra
entre el mayor y el pequeño es muy importante.

Autor: ÁNGEL PEÑA

«No ser el mayor ni el pequeño tiene su ventaja: en mi familia el mayor asume una responsabilidad sobre el resto de los hermanos y el pequeño es el niño mimado, están más pendiente de él, así que yo puedo ir más a mi aire». Juan Pablo sabe sacar una conclusión positiva de una situación no siempre confortable: estar en el medio. Es el tercero de cuatro hermanos. Y no le molesta. Aunque a veces… «Lo único malo quizá sea que, después de haber sido el hermano pequeño, cuando vino Carlos y fui creciendo me convertí un poco en el centro de las burlas de mis hermanos mayores cuando se aburrían». Pero nada horrible. En su caso…

«No ser el mayor ni el pequeño tiene su ventaja: en mi familia el mayor asume una responsabilidad sobre el resto de los hermanos y el pequeño es el niño mimado, están más pendiente de él, así que yo puedo ir más a mi aire». Juan Pablo sabe sacar una conclusión positiva de una situación no siempre confortable: estar en el medio. Es el tercero de cuatro hermanos. Y no le molesta. Aunque a veces… «Lo único malo quizá sea que, después de haber sido el hermano pequeño, cuando vino Carlos y fui creciendo me convertí un poco en el centro de las burlas de mis hermanos mayores cuando se aburrían». Pero nada horrible. En su caso…

ENTRE DOS AGUAS

Gerardo Castillo, doctor en Ciencias de la Educación y Subdirector del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Navarra, sí ve posibles problemas en el ejercicio de la profesión de hermano mediano: «Al estar entre dos aguas, puede tener cierta dificultad para descubrir su identidad».
Además, puede correr el peligro de sentirse ignorado, una de las sensaciones más desoladoras en la etapa del crecimiento. Aquí los padres deben tener mucho cuidado. «Tienden a centrarse en los dos extremos: el mayor y el pequeño, y se ´olvidan´ del centro», dice Castillo, que explica lo terrible de las posibles consecuencias: «El hijo así ignorado suele sentirse muy mal, y desarrollar sentimientos negativos hacia sus padres, en forma de rencor, y sus hermanos, sobre todo envidia».

IDENTIDAD PROPIA

El remedio depende por completo de los padres, que no deben olvidarse del mediano. Han de hacer un esfuerzo por tenerle en cuenta y otorgarle una identidad y un papel en la familia.
Un esfuerzo complejo que hay que dirigir con cuidado. Castillo reflexiona sobre el papel de los padres en el caso esbozado por Juan Pablo; cuando los mayores abusan un poco de su superioridad: «Hay que enseñarle a que se autoproteja, evitando convertirse en un chivato, y hay que pedir a los hermanos mayores que lo valoren y respeten».
Como premio, la familia se beneficiará de un elemento muy valioso: «El hermano mediano puede hacer la función de enlace entre el mayor y el pequeño: imita al mayor, aprende de él y lo transmite al pequeño, al que suele liderar», concluye Castillo.
En definitiva, una labor social clave que además hará de él una persona cabal y responsable. No en vano decía Sófocles que «el que es bueno en la familia es también un buen ciudadano»

UN TESORO LITERARIO DESDE CAÍN Y ABEL

Si el primer crimen de la humanidad fue un fratricidio, el de Caín sobre Abel, ¿qué mejor fuente de argumentos para la literatura que la relación entre hermanos? Este razonamiento tan lógico pertenece a Catherine Patterson, la mejor escritora viva de narrativa infantil y juvenil, que ha sabido ver en los celos entre hermanos la incubadora de los conflictos futuros.
Se comparta o no tan maximalista postura, sí es cierto que el género infantil y juvenil está plagado de hermanos. Clásicos como Las Crónicas de Narnia o Mujercitas dan fe de ello, pero los títulos son innumerables. Luis Daniel González incluso los agrupa en un subgénero en su libro ´Bienvenidos a la fiesta´(CIE Dossat).
Pero, aunque el fenómeno permanece vigente, González reconoce que va menguando por circunstancias coyunturales: «En los años 50, 60 y 70 había muchas más narraciones de pandillas, en las que aparecía con fuerza la relación entre hermanos, pero no era con una intención concreta, sino que reflejaban una realidad, la de las familias con más hermanos». A todos se nos vienen a la cabeza las memorables aventuras de los Cinco o los Hollister. Hoy el paradigma parece ser Harry Potter, que no sólo es hijo único, sino que tiene la desgracia de vivir con sus detestables tíos y su inefable primo.

Enseñando a comer

Uno de cada cuatro niños y jóvenes –entre 2 y 24 años–
tiene sobrepeso. Enseñar a comer a los más pequeños
resulta, por tanto, imprescindible desde las edades más
tempranas. El portal EducaRed de Fundación Telefónica
reúne multitud de información sobre este tema.

Autor: ZAIDA PÉREZ DE ARANDA

Un estudio reciente de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) alerta que la dieta de los menores es una «asignatura pendiente» para centros escolares y padres. Y es que más de la mitad de los niños españoles adoptan una vida sedentaria desde los 13 años, edad en la que se abandona la actividad física en la enseñanza obligatoria. La situación se agrava en el caso de las chicas: tres de cada cuatro practican ejercicio menos de dos veces a la semana o no lo practican en absoluto.
Por todo ello, el portal de EducaRed Entre Padres, un punto de encuentro en internet para los padres de alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato, ofrece actualmente un interesante reportaje titulado Enseñar a comer (en www.educared.net:80/entrepadres/ monograficos/04/consejos.htm), con consejos, enlaces y un foro de opinión.
La alimentación de nuestros niños y jóvenes se aleja cada vez más de la dieta mediterránea, unánimemente recomendada por los nutricionistas. Nuestros hijos prefieren la bollería, la comida basura y los refrescos al pescado, las frutas y las verduras. Y, como resultado de todo esto, una de cada cuatro personas entre 2 y 24 años tiene sobrepeso.
Dentro de Enseñar a comer se puede acceder a dos reportajes: La nutrición infantil: los pilares de una dieta sana y La obesidad, epidemia del siglo XXI. Asimismo, los padres internautas pueden consultar consejos tanto para que sus hijos lleven una alimentación sana (por ejemplo, eliminar cualquier rastro de comida basura en casa) como para prevenir la obesidad (no permitas que tus hijos acudan a clase en ayunas porque es probable que recurran a la bollería industrial a media mañana) o evitar que les cueste comer.
También puedes hacer desde este sitio un test para conocer cuál es la alimentación de tus hijos. No hay que olvidar que la base de una vida saludable se debe establecer durante los primeros años de vida y el papel de los padres es fundamental para que los hijos adquieran unos buenos hábitos alimenticios.

HÁBITOS ALIMENTICIOS

También dentro del portal EducaRed (www.educared.net/PrimerasNoticias/ hemero/2005/febrero/ soci/cibeles/espe.htm) encontramos un especial que pretende mejorar los hábitos alimenticios de los escolares. Se trata de una serie de propuestas didácticas para trabajar tanto los buenos hábitos como las enfermedades y problemas derivados de una mala alimentación.
Los alumnos con las actividades que aquí se proponen podrán razonar con la realidad en sus manos sobre todo lo que significa la publicidad en su alimentación y los malos hábitos a los que les conduce. Además, los niños y jóvenes podrán abordar el tema de la higiene personal, los principios de la pirámide alimenticia y los trastornos alimenticios (anorexia y bulimia).

AULAS UNIDAS

En EducaRed también se puede acceder al proyecto La alimentación a ambas orillas del Estrecho, (www.educared.net/asp/aulasunidas/ pagines/escaparate/42/1/index. htm), realizado entre los institutos «La Jarcia» de Puerto Real (Cádiz, España) y «Severo Ochoa» (Tánger, Marruecos), con el objetivo de que los alumnos de Secundaria conozcan los factores que condicionan nuestra alimentación (cultura, religión, festividades, costumbres y tradiciones, recursos naturales disponibles), valoren la aportación de otros pueblos a nuestra cultura alimenticia, comprendan los conceptos fundamentales de alimentación y nutrición, sean capaces de realizar un análisis nutricional de nuestra propia alimentación y tengan los conocimientos básicos para llevar una alimentación equilibrada.

LA ALIMENTACIÓN DE NUESTROS HIJOS

El método más recomendado para alimentar a nuestros hijos consiste en seguir un modelo de dieta equilibrada (ver el portal Entre Padres, en www.educared. net:80/entrepadres), basada en los principios de la pirámide de alimentos:
• Es imprescindible beber de uno a dos litros de agua al día y animar a nuestros hijos a realizar una actividad física al menos tres veces por semana.
• La base de la alimentación (aproximadamente la mitad del aporte calórico) han de ser los alimentos ricos en hidratos de carbono: cereales, pan, arroz, patatas y legumbres.
• Es altamente recomendable el consumo diario de frutas y verduras (cinco raciones al día), ricas en vitaminas y minerales.
• En el cuarto escalón, comparten importancia los lácteos, ricos en vitaminas, y las carnes y pescados, fuente de proteínas. Los niños y jóvenes tienden a consumir una cantidad desproporcionada de lácteos, carnes y embutidos para contrarrestar la escasa ingesta de legumbres y pescados.
• En la cima de la pirámide se encuentran los alimentos que deberían ser de consumo ocasional y que, sin embargo, están demasiado presentes en la dieta de nuestros hijos: bollería (grasas naturales), refrescos (con un alto contenido de azúcar), dulces, chocolates y aperitivos salados (patatas fritas).

RAFAEL AMARGO, COREÓGRAFO "Era ambicioso, pero desde que nació mi hijo prefiero estar en casa"

Vitalista, un derroche
de energía, sin tapujos
y muy flamenca. Así es
la presencia de Rafael
Amargo y así lo
demuestra la fuerza de
su mirada. Y no es de
extrañar: es bailaor,
bailarín, coreógrafo,
actor, empresario y
padre. Hasta el nombre
de su hijo de 16 meses,
León Bianchi Lorca,
exhala ese aire de
artista con el que
Amargo impregna
todas sus
declaraciones.

Autor: MARTA SERRANO

Aunque su brillante trayectoria como bailarín lo desmiente, Rafael Amargo llegó
a ese mundo por casualidad. «Vine a Madrid para ser actor», admite y aunque ha
tardado casi una década en llegar a la gran pantalla, 2006 parece ser su año de
suerte. En xse interpreta a sí mismo, aunque quizá éste sea el
papel más difícil de su vida. Afirma que es un actor de casta y no de
casting.

P. Se te conoce como bailarín y coreógrafo. ¿Cómo ha
sido tu formación hasta llegar aquí?
R.
Tengo una carrera en el
baile. Empecé a estudiar en compañías de teatro independiente en Granada. Luego
estuve en la escuela de Cristina Rota. Hice papeles en series (en Lleno por
favor, pero todavía me llamaba Rafael Hernández). Luego me fui a Japón a
trabajar, y a partir de ahí fui entroncando un proyecto de baile con otro y,
poco a poco, dejé el cine de lado. Y ahora me veo dirigiendo una de las
compañías de danza más importantes de este país. El año pasado hicimos 160
conciertos, lo nunca visto… Y pienso que todavía no he cumplido el sueño que
tenía cuando vine a Madrid.
P. ¿Te has quitado la espinita del
cine?

R. En eso estoy, pero aquí, cuando vas al
casting de una película eres como un intruso, porque estás encasillado como
bailarín. Incluso los propios directores te miran raro. Luego cambian de
opinión, y es que yo, por ejemplo, soy incapaz de llegar tarde. No soy un actor
ni consentido ni caprichoso y ya tengo un camino hecho en el mundo del teatro y
de la danza. Eso se nota. Soy de casta, no de casting.
P. ¿Qué
mérito tienen los títulos académicos en el mundo artístico?
R
. Los
títulos tienen mucho que aportar, pero Lola Flores nunca pasó por una escuela y,
dentro de su estilo, era «una grande». Una cosa es el que ha nacido para ser
artista y otra el que quiere ser artista porque le gusta la cámara. Pienso que
quien tiene integridad es limpio y lo que hace es digno. Sabe defenderse en la
vida.
P. ¿Te planteas algún día abrir tu propia escuela?

R.
La didáctica se me da bien pero le cogí mucho respeto en mis
inicios. Cuando empecé en Japón me ganaba la vida así, aprendí a bailar
enseñando. Soy buen maestro porque tengo buena percepción psicológica gracias a
que llevo un cuerpo de 16 bailarines y hay que saber dar a cada uno lo que
requiere para que trabaje al máximo. Mira que los actores son tela, pero los
bailarines más, porque estamos acostumbrados a trabajar con mucha disciplina y
rigurosidad. Es un mundo más difícil y más duro, muy cruel. La Danza sigue
siendo la hermana pobre de las Bellas Artes en este país. No tenemos ni una
ayuda. Se necesitan más ideas: reciclar lo que ya hay, como los almacenes,
subastar cosas… Motivar a la gente joven y más dinero.
P. Se habla
del egoísmo del artista, pero, ¿cuáles son tus valores? ¿Han cambiado con el
nacimiento de tu hijo?

R. Sí. Ha cambiado mi
escala de valores. Yo era muy ambicioso, quería comerme el mundo, triunfar como
todo el mundo –los artistas van de hippies y bohemios pero es sólo una cuestión
de look, siempre se busca triunfar aunque ninguno lo reconozca–. Desde que tengo
a mi hijo, se llama León Bianchi Lorca (LBL), me interesa mucho más quedarme en
mi casa con él que irme a un estreno a que me saquen una foto.
P.
Lorca es muy importante en tu vida…
R.
Soy lorquiano por los cuatro
costados. Mi abuelo era el cartero de García Lorca. Antiguamente las cartas las
recibía el padre, no es como ahora que con los emails nadie se entera, ¡qué pena
que se hayan perdido las cartas! Entonces, cuando llegaban cartas de remitentes
comprometidos (Dalí, Buñuel…), mi abuelo se quedaba con ellas en casa y Federico
iba a mi casa, las leía allí y mi madre se las guardaba en su cajón. Todavía
conservamos algunas inéditas. La casa de mis tíos es la casa contigua a la de
unas primas, y Lorca, por la casa de mis tíos, escuchó algunas conversaciones en
las que se inspiró para La casa de Bernarda Alba, que escuchaba los chismes a
través de un pozo.
P. En la literatura lorquiana y en el sur en
general hay una obsesión latente por la fertilidad, la figura de la madre.¿Qué
supone esto en tu vida familiar?

R. Yo soy muy
maternal, en eso soy muy lorquiano. Para mí la familia es muy importante: mi
madre y mi padre trabajan conmigo y a mí me gusta tirar de todos, que estén
conmigo al pie del cañón.
P. ¿Tienes claro cómo será la educación de
tu hijo?

R. Mi hijo irá a un centro internacional
tipo Liceo Francés, porque el año que viene me voy a vivir a Marruecos y
prefiero que estudie allí. Tengo una casa en Marrakesh y como allí hay unos
colegios exquisitos prefiero que se forme en ellos. Además se crían en las
calles sin asfaltar, oliendo a los burros, con la gente, como yo me crié.

P. ¿Cómo es que te quieres ir a vivir allí?
R.
Porque
tenía mi casa en Ibiza, pero la tuve que vender porque era acabar con mi salud.
Fueron mis padres también los que insistieron.
P. ¿Cómo recuerdas
tus inicios?

R. Me tocó sacar una compañía
adelante con 22 años. Era responsable, por la mañana con corbata pidiendo una
subvención y por la noche atendiendo mi vida artística como Rafael Amargo. He
estado a las duras y a las maduras.
P. Y, ¿crees que los jóvenes que
triunfan saben compatibilizar ambas partes de su vida?

R. Yo no tuve más narices que hacerlo. Siempre he
tenido más ambición que adicción. He visto a amigos míos enganchados a la droga,
a otros morirse de SIDA, pero tenía tantas ganas de comerme el mundo que nunca
dejé que ese otro lado de la fama me rozara. Salimos muchos pero ahora no
quedamos tantos, y es que triunfar es una suma de talento y constancia.

P. Sabiendo lo duro que es todo esto ¿te gustaría que tu hijo fuera
bailarín?
R.
Que sea lo que quiera, pero siendo futbolista se ganan
muchos billetes y creo que es mejor (risas). Por ejemplo mi padre siempre quiso
ser artista y ahora trabaja en mi compañía: yo le he dado lo que su padre no le
dio, soy hijo del amor y mi hijo también lo es.
P. Pero ¿le estáis
enseñando a bailar?

R. Eso no se enseña, se nace
con ello. El niño nos pide Camarón, Camarón y mueve las manitas. Pero sobre
todo, yo quiero que haga lo que sienta de verdad como yo he hecho. He tenido la
suerte más grande del mundo porque mis padres siempre me han apoyado y ayudado.
Yo quiero darle lo mismo.

Educar es educarse con los hijos

Como el ser humano
siempre puede dar más,
la educación no termina
nunca. Ni con la ESO, ni
con el Bachillerato, la
Universidad o cinco
másters. Y para los padres
educar es siempre
educarse junto a sus hijos

Autor: RAFAEL GÓMEZ PÉREZ

Aún recuerdo cómo, a una edad muy temprana –entre los cuatro y los cinco años–, aprendí a leer. Maestra: la madre. Tenía unos cubos en cuyas caras estaban dibujadas las letras. Se juntaban: la M con la A, ma; y otra vez: ma-má. Pienso ahora en la madre redescubriendo, a sus 35 años, la magia de la lectura.
Me enseñó también, antes de los seis años, a recitar poemas, yo repitiéndolos verso a verso junto a ella. No cosas infantiles en el sentido de triviales, sino, por ejemplo, poemitas de Lope de Vega del estilo del «Que de noche lo mataron/ al caballero,/ la gala de Medina,/ la flor de Olmedo», renovándose en ella el gusto que siempre había tenido por la poesía.
Cuento esto, de lo propio, porque es el ejemplo que tengo más a mano. Es una fortuna y una suerte contar con unos padres que, sin agobios, con sencillez, saben educarse educando a los hijos, dando a la vez razones y amor.

LEER LOS LIBROS

Es una buena cosa que los padres lean, a principio de curso, los libros de texto de los hijos. No una simple ojeada. Una lectura inteligente, deteniéndose en lo más importante y pasando por encima de lo que es de relleno, que siempre lo hay. De este modo, los padres pueden renovar sus siete, diez años, catorce años. De este modo, si es el caso, la duda de los hijos quedarán resueltas por los padres. O si no resuelta, al menos compartida.
Otro asunto que puede resultar a veces pesado y molesto, pero que es esencial: dedicar un tiempo a ayudar a los hijos en los deberes. En algunos casos no costará mucho. En otros será como renovar la propia educación. Los conocimientos, si son verdaderos, no valen sólo para la niñez o la adolescencia, sino para toda la vida.

ME SUPERA

Juan, 47 años, es panadero. A los doce años emigró con su familia a la gran ciudad y desde entonces no estudió más. Tiene tres hijos, el mayor con 21, otro con 17 y la niña, de 13. El mayor, que nunca quiso estudiar, trabaja con él en la panadería. El segundo ha salido muy listo y va flechado hacia la Universidad. La niña le preocupa porque parece poco lista, a pesar de su buena voluntad.
Si hay un trabajo esclavo es el de panadero, sobre todo cuando se quiere hacer bien y no trabajar con masas congeladas. Pero Juan consigue sacar tiempo para ayudar a su hija a estudiar. Lo único que ocurre es que ya esas materias le superan: él no llegó a tanto.
Cuando no se puede, no se puede. Pero lo ideal sería que Juan aprendiese a la par que su hija, se autoeducara, siguiera educándose. Como es listo, ha conseguido que el segundo hijo, el de 17, ayude a la pequeña. Y hay que ver la cara de satisfacción de Juan y de su mujer cuando ven al hermano ayudando a la hermana.

DAR SENTIDO

La implicación, cuanta más mejor, de los padres en los estudios de los hijos contribuye a que éstos vean esos estudios como algo con sentido, ya que la gente mayor, como sus padres, los estiman y les prestan atención. No es solo una cosa extraña que se da en el cole. Esto es esencial. Gran parte del fracaso escolar se debe a que los alumnos y alumnas ven las cosas que han de aprender en el colegio como algo que no tiene mucho que ver con la vida. Están equivocados porque casi nada funcionaría en la sociedad sin la aplicación de los conocimientos que se estudian en el colegio. Pero necesitan verlo con más inmediatez, con cercanía, en la propia casa.
Durante muchas generaciones, madres y padres han tomado la lección a sus hijos.»Anda, estúdiate esta página, que ahora te la pregunto».
Casa y colegio deberían mantener continuidad. En la casa cada uno tiene un deber que cumplir. Los hijos, el de estudiar. Los padres, el de estudiar con ellos, el de seguirlos en la progresión de sus conocimientos. Quizá llegue el momento en el que hay que decir: «yo en esto ya no te puedo servir de mucho». Pero eso querrá decir que se ha hecho antes muchísimo.
El no hay tiempo es la peor excusa del mundo. El acento no está en el tiempo sino en la disposición, en las ganas. Cuando se quiere, se puede. Si no todos los días, se podrá aprovechar un momento en el fin de semana. Tampoco es cuestión de horas, sino de mantener el interés y la conexión.
Estudiar y aprender con los hijos es otra forma de amarlos, de quererlos. Y con profundidad, porque es seguir las nociones, los conceptos, los datos que van ocupando poco a poco su inteligencia y su memoria. Es algo así como quererlos por dentro. Saber lo que ellos saben, preguntarse lo que ellos se preguntan. Si aprenden Geografía, ¿Por qué no aprovechar una salida al campo para ver todo eso sobre el terreno? Cuando son un poco mayores les suele gustar conocer cosas de sus primeros años. Es un buen momento para explicar que eso es precisamente la historia. Es muy bueno conocer la propia historia, y también la de la propia familia, y la del propio lugar, y país. Y la del mundo. Hacer ver al hijo que aquello que está en el libro es esto mismo que pisamos, que el saber es la conexión con la realidad. Como todas las acciones positivas, los resultados de este aprender con los hijos son insospechadamente buenos: se da un sentido de plenitud interior, se ejercita la inteligencia y la memoria…
Ya se sabe que el saber no ocupa lugar, pero es como la levadura, como bien sabe Juan, el panadero. El saber hace crecer la persona. Cuanto más se sabe, más se es. Sería poco inteligente perder esta oportunidad.

Adolescentes que pasan… [Propuestas para implicarles en vacaciones]

Desde pequeños, nuestros hijos han vivido la Navidad
con enormes dosis de ilusión y, sin embargo, al llegar
a la adolescencia se dejan ganar por el desencanto y la
apatía. No tienen ganas de celebrar nada sino que más
bien se muestran contrariados. Siempre tienen a punto
un «yo paso de este rollo». ¿Qué podemos hacer?

Autor: CARMEN VIDAL

Nos gustaría que nuestros hijos vivieran el reencuentro de las familias en estas fechas como algo de vital importancia, sobre todo en una sociedad que no deja mucho tiempo ni mucho espacio para las relaciones familiares. También querríamos que la convivencia entre varias generaciones fuera para ellos una ocasión excepcional, una verdadera fiesta. Para ello, no deben sentirse en ningún momento prisioneros de un protocolo rígido. Los padres debemos estar abiertos a sus ideas, dispuestos a aceptar las innovaciones que ellos puedan aportar. En una palabra, tenemos que conseguir implicarles en la organización de los festejos de forma que sientan el proyecto como suyo.

1 – Dejemos que la fiesta esté abierta a sus amigos. Las vacaciones y las celebraciones navideñas significan para ellos ver poco a los amigos y, sobre todo, a su noviete o novieta. Esto, como es normal, les contraría. Por eso podemos hacerles sentir que la familia no es un estorbo para sus relaciones personales. Es probable que sus amigos tengan sus respectivos compromisos pero podemos sugerirles que organicen, por ejemplo, una merienda con amigo invisible antes de la cena de Nochebuena, o que inviten a algunos amigos a comer turrones una vez terminada la comida de Navidad. Y si son ellos los invitados, no pongamos trabas a esto.

2 – Tratemos de implicarles en la preparación de las fiestas: el menú y la decoración. Nuestros hijos pueden tener ideas brillantes en cuanto a estos aspectos se refiere. Escuchémosles y dejémosles la iniciativa si viene al caso. Podrá ocurrir que sus ideas echen por tierra todo lo que nosotros entendemos por tradición. Es entonces cuando el intercambio de opiniones cobra toda su importancia para llegar a un consenso.
Podemos también responsabilizarles de algún aspecto de la celebración. Dejemos por ejemplo que se encarguen de comprar y organizar la presentación de los aperitivos o del postre. Evitemos la compra de regalos caros y vistosos y convirtamos el acto de regalar en un rompecabezas familiar.
Éste puede ser un aspecto educativo por excelencia. La compra de regalos se convierte a menudo en un «salir del paso» y acabamos comprando regalos caros y atractivos que no hemos pensado demasiado. Empecemos a pensar en ello, en familia y con tiempo. Realizar un presupuesto lo más ajustado posible y al mismo tiempo tener en cuenta los gustos y la personalidad del receptor del regalo no es una tarea fácil.
Si todos juntos nos rompemos el coco para conseguirlo, además de pensar en los demás, nuestro hijo aprenderá a ver de otra forma al destinatario del obsequio. Hagamos lo propio respecto a los regalos que haremos a nuestros hijos. Tengamos en cuenta lo que les gusta a ellos y no a nosotros. Si pensamos en una prenda de vestir o en algo de música, tratemos de averiguar sus gustos y de encontrar algo que les encante, aunque a nosotros nos parezca de gusto dudoso. Y, si tenemos conocimiento de una posible parejita de nuestro hijo/a, no la olvidemos en el reparto de pequeños obsequios.
Podemos también educar en la solidaridad acudiendo a las tiendas que destinan los beneficios a la ayuda de los desfavorecidos.

3 – No nos pongamos pesados con el tema del vestir. Nuestra idea de la elegancia no es la misma que la de nuestros hijos y es una equivocación intentar imponer nuestros criterios sobre la forma de vestir. No nos rasguemos las vestiduras si, a nuestro modo de ver, aparecen hechos unos adefesios. Lo importante es que estemos juntos y no cómo nos hayamos vestido para estarlo. Podemos sugerirles que adopten otro estilo para la ocasión pero no es impongamos unas ropas concretas con las que seguramente se sentirán incómodos.
Seguramente nosotros, para las reuniones de estos días de fiesta, intentaremos vestirnos con un poco más de esmero que en un día normal. ¿Por qué no pedir consejo a nuestros hijos? Y si no seguimos sus consejos al pie de la letra, por lo menos podemos aprovechar alguna idea. Quién sabe, quizás rejuvenezcamos un poco nuestro aspecto.
 
4 – Demos un toque informal y lúdico a las reuniones. Nuestros hijos pueden desempeñar un papel inestimable a la hora de transformar una fiesta formal y envarada en algo divertido y desinhibido donde todo el mundo, padres e hijos, abuelos y nietos, tíos y sobrinos se diviertan por igual. Muchos adolescentes saben tocar la guitarra u otro instrumento musical. Si voluntariamente quieren, podemos proponerles animar la reunión con sus canciones.
Animémosles o ayudémosles a preparar un pequeño juego al empezar una comida, un sorteo para sentarse a la mesa, una sorpresa para el momento del postre. Esto puede crear una atmósfera inolvidable y hacer que se sientan importantes en la familia. Si hay niños pequeños, los adolescentes juegan un papel importante: los niños sienten un gran afecto por «los primos mayores» y pasarán un rato estupendo jugando con ellos.
 
5 – ¿Y si quiere salir en Nochevieja? Ante una primera salida de estas características, sería aconsejable que nos informen de sus planes, nos pongamos en contacto con los padres de los amigos, mostremos nuestra inquietud para que se comprometan a ser responsables, y acordemos la hora de vuelta. En general no podemos predecir la actitud de un quinceañero ante las fiestas de Navidad pero podemos favorecer una actitud positiva mostrándonos y abiertos al diálogo.