Como cada último domingo de octubre, desde 1974, cuando el reloj marque las tres de la madrugada, serán las dos. De esta forma, comenzaremos noviembre con una hora más de sueño, pero con menos horas de sol. Por delante quedan los meses de frío, que invitan a pasar más tiempo en casa. Sin embargo, esta no puede ser la excusa para abusar del “binge-watching”, un concepto que parte del inglés: “binge”, que significa atracón, y “watching”, que es la acción de ver la televisión o cualquier contenido audiovisual.

45 minutos diarios pegados a la pantalla

Es preocupante cuando esta forma de consumir contenido en vídeo se suma a la cantidad de tiempo que los menores ya pasan frente a las pantallas. De hecho, según el último estudio sobre hábitos digitales realizado por Qustodio, plataforma de seguridad online y bienestar digital para familias, los menores pasan una media de 45 minutos al día consumiendo vídeo online en las diferentes plataformas. Esto supone un incremento de casi el 30% con respecto a años anteriores, y podría aumentar durante los próximos meses. Entre las favoritas se encuentran:

• YouTube, en la que emplean una media de 64 minutos al día.
• YouTube Kids, con 68 min diarios.
• Netflix, en la que rozan los 40 minutos al día.

Las plataformas de visionado en streaming como Netflix, HBO, Amazon Prime o Disney+ saben que gran parte de su público se encuentra en las generaciones más jóvenes. De hecho, un informe de la Universitat Oberta de Catalunya asegura que el 36 % de los contenidos más vistos durante 2020 fueron títulos para niños y preadolescentes.

Sin embargo, este tipo de consumo de las pantallas puede generar dependencia psicológica. Las series pueden llegar a provocar que se enlace episodio tras episodio sin saber poner límite y este abuso puede causar adicción, problemas de sueño, pérdida o aumento de peso y menor autoestima.

Eduardo Cruz, CEO y co-fundador de Qustodio:

Para los menores, poner límites es más complicado que para los adultos porque se encuentran en las etapas iniciales de su desarrollo cognitivo. Por ello, es importante establecer medidas que aseguren que el tiempo que pasan frente a la pantalla no es excesivo. Si no sabemos cómo enfrentarnos a ello, siempre podemos apoyarnos en herramientas de control parental que hagan más fácil el diálogo entre padres e hijos y garanticen su bienestar digital”.

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Las plataformas bajo demanda son más nocivas para los niños

Elena Neira, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya y Diego Redolar, neurocientífico de la misma Univiersidad y profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación hablan sobre las plataformas bajo demanda y su efecto nocivo en los niños. Más información aquí.[/quote]